
LA ULTRADERECHA SE APODERA DEL "ESCRACHE " Y LO USA CONTRA EL SEMANARIO SATÍRICO "EL JUEVES"
VIDEO: JIMENEZ LOSANTOS FURIBUNDO: ¡MARLASKA, MARICÓN!
No deja de resultar curioso que haya sido precisamente la ultraderecha española la que de forma oportunista haya empezado a utilizar el "escrache" como expresión de protesta en contra de aquello que le disgusta . La acción del "escrache" tuvo su origen en la Argentina, y fue una forma de protestar contra aquellos militares y policías que(¨...)
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El pasado martes, la organización ultraderechista "Vox" realizó a través de su cuenta oficial en la red Twitter una suerte de llamamiento indirecto a sus seguidores, para que procedieran
a un escracheo en contra del presidente del grupo editorial que publica la revista humorística "El Jueves".
La sutil incitación al escrache protagonizada por ultraderecha española estuvo motivada por la publicación en las páginas del semanario citado de un conjunto de viñetas con caricaturas de los más destacados dirigentes de esa formación política.
El llamamiento de Vox al escracheo contra el directivo de la editorial del "El Jueves" se realizó publicando el nombre y domicilio del editorialista, al que se acusó de "difundir odio contra millones de españoles", agregando además que a partir de ese momento comprenderían que muchos de esos ciudadanos ofendidos le empezaran a exigir "responsabilidades" al editorialista cuando lo vean salir de su despacho en Barcelona.
Vox proporcionó con todo lujo de detalles el santo y seña del directivo:
“Se llama Ricardo Rodrigo Amar - agrega Vox en su Twitter- y es presidente de RBA, grupo que edita El Jueves. Su revista difunde odio contra millones de españoles a diario. Es posible que muchos de ellos le empiecen a exigir responsabilidades cuando le vean salir de su despacho de la Diagonal de Barcelona”.
"El Jueves" había dedicado un número especial a los más destacados personajes de esa organización ultraderechista, publicando hilarantes caricaturas de sus líderes, y añadiendo la coletilla “¡Descubre y colecciona a la asquerosa "Pandilla Voxura" al completo!
En las páginas de la revista se reproducían ilustraciones en
las que se parodiaba a la dirigencia de la organización, con pareados irónicos como “Ortega, rambo de pega”, “Espinosa, venenosa”. En realidad, esta forma de caricaturizar a los políticos institucionales es muy habitual en esta revista desde hace muchos años. No obstante, Vox alega que a ellos se les ataca con especial saña. También hay que decir, en honor a la verdad, que la peculiaridad de los personajes que la encabezan se presta óptimamente a que ello sea posible.
La diputada ultra Carla Toscano tildó al semanario de ser "una basura”. Uno de los autores de las viñetas, Raúl Salazar, expresó su efusivo agradecimiento a los ultraderechistas asegurando que:
“Estoy muy contento de que mi trabajo -junto a Juanjo- esté cabreando tanto a los fascistas llorones. ¡Gracias!”.
Y replicando a la dirigente Toscano escribió:
“Carla, lo que pasa es que te molesta que no te hayamos incluido en los cromos. Pero para la expansión podemos incluir a “Toscano Chabacano”, “Toscano al Vaticano” o “Carla Farla”. Te dejo que lo elijas tú”.
PODEMOS DEJÓ LOS ESCRACHES EN MANOS DE VOX
No deja de resultar curioso que haya sido precisamente la
ultraderecha española la que, de forma oportunista, se ha apoderado del "escrache" como expresión de protesta en contra de aquello que les disgusta.
La acción del "escrache", no obstante, tuvo su origen en la Argentina, y fue una forma de protestar contra aquellos militares y policías que habiendo estado comprometidos en las actividades genocidas de la dictadura del general Videla continuaban en la calle como si nada hubiera ocurrido.
Posteriormente, durante los primeros años de existencia de la organización política española "Podemos", ésta adoptó ese gesto de protesta contra aquellos políticos españoles comprometidos con negocios opacos relacionados con la construcción de obras públicas. La derecha del PP trató de impedir este tipo de manifestaciones, pero los tribunales precisaron que los escraches constituían una expresión plenamente legítima a la hora de manifestar la disconformidad social o la protesta política en contra una persona o institución.
![[Img #67928]](https://canarias-semanal.org/upload/images/07_2021/5670_bascaljpg.jpg)
Sin embargo, en la medida en que Podemos fue integrándose paulatinamente en las instituciones del establishment, los escraches fueron desapareciendo del mapa de las movilizaciones podemitas. Ha sido ahora la ultraderecha de Vox la que se ha apoderado de la antorcha abandonada por la formación morada en aras de ganar "respetabilidad" institucional. El propio Pablo Iglesias tuvo que sufrir un largo escrache derechista frente a su famoso chalet de Galapagar, después de haber estado defendiendo durante años la legitimidad de ese recurso de protesta.
Ni que decir tiene que en el selecto barrio en el que había ido a residir, el ex dirigente de Podemos no recibió la solidaridad de sus vecinos frente al acoso. Quizá si hubiera continuado viviendo en su antiguo barrio de Vallecas las cosas podían haber sido muy diferentes. Pero ese ya es otro cantar.
VIDEO: LA FURIBUNDIA DE JIMENEZ LOSANTOS: ¡MARLASKA, MARICÓN!
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El pasado martes, la organización ultraderechista "Vox" realizó a través de su cuenta oficial en la red Twitter una suerte de llamamiento indirecto a sus seguidores, para que procedieran a un escracheo en contra del presidente del grupo editorial que publica la revista humorística "El Jueves".
La sutil incitación al escrache protagonizada por ultraderecha española estuvo motivada por la publicación en las páginas del semanario citado de un conjunto de viñetas con caricaturas de los más destacados dirigentes de esa formación política.
El llamamiento de Vox al escracheo contra el directivo de la editorial del "El Jueves" se realizó publicando el nombre y domicilio del editorialista, al que se acusó de "difundir odio contra millones de españoles", agregando además que a partir de ese momento comprenderían que muchos de esos ciudadanos ofendidos le empezaran a exigir "responsabilidades" al editorialista cuando lo vean salir de su despacho en Barcelona.
Vox proporcionó con todo lujo de detalles el santo y seña del directivo:
“Se llama Ricardo Rodrigo Amar - agrega Vox en su Twitter- y es presidente de RBA, grupo que edita El Jueves. Su revista difunde odio contra millones de españoles a diario. Es posible que muchos de ellos le empiecen a exigir responsabilidades cuando le vean salir de su despacho de la Diagonal de Barcelona”.
"El Jueves" había dedicado un número especial a los más destacados personajes de esa organización ultraderechista, publicando hilarantes caricaturas de sus líderes, y añadiendo la coletilla “¡Descubre y colecciona a la asquerosa "Pandilla Voxura" al completo!
En las páginas de la revista se reproducían ilustraciones en las que se parodiaba a la dirigencia de la organización, con pareados irónicos como “Ortega, rambo de pega”, “Espinosa, venenosa”. En realidad, esta forma de caricaturizar a los políticos institucionales es muy habitual en esta revista desde hace muchos años. No obstante, Vox alega que a ellos se les ataca con especial saña. También hay que decir, en honor a la verdad, que la peculiaridad de los personajes que la encabezan se presta óptimamente a que ello sea posible.
La diputada ultra Carla Toscano tildó al semanario de ser "una basura”. Uno de los autores de las viñetas, Raúl Salazar, expresó su efusivo agradecimiento a los ultraderechistas asegurando que:
“Estoy muy contento de que mi trabajo -junto a Juanjo- esté cabreando tanto a los fascistas llorones. ¡Gracias!”.
Y replicando a la dirigente Toscano escribió:
“Carla, lo que pasa es que te molesta que no te hayamos incluido en los cromos. Pero para la expansión podemos incluir a “Toscano Chabacano”, “Toscano al Vaticano” o “Carla Farla”. Te dejo que lo elijas tú”.
PODEMOS DEJÓ LOS ESCRACHES EN MANOS DE VOX
No deja de resultar curioso que haya sido precisamente la
ultraderecha española la que, de forma oportunista, se ha apoderado del "escrache" como expresión de protesta en contra de aquello que les disgusta.
La acción del "escrache", no obstante, tuvo su origen en la Argentina, y fue una forma de protestar contra aquellos militares y policías que habiendo estado comprometidos en las actividades genocidas de la dictadura del general Videla continuaban en la calle como si nada hubiera ocurrido.
Posteriormente, durante los primeros años de existencia de la organización política española "Podemos", ésta adoptó ese gesto de protesta contra aquellos políticos españoles comprometidos con negocios opacos relacionados con la construcción de obras públicas. La derecha del PP trató de impedir este tipo de manifestaciones, pero los tribunales precisaron que los escraches constituían una expresión plenamente legítima a la hora de manifestar la disconformidad social o la protesta política en contra una persona o institución.
Sin embargo, en la medida en que Podemos fue integrándose paulatinamente en las instituciones del establishment, los escraches fueron desapareciendo del mapa de las movilizaciones podemitas. Ha sido ahora la ultraderecha de Vox la que se ha apoderado de la antorcha abandonada por la formación morada en aras de ganar "respetabilidad" institucional. El propio Pablo Iglesias tuvo que sufrir un largo escrache derechista frente a su famoso chalet de Galapagar, después de haber estado defendiendo durante años la legitimidad de ese recurso de protesta.
Ni que decir tiene que en el selecto barrio en el que había ido a residir, el ex dirigente de Podemos no recibió la solidaridad de sus vecinos frente al acoso. Quizá si hubiera continuado viviendo en su antiguo barrio de Vallecas las cosas podían haber sido muy diferentes. Pero ese ya es otro cantar.
VIDEO: LA FURIBUNDIA DE JIMENEZ LOSANTOS: ¡MARLASKA, MARICÓN!
Elisa | Jueves, 08 de Julio de 2021 a las 22:14:30 horas
No, perdone, doña Maribel: un barrio es un sector de una ciudad o pueblo, pero no de una provincia, no de cualquier espacio geográfico. Los Iglesias-Montero se trasladaron desde un barrio del municipio de Madrid -Vallecas- a otro municipio distinto -Galapagar-, que no es un barrio de Madrid, sino un municipio de la provincia de Madrid dentro del cual hay barrios también, claro. Y no tiene nada que ver con que los haya ricos o pobres.
El tema es totalmente irrelevante, por lo que no le culpo a usted por pasarse de lista, sino a mí misma por haberlo hecho en primer lugar.
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