AL GRITO DE "NO QUIERO MOROS", EX MILITAR ESPAÑOL ASESINA DE TRES TIROS A CIUDADANO MARROQUÍ

RT / REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL

    Según informó en la tarde de este miércoles, la Agencia rusa RT, un ex militar español, de 52 años de edad, del que curiosamente solo se han dado a conocer la siglas de sus apellidos - Carlos Patricio B. M., - asesinó con tres disparos a bocajarro, a un hombre de origen marroquí que se encontraba en una cafetería de la localidad de Mazarrón,  Murcia, en el sureste español.

    Curiosamente, aunque el crimen  había sido cometido en el curso del   pasado domingo, los detalles del mismo no han trascendido hasta las últimas jornadas.

    La víctima, Younes Blal, que contaba con 35 años y era padre de familia, se encontraba tomando un café en un bar de la citada localidad, cuando su asesino comenzó a insultar a una camarera que  hablaba  con un grupo  de clientes musulmanes  que también se encontraban en aquel local público.

"Que mierda hacéis aquí con todos los moros", le espetó literalmente el ex militar.  Momento en el que  Younes Blal se levantó para defenderla, iniciándose una discusión en la que, según los testigos, llegaron a volar mesas. Acabó cuando el ex militar se marchó.

  Pero el incidente  lejos de concluir en ese punto,  prosiguió cuando el agresor se fue a su casa para hacerse con una pistola,  regresando para disparar tres tiros mortales  contra Younes Blal, mientras le gritaba: "¡No quiero moros!".

     Según los testigos, en el curso de aquella misma tarde, el exmilitar ya había estado realizando comentarios xenófobos graves, como "¡todos los moros tendrían que estar muertos!", según recogieron los medios locales.
 

     La Policía detuvo al individuo mientras intentaba huir a través de la playa, todavía con el arma en la mano. La persecución continuó a lo largo del  Paseo Marítimo de la localidad, muy concurrido a la hora en la que sucedieron los hechos.

    La víctima,  Younes Blal, que se encontraba en estado muy grave, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, lugar en el que no se pudo hacer nada por salvarle la vida.

    El asesino es un ex militar madrileño del Ejército del Aire que, al parecer, desde  hacía años mostraba reiterada y  públicamente su odio contra los migrantes en la localidad.

    "Este hombre gritó: 'Muerte a los moros'. Y mató a mi marido por razones de racismo. No hubo ni ajuste de cuentas ni nada por el estilo",  con toda la esposa de Younes Blal, que tiene nacionalidad española.

    Cuando se le preguntó si Younes y su asesino se conocían o se habían peleado alguna vez, la viuda negó categóricamente:

“No se conocían en absoluto. Nunca se hablaban y nunca se habían peleado. No supimos quién era este hombre hasta el domingo 13 de junio”.

    Para Andrea, Younes fue el ejemplo de un buen padre. “Hace once años, luego de un primer matrimonio infeliz, me vinculé a Younes y desde entonces hemos alquilado en la calle Sanotel, en Mazarrón”, recuerda. “Younès siempre ha tratado a los hijos de mi matrimonio anterior como si fueran suyos”, declara, y agrega que el hijo que tuvo de Younès, Rayane, fue tratado de la misma manera que sus hijos nacidos en su matrimonio anterior, Francisco Javier , 19, y Gloria, 13.

     Andrea es desde ese domingo de triste memoria, una mujer  indefensa. Junto con el dolor de perder a su pareja, tiene ahora la incertidumbre sobre el futuro de los niños.

“ Tengo tres hijos a cargo además de una factura de 350 euros que tengo que pagar todos los fines de mes ”, dice, y agrega que Younès nunca  escatimó ningún medio para hacerlos felices. “El pobre trabajaba en todo lo que le salía: alternaba los oficios de pintor y albañil ”, recuerda Andrea.

    Ella rompio a llora cuando recordó que “Younes se encargó de renovar la casa, con sus propias manos”.  Este mismo lunes, algunos allegados de la víctima se personaron en las dependencias de la Guardia Civil, donde permanecía el detenido, y le increparon mientras era trasladado a su domicilio para llevar a cabo un registro en busca de armas y otras pistas para esclarecer los hechos. Los agentes encontraron varias escopetas de caza y tres armas cortas.

Manifestación de repulsa
 

     Este crimen racista ha conmocionado a la localidad de Mazarrón, donde  este martes  se celebró una marcha de protesta encabezada por la viuda de Blal, Andrea, con la que estaba casado desde hacía once años y con la que vivía junto a tres niños, un hijo propio y otros dos de la mujer. La investigación de las autoridades continúa, mientras crece la indignación en un pueblo que nunca ha tenido problemas de convivencia.

    Sin embargo, la repulsa ha traspasado los límites de Mazarrón, y se ha extendido  al resto del Estado español  . No son pocos lo que indican  que este tipo de acontecimientos están provocados por el discurso del odio que enarbolan los partidos de extrema derecha, que de forma perseverante vinculan la inmigración con la delincuencia,  acusando  a los sectores más vulnerables de la sociedad española como  causantes de los males que sufre en la actualidad la población autóctona.