
EL PAPEL DE ISRAEL EN EL GENOCIDIO POLÍTICO DE COLOMBIA
Del exterminio de la Unión Patriótica a las matanzas de nuestros días
Dan Cohen, corresponsal en Washington DC del medio Behind The Headlines, ha publicado un exhaustivo informe de la investigación llevada a cabo por el periodista colombiano Alberto Donadio sobre la participación de Israel en las masacres de militantes izquierdistas, ex-guerrilleros y líderes campesinos perpetradas en Colombia en las últimas décadas. De este informe ofrecemos un resumen con un enlace a la fuente original.
Traducción de EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La Unión Patriótica fue un partido de izquierdas fundado en 1985 tras las negociaciones de paz entre el Presidente conservador Belansio Betancourt y las guerrillas de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
De 1984 a 2002, fueron asesinados o desaparecidos al menos 4.153 miembros de la Unión Patriótica -incluidos dos candidatos presidenciales, 14 parlamentarios, 15 alcaldes, 9 candidatos a alcaldías, 3 miembros de la Cámara de Representantes y tres senadores, algo que el tribunal de justicia colombiano calificó de “genocidio político”. La Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos cifra en más de 6.000 las víctimas entre muertos, torturados, desaparecidos o huidos.
Según la reciente investigación del periodista colombiano Alberto Donadio, el exterminio de la Unión Patriótica fue idea del sucesor de Betancourt, Virgilio Barco Vargas, que puso en marcha un plan diseñado por uno de los espías más condecorados del Estado de Israel: Rafael 'Rafi' Eitan, que es conocido por la captura del nazi criminal de guerra Adolf Eichmann en Argentina.
En 1965, el agente del Mossad, Rafi Eitan ya aconsejaba al rey de Marruecos, Hassan II, sobre cómo secuestrar y asesinar al político izquierdista Mehdi Ben Barka. En la década de 1970, era ayudante de Ariel Sharon, entonces general del ejército y consejero de Seguridad Nacional del Primer Ministro israelí Yitzhak Rabin.
Ariel Sharon se las arregló para colocar a Eitan de presidente
de la mayor empresa química estatal de Israel. Este nuevo puesto le dejó tiempo libre suficiente para hacer valer su experiencia en operaciones encubiertas, y así fue cómo pasó a ser consejero clandestino de Seguridad Nacional para el presidente de Colombia, Virgilio Barco Vargas.
Cuando la Unión Patriótica empezaba a ser un formidable partido político, la experiencia de Eitan en la guerra contra la población rural palestina le hacía el hombre perfecto para el trabajo que Barco deseaba realizar: parar los pies a la Unión Patriótica. De hecho, 400 de sus militantes fueron asesinados durante los primeros 14 meses de su mandato.
Según la investigación de Donadio, Barco trajo a Colombia al veterano agente del Mossad, Rafi Eitan, en agosto de 1986 para que le aconsejara cómo derrotar a las FARC. Eitan pasó varios meses haciendo giras por el país acompañado de consejeros colombianos que estaban financiados bajo cuerda por el gigante energético colombiano Ecopetrol.
Durante décadas, el papel de Eitan en el genocidio colombiano fue de dominio público, como demuestran los artículos aparecidos en El Espectador, el Washington Post e incluso en prensa israelí.
Pero hubo otro israelí conocido de los colombianos por su implicación en los escuadrones de la muerte durante la década de 1980. Se trata de Yair Klein. Mientras Eitan aconsejaba al Presidente Barco, Klein llegaba a Colombia para entrenar a narco-paramilitares en cómo derrotar a las FARC.
Klein era un oficial retirado del ejército israelí que en 1984 fundó una empresa de mercenarios llamada Hod Hahanit (punta de lanza). Su primer contrato fue en la guerra civil del Líbano con las milicias de la Falange Cristiana -fuerza que asesinó entre 800 y 3.500 palestinos refugiados en los campos de Sabra y Shatila bajo supervisión directa del ejército de Israel en 1982.
En 1987, Klein llegaba a Colombia a reunirse con el coronel lugarteniente israelí Yithzakh Shoshani y Arik Afek, que desde años antes se habían establecido allá con lucrativos negocios de venta de equipos militares a Colombia. Arik Afek, cuyo cadáver descompuesto apareció en 1990 en el aeropuerto de Miami, encerrado en un baúl, fue primero contratado para la seguridad de las plantaciones bananeras de la región de Uraba, donde la empresa estadounidense Chiquita había pagado millones de dólares a los escuadrones de la muerte colombianos.
Yair Klein dirigió tres sesiones de entrenamiento, cada una de unas 30 personas, para los escuadrones de la muerte. Tuvo como ayudantes a tres coroneles del ejército israelí. Klein entrenó a Carlos y Fidel Castaño, los líderes del escuadrón que formarían las tristemente famosas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que cometieron masacres en todo el país. Llegaron a usar motosierras para descuartizar a sus víctimas y así aterrorizar a las comunidades para que huyeran de sus tierras. En 2016 se estimó que las AUC fueron responsables del 80% de las muertes provocadas en el conflicto colombiano.
Klein también entrenó a Jaime Eduardo Rueda Rocha, que en 1989 asesinó al candidato a la presidencia por el Partido Liberal, Luis Carlos Galán, quien figuraba favorito en las siguientes elecciones. Rueda lo hizo, además con un arma que fue parte de un cargamento de 500 ametralladoras de fabricación israelí que encargó Klein y llegó desde Miami al cartel de Medellin, según un informe del Senado de 1989.
En 2001, el gobierno colombiano juzgó a Klein en ausencia sentenciándole a 11 años de prisión. En 2007, fue arrestado en Moscú donde estuvo tres años preso. Colombia pidió la extradición, pero la Corte Europea de Derechos Humanos se lo negó, por lo que Rusia lo liberó y volvió a Israel. Colombia lleva desde entonces emitiendo órdenes de extradición que Israel rechaza. La empresa de Klein, Hod Hahanit, sigue activa en la actualidad.
En diciembre de 2005, el Ministerio de Defensa de Colombia contrató a otra empresa privada de seguridad israelí, Global CST, para “ayudar al gobierno de Colombia a conducir una valoración estratégica del conflicto interno”. La empresa la dirigía Israel Ziv, oficial con experiencia militar que era conocido personal del entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
Tras un período de enfriamiento de las relaciones entre Colombia e Israel, el Presidente Iván Duque, sucesor elegido a dedo por el anterior presidente Álvaro Uribe, ha tratado de revitalizar las relaciones bilaterales. En marzo de 2020 apareció en la AIPAC (American Israel Political Action Conference) presumiendo de sus lazos con Israel. Meses después, Duque y Benjamin Netanyahu anunciaron el lanzamiento del Acuerdo de Libre Comercio entre Israel y Colombia.
Iván Duque ha dinamitado los acuerdos de paz de 2016, hace la vista gorda sobre la continua masacre de desmovilizados de las guerrillas de las FARC, sindicalistas, defensores de derechos humanos, activistas medioambientales y otros líderes sociales, además de reprimir brutalmente las movilizaciones populares que están teniendo lugar en Colombia y se han cobrado ya decenas de muertos. Un escenario que recuerda al genocidio político de la Unión Patriótica.
En vez de un veterano espía israelí como consejero del gobierno colombiano, Israel tiene ahora presencia oficial en el país. En enero de 2020, el brigadier general del ejército de Israel, Dan Glodfus visitó una base militar colombiana para reforzar los vínculos entre los dos países. Durante la escalada de masacres de septiembre de 2020, Israel despachó 10 instructores para entrenar a las Fuerzas Espaciales Colombianas en “contra-terrorismo”.
Con el reciente asesinato de Francisco Giacometto Gómez, veterano militante y miembro fundador de la Unión Patriótica, resulta difícil distinguir la campaña contra este partido de la actual matanza.
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/investigation-israel-mossad-colombia-genocide-rafael-eitan/277499/
Traducción de EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La Unión Patriótica fue un partido de izquierdas fundado en 1985 tras las negociaciones de paz entre el Presidente conservador Belansio Betancourt y las guerrillas de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
De 1984 a 2002, fueron asesinados o desaparecidos al menos 4.153 miembros de la Unión Patriótica -incluidos dos candidatos presidenciales, 14 parlamentarios, 15 alcaldes, 9 candidatos a alcaldías, 3 miembros de la Cámara de Representantes y tres senadores, algo que el tribunal de justicia colombiano calificó de “genocidio político”. La Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos cifra en más de 6.000 las víctimas entre muertos, torturados, desaparecidos o huidos.
Según la reciente investigación del periodista colombiano Alberto Donadio, el exterminio de la Unión Patriótica fue idea del sucesor de Betancourt, Virgilio Barco Vargas, que puso en marcha un plan diseñado por uno de los espías más condecorados del Estado de Israel: Rafael 'Rafi' Eitan, que es conocido por la captura del nazi criminal de guerra Adolf Eichmann en Argentina.
En 1965, el agente del Mossad, Rafi Eitan ya aconsejaba al rey de Marruecos, Hassan II, sobre cómo secuestrar y asesinar al político izquierdista Mehdi Ben Barka. En la década de 1970, era ayudante de Ariel Sharon, entonces general del ejército y consejero de Seguridad Nacional del Primer Ministro israelí Yitzhak Rabin.
Ariel Sharon se las arregló para colocar a Eitan de presidente de la mayor empresa química estatal de Israel. Este nuevo puesto le dejó tiempo libre suficiente para hacer valer su experiencia en operaciones encubiertas, y así fue cómo pasó a ser consejero clandestino de Seguridad Nacional para el presidente de Colombia, Virgilio Barco Vargas.
Cuando la Unión Patriótica empezaba a ser un formidable partido político, la experiencia de Eitan en la guerra contra la población rural palestina le hacía el hombre perfecto para el trabajo que Barco deseaba realizar: parar los pies a la Unión Patriótica. De hecho, 400 de sus militantes fueron asesinados durante los primeros 14 meses de su mandato.
Según la investigación de Donadio, Barco trajo a Colombia al veterano agente del Mossad, Rafi Eitan, en agosto de 1986 para que le aconsejara cómo derrotar a las FARC. Eitan pasó varios meses haciendo giras por el país acompañado de consejeros colombianos que estaban financiados bajo cuerda por el gigante energético colombiano Ecopetrol.
Durante décadas, el papel de Eitan en el genocidio colombiano fue de dominio público, como demuestran los artículos aparecidos en El Espectador, el Washington Post e incluso en prensa israelí.
Pero hubo otro israelí conocido de los colombianos por su implicación en los escuadrones de la muerte durante la década de 1980. Se trata de Yair Klein. Mientras Eitan aconsejaba al Presidente Barco, Klein llegaba a Colombia para entrenar a narco-paramilitares en cómo derrotar a las FARC.
Klein era un oficial retirado del ejército israelí que en 1984 fundó una empresa de mercenarios llamada Hod Hahanit (punta de lanza). Su primer contrato fue en la guerra civil del Líbano con las milicias de la Falange Cristiana -fuerza que asesinó entre 800 y 3.500 palestinos refugiados en los campos de Sabra y Shatila bajo supervisión directa del ejército de Israel en 1982.
En 1987, Klein llegaba a Colombia a reunirse con el coronel lugarteniente israelí Yithzakh Shoshani y Arik Afek, que desde años antes se habían establecido allá con lucrativos negocios de venta de equipos militares a Colombia. Arik Afek, cuyo cadáver descompuesto apareció en 1990 en el aeropuerto de Miami, encerrado en un baúl, fue primero contratado para la seguridad de las plantaciones bananeras de la región de Uraba, donde la empresa estadounidense Chiquita había pagado millones de dólares a los escuadrones de la muerte colombianos.
Yair Klein dirigió tres sesiones de entrenamiento, cada una de unas 30 personas, para los escuadrones de la muerte. Tuvo como ayudantes a tres coroneles del ejército israelí. Klein entrenó a Carlos y Fidel Castaño, los líderes del escuadrón que formarían las tristemente famosas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que cometieron masacres en todo el país. Llegaron a usar motosierras para descuartizar a sus víctimas y así aterrorizar a las comunidades para que huyeran de sus tierras. En 2016 se estimó que las AUC fueron responsables del 80% de las muertes provocadas en el conflicto colombiano.
Klein también entrenó a Jaime Eduardo Rueda Rocha, que en 1989 asesinó al candidato a la presidencia por el Partido Liberal, Luis Carlos Galán, quien figuraba favorito en las siguientes elecciones. Rueda lo hizo, además con un arma que fue parte de un cargamento de 500 ametralladoras de fabricación israelí que encargó Klein y llegó desde Miami al cartel de Medellin, según un informe del Senado de 1989.
En 2001, el gobierno colombiano juzgó a Klein en ausencia sentenciándole a 11 años de prisión. En 2007, fue arrestado en Moscú donde estuvo tres años preso. Colombia pidió la extradición, pero la Corte Europea de Derechos Humanos se lo negó, por lo que Rusia lo liberó y volvió a Israel. Colombia lleva desde entonces emitiendo órdenes de extradición que Israel rechaza. La empresa de Klein, Hod Hahanit, sigue activa en la actualidad.
En diciembre de 2005, el Ministerio de Defensa de Colombia contrató a otra empresa privada de seguridad israelí, Global CST, para “ayudar al gobierno de Colombia a conducir una valoración estratégica del conflicto interno”. La empresa la dirigía Israel Ziv, oficial con experiencia militar que era conocido personal del entonces Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
Tras un período de enfriamiento de las relaciones entre Colombia e Israel, el Presidente Iván Duque, sucesor elegido a dedo por el anterior presidente Álvaro Uribe, ha tratado de revitalizar las relaciones bilaterales. En marzo de 2020 apareció en la AIPAC (American Israel Political Action Conference) presumiendo de sus lazos con Israel. Meses después, Duque y Benjamin Netanyahu anunciaron el lanzamiento del Acuerdo de Libre Comercio entre Israel y Colombia.
Iván Duque ha dinamitado los acuerdos de paz de 2016, hace la vista gorda sobre la continua masacre de desmovilizados de las guerrillas de las FARC, sindicalistas, defensores de derechos humanos, activistas medioambientales y otros líderes sociales, además de reprimir brutalmente las movilizaciones populares que están teniendo lugar en Colombia y se han cobrado ya decenas de muertos. Un escenario que recuerda al genocidio político de la Unión Patriótica.
En vez de un veterano espía israelí como consejero del gobierno colombiano, Israel tiene ahora presencia oficial en el país. En enero de 2020, el brigadier general del ejército de Israel, Dan Glodfus visitó una base militar colombiana para reforzar los vínculos entre los dos países. Durante la escalada de masacres de septiembre de 2020, Israel despachó 10 instructores para entrenar a las Fuerzas Espaciales Colombianas en “contra-terrorismo”.
Con el reciente asesinato de Francisco Giacometto Gómez, veterano militante y miembro fundador de la Unión Patriótica, resulta difícil distinguir la campaña contra este partido de la actual matanza.
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/investigation-israel-mossad-colombia-genocide-rafael-eitan/277499/
jose antonio | Martes, 08 de Junio de 2021 a las 13:02:40 horas
Bajo mi punto de vista es una mezcla de sionistas, de nazis que viven en USA, América Latina y en la propia Alemania. Pero quien lleva el timón es la CIA y todos los últimos presidentes de USA, y sus ex secretarios de estado, como Kisinger. Que se sospeche más del sionismo, pues claro, y que lo sepa todo el mundo. Ya el sionismo trabajaba a espaldas del presidente Roosevelt ,donde tenían una gran ilusión con el IIIReich, la Alemania nazi. Las pruebas estan del traidor Soros, colaborador del nazismo de Hitler, la Gestapo y los SS. Estos criminales se mueven por todo el mundo, contra todo lo que huela a marxismo leninismo. Van a la caza de las víctimas. Si esta noticia es verdad, es que es verdad. Saludos compañeras y compañeros.
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