
LA NEGATIVA AL INDULTO DE LOS POLÍTICOS CATALANES: UN PASO MÁS HACIA LA BARBARIE DEL ESTADO
Así se libraron de presidio psicópatas sádicos, como el general Galindo, militares golpistas como Tejero, torturadores como Billy el Niño...
Según Tomás F. Ruíz, el Estado español ha concedido indultos a ladrones redomados del erario público, como fue el caso del modélico director del FMI, Rodrigo Rato. Los Ejecutivos del PP y PSOE han llegado siempre a acuerdos para que sus sicarios nunca pasen más de un par de años en sus celdas de lujo (...)
POR TOMÁS F. RUIZ PARA CANARIAS SEMANAL
La negativa del Tribunal Supremo a conceder indultos a los presos políticos catalanes está sacando a la luz el auténtico cariz, infecto y nauseabundo, de la despreciable “Una, Grande y libre” que sigue siendo la España de nuestros días.
El Estado español ha concedido indultos a ladrones redomados del erario público, como fue el caso del modélico director del FMI, Rodrigo Rato. Los gobiernos de ambos signos -PP y PSOE, que hasta ahora no habían tenido discusiones para criminalizar al modelo independentista-, también han llegado a acuerdos para que sus sicarios nunca pasen más de un par de años en sus celdas de lujo antes de ser convenientemente indultados.
Así se libraron de presidio psicópatas sádicos, como el general Galindo, militares golpistas como Tejero, torturadores como Billy el Niño (perdón, corrijo, a ésta diabólica bestia del franquismo ni siquiera la juzgaron), asesinos de ciudadanos vascos, como Vera, Barrionuevo y Armada, presidentes terroristas, como el ex führer de los GAL Felipe González (perdón, éste tampoco fue nunca juzgado)…
Todos ellos han sido piezas fundamentales del Estado español en sus tácticas terroristas para exterminar cualquier vestigio de independentismo en Euskalerría y Catalonia. Indultándolos, los gobiernos reconocen los servicios prestados a la patria por estos criminales, proporcionándoles un currículum limpio para que puedan ensangrentarse de nuevo las manos.
En el Estado español la Justicia funciona como una prostituta, las leyes como armas arrojadizas y la lealtad al extinto General Íssimo sigue firmemente enquistada en la corrupción, el crimen y la complicidad con que actúan los magistrados. Todos los arriba citados apenas si pasaron un par de años en la cárcel y el tribunal Supremo, la Ramera Mayor del Reino, les concedió gustosamente el indulto. Ahora, ese mismo podrido tribunal se lo niega a unos presos políticos porque son catalanes y creen en la independencia de su país.
Ahora, después de cumplir ya parte de la despreciable condena de hasta 13 años a que el Estado español los condenó por no respetar el “todo atado y bien atado” que nos legó el rechoncho y sanguinario Caudillo, después de pasar años encerrados en las más vergonzosas mazmorras del “franquismo democrático”, ahora resulta que una caterva de despreciables jueces, togados del tribunal Supremo, se oponen al indulto de los presos del Procés, injustamente criminalizados por convocar un referéndum por la independencia de su país… Y no lo olvidemos, ganarlo.
Hasta ahora, Catalonia, sus ciudadanos catalanes, han hecho gala de una paciencia sin límites. Han sido apaleados, detenidos, torturados, acosados y exiliados. Sin embargo, siguen erre que erre en su camino de desobediencia civil, de resistencia pacífica. Y eso es lo que más irrita a los fascistas magistrados: la convicción en el derecho inalienable que les ampara. Hasta ahora, en las manifestaciones por la independencia ha prevalecido la no violencia; esto es, los manifestantes se han dejado apalear mansamente, detener y encarcelar sin abrir la boca ni defenderse de esas malas bestias que son los policías antidisturbios.
El movimiento independentista, teniendo sobrado poder en las calles y hogares de toda Catalonia, ha optado por no responder al Estado español con la misma violencia que éste utiliza. Haciendo gala de una determinación y un coraje encomiables, los ciudadanos catalanes han optado por no aplicar la regla del “ojo por ojo y diente por diente” contra un Estado totalitario que no duda en aplicar toda su artillería franquista -que sigue plenamente operativa- contra cualquier resquicio democrático, contra cualquier atisbo de derechos humanos y civiles que quede en Catalonia.
Dada la encomiable determinación del gobierno catalán de seguir por ese camino hacia la independencia, dado que la represión del Estado español ha roto ya todos los límites aceptables y se ha cebado brutalmente con la pacífica y nada violenta población catalana; dado que los militares fieles a la herencia del General Íssimo no tienen pelos en la lengua y ya han amenazado -sin ningún descaro y firmando manifiestos- fusilar a 26 millones de españoles y sacar los tanques a las calles de Cataluña para imponer su modelo de España, ya va siendo hora de despertar del sueño pacifista con el que sueña la república catalana. Cuando todo esto ocurra, cuando su paciencia llegue al límite y no quede otra alternativa… ¿Seguirá Catalonia manteniendo su encomiable resistencia pacífica, su dejarse apalear mansamente, su actitud no violenta ante las desapariciones de líderes políticos, ante los fusilamientos que se llevarán a cabo bajo la ley marcial que se imponga, ante la sangrienta represión militar, abierta y contundente, contra una población desarmada e indefensa?
Desde mi punto de vista, la situación ha llegado ya tan lejos que es hora de sacarle la cabeza a Europa del agujero donde la tiene escondida y obligarla a mirar hacia Catalonia, donde va a producirse la sublevación de un pueblo, el catalán, que ya está cansado de seguir siendo parte de un imperio decadente y siervo de un rey ilegítimo.
POR TOMÁS F. RUIZ PARA CANARIAS SEMANAL
La negativa del Tribunal Supremo a conceder indultos a los presos políticos catalanes está sacando a la luz el auténtico cariz, infecto y nauseabundo, de la despreciable “Una, Grande y libre” que sigue siendo la España de nuestros días.
El Estado español ha concedido indultos a ladrones redomados del erario público, como fue el caso del modélico director del FMI, Rodrigo Rato. Los gobiernos de ambos signos -PP y PSOE, que hasta ahora no habían tenido discusiones para criminalizar al modelo independentista-, también han llegado a acuerdos para que sus sicarios nunca pasen más de un par de años en sus celdas de lujo antes de ser convenientemente indultados.
Así se libraron de presidio psicópatas sádicos, como el general Galindo, militares golpistas como Tejero, torturadores como Billy el Niño (perdón, corrijo, a ésta diabólica bestia del franquismo ni siquiera la juzgaron), asesinos de ciudadanos vascos, como Vera, Barrionuevo y Armada, presidentes terroristas, como el ex führer de los GAL Felipe González (perdón, éste tampoco fue nunca juzgado)…
Todos ellos han sido piezas fundamentales del Estado español en sus tácticas terroristas para exterminar cualquier vestigio de independentismo en Euskalerría y Catalonia. Indultándolos, los gobiernos reconocen los servicios prestados a la patria por estos criminales, proporcionándoles un currículum limpio para que puedan ensangrentarse de nuevo las manos.
En el Estado español la Justicia funciona como una prostituta, las leyes como armas arrojadizas y la lealtad al extinto General Íssimo sigue firmemente enquistada en la corrupción, el crimen y la complicidad con que actúan los magistrados. Todos los arriba citados apenas si pasaron un par de años en la cárcel y el tribunal Supremo, la Ramera Mayor del Reino, les concedió gustosamente el indulto. Ahora, ese mismo podrido tribunal se lo niega a unos presos políticos porque son catalanes y creen en la independencia de su país.
Ahora, después de cumplir ya parte de la despreciable condena de hasta 13 años a que el Estado español los condenó por no respetar el “todo atado y bien atado” que nos legó el rechoncho y sanguinario Caudillo, después de pasar años encerrados en las más vergonzosas mazmorras del “franquismo democrático”, ahora resulta que una caterva de despreciables jueces, togados del tribunal Supremo, se oponen al indulto de los presos del Procés, injustamente criminalizados por convocar un referéndum por la independencia de su país… Y no lo olvidemos, ganarlo.
Hasta ahora, Catalonia, sus ciudadanos catalanes, han hecho gala de una paciencia sin límites. Han sido apaleados, detenidos, torturados, acosados y exiliados. Sin embargo, siguen erre que erre en su camino de desobediencia civil, de resistencia pacífica. Y eso es lo que más irrita a los fascistas magistrados: la convicción en el derecho inalienable que les ampara. Hasta ahora, en las manifestaciones por la independencia ha prevalecido la no violencia; esto es, los manifestantes se han dejado apalear mansamente, detener y encarcelar sin abrir la boca ni defenderse de esas malas bestias que son los policías antidisturbios.
El movimiento independentista, teniendo sobrado poder en las calles y hogares de toda Catalonia, ha optado por no responder al Estado español con la misma violencia que éste utiliza. Haciendo gala de una determinación y un coraje encomiables, los ciudadanos catalanes han optado por no aplicar la regla del “ojo por ojo y diente por diente” contra un Estado totalitario que no duda en aplicar toda su artillería franquista -que sigue plenamente operativa- contra cualquier resquicio democrático, contra cualquier atisbo de derechos humanos y civiles que quede en Catalonia.
Dada la encomiable determinación del gobierno catalán de seguir por ese camino hacia la independencia, dado que la represión del Estado español ha roto ya todos los límites aceptables y se ha cebado brutalmente con la pacífica y nada violenta población catalana; dado que los militares fieles a la herencia del General Íssimo no tienen pelos en la lengua y ya han amenazado -sin ningún descaro y firmando manifiestos- fusilar a 26 millones de españoles y sacar los tanques a las calles de Cataluña para imponer su modelo de España, ya va siendo hora de despertar del sueño pacifista con el que sueña la república catalana. Cuando todo esto ocurra, cuando su paciencia llegue al límite y no quede otra alternativa… ¿Seguirá Catalonia manteniendo su encomiable resistencia pacífica, su dejarse apalear mansamente, su actitud no violenta ante las desapariciones de líderes políticos, ante los fusilamientos que se llevarán a cabo bajo la ley marcial que se imponga, ante la sangrienta represión militar, abierta y contundente, contra una población desarmada e indefensa?
Desde mi punto de vista, la situación ha llegado ya tan lejos que es hora de sacarle la cabeza a Europa del agujero donde la tiene escondida y obligarla a mirar hacia Catalonia, donde va a producirse la sublevación de un pueblo, el catalán, que ya está cansado de seguir siendo parte de un imperio decadente y siervo de un rey ilegítimo.
Alejandro El No-Magno | Lunes, 31 de Mayo de 2021 a las 17:55:34 horas
Bons Dies, Dies Bons
Gracias por la Verdad
Decía el excelso León Felipe
--otro noindultado multado y exilado--
que "el único pecado que se comete
es contra la Verdad".
Que Verdad...
En la 'Batalla de las Ideas',
el epicentro de la lucha
que nos dejó Fidel Castro,
la Verdad, el arte de separar
lo Objetivo de lo Subjetivo
y ver que no pesamos
porque todo es debido
a la fuerza de la gravedad,
está ubicada la guerra
que hay que ganar.
Decir la Verdad es siempre
un acto revolucionario,
decía Don Antonio Gramsci,
que tuvo que regar la planta
sin agua para poderla fructificar
En tiempos de engaño
universal decir la Verdad
se convierte en un acto revolucionario,
decía Don George Orwell,
que a pesar de que trabajó
para la CIA era buen denunciante
que se atrevió a desnudar
a los fariseos del altar.
Pero para que la Verdad
sea un acto revolucionario
debe ser dicha, claro está,
en un mundo de mentiras,
ficción, idiotismo
y manipulación congenital;
en un cosmos como el español
dónde los genocidas, los terroristas,
los torturadores y los ladrones
todos son perdonados y galardonados
delante de su majestad...
¡Por favor!...
Esto no pasa ni en el Congo!
Si, es verdad, como decía el poeta:
"el único pecado que se comete
es contra la Verdad".
Por eso, el capitalismo
--en su Estado FASCISTA--,
como decía Jean-Bertrand Aristide
--expresidente de Haiti--
'ES UN PECADO MORTAL'...
porque está basado
en mortalmente pecar...
Rollo aparte:
gracias por iluminar
poniendo los puntos sobre las íes
y llamándole al pan pan.
Ahora esperemos que los Hechos,
esos realizadores demiúrgicos de la Verdad,
se encarguen de ponerla en su sitio,
en la luz de su Pedestal,
para que ilumine estas putas sombras
que todos los días nos ahogan
en ésta angustia y rabia vital
de como en esta GANGSTERCRACIA
SOLO LOS DELICUENTES
Y TERRORISTAS PROFESIONALES
SON LOS INDULTADOS Y BEATIFICADOS
POR EL ESTADO
Y EL CONSORCIO VATICANAL
Me vais a tener que perdonar,
pero no podemos terminar
sin un exabrupto existencial
salido de ese hombre unamunesco
de carne y huesos
que siempre tratamos de taponar
excepto cuándo,
con tres copas de más,
gritamos en el bar:
¡¡¡CABRONES!!!...
y nos quedamos más satisfechos
que después racionalizar
nuestra sufrida intelectualidad...
Accede para votar (0) (0) Accede para responder