
BOLSONARO FELICITA A LA POLICÍA POR LA MATANZA DE 27 CIVILES EN UNA FAVELA
La defensoría del pueblo denuncia ejecuciones extrajudiciales.
Históricamente, Brasil, ha vivido mucho más cerca del autoritarismo que de la democracia. De manera que el fenómeno, Jair Bolsonaro, no es ninguna excepción. ¿Por qué sería extraño que Bolsonaro legitime la violencia policial contra lo más humilde del pueblo brasileño?
Por JOSÉ MELQUIADES PARA CANARIAS SEMANAL- ORG.-
"Al tratar como víctimas a los traficantes que roban, matan y destruyen familias, la prensa y la izquierda los igualan al ciudadano común, honesto, que respeta las leyes y al prójimo".
De esta manera el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, felicitó este lunes en redes sociales a la policía por la masacre perpetrada el jueves pasado en la favela Jacarezino, de Río de Janeiro, donde fueron asesinados extra judicialmente 27 civiles en una operación a sangre y fuego contra el tráfico de drogas.
Para Bolsonaro, quien rindió "homenaje" al único policía fallecido en la operación, las 27 víctimas de la operación son, ni más ni menos, que unos "criminales".
Se trataría, según la versión de varios medios locales, de la operación más letal en la historia de la populosa ciudad brasileña y que ha provocado denuncias de violación de derechos humanos, mientras se encuentra bajo investigación de la Corte Suprema.
En este sentido, el juez del Tribunal Supremo Federal, Edson Fachin, señaló que existen "indicios de ejecución arbitraria", por lo que ordenó a la fiscalía federal de la república abrir una investigación contra la Policía Civil que el jueves pasado perpetró la mayor matanza de personas en una operación antidrogas en una favela.
Por su parte, Defensoría del Pueblo de Río de Janeiro confirmaba la sospecha del juez Fachin, cuando aseguró que hubo ejecuciones y manipulación de la escena del crimen.
En esa línea de resolución de conflictos sociales, al hablar con sus seguidores al frente del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial el lunes pasado, Bolsonaro incitó a la población rural del país a armarse "para evitar invasiones" en sus tierras,.
Sin embargo, no se trata de un exabrupto de quien se juega gran parte de su capital político en Río de Janeiro, como plantean algunos analistas. Como recuerda el senador brasileño, Flavio, tanto el presidente como su hijo, han defendido públicamente desde hace más de 15 años el accionar de los grupos paramilitares que supuestamente ofrecen seguridad en las comunidades más pobres.
Por JOSÉ MELQUIADES PARA CANARIAS SEMANAL- ORG.-
"Al tratar como víctimas a los traficantes que roban, matan y destruyen familias, la prensa y la izquierda los igualan al ciudadano común, honesto, que respeta las leyes y al prójimo".
De esta manera el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, felicitó este lunes en redes sociales a la policía por la masacre perpetrada el jueves pasado en la favela Jacarezino, de Río de Janeiro, donde fueron asesinados extra judicialmente 27 civiles en una operación a sangre y fuego contra el tráfico de drogas.
Para Bolsonaro, quien rindió "homenaje" al único policía fallecido en la operación, las 27 víctimas de la operación son, ni más ni menos, que unos "criminales".
Se trataría, según la versión de varios medios locales, de la operación más letal en la historia de la populosa ciudad brasileña y que ha provocado denuncias de violación de derechos humanos, mientras se encuentra bajo investigación de la Corte Suprema.
En este sentido, el juez del Tribunal Supremo Federal, Edson Fachin, señaló que existen "indicios de ejecución arbitraria", por lo que ordenó a la fiscalía federal de la república abrir una investigación contra la Policía Civil que el jueves pasado perpetró la mayor matanza de personas en una operación antidrogas en una favela.
Por su parte, Defensoría del Pueblo de Río de Janeiro confirmaba la sospecha del juez Fachin, cuando aseguró que hubo ejecuciones y manipulación de la escena del crimen.
En esa línea de resolución de conflictos sociales, al hablar con sus seguidores al frente del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial el lunes pasado, Bolsonaro incitó a la población rural del país a armarse "para evitar invasiones" en sus tierras,.
Sin embargo, no se trata de un exabrupto de quien se juega gran parte de su capital político en Río de Janeiro, como plantean algunos analistas. Como recuerda el senador brasileño, Flavio, tanto el presidente como su hijo, han defendido públicamente desde hace más de 15 años el accionar de los grupos paramilitares que supuestamente ofrecen seguridad en las comunidades más pobres.
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