 
  LA GUERRA INFORMATIVA CONTINÚA: CENSURA POLÍTICA DE LAS GRANDES PLATAFORMAS
El arma de la censura en YouTube y otras plataformas controladas por Silicon Valley    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    			        			        
    
    
    YouTube ha borrado recientemente el canal público de Irán, PressTV. Es el último ataque de una serie de ellos que el gigante tecnológico estadounidense Facebook emprendió a comienzos de año contra los medios iraníes y de otros países que Estados Unidos y sus aliados tienen en el punto de mira.
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    			        			        			        
        
                
        
         
   Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
 
 
   PressTV ha emitido una nota sobre la cancelación de su canal de YouTube:
 
 
   “Por séptima vez, Google ha puesto en el objetivo a la emisora iraní PressTV, bloqueando el acceso a su red de noticias en inglés a través de su cuenta de YouTube, sin previo aviso (…) citando 'violaciones de las normas de la comunidad'”.
 
 
   Los medios públicos iraníes son solo el ejemplo más reciente de la censura y la guerra informativa de Estados Unidos. Las plataformas YouTube, Facebook y Twitter también han cancelado recientemente cuentas gubernamentales de Myanmar y han intentado cerrar medios públicos de China y Rusia o menoscabar la confianza en ellos.
 
 
   Acogerse a justificaciones ambiguas como “violaciones de las normas de la comunidad”, que pueden prestarse a interpretaciones diversas, demuestra la naturaleza política de esta campaña de censura que no se ejerce, sin embargo, sobre los contenidos pornográficos insertos en estas plataformas.
 
 
   Facebook Gaming, sin ir más lejos, canal de videojuegos donde entran menores, permite la exhibición de mujeres e incluso niñas en posturas sexuales que ofrecen materiales del mismo tenor a cambio de dinero. Y esto lo ven niños que entran a jugar, sin que a la red social le parezca que “viola las normas de la comunidad”.
 
 
   YouTube y otras redes sociales radicadas en Estados Unidos, que todavía dominan la industria global de estos medios de comunicación, intentan presentar a los medios de países “enemigos” como diseminadores de “noticias falsas” o involucrados de algún tipo de peligrosa “desinformación”, mientras mantiene online y en alta consideración los canales de medios occidentales que, recurriendo a auténticas noticias falsas, promocionan sanciones y guerras que tienen gran impacto en las vidas de millones de personas.
 
 
   Más allá de las redes sociales, el Reino Unido ha desalojado recientemente al medio público chino CGTN, a lo que Beijing respondió cerrando el canal de la BBC en China. El periodista de la BBC allí destacado, John Sudworth, se trasladó a Taiwán temiendo las acciones legales que podía encarar por su tratamiento propagandístico de Xinjiang.
 
 
   En un artículo de la propia BBC se afirma que “El corresponsal en China John Sudworth se marcha a Taiwán tras recibir amenazas”, en un intento deliberado de presentar a Sudworth como víctima de “amenazas” más que como agente extranjero implicado en interferir políticamente bajo el disfraz del periodismo.
 
 
   El citado artículo se lamenta de que:
 
   “El número de medios internacionales que informan desde China está menguando. El año pasado China expulsó a los corresponsales del New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal, entre otros. Y en septiembre de 2020, los últimos dos reporteros que trabajaban en China para los medios de Australia volvieron a casa tras cinco días de suspensión diplomática. El Club de Corresponsales Extranjeros en China dice que los periodistas foráneos se ven 'atrapados en disputas diplomáticas fuera de su control'”.
 
 
   En realidad, estos “periodistas” extranjeros no se ven “atrapados en disputas diplomáticas”, son ellos los primeros que contribuyen a crear estas disputas.
 
 
   Merece la pena recordar esos documentos filtrados que muestran a la BBC, entre otros medios como Reuters, firmando contratos secretos con el British Foreign Office para llevar a cabo operaciones de injerencia dentro de Rusia y en la periferia rusa de Europa del Este.
 
 
   Cabe poca duda de que la BBC está implicada en actividades similares dentro de China y en sus fronteras. El propio trabajo de Sudworth está claramente orientado a favorecer la política exterior de EE.UU y sus aliados, no a investigar o dar noticias reales.
 
 
   La guerra informativa de los países occidentales está tomando fuerza, pero ya no ejercen el monopolio exclusivo como en el pasado. Hoy, los medios alternativos, tanto los públicos como los independientes, plantean una seria competencia a este monopolio, que solamente mantienen en las relativamente nuevas formas de comunicación a través de las redes sociales. Esto sigue siendo un obstáculo para los medios iraníes, chinos, rusos o de cualquier otro país que quiera introducir un mayor equilibrio en el flujo de información.
 
 
   Las redes sociales con sede en Estados Unidos han sido claves en hacer avanzar los objetivos de la política exterior de esta potencia y sus aliados, y quizás especialmente en el ámbito de la promoción y ejecución de las llamadas “revoluciones de colores”.
 
 
   Sería muy útil la creación de espacios soberanos, compartidos entre naciones fuera del control de la censura occidental. Cuando medios como PressTV luchan por llegar a las audiencias por falta de alternativas a Facebook, Twitter y YouTube, la utilidad de tales espacios se hace más evidente.
 
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                                                                                                                                                                                                    
    
    
	
    
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
PressTV ha emitido una nota sobre la cancelación de su canal de YouTube:
“Por séptima vez, Google ha puesto en el objetivo a la emisora iraní PressTV, bloqueando el acceso a su red de noticias en inglés a través de su cuenta de YouTube, sin previo aviso (…) citando 'violaciones de las normas de la comunidad'”.
Los medios públicos iraníes son solo el ejemplo más reciente de la censura y la guerra informativa de Estados Unidos. Las plataformas YouTube, Facebook y Twitter también han cancelado recientemente cuentas gubernamentales de Myanmar y han intentado cerrar medios públicos de China y Rusia o menoscabar la confianza en ellos.
Acogerse a justificaciones ambiguas como “violaciones de las normas de la comunidad”, que pueden prestarse a interpretaciones diversas, demuestra la naturaleza política de esta campaña de censura que no se ejerce, sin embargo, sobre los contenidos pornográficos insertos en estas plataformas.
Facebook Gaming, sin ir más lejos, canal de videojuegos donde entran menores, permite la exhibición de mujeres e incluso niñas en posturas sexuales que ofrecen materiales del mismo tenor a cambio de dinero. Y esto lo ven niños que entran a jugar, sin que a la red social le parezca que “viola las normas de la comunidad”.
YouTube y otras redes sociales radicadas en Estados Unidos, que todavía dominan la industria global de estos medios de comunicación, intentan presentar a los medios de países “enemigos” como diseminadores de “noticias falsas” o involucrados de algún tipo de peligrosa “desinformación”, mientras mantiene online y en alta consideración los canales de medios occidentales que, recurriendo a auténticas noticias falsas, promocionan sanciones y guerras que tienen gran impacto en las vidas de millones de personas.
Más allá de las redes sociales, el Reino Unido ha desalojado recientemente al medio público chino CGTN, a lo que Beijing respondió cerrando el canal de la BBC en China. El periodista de la BBC allí destacado, John Sudworth, se trasladó a Taiwán temiendo las acciones legales que podía encarar por su tratamiento propagandístico de Xinjiang.
En un artículo de la propia BBC se afirma que “El corresponsal en China John Sudworth se marcha a Taiwán tras recibir amenazas”, en un intento deliberado de presentar a Sudworth como víctima de “amenazas” más que como agente extranjero implicado en interferir políticamente bajo el disfraz del periodismo.
El citado artículo se lamenta de que:
“El número de medios internacionales que informan desde China está menguando. El año pasado China expulsó a los corresponsales del New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal, entre otros. Y en septiembre de 2020, los últimos dos reporteros que trabajaban en China para los medios de Australia volvieron a casa tras cinco días de suspensión diplomática. El Club de Corresponsales Extranjeros en China dice que los periodistas foráneos se ven 'atrapados en disputas diplomáticas fuera de su control'”.
En realidad, estos “periodistas” extranjeros no se ven “atrapados en disputas diplomáticas”, son ellos los primeros que contribuyen a crear estas disputas.
Merece la pena recordar esos documentos filtrados que muestran a la BBC, entre otros medios como Reuters, firmando contratos secretos con el British Foreign Office para llevar a cabo operaciones de injerencia dentro de Rusia y en la periferia rusa de Europa del Este.
Cabe poca duda de que la BBC está implicada en actividades similares dentro de China y en sus fronteras. El propio trabajo de Sudworth está claramente orientado a favorecer la política exterior de EE.UU y sus aliados, no a investigar o dar noticias reales.
La guerra informativa de los países occidentales está tomando fuerza, pero ya no ejercen el monopolio exclusivo como en el pasado. Hoy, los medios alternativos, tanto los públicos como los independientes, plantean una seria competencia a este monopolio, que solamente mantienen en las relativamente nuevas formas de comunicación a través de las redes sociales. Esto sigue siendo un obstáculo para los medios iraníes, chinos, rusos o de cualquier otro país que quiera introducir un mayor equilibrio en el flujo de información.
Las redes sociales con sede en Estados Unidos han sido claves en hacer avanzar los objetivos de la política exterior de esta potencia y sus aliados, y quizás especialmente en el ámbito de la promoción y ejecución de las llamadas “revoluciones de colores”.
Sería muy útil la creación de espacios soberanos, compartidos entre naciones fuera del control de la censura occidental. Cuando medios como PressTV luchan por llegar a las audiencias por falta de alternativas a Facebook, Twitter y YouTube, la utilidad de tales espacios se hace más evidente.
 





























 
	
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.222