ADIÓS, PLANETA, ADIÓS ¿ESPERANDO EL APOCALIPSIS?

POR LUIS ALSÓ PARA CANARIAS SEMANAL 

    -Se suceden nuevas “oleadas” de la pandemia, y nuevas “cepas” más agresivas . ¿Casualidad?; ¿mala suerte?: lejos de ser anárquicas, estas preocupantes noticias confirman la existencia de una “agenda oculta” para implementar el genocidio que venimos denunciando, ya que algunas de estas variantes pueden llegar a hacer inútiles las vacunas. Gran parte de estas ni siquiera llegará a tiempo a muchos países pobres, lo que ayudará a consumarlo en ellos (como ya lo está consumando entre grupos sociales “desechables” dentro de los grandes países capitalistas: negros, latinos, ancianos, marginados, etc) Ya se anuncia una “cuarta oleada”. ¿Como lo saben, si la tercera estaba aún amainando?.

   - Se nos dice que respirar aire libre es el mejor preventivo contra el contagio, y luego se nos obliga a llevar, casi a todas horas, la mascarilla para que sólo respiremos aire viciado. En las escuelas ocurre lo mismo: se abren las ventanas de las aulas para que entre el aire gélido del invierno, y mueran los niños de pulmonía si escapan al coronavirus.

  - Una reciente investigación internacional patrocinada por la ONU-OMS descartó que la pandemia se hubiese originado en WhuHan, tras una visita autorizada por el gobierno chino. En cambio EEUU se ha negado a que se investigue en su territorio, donde China ha señalado datos preocupantes en el Laboratorio Militar de Fort Detrick, señalándolo como posible origen .

   - Crece la insistencia machacona en “guardar la distancia social”, para autoconfinarnos e irnos transformando en una sociedad paralizada por el miedo y sin posible cohesión: es la sociedad perfecta para evitar que se levante contra el puñado “de tahúres” que se ha apoderado del 90% de la riqueza mundial jugando en el casino financiero capitalista. Ya, a finales del pasado verano, nos atemorizaron con estos tres posibles focos de contagio por hacinamiento: el metro, la vuelta al “cole” y las prisiones: ninguno de ellos se ha confirmado. Al asumir, dirigidos por seudo-expertos adjuntos a los ministerios de sanidad (que actúan, más bien, como ”el ministerio del pánico”) que las pandemias son algo con lo que tendremos que convivir (forman parte de la “nueva normalidad”) estamos haciéndola irreversible, ya que el deterioro económico y social (reflejado ya en un aumento exponencial del paro, las depresiones y los suicidios) pronto lo será. También están haciendo una campaña desmesurada contra los bares y restaurantes que se cierra arbitrariamente y se les arruina para acabar con la intensa vida social que se hace en ellos, atomizando más aún la sociedad y desolando las calles (estas sólo se abarrotan esporádicamente con jóvenes rebeldes a los que la policía cuesta cada vez más desalojar: Holanda y Dinamarca han sido los más recientes ejemplos).

    La última intentona de los superpoderes en la sombra que acogotan a los gobiernos con falsos peligros, ha sido la de obligar a ponerse la mascarilla mientras se toma el sol en las playas, que ha provocado, por primera vez, tres focos de rebelión: los turistas, que se negarían a venir; el archipiélago balear y el archipiélago canario: ambos archipiélagos turísticos se niegan a implantarla.Y lo más grave de todo es que la pandemia está agotando los recursos para la lucha contra el cambio climático, que tiene fecha de caducidad en el año 2.030.

   - Pero hay también buenas noticias, como el descubrimiento de nuevas sustancias naturales que no son vacunas, pero alivian e incluso curan la enfermedad. El más sensacional es el “Carvativir”, descubierto en Venezuela y refrendado por las autoridades sanitarias del país por sus efectos anticoagulantes y antivirales. Fue probado con éxito en enfermos graves, y carece de efectos secundarios por derivarse de productos naturales. Las multinacionales Google, Facebook y Twitter lo han boicoteado(¿por orden del “Gran Hermano”?). Otras sustancias que se están probando son: la colchicina y la melatonina (ya comercializada ésta para problemas de memoria e insomnio).

     - Por otra parte Australia, que no es una isla sino un continente, ha conseguido reducir la pandemia a proporciones insignificantes (menos de mil fallecidos) imitando los métodos de China, sobre todo el rígido control de las fronteras. Un caso similar ha ocurrido con Corea del Sur: después de soportar tres “oleadas” devastadoras y ver que su hermana del Norte había permanecido libre de contagios, decidió imitarla y, efectivamente, la pandemia prácticamente ha desaparecido. Ello, supone, además, asumir la teoría de China, no asumida por los países de “Occidente”, de que el virus es “sembrado” por contagiadores a sueldo, que entran en el país y se mueven dentro de él sin control. La vacuna cubana “Soberana”, muy elogiada y en proceso de legalización por la OMS, también es una buena noticia, sobre todo la para América Latina , desabastecida y abandonada a su suerte.

  - Además, en Alemania, últimamente muy castigada por la pandemia, se ha producido un acontecimiento que podría cambiar el curso de ésta: se han autorizado los “tests de antígenos”, desautorizados hasta ahora en el resto de la Unión Europea como sustitutos de los PCR, considerablemente mas caros, lentos y farragosos. El Instituto Federal de Medicamentos alemán, que les atribuye una fiabilidad de hasta el 90%, los ha autorizado Son como kits (que incluyen un bastoncillo para introducir en la nariz, operación que hace el propio ciudadano), que se venden en supermercados, droguerías, farmacias y otros establecimientos al asequible precio de 5 o 10 euros aunque en los centros sanitarios alemanes serán gratuitos Se trata, pues, de un áutoexamen cuyo fiable resultado se obtiene en 15 minutos. Su proliferación permitiría al gobierno alemán limitar considerablemente el “distanciamiento social” y cortar más rápidamente con ellos las cadenas de transmisión. Si esto se confirmase el país teutón se convertiría en un atractivo ejemplo que sus vecinos de la Unión no podrían dejar de imitar, con lo que este continente devendría gradualmente un espacio liberado de la pandemia. Si se perfeccionase aún más, se podrían hacer cribados rápidos que permitiesen a mucha gente asistir, sin distanciamiento, a eventos sociales, deportivos y culturales. Justamente en Barcelona se acaba de producir un experimento autorizado que ratifica lo que digo: en el Palau Sant Jordi, la banda musical “Love of Lesbian” dió un concierto ante un público abarrotado y sin distanciamiento, de 5.000 personas previamente testadas con resultado negativo con un “test de antígenos”.

     El experimento , que ya se había realizado con éxito por este grupo musical en otras salas de Europa, no solo demostró dicho contagio negativo sino que tambien puso patas arriba otra mentira que se ha venido difundiendo en España: que hay muchos “asintomáticos” (se han dado cifras de un 70%) y que contagian como los enfermos de verdad. El test de “Love of Lesbian” sólo detectó unos pocos (una cifra ridícula entre los 5.000 asistentes) que no contagiaron a nadie.

    - Pero hay otra pesadilla adicional que ya se está gestando. Al tener los creadores de la pandemia como objetivo principal arruinar a China (por eso la iniciaron en Wu Han) y no conseguirlo, este país, coinciden los analistas, pronto sustituirá a EEUU como primera potencia económica mundial. Para impedirlo a EEUU solo le queda un demencial intento: apoyándose en la OTAN, desatar una guerra nuclear contra ella, basándose en un enorme arsenal de bombas atómicas miniaturizadas y una teórica superioridad cuantitativa aérea. A este propósito ha desplegado un impresionante equipo militar naval en el Mar de China meridional para proteger supuestos derechos sobre las islas e islotes situadas en él (el archipiélago Spratly) por parte de Japón, Vietnam, Corea del Sur, Filipinas y Taiwan. Esta isla, la antigua Formosa que siempre perteneció a China, ha sido convertida en una gigantesca base militar y arsenal yanqui. China, ligada militarmente a Rusia por el “Pacto de Shangai”, afirma estar preparada para una hipotética confrontación; pero, a su vez, ofrece a esos países (más Australia) unirse a su “ruta de la seda” con un pacto comercial mutuamente beneficioso.

    - Hay que estar vigilante, pues, a estas dos señales, una positiva y otra negativa: una desescalada rápida de la pandemia en la Unión Europea (apoyada en los “test de antígenos”); y una escalada rápida de la tensión miliar en el mar de China (un reciente aumento espectacular del presupuesto de la OTAN puede estar relacionado con ello). El movimiento altermundista (ecosocialista) debería concentrarse desde ya en movilizar a los pueblos, especialmente a una juventud sin futuro, en torno a estos tres grandes objetivo: erradicar la pandemia, denunciar los preparativos bélicos y detener a tiempo el cambio climático (y la locura de Bill Gates y su equipo de multimillonarios desesperados, que intentan salvar el capitalismo tapando, con un experimento de geoingeniería, parte de los rayos solares desde el Ártico).

  - El mundo está, pues, en una dramática encrucijada sin precedentes: integrarse en la “ruta de la seda” (o sea, en una multipolaridad en la que cabría también EEUU y demás países de “Occidente”), compatible además con la lucha contra el “cambio climático”; o sumar a éste una “hoguera nuclear” por la incapacidad de EEUU de renunciar al capitalismo y a sus sueños imperiales. En este último caso solo nos quedaría gritar “Adiós planeta, adiós”, y esperar el Apocalipsis.