
NADIA CALVIÑO Y YOLANDA DÍAZ ACERCAN DISTANCIAS Y CONCIERTAN LOS RECORTES ORDENADOS POR BRUSELAS
DOCUMENTO ADJUNTO rubricado por el PSOE y Unidas Podemos por el que ambas organizaciones se comprometían a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 del Partido Popular
Según nuestro colaborador Máximo Relti, parece que, en efecto, Nadia Calviño, Ministra de Economia y Yolanda Díaz, Ministra de Trabajo, han terminado acortando unas distancias que posiblemente, en la realidad, nunca existieron. El concierto entre "Trabajo" y "Economía" -entendiendo a esta última como la Ciencia que ordena los recursos económicos del Sistema al que sirve-, ha constituido siempre la recóndita aspiración de la socialdemocracia de todos los tiempos y geografías , Como sucediera en la España de los ochenta del siglo pasado con los gobiernos de Felipe González, ese objetivo parece estarse logrando nuevamente. DOCUMENTO ADJUNTO rubricado por el PSOE y Unidas Podemos se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
La Sra. Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, parece encontrarse inmersa en un intenso proceso de acercamiento de posiciones ideológicas con Nadia Calviño, la también Sra. Ministra de Economía. Este feliz encuentro entre Trabajo y Economía ha constituido un recóndito deseo al que ha aspirado siempre la socialdemocracia de todas las geografías y los tiempos. En el caso al que nos referimos, se acaba de materializar al conceder ambas ministras prioridad a la llamada "agenda de Bruselas" en la negociación de la Mesa del diálogo social, anulando así cualquier expectativa de que pueda producirse en España una auténtica reforma en el panorama dramático de las subcontrataciones laborales.
Nadia Calviño y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en efecto, han terminado acercando unas distancias que nunca podremos saber si realmente existieron alguna vez . En cualquier caso, lo que realmente correspondería resaltar aquí es que que ambas se han plegado, obedientemente, a la agenda exigida por Bruselas en materia de contrarreformas laborales. El propósito final es perfectamente comprensible en un Ejecutivo que nunca tuvo la más mínima predisposición a que en este país pudieran cambiar aspectos esenciales del "patrimonio estructural" heredado.
En este caso, tal y como estaban las cosas, el panorama no ofrecía tampoco mucho espacio para filigranas demagógicas o festines seudoreformistas. La espada flamígera de Bruselas pendía peligrosamente sobre la cabeza del "gobierno más progresista" de nuestra historia. La UE lo había planteado, además, con una claridad meridiana: o reformas y recortes del más puro estilo neoliberal, o fondos europeos anticovid-19. ¿Qué socialdemócrata que se preciara de serlo hubiera podido resistir tamaño ultimátum?
LOS SINDICATOS CONTEMPLATIVOS
Aunque las direcciones de los dos grandes sindicatos, -CCOO y UGT- con la discreta timidez que les ha caracterizado desde hace ya muchos años, habían venido hablando de abordar algunas de las "cuestiones más peliagudas" de la Reforma Laboral de Rajoy, parecía claro que en ningún momento iban encontrarse en disposición de enfrentarse con un Gobierno con el que comparten mesa y mantel, y del que implícitamente se han convertido en coaligados "de facto". Entre esas "cuestiones más peliagudas" se encuentran temas tales como:
- la ultraactividad de los convenios,
- la prevalencia de los convenios sectoriales,
- las condiciones de las subcontrataciones,
- o los descuelgues empresariales de los convenios.
La forma sinuosa en la que ha ido evolucionando el tratamiento de la prometida derogación de la Reforma laboral del Gobierno de Rajoy, no deja de resultar desternillante. Durante el primer gobierno de Sánchez, sin que todavía se hubiera producido la talismánica coalición gubernamental actual, las declaraciones de Sindicatos y del propio Ejecutivo de Sánchez apuntaban hacia una derogación "sin contemplaciones" de las leyes laborales dictadas por los anteriores gobiernos conservadores, incluyendo, por cierto, aquellas dictadas por el mismísimo Ejecutivo Zapatero.
Posteriormente, ya entrando en razón, el tratamiento del tema fue "evolucionando" de manera más sutil y casi imperceptible. Se empezó por omitir aquello de una "liquidación monda y lironda" de la Reforma laboral conservadora, comenzándose a hablar tan sólo de proceder a cambiar "los aspectos más lesivos de la reforma laboral ". Pero como empezaron a avisar algunas organizaciones sindicales situadas en el extrarradio del Sistema, incluso "la reforma de la reforma" se fue quedando en un desolador dique seco.
LA POSICIÓN DE LOS "REFORMADORES COALIGADOS"
Cuando Izquierda Unida, enganchada en el vagón de cola de Podemos, accedió a ingresar en el "Gobierno de coalición", sus más destacados dirigentes no se cortaron un pelo a la hora de hacer públicos sus radicales propósitos reformadores, afirmando que con IU se iba a traspasar el Rubicón de la Reforma laboral de Rajoy, pasara lo que pasara, y que el destino de esta iba a ser el "basurero de la historia".
Pero nuestro gozo quedó en un pozo. No sería necesario que transcurrieran muchos meses, para que la ahora flamante vicepresidenta tercera del gobierno Sánchez, Yolanda Díaz, tratando de preparar el terreno para lo que iba a suceder, comenzara a prevenirnos de que las cosas de palacio iban a ir necesariamente muy despacio. Unos meses más y aquellas parsimonias palaciegas terminaron convirtiéndose en insalvables dificultades. "Bueno, -pasó a decir la elegantísima ministra "comunista" - las reformas laborales no se pueden eliminar tan fácilmente".
A las alturas que estamos, esta película de "serie B" sobre la "reforma de la reforma laboral" del gobierno de Rajoy, que con tan impostada irritación asaetearon en su dia los socialdemócratas del PSOE y de Unidas Podemos, ha concluido, quedando reducida a un birrioso film de suspense, cuyo desenlace final ya conocemos todos.
EL "ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES DEL SIGLO XXI" QUE NOS ESPERA
Con la rimbombante denominación de “El Estatuto de los trabajadores del siglo XXI”, - aparentemente de tan incierta prospectiva como el difuso y confuso "socialismo del siglo XXI"- ha querido bautizar Yolanda Díaz a una "contrarreforma" que lo que realmente pretende es trocarnos gato por liebre.
Dado que la mano que escribirá este Estatuto tendrá su domicilio, sin duda, en Bruselas, - el que paga, manda- se puede intuir con certeza cuál va ser el contenido de la "reforma laboral de la reforma laboral". Guiados por esta misma pragmática intuición nos podremos atrever a adelantar, sin complejos, que la nueva Carta Magna del empresariado va a constituir renovado ataque contra los derechos laborales de los trabajadores del Estado español, preparando los resortes legales que permitan que en esta crisis histórica en la que está atrapada nuestra sociedad, los costes de la misma no sean pagados por la tasa de los beneficios empresariales, sino que una vez más sea el eslabón más débil y numeroso de la cadena del sistema productivo, los asalariados, el que cargue con el peso de las consecuencias dramáticas que ya están apuntando en el horizonte.
Documento del acuerdo firmado por PSOE, Unidas Podemos, en Comú Podem, Galicia en Comun, Euskalerria Bildu, hace ya casi un año, por "el que se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el Partido Popular.
![[Img #66443]](https://canarias-semanal.org/upload/images/03_2021/891_acuerdoincumplido.jpg)
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
La Sra. Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, parece encontrarse inmersa en un intenso proceso de acercamiento de posiciones ideológicas con Nadia Calviño, la también Sra. Ministra de Economía. Este feliz encuentro entre Trabajo y Economía ha constituido un recóndito deseo al que ha aspirado siempre la socialdemocracia de todas las geografías y los tiempos. En el caso al que nos referimos, se acaba de materializar al conceder ambas ministras prioridad a la llamada "agenda de Bruselas" en la negociación de la Mesa del diálogo social, anulando así cualquier expectativa de que pueda producirse en España una auténtica reforma en el panorama dramático de las subcontrataciones laborales.
Nadia Calviño y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en efecto, han terminado acercando unas distancias que nunca podremos saber si realmente existieron alguna vez . En cualquier caso, lo que realmente correspondería resaltar aquí es que que ambas se han plegado, obedientemente, a la agenda exigida por Bruselas en materia de contrarreformas laborales. El propósito final es perfectamente comprensible en un Ejecutivo que nunca tuvo la más mínima predisposición a que en este país pudieran cambiar aspectos esenciales del "patrimonio estructural" heredado.
En este caso, tal y como estaban las cosas, el panorama no ofrecía tampoco mucho espacio para filigranas demagógicas o festines seudoreformistas. La espada flamígera de Bruselas pendía peligrosamente sobre la cabeza del "gobierno más progresista" de nuestra historia. La UE lo había planteado, además, con una claridad meridiana: o reformas y recortes del más puro estilo neoliberal, o fondos europeos anticovid-19. ¿Qué socialdemócrata que se preciara de serlo hubiera podido resistir tamaño ultimátum?
LOS SINDICATOS CONTEMPLATIVOS
Aunque las direcciones de los dos grandes sindicatos, -CCOO y UGT- con la discreta timidez que les ha caracterizado desde hace ya muchos años, habían venido hablando de abordar algunas de las "cuestiones más peliagudas" de la Reforma Laboral de Rajoy, parecía claro que en ningún momento iban encontrarse en disposición de enfrentarse con un Gobierno con el que comparten mesa y mantel, y del que implícitamente se han convertido en coaligados "de facto". Entre esas "cuestiones más peliagudas" se encuentran temas tales como:
- la ultraactividad de los convenios,
- la prevalencia de los convenios sectoriales,
- las condiciones de las subcontrataciones,
- o los descuelgues empresariales de los convenios.
La forma sinuosa en la que ha ido evolucionando el tratamiento de la prometida derogación de la Reforma laboral del Gobierno de Rajoy, no deja de resultar desternillante. Durante el primer gobierno de Sánchez, sin que todavía se hubiera producido la talismánica coalición gubernamental actual, las declaraciones de Sindicatos y del propio Ejecutivo de Sánchez apuntaban hacia una derogación "sin contemplaciones" de las leyes laborales dictadas por los anteriores gobiernos conservadores, incluyendo, por cierto, aquellas dictadas por el mismísimo Ejecutivo Zapatero.
Posteriormente, ya entrando en razón, el tratamiento del tema fue "evolucionando" de manera más sutil y casi imperceptible. Se empezó por omitir aquello de una "liquidación monda y lironda" de la Reforma laboral conservadora, comenzándose a hablar tan sólo de proceder a cambiar "los aspectos más lesivos de la reforma laboral ". Pero como empezaron a avisar algunas organizaciones sindicales situadas en el extrarradio del Sistema, incluso "la reforma de la reforma" se fue quedando en un desolador dique seco.
LA POSICIÓN DE LOS "REFORMADORES COALIGADOS"
Cuando Izquierda Unida, enganchada en el vagón de cola de Podemos, accedió a ingresar en el "Gobierno de coalición", sus más destacados dirigentes no se cortaron un pelo a la hora de hacer públicos sus radicales propósitos reformadores, afirmando que con IU se iba a traspasar el Rubicón de la Reforma laboral de Rajoy, pasara lo que pasara, y que el destino de esta iba a ser el "basurero de la historia".
Pero nuestro gozo quedó en un pozo. No sería necesario que transcurrieran muchos meses, para que la ahora flamante vicepresidenta tercera del gobierno Sánchez, Yolanda Díaz, tratando de preparar el terreno para lo que iba a suceder, comenzara a prevenirnos de que las cosas de palacio iban a ir necesariamente muy despacio. Unos meses más y aquellas parsimonias palaciegas terminaron convirtiéndose en insalvables dificultades. "Bueno, -pasó a decir la elegantísima ministra "comunista" - las reformas laborales no se pueden eliminar tan fácilmente".
A las alturas que estamos, esta película de "serie B" sobre la "reforma de la reforma laboral" del gobierno de Rajoy, que con tan impostada irritación asaetearon en su dia los socialdemócratas del PSOE y de Unidas Podemos, ha concluido, quedando reducida a un birrioso film de suspense, cuyo desenlace final ya conocemos todos.
EL "ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES DEL SIGLO XXI" QUE NOS ESPERA
Con la rimbombante denominación de “El Estatuto de los trabajadores del siglo XXI”, - aparentemente de tan incierta prospectiva como el difuso y confuso "socialismo del siglo XXI"- ha querido bautizar Yolanda Díaz a una "contrarreforma" que lo que realmente pretende es trocarnos gato por liebre.
Dado que la mano que escribirá este Estatuto tendrá su domicilio, sin duda, en Bruselas, - el que paga, manda- se puede intuir con certeza cuál va ser el contenido de la "reforma laboral de la reforma laboral". Guiados por esta misma pragmática intuición nos podremos atrever a adelantar, sin complejos, que la nueva Carta Magna del empresariado va a constituir renovado ataque contra los derechos laborales de los trabajadores del Estado español, preparando los resortes legales que permitan que en esta crisis histórica en la que está atrapada nuestra sociedad, los costes de la misma no sean pagados por la tasa de los beneficios empresariales, sino que una vez más sea el eslabón más débil y numeroso de la cadena del sistema productivo, los asalariados, el que cargue con el peso de las consecuencias dramáticas que ya están apuntando en el horizonte.
Documento del acuerdo firmado por PSOE, Unidas Podemos, en Comú Podem, Galicia en Comun, Euskalerria Bildu, hace ya casi un año, por "el que se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el Partido Popular.
Maribel Santana | Jueves, 25 de Marzo de 2021 a las 22:56:42 horas
Compi Matías Hevia, quienes mandan son los capitalistas, y quienes disponen para su ganancia son ellos si no, no serian capitalistas sino otra cosa.
La izquierda que tenemos desgraciadamente está ausente. Por eso le meten todos los goles.
Esta reforma laboral es liquidacionista, como los que les sirven( la izquierda ausente) van poco a poco recortando los logros que han conseguido los trabajadores a sangre, sudor y guerras.
Esto es así, no somos malas personas ni estamos contra nadie, sino hacemos un análisis sobre la situación y la enfermedad del capitalismo que es el acúmulos de capitales. Así estalle el planeta y los cojan hasta a ellos( los ricos)., no pararan. Se fabrican sus propios sepultureros.
Miren los nazis, muchos se suicidaron porque hasta el último minuto se forzaron en salvar su proyecto. Acorralados y en las últimas seguían erre que erre.
O lo tiramos abajo nosotros y salvamos el mundo, o vamos todos a tomar por el saco. SOCIALISMO O BARBARIE.
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