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Por Alberto Cebrián 5
Miércoles, 10 de Marzo de 2021 Tiempo de lectura:

HASEL: ESPONTANEISMO, VIOLENCIA Y MARGINALIDAD

"Ni el capitalismo, ni sus consecuencias, van a desaparecer mediante el voluntarismo idealista"

El encarcelamiento de Pablo Hasel ha desatado - recuerda Alberto Cebrián, periodista y militante de Euskal Komunisten Batasuna - una serie de disturbios callejeros que merecen ser analizados porque, no por novedosos, dejan de darnos enseñanzas sobre una manera de actuar y entender la ‘lucha de masas’ (...).


Por Alberto Cebrián (*)
 

 

   El encarcelamiento de Pablo Hasel ha desatado una serie de disturbios callejeros que merecen ser analizados porque, no por novedosos, dejan de darnos enseñanzas sobre una manera de actuar y entender la ‘lucha de masas’ totalmente errónea. Desde el mismo momento del anuncio de su entrada en prisión, se organizaron movilizaciones “contra el Estado fascista”,por la libertad de expresión” o “contra el capitalismo”. Si bien estas proclamas son lo suficientemente genéricas como para abarcar a gente diversa, lo cierto es que a la vanguardia del movimiento se han puesto elementos del ámbito ‘antifa’ y ‘antisistema’ cuyo trabajo, desde la marginalidad, se caracteriza siempre por la espontaneidad, el aventurerismo y cierto culto a la violencia.
 

 

   Es importante apuntar que muchas de las personas que han participado en las movilizaciones lo han hecho empujadas, no ya por el Caso Hasel, sino por el hastío que les producen sus condiciones materiales de vida (pobreza, explotación, opresión) y por todos los problemas estructurales del régimen del 78 que siguen sin resolverse. Lamentablemente, han salido a la calle a protestar a golpe de consigna vacía, sin unos objetivos políticos claros y sin el nivel de organización necesario que permita acumular fuerzas y avanzar cualitativamente. Cualquier lucha debe tener a la clase obrera como sujeto revolucionario y no tanto a determinados individuos, con independencia de su forma de actuar y sus mayores o menores méritos.
 

 

      Por otro lado, este tipo de movilizaciones son un campo propicio para que actúen ciertos elementos anarquizantes, “izquierdistas”, incluso criminales y hasta provocadores policiales con el objetivo de empequeñecer la lucha y llevarla a derroteros más convenientes al capital. Quemar contenedores y romper escaparates no es de por sí revolucionario ni hace temblar los cimientos del capitalismo. Al contrario, supone avanzar, precisamente, por el camino del ‘lumpenaje’ y la degeneración marcado por el propio régimen mediante sus medios de comunicación; esto, a su vez, no deja de ser cierto porque los elementos que se mueven como pez en el agua en tales “desórdenes” los tengan idealizados hasta el punto de considerarlos santos, puros e inmunes a la provocación (o, peor aún, se complazcan en dicha provocación porque ésta aparece infaliblemente, sin que ello les haga pensar un poco).
 

 

  En las protestas se enarbola la bandera de la lucha contra el Estado y el sistema. Pero lo cierto es que cuando se apague el fuego y vuelvan a sus casas, no va a quedar nada más que represión en contra del pueblo y la clase obrera y el desafecto de esta a todo lo que huela a transformador, amén de toda la propaganda contra lo realmente revolucionario. Las tres características que comentaba al principio son propias de movimientos ajenos totalmente a los intereses de la clase obrera. Tendrán otros. Pero no los de la mayoría. Por eso creo que es interesante definirlos un poco y fijar una posición respecto a ellas.
 

 

Sobre el espontaneismo
 

   La primera de ellas, el espontaneismo, supone llamar a movilizarse porque sí. A aguantar la represión porque sí y a llevar a cabo destrozos de mobiliario y saqueos porque sí. Después, la nada. No hay un programa político que unifique la lucha y la haga avanzar, ni en calidad, ni en cantidad. Este es el marco propicio para provocadores y lumpen variado.
 

   Alguien puede decir, con razón, que la lucha espontánea puede canalizarse y elevar su nivel. Yo sostengo que esto solo es posible si existiera el Partido Comunista. El partido de vanguardia es el único capaz de recoger unas algaradas espontáneas y encajarlas en la lucha general contra la burguesía y su régimen.
 

   Por eso defino el espontaneismo como la puesta en práctica del oportunismo ultraizquierdista pseudorevolucionario. Estos, en base a la existencia de unos elementos objetivos -la opresión, la represión o la explotación-, esperan que, parapetados tras la agitación y la movilización permanentes, las masas tomen conciencia de su situación y se lancen contra el Estado como máximo exponente de sus males, radicalizándose cada vez más. Generalmente, aunque no siempre, su actividad suele derivar en violencia.
 

   Pero este esquema es totalmente falso y solo conduce a la derrota y la desmovilización. Ni el capitalismo, ni sus consecuencias, van a desaparecer mediante un voluntarismo idealista alejado de cualquier análisis materialista de la realidad. El Estado no va a torcer el brazo porque unos cuantos ‘antisistema’ ocupen la vía pública destrozándolo todo a su paso. Tampoco porque una sopa de siglas salga a la calle tras una pancarta con un texto exigiendo la liberación de Pablo Hasel o algo mucho más importante. Hace falta más.
 

   Para llegar al punto de confrontar en las calles con el propio Estado debe darse una toma de conciencia de clase mucho mayor. Esto solo es posible mediante la acción colectiva de la clase obrera convirtiendo sus ideas en fuerza material; actuando en los planos económico, político e ideológico.
 

    Para salir a la calle para algo más que tirar cuatro piedras y prender unos contenedores es necesario organizarse, dotarse de unos objetivos y de un programa político que oriente el trabajo. Algo totalmente opuesto al discurso del ‘sinpartidismo’ tan propio de la ultraizquierda que como vemos niega a la clase obrera como sujeto revolucionario a la hora de llevar a cabo movilizaciones en su nombre.
 

 

Contra el aventurerismo
 

 

   Este espontaneismo -desorganizado, sin objetivos y sin un sujeto revolucionario- entronca con la tendencia característica del movimiento
‘antifa’ y ‘antisistema’ desarrollado durante los últimos veinte años, si no más: el aventurerismo. Esta tendencia consiste en presentar la batalla contra un enemigo más poderoso y mejor preparado sin tener la más mínima opción de victoria. No puedes enfrentarte a los perros de presa del Estado, con todos sus pertrechos y entrenamiento, con voluntarismo, piedras y dos o tres consignas inocuas. Atendamos a la experiencia de uno de los fundadores del socialismo científico, Friedrich Engels:

 

   “La insurrección es un arte, lo mismo que la guerra o que cualquier otro arte. Está sometida a ciertas reglas que, si no se
observan, dan al traste con el partido que las desdeña. Estas reglas, lógica deducción de la naturaleza de los partidos y de
las circunstancias con que uno ha de tratar en cada caso, son tan claras y simples (…). La primera es que jamás

se debe jugar a la insurrección a menos que se esté completamente preparada para afrontar las consecuencias del juego. La
insurrección es una ecuación con magnitudes muy indeterminadas cuyo valor puede cambiar cada día; las fuerzas opuestas tienen todas las ventajas de organización, disciplina y autoridad habitual; si no se les puede oponer fuerzas superiores, uno será derrotado y aniquilado.

La segunda es que, una vez comenzada la insurrección, hay que obrar con la mayor decisión y pasar a la ofensiva. La defensiva
es la muerte de todo alzamiento armado, que está perdido antes aún de medir las fuerzas con el enemigo. Hay que atacar por sorpresa al enemigo mientras sus fuerzas aún están dispersas y preparar nuevos éxitos, aunque pequeños, pero
diarios; mantener en alto la moral que el primer éxito proporcione; atraer a los elementos vacilantes que siempre se
ponen del lado que ofrece más seguridad; obligar al enemigo a retroceder antes de que pueda reunir fuerzas; (…)”

 

[REVOLUCIÓN Y CONTRARREVOLUCIÓN EN ALEMANIA, 1852]

 

 

    Empecemos por el principio. ¿Están los confabuladores preparados para las consecuencias de su aventura revolucionaria? No. Porque no hay nada que pueda continuar y elevar la lucha. Pensemos en toda aquella ciénaga del 15M, cómo devino en Podemos y a qué se dedica ahora el partido asaltador de cielos. Segundo. ¿Está preparado todo ese movimiento para una movilización sostenida en el tiempo? No, no lo está. ¿Qué éxitos ha cosechado o espera cosechar? Ninguno, al menos ninguno positivo. Y lo más importante, ¿Espera atraer a su lado a los elementos vacilantes de la población? Esos elementos, además de estar influidos por la propaganda del régimen, solo ven
desorganización y violencia gratuita por parte de dicho movimiento. Es poco probable que nadie quiera avanzar hacia esta otra ciénaga.

 

 

El culto a la violencia
 

   La cuestión de la violencia no debe observarse desde un punto de vista moral. Esta tiene causas objetivas, siendo la principal que vivimos en una sociedad dividida en clases sociales y que es necesaria para el mantenimiento del statu quo. Por eso, quien más violencia ejerce es la burguesía a través de todos los resortes de su Estado, principalmente la policía.
 

   La violencia tiene un componente de clase innegable. Tarde o temprano la clase obrera deberá recurrir a ella en toda su extensión para derrotar a la burguesía organizándose, en último término, en forma de Ejército.
 

  Hace tiempo que en Euskal Komunisten Batasuna tenemos claro lo siguiente:
 

No renunciamos a la guerra revolucionaria porque el Estado burgués, llegado un punto, se defenderá por todos los
medios, incluido el fascismo y la guerra, y será imposible superar este estadio si el pueblo no está organizado en armas.

 

[ALGUNAS TESIS SOBRE LA PAZ, EL EJÉRCITO POPULAR Y ETA, 2011]
 

 

    Pero cualquier persona con dos dedos de frente sabe que esto es imposible llevarlo a cabo sin una organización de vanguardia, sin que las masas tomen conciencia y sin que estas se organicen. “La posibilidad de vencer depende de las condiciones materiales (militares, políticas, económicas, naturales). Es necesario un análisis certero de estas condiciones: este análisis y su acción victoriosa son imposibles fuera del marxismo-leninismo” [ídem.]
 

   Y aquí es donde entran en juego los apóstoles del culto a la violencia que hemos visto actuar estos días, como ya los vimos en otras ocasiones. La violencia revolucionaria no es violencia individual, lumpen y anarquizante.
 

    Los ultraizquierdistas sitúan la violencia como acicate y la utilizan como un fin en sí misma. Los comunistas como algo eventualmente posible y siempre organizada y apoyada por amplias masas. La violencia, en todas sus formas y grados, solo se entiende en el marco de la lucha de clases.
 

    En efecto, la violencia individualista, desarrollada al margen de las masas –las cuales están en sus casas, mayoritariamente- es campo abonado para la provocación, la infiltración policial y fácilmente aplastada cuando convenga a los intereses del capital. En el caso concreto que nos ocupa, mientras el paro y la pobreza avanzan en el país, la clase obrera está viendo por televisión cómo diversos grupúsculos se dedican a comportarse como bestias irracionales.
 

   Es más, gracias a los amantes del culto a la violencia, cuando la clase obrera organizada ejerce hoy su legítimo derecho a la violencia en forma de huelgas, piquetes y movilizaciones, la burguesía lo tiene mucho más fácil para criminalizarla y romper así cualquier atisbo de solidaridad de clase.
 

 Por eso el culto a la violencia es una desviación oportunista de ultraizquierda que debemos denunciar y combatir.
 

 

Apunte sobre masas y antifascismo
 

   EKB participó hace unos días en un debate organizado por la Asociación Volver a Marx bajo el título ‘Sobre el momento de la lucha de masas antifascista’, iniciativa desarrollada al calor del Caso Hasel.

 

   En él expusimos el análisis que ya hicimos en 2009 sobre este fenómeno, al que asignábamos cuatro características: falta de unidad; falta de objetivos claros; escasa participación de las masas; y marginalidad, propia e inducida.
 

  Estas cuatro características están hoy en día de plena actualidad con todo lo que envuelve las protestas por el Hasel. Creo importante fijarnos en las dosúltimas. Sin duda, las masas no participan hoy en día ni en el movimiento antifascista –que no existe como tal en la práctica, solo la pose ‘Antifa’-, ni en las protestas por Pablo Hasel.
 

    En cuanto a la cuarta, la marginalidad, esta viene impuesta por la anterior característica, pero también por la propia actitud del ambiente ‘antifa’ ante la sociedad, la gente normal, otros sectores y ante las propias masas. Este, en lugar de “ir a todas las clases”, como decía Lenin, prefiere mantenerse en su gueto alternativo en lugar de mimetizarse con el entorno.


 

Si bien es preciso mostrar la mayor firmeza y determinación en la lucha contra el fascismo,

no por ello toda consignaincendiaria es correcta, y menos aún siempre y en todo lugar.
Todo lo aquí dicho nos lleva a “normalizar” el movimiento antifascista.

 

[ANTIFASCISMO: DE LA MARGINALIDAD AL MOVIMIENTO DE MASAS. 2009]
 

 

   Normalizar el antifascismo supone ampliar su base de apoyo, su eficacia y su actividad. Porque junto al fascismo, encontramos un fascismo ordinario más peligroso hoy en día. Por eso el antifascismo, debe convertirse en antifascismo ordinario. Esa es la diferencia entre ser un movimiento marginal y un movimiento de masas.
 

 

(*) Alberto Cebrián es periodista y militante de Euskal Komunisten Batasuna.

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  • Solidario con Hasel

    Solidario con Hasel | Jueves, 08 de Abril de 2021 a las 17:52:29 horas

    ESPONTANEISMO, VIOLENCIA Y MARGINALIDAD... Joder, vaya 'lección' nos da este militante de EKB. Me ha parecido un despropósito de artículo, por su desconexión total con la realidad de EXPLOTACIÓN máxima que soportan los mismos a los que critica, y que por decenas de miles han salido a las calles. Eso debe ser el espontaneismo. La marginalidad viene con ella. Lo de la violencia es muy fuerte, pues los contenedores, cristaleras de bancos y tal y tal valen muchos millones. El ojo de la manifestante sacado por la policía, los presos en verdaderos montajes indecentes, los cientos de aporreados, los miles de identificados, como en cuesta de Moyano en Madrid, son pelillos a la mar, no sea que me joda el articulazo que me he currado. Se le ve revolucionario al periodista articulista. Lo que pasa que parte de una dialéctica coja, mostrando que los antagonismos irreconciliables solo se deben aplicar a los de las protestas "por el Hasel". Como desconocía que era EKB, he estudiado sus páginas públicas. Si ellos son la muestra del futuro movimiento de masas, me quedo sentado esperando a los próximos espontaneistas, violentos y marginales, como Hasel. Al menos dicen y hacen. Eso sí es profundamente m-l. Lo demás, ahogadores de la protesta popular, poniendo puntos y comas que ellos mismos desconocen.

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  • itziar amurrio 2

    itziar amurrio 2 | Jueves, 11 de Marzo de 2021 a las 18:33:49 horas

    se habla muy poco en el articulo de las condiciones materiales objetivas que sufre la juventud , se pasa como de puntillas y señores no se puede decir que primero fue la gallina y quedarse tan tranquilos , hay que desarrollar y contextualizar el porque de la ´´violencia ´´ y no pasar de puntillitas despachando con 4 frases , paro juvenil del 40 por cien , tasas de pobreza ? , la 3º proporcionalmente en Europa , pobreza infantil , de las más altas de Europa , derecho a la vivienda ? , capacidad de hacer una vida ? , eso de que todos los que salen a protestar son críos anarquistas o voluntarismo , o el ´´antifascismo ´´ , es por lo menos inexacto y muy muy muy reduccionismo , también hay jóvenes y no tan jóvenes ´´normales ´´ el otro día hablaba una chica que rompía cosas trabajaba de esteticien y había perdido su trabajo , otra era peluquera , otra trabajaba de reponedora en un supermercado , otra tenia un hijo y estaba sin trabajo , otra llevaba las cuentas de una empresa ´´ , otra la venta ambulante , otro en el instituto sin oportunidades porque la beca era de risa , otro trabaja de aprendiz de mecánico en un garaje , otro de camarero , esto serán jóvenes ´´normales ´´ o anormales ´´ a mi me parece que son bastante ´´normales ´´ , y a estos datos monstruosos de falta de perspectivas que es por donde debe empezar a mi juicio para hablar de violencia , le unes la inmensa traición del reformismo en catalunya que les había prometido una república , y les había prometido cumplir un sueño , poder decidir y nada de nada , es decir además de lo que sucede en el resto del estado en catalunya esta lo concreto , la especificidad de ir de traición en traición reformista hasta la derrota final , y claro la gente que no tiene un partido que camine , apoye , forme y se implique y de la cara por ti se ve huérfana y estalla , siendo realistas , va haber explosiones sociales como las de Catalunya o linares , o Huelva ? , habrá decenas y decenas , rabia , furia , frustración , desesperanza , humillación , vamos a poder parar y encauzar en un sentido leninista todas esas expresiones ? no, ni de broma , en vez de sentar cátedra cosa que esta muy bien , habrá que estar con esa juventud ´´normal ´´ y si nosotros somos la vanguardia , habrá que ayudar y habrá que elevar el nivel político de las jóvenes y no tan jóvenes generaciones , y ya que he empezado por Lenin , podríamos hacernos algo de autocrítica , porque la autocrÍtica es muy sana no ? , nosotros que somos tan doctos , tan eruditos y sabemos tan bien la teoría y la practica de una revolución como es posible que no hallamos podido conectar ni atraer a todos esos jóvenes ´´normales´´ que salen a ´´romperlo todo ´´ , alguna respuesta ? porque parece que nosotros estamos libres de ´´pecado ´´ en nuestro pedestal , yo creo que ahora mismo no tenemos la capacidad de contener esas expresiones de ira pero si de intentar acercarnos a esos jóvenes ´´normales ´´ o ´´anormales ´´ y emprender un dialogo con ellos , escuchar sus problemas , apoyar sus reivindicaciones desde el barrio , el centro de estudio o el lugar de trabajo u ocio , tampoco es del todo exacto que no halla unos objetivos claros ni unas reivindicaciones concretas , hay un manifiesto en el que hablan de república popular , amnistía para los presos políticos , asegurar vivienda , trabajo digno , trasporte , suministros básicos y derecho de autodeterminación , bueno parece que no dicen bobadas , esta en kone televisión , a mi me puede parecer más o menos adecuado pero no es un vacío o solo violencia , estoy de acuerdo la ´´violencia ´´ contra el sistema debe ser comprendida por una mayoría de los que sufren el sistema pero no tengo claro que una buena parte de la población normal aunque no nos parezca lo más oportuno le incomode señalar a los bancos , cajas , multinacionales , es más he visto , leído y escuchado que pese a todo el proceso de criminalización mucha gente ´´mayor ´´ comprendían perfectamente señalar a los bancos , si a mi me parece que esta no es la estrategia más correcta , bien pero hay que estar como estaban los bolcheviques cerca de las explosiones de rabia en las fabricas y los campos ...

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  • itziar amurrio 1

    itziar amurrio 1 | Jueves, 11 de Marzo de 2021 a las 18:20:35 horas

    Hay varias cosas en el artículo con las que no estoy de acuerdo , vamos a utilizar ciertos principios de análisis leninisistas , no por fetiche o por darle un carácter academicista sino porque suelen ser bastantes ajustados si se contextualizan y se adaptan . Primero análisis concreto de la situación concreta : La situación de ´´disturbios ´´ han sido especialmente en Catalunya , pues en esta área del estado , concretamente hay una parte de la juventud aunque no solo , que se sienten decepcionados , impotentes , traicionados y ninguneados por los partidos reformistas de todo tipo, pelaje y condición , desde Podemos , hasta erc , y como no hay un partido comunista con la potencia suficiente como para influir en la clase obrera y los sectores populares , hay muchos jóvenes huérfanos ( y no tan jóvenes ) , se habla muy poco en el artículo de las condiciones materiales objetivas que sufre la juventud , se pasa como de puntillas y señores no se puede decir que primero fue la gallina y quedarse tan tranquilos , hay que desarrollar y contextualizar el porque de la ´´violencia ´´ y no pasar de puntillitas despachandolo con 4 frases , paro juvenil del 40 por cien , tasas de pobreza ? , la 3º proporcionalmente en Europa , pobreza infantil , de las más altas de Europa , derecho a la vivienda ? , capacidad de hacer una vida ? , eso de que todos los que salen a protestar son crios anarquistas o voluntaristas , o el ´´antifascismo ´´ , es por lo menos inexacto y muy muy muy reducionista , también hay jóvenes y no tan jóvenes ´´normales ´´ el otro día hablaba una chica era esteticista , otra era peluquera , otra trabajaba de reponedora en un supermercado , otra tenia un hijo y estaba sin trabajo , otra llevaba las cuentas de una empresa ´´ , otra la venta ambulante , otro en el instituto sin oportunidades porque la beca era de risa , otro trabaja de aprendiz de mecánico en un garaje , otro de camareros , esto seran jovenes ´´normales ´´ o anormales ´´ a mi me parece que son bastante ´´normales ´´ , y a estos datos monstruosos de falta de perspectivas que es por donde debe empezar a mi juicio para hablar de violencia , le unes la inmensa traición del reformismo en catalunya que les había prometido una república , y les había prometido cumplir un sueño , poder decidir y nada de nada , es decir además de lo que sucede en el resto del estado en catalunya está lo concreto , la especificidad de ir de tracción en tracción reformista hasta la derrota final.

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  • juanfri

    juanfri | Jueves, 11 de Marzo de 2021 a las 10:36:53 horas

    Concertar numerosas convocatorias no solo para exigir la libertad para Hasel, también para todxs los demás gritando por el dolor que produce la miseria, NO ha sido espontáneo sino ORGANIZADO, la violencia empleada en defenderse de la superviolencia policial haciendo barricadas aedientes es lo necesario y afectar los intereses de Amancio O. y demás capos empresariales ha sido ínfimo. La lucha proporciona experiencia y compromiso que son los ladrillos de la organización, cuanto más piramidal más daño le causan las infiltraciones policiales, le recuerdo sr. "comunista" de salón.
    Las "masas" se están absteniendo por su atraso político pero sobretodo por miedo (multas, palos, cárcel, ultras...) y la acción artera de las TV en un ambiente de pandemia y pobreza. Deje de idealizar a la dispersa "clase obrera", recuerde que hasta la CGT capituló en Nissan.
    Muchos, que no vamos de supercomunistas, también deseamos una CLASE OBRERA comprometida sosteniendo un Estado Mayor controlado, planificando y encabezando luchas. Por eso hay que tener un poquito de respeto a quienes se atreven a salir combativamente. Se habrán merecido ponerse de cerveza hasta arriba.
    Esa clase obrera temblorosa que se asusta hasta de sus hijos necesita que les mostremos su INDIGNIDAD y no falsas justificaciones a costa de la violencia de los nuestros.

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  • Maribel Santana

    Maribel Santana | Jueves, 11 de Marzo de 2021 a las 00:46:11 horas

    Excelente articulo, si señor. El poder nace del cañón del fusil, pero el fusil no está por encima de la organización que lo guía.
    Claro que lo espontaneo acaba como el agua que ha llovido si no hay una estructura donde canalizarla y recogerla para nuestro provecho. O sea se pierde el caudal barranco abajo terminando en el mar sin mas.
    Pero se aprende tambien atreviéndote a enfrentarte a los cuerpos represivo de los ricos en algaradas y violencias, pues es como una pequeña experiencia donde pierdes el miedo frente a los abusadores, por tanto a caminar se aprende caminando. Desde esa experiencia revolucionaria aunque espontanea voy limando, pensando y descubriendo donde me lleva todo esta locura. ¿Puedo aprender de esto?
    Igual me lleva a descubrir que hace falta otras cosas, o actividades , como huelgas, parlamentarismos incluso y otras citadas en el articulo y poco a poco me voy forjando. Si no me atrevo no suena nada.
    La gente aprende atreviéndose y a perder el miedo. Otra cosa es el culto a las broncas sin mas y que acabe en el rosario de la aurora.
    Claro nos falta lo principal no hay dirección u organización revolucionaria de clase para tal objetivo. Nadie cree en el partido comunista porque la burguesía capitalista se ah encargado de barrerla de la faz de la tierra. Que si Stalin, que si Mao ...en fin confundiendo tergiversando exagerando los contextos políticos e históricos porque si hay alguna alternativa en el mundo es el capitalismo y no se hable mas.

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