Lunes, 15 de Septiembre de 2025

Actualizada

Lunes, 15 de Septiembre de 2025 a las 03:00:49 horas

3
Jueves, 04 de Marzo de 2021 Tiempo de lectura:

EL 8M NO PUEDE SER SOLO UN "FOLKLORE DE IZQUIERDAS"

"No dejemos que el 8M sea otra vez un desfile sin ningún tipo de influencia política radical"

Las perspectivas para las mujeres trabajadoras no pueden ser más negras. Por si faltaba algo, los debates en el seno del feminismo en vistas del 8M aparecen plagados por una virulencia extremadamente poco productiva sobre la llamada "ley trans"... Según mantiene el colectivo Trinchera, "la progresiva disgregación del sujeto político, de la clase trabajadora a las mujeres, de las mujeres a las personas LGTB y de ahí a las personas trans, nos ha llevado a luchas cada vez más minoritarias (...)

 

TrinCHEra PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

  Nos acercamos a un nuevo 8 de marzo. A nuestro alrededor, se suceden cambios tan drásticos y rápidos que es difícil valorar en que formas acabarán solidificando las aristas de la nueva normalidad que nos quieren hacer tragar con tanto ahínco.  

 

 

   Por lo pronto, constatamos un ataque visceral a los derechos y libertades de la clase trabajadora, un retroceso de nuestras condiciones materiales de subsistencia y reproducción, una profundización de la desindustrialización en ciernes, un aumento dramático del paro y una desarticulación de las pocas y limitadas regulaciones del trabajo que aún quedaban en pie. En pocas palabras, una debacle que va a provocar innumerables sufrimientos a nuestra clase trabajadora y que va a venir acompañada, como no puede ser de otra manera, por un aumento cualitativo de la represión, que va a intentar aplastar todo conato de resistencia.

 

 

     Ante la falta de una propuesta no sólo revolucionaria, sino simple y llanamente de clase, unida a la inestabilidad, la precariedad y el miedo, no sería sorprendente el viraje de masas de trabajadores y trabajadoras hacia posiciones más reaccionarias, incluyendo un refuerzo de los roles de género, como alternativa menos costosa para garantizar la supervivencia y herramienta milenaria de control de posibles expresiones de malestar y disidencia.

 

 

    Las perspectivas para las mujeres trabajadoras no pueden ser más negras. Por si faltaba algo, los debates en el seno del feminismo en vistas del 8M aparecen plagados por una virulencia extremadamente poco productiva sobre la llamada "ley trans", donde cualquier crítica a la ley se presenta como un ataque tránsfobo, mientras cualquier defensa de la obviedad de que las personas trans tienen, o deberían, tener derechos, se presenta como un nuevo ataque de la conspiración posmoderna, arrastrándonos sin remedio a un no-debate, a un falso debate que deja fuera de cuadro una realidad que va más allá de la ley.

 

   ¿Cómo facilitar el acceso al trabajo de un colectivo que sufre un 75% de desempleo en una situación económica como esta?

 

   ¿Cómo garantizar cualquier tratamiento médico u hormonal cuando es la sanidad pública la que está siendo desmantelada?

 

   ¿Cómo defender políticamente los derechos de las personas trans, mientras nos arrancan uno a uno todos los derechos y libertades políticas a las y los de nuestra clase?  

 

 

   Siguiendo la estela del feminismo, el movimiento LGTB y el movimiento por los derechos de las personas trans ha abocado todas sus fuerzas a la lucha institucional. La búsqueda de representatividad para conseguir la aprobación de leyes más progresistas no es, ni se puede descartar, como secundaria. Es una parte importante del camino hacia la revolución, conseguir reformas. Pero no puede ser el único camino.

 

    La progresiva disgregación del sujeto político, de la clase trabajadora a las mujeres, de las mujeres a las personas LGTB y de ahí a las personas trans, nos ha llevado a luchas cada vez más minoritarias, de las que la mayoría de las personas trabajadoras ni tan siquiera ha oído hablar, ni considera que sea asunto suyo.

 

    La única forma de que esta situación se revierta es volver al seno de la clase, como sujeto político y organizativo, diverso y en permanente cambio, desde donde no sólo se puede luchar por los derechos que afectan a las personas trans, como es facilitar el cambio de identidad en un registro, sino por todos los derechos que las personas trans comparten con el resto de personas trabajadoras: el derecho a un trabajo, el derecho a la vivienda, el derecho a la libertad de expresión, etc.

 

 

    Este 8M será especial porque coincide con la mayor ola de protestas desde el Procès de independencia de Catalunya, con un nivel de enfrentamiento muy alto con las fuerzas represivas y en un contexto de subordinación de la clase trabajadora a un sentido común opresor cuidadosamente manufacturado desde el poder y retransmitido a todas horas por los grandes medios de comunicación. Ay, los contenedores. La lucha por la libertad e inmediata excarcelación de Pablo Hasel, no es como se ha podido escuchar en ciertos medios feministas, de la forma más oportunista y lamentable posible, una lucha “sólo” por los raperos, ni “sólo” por los hombres, ni “sólo” por los blancos… La lucha por la libertad de Hasel es la lucha por nuestros derechos y la incapacidad de verlo no hace más que dejar de manifiesto hasta que punto es dañina la división de la clase en miriadas de colectivos organizados por reivindicaciones parciales.

 

    Las personas trans, las personas LGTB, las mujeres, pero también los hombres, todos los integrantes de nuestra clase obrera diversa y bastarda estamos vendidos a nos ser que nos unamos entre compañeros de clase y juntos, por una vez, dejemos de creernos los cantos de sirena de la progresía imperante, que nos promete una y otra vez que nos va a solucionar la vida con una ley que luego nadie cumple ni nadie tiene voluntad política (ni capacidad) de imponer.   

 

   Frente a las repeticiones mecánicas de eslóganes de un pasado triunfante pero ya muerto, frente al abandono de la lucha por cambiar el mundo radicalmente, frente al derrotismo que nos lleva a refugiarnos en las instituciones o en las redes sociales, desde Trinchera reivindicamos trabajar desde la valentía, el realismo y el barro de la clase trabajadora realmente existente, con sus limitaciones y su enorme generosidad y potencialidad, desde las mujeres que nos dejamos el cuero trabajando y los hombres que nos acompañan en la vida, desde la extrema creatividad y riqueza de experiencias que compone la vida de las y los trabajadores bajo el capitalismo, desde la convicción de que no hay más opciones que unirnos, para luchar, con autonomía de clase contra la explotación y la opresión.  

 

   El 8M no será más que folklore de izquierda hasta que no seamos capaces de hacer carne de las reivindicaciones históricas de las mujeres trabajadoras. Desde los espacios de base, mixtos y de clase, hasta los partidos revolucionarios, aún en el hacerse, tenemos que conseguir recuperar la única lucha de las trabajadoras que no lleva a un callejón sin salida. La lucha revolucionaria, la lucha por el socialismo. Un 8M más, estaremos en las calles, estaremos en los actos de protesta. El 9M os esperamos a todas en los espacios organizativos de base, en las asambleas mixtas, en los sindicatos, en los espacios frentistas de clase, como es la Corriente Clasista Primero de Mayo y en Trinchera, organización abocada a la construcción del partido revolucionario . No dejemos una vez más que la lucha por los derechos y reivindicaciones de las mujeres trabajadoras acabe siendo un desfile sin ningún tipo de influencia política radical, no dejemos que nuestras necesidades sirvan para romper sino para unir a la clase en sus demandas. Una vez más, está en nuestras manos.

 

¡Por las mujeres trabajadoras!  

¡Por la clase trabajadora!

¡Luchuemos por el socialismo!

Comentarios (3) Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.117

  • Maribel Santana

    Maribel Santana | Jueves, 04 de Marzo de 2021 a las 23:03:25 horas

    El 8 de Marzo es la fecha que propuso Clara Zetkin (comunista y feminista Alemana) y consensuado por muchísimos colectivos feministas de clase y del mundo entero. Todo ello porque Zetkin, pensaba que “la lucha por la emancipación de la mujer es necesariamente lucha de clase”…
    Decía Rosa Luxemburgo, “los ricos cuando necesitan su seguridad de acumulación de capitales, utiliza lo que sea”. Cierto, para eso llevan siglos de experiencia. Así es que leyes ( LGTBI, Qeer, prostitución y vientres de alquiler , es lo que existe y nos asiste para tal fin. Y de aquella gran Rosa fresca, hoy solo nos queda flores de papel.
    En fin señores, el género que fue fabricado y sacado de los laboratorios de los interesados, ha mutado y cada vez mas vertiginosamente hace otros clones pululando por todos los costados, que vaya usted a saber, hasta donde llega el embolado del asunto. De esta forma Vox se frota las manos porque ya ha capitulado la violencia machista contra las mujeres pues al no existir mujeres y hombres sino Género, a saber si los asesinos son hasta marcianos y las asesinadas seres mitológicos.

    El día de la mujer trabajadora, pasó por la mujer a secas, y de aquí al género. ¡No lo permitiremos!

    Accede para responder

  • amelia

    amelia | Jueves, 04 de Marzo de 2021 a las 16:37:22 horas

    Este año parece sue se suspende el 8 de marzo por razones sanitarias, pero la liga mundial de fútbol sigue, que les parece, claro eso si da dinero, las críticas a la ley trans están poniendo muy nerviosos a los de arriba, hoy más que nunca, la clase obrera tiene que estar unida.

    Accede para responder

  • Gabe Abrahams

    Gabe Abrahams | Jueves, 04 de Marzo de 2021 a las 14:08:56 horas

    Es cierto que esta fecha se ha convertido en un acto más parecido al folclore que a reivindicaciones serias.

    Las feministas históricas están en contra del espectáctulo que se ha montado en torno al movimiento feminista, de la mano de Montero y su marido.

    Debe ser que vivir en una mansión nubla la inteligencia revolucionaria.

    Gabe Abrahams Villaescusa

    Gabe Abrahams Villaescusa

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.