
ECUADOR: LA PUGNA POR DESALOJAR AL GANADOR DE LAS ELECCIONES DEL 7 DE FEBRERO
El “ecosocialista” Yaku Pérez, apoyado por EE.UU, en el centro del conflicto.
En las elecciones generales del domingo 7 de febrero en Ecuador, resultó claro vencedor el correísta Andrés Arauz, que sacó 15 puntos a su rival inmediato, el derechista Guillermo Lasso, seguido a muy corta distancia por el indigenista Yaku Pérez. No obstante, el porcentaje de votos obtenido por Arauz (más del 36%) obliga a realizar una segunda vuelta, programada para el 11 de abril. Mientras tanto, fuerzas políticas dentro y fuera de Ecuador se concitan para desalojar de la carrera electoral al candidato más votado.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El banquero Guillermo Lasso, de CREO-PSC, y el líder indígena Yaku Pérez, del partido Pachakutik, segundo y tercero respectivamente en la primera vuelta electoral, con muy escasa diferencia, acordaron el viernes posterior a los comicios pedir al Consejo Nacional Electoral (CNE) un recuento de los votos.
Yaku Pérez asegura que ha habido “un fraude descarado”, aunque no ha proporcionado ninguna prueba. Y, mientras acusa al banquero Lasso de estar implicado en dicho fraude, le invita a hacer frente común contra Arauz.
Sin la presencia de ningún otro candidato aparte de Lasso y Pérez, el CNE accedió a realizar un recuento de votos en 17 provincias del país: 100% en Guayas y 50% en las demás. Así lo declaró la presidenta del CNE, Diana Atamaint. La decisión obtuvo el rápido reconocimiento de Luis Almagro, secretario de la OEA, y del gobierno estadounidense a través de la subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung.
Pero lo que parecía claro aquel viernes no lo fue el domingo pasado, cuando Lasso publicó una carta dirigida a Atamaint en la que pedía al CNE “proclamar los resultados de la primera vuelta electoral”, señalando el carácter supralegal del acuerdo y el peligro de que el poder electoral caiga en “actos ilegales y hasta delictivos”. Añadió que Pérez podría estar intentando “fraguar un fraude” con el proceso de recuento. Todo ello provocó un cruce de acusaciones entre Lasso y Pérez en las redes sociales.
Así es cómo, en pocos días, se ha pasado de un pacto anti-correísta, objetivo compartido entre Pérez y Lasso, a una diferencia entre los candidatos que ha provocado a su vez tensiones en la misma CONAIE (organización indígena de la que es brazo político el partido Pachakutik), donde ciertos sectores se mostraron opuestos a un “acuerdo con la derecha” no consultado con las bases.
Todo el mundo se pregunta por qué Lasso ha dado marcha atrás en el proceso de recuento acordado ¿Quizás por presiones internas de sus aliados del Partido Social Cristiano? ¿Por la posibilidad real de perder su segunda posición al finalizar el recuento? En las respuestas parecen estar las claves de cómo puede evolucionar el conflicto electoral en Ecuador.
Además, se ha añadido un nuevo elemento a la contienda. El Fiscal de Colombia, Francisco Barbosa, ha estado recientemente en Quito, a petición de la Fiscal ecuatoriana, Diana Salazar, para traer “información” sobre el supuesto apoyo financiero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano a la campaña de Andrés Arauz, algo que éste ha desmentido rotundamente. Esta visita del fiscal colombiano, vinculado al gobierno de Iván Duque, ha encendido señales de alarma sobre la existencia de posibles maniobras para impedir la participación de Arauz en la segunda vuelta o ballottage del 11 de abril.
Yaku Pérez, pieza clave del conflicto ¿Quién es y qué representa?
![[Img #65924]](https://canarias-semanal.org/upload/images/02_2021/2413_6851_yaku-perez-con-el-embajador-de-eeuu.jpg)
Pérez, líder indígena del partido Pachakutik, se presenta como la verdadera opción de la izquierda en estas elecciones. Critica a Arauz y al movimiento correista por no ser lo suficientemente puros. Su partido se identifica como “ecosocialista” y alega representar a las comunidades indígenas del Ecuador. Sin embargo, su retórica izquierdista esconde unos objetivos que apuntan en dirección opuesta.
Pachakutik está estrechamente vinculado a ONGs financiadas por Washington y Estados miembros de la Unión Europea (UE). Los líderes del partido han sido adiestrados por el Instituto Nacional Demócrata (NDI por sus siglas en inglés), una filial de la CIA que opera bajo los auspicios de la NED (National Endowment for Democracy), conocido brazo injerencista de EE.UU.
Pachakutik es, como se ha dicho, la rama política del grupo indígena CONAIE, que participó en las protestas contra el ex presidente Correa, formando una alianza no declarada con la derecha oligárquica del país. De hecho, Pachakutik y la CONAIE tuvieron un destacado papel en el intento de golpe de 2010 (con apoyo estadounidense). Sin embargo, estas organizaciones no representan a todas las comunidades indígenas del Ecuador. Existen divisiones políticas significativas, y algunas organizaciones y dirigentes comunales apoyan al correismo.
Al principal candidato de la derecha en la elección de 2021, el banquero Lasso, no parecía preocuparle mucho la retórica “ecosocialista” de Peŕez, ya que declaró públicamente que si éste llegaba a la segunda vuelta electoral, le apoyaría para derrotar a los correístas. Este apoyo no sorprendió a nadie, si tenemos en cuenta que, en 2017, antes de cambiar su nombre de Carlos a Yaku, el propio Pérez apoyó la candidatura de Lasso.
Pachakutik tiene vínculos también con el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, que maneja las elecciones. El actual presidente, Lenin Moreno, tras purgar a funcionarios pro-correistas del CNE, designó a la ex miembro de la Asamblea Nacional de Pachakutik, Diana Atamaint, como presidenta de dicho Consejo, la misma que aprobó el recuento de votos que ahora está en suspenso por la retractación de Lasso.
Bajo el liderazgo de Atamaint, el CNE se ha dedicado a intentar impedir que el movimiento correísta pudiera participar libremente en las elecciones, bloqueando la candidatura a la vice-presidencia del mismo Correa e incluso prohibiendo el partido político del candidato de la izquierda, Andrés Arauz.
Antes de unirse a Pachakutik y ser nombrada como jefa del órgano electoral de Ecuador, Atamaint estuvo trabajando para el Banco Mundial, responsable de las políticas neoliberales que han devastado al sub-continente americano.
Otra figura influyente en la lucha contra el correísmo es la propia esposa de Yaku Pérez, Manuela Picq, una académica franco-brasileña firme opositora de los gobiernos progresistas de América Latina, que fue deportada por el gobierno de Correa en 2015. Su labor opositora estuvo financiada por ONGs dependientes de gobiernos occidentales.
Antes de emprender la carrera académica, Manuela Picq prestó servicios como “especialista en asuntos internacionales” para la Oficina de Relaciones Internacionales del entonces gobernador del estado de Florida, Jeb Bush. Hoy Picq es profesora de estudios latinoamericanos en el Amherst College de Estados Unidos.
Así como en Bolivia grupos autodenominados ecologistas como Extincion Rebellion colaboraron en el golpe de 2019 contra Evo Morales, ahora se deshacen en elogios con Yaku Pérez, que quiere que los ecuatorianos usen menos automóviles y planten más árboles y propone acabar con la minería del país así como restringir la extracción petrolera.
Huelga decir que Pérez apoyó el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia, lo cual le valió la oposición de buena parte de los indígenas ecuatorianos. Y asimismo aplaudió el brutal intento de golpe de estado en Nicaragua en 2018 auspiciado por Estados Unidos.
Mientras que Yaku Pérez Guartambel no tiene problema alguno en satanizar a los gobiernos izquierdistas de América Latina, tachándolos de “coloniales, etnocidas y racistas”, guarda silencio respecto a la masiva violación de derechos humanos perpetrada por los gobiernos de Washington en varias partes del mundo. Se entiende si tenemos en cuenta los estrechos vínculos que ha creado con el gigante del Norte.
Antes de lanzarse a la presidencia, Pérez fue prefecto de la provincia de Azuay, en cuya capital, Cuenca, viven comunidades enteras de norteamericanos, donde sólo se habla inglés y todo se paga en dólares. Esta fue la moneda oficial del Ecuador desde la dolarización del 2000, tras la crisis económica pilotada por el antiguo ministro de economía Guillermo Lasso, candidato de la derecha en las actuales elecciones de 2021.
En junio de 2019, justo mientras Michael J. Fitzpatrick tomaba sus credenciales como nuevo representante de la administración Trump en Ecuador, Pérez publicó su encuentro con el embajador estadounidense en Cuenca.
Estados Unidos intenta evitar a toda costa que se instale otro gobierno izquierdista en América Latina. Y en ese intento las figuras “ecosocialistas” como Yaku Pérez son títeres perfectos.
El desarrollo de los acontecimientos desde el pasado día 7 de febrero ha dejado en evidencia el punto central que comparten la mayor parte de las fuerzas políticas del Ecuador: impedir el regreso de la “revolución ciudadana” de Correa al gobierno. Es un objetivo compartido, a su vez, por el gobierno estadounidense, que actúa entre bambalinas, como quedó claro con la visita del presidente Lenín Moreno a Washington días antes de las elecciones. Allí se reunió con altos funcionarios de la Administración.
Esta confluencia de poderosas fuerzas nacionales e internacionales es la continuación de la serie de acciones emprendidas durante los últimos cuatro años contra el correísmo por el gobierno, el poder judicial, electoral y mediático, que resultaron en persecuciones, encarcelamientos, inhabilitaciones y exilios.
Pérez, que ahora denuncia fraude, podría en las próximas semanas ser parte de la alianza electoral anti-correísta con proyección gubernamental ¿La base social que votó por él apoyaría a Lasso? Es una de las varias preguntas en el aire.
Los próximos días podrían traer nuevas noticias y cambios en un país marcado por la persecución a la “revolución ciudadana”, unas instituciones cuestionadas, la interferencia de actores internacionales y la oscilación entre intentos de pactos electorales anti-correístas y giros repentinos -al menos aparentes- como el que tuvo lugar el domingo pasado.
Fuentes:
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/02/13/ecuador-recuento-de-sufragios-acuerdos-espurios-y-mas-chicanas-para-desacreditar-la-victoria-de-arauz-perez-lasso-la-cne-y-oea-en-relaciones-carnales/
https://thegrayzone.com/2021/02/08/eeuu-ecuador-yaku-perez-golpes-pachakutik/
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/02/11/ecuador-entre-la-disputa-por-el-ballottage-y-el-pacto-politico/
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/02/16/ecuador-lasso-ya-no-quiere-el-recuento-masivo-de-votos/
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El banquero Guillermo Lasso, de CREO-PSC, y el líder indígena Yaku Pérez, del partido Pachakutik, segundo y tercero respectivamente en la primera vuelta electoral, con muy escasa diferencia, acordaron el viernes posterior a los comicios pedir al Consejo Nacional Electoral (CNE) un recuento de los votos.
Yaku Pérez asegura que ha habido “un fraude descarado”, aunque no ha proporcionado ninguna prueba. Y, mientras acusa al banquero Lasso de estar implicado en dicho fraude, le invita a hacer frente común contra Arauz.
Sin la presencia de ningún otro candidato aparte de Lasso y Pérez, el CNE accedió a realizar un recuento de votos en 17 provincias del país: 100% en Guayas y 50% en las demás. Así lo declaró la presidenta del CNE, Diana Atamaint. La decisión obtuvo el rápido reconocimiento de Luis Almagro, secretario de la OEA, y del gobierno estadounidense a través de la subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung.
Pero lo que parecía claro aquel viernes no lo fue el domingo pasado, cuando Lasso publicó una carta dirigida a Atamaint en la que pedía al CNE “proclamar los resultados de la primera vuelta electoral”, señalando el carácter supralegal del acuerdo y el peligro de que el poder electoral caiga en “actos ilegales y hasta delictivos”. Añadió que Pérez podría estar intentando “fraguar un fraude” con el proceso de recuento. Todo ello provocó un cruce de acusaciones entre Lasso y Pérez en las redes sociales.
Así es cómo, en pocos días, se ha pasado de un pacto anti-correísta, objetivo compartido entre Pérez y Lasso, a una diferencia entre los candidatos que ha provocado a su vez tensiones en la misma CONAIE (organización indígena de la que es brazo político el partido Pachakutik), donde ciertos sectores se mostraron opuestos a un “acuerdo con la derecha” no consultado con las bases.
Todo el mundo se pregunta por qué Lasso ha dado marcha atrás en el proceso de recuento acordado ¿Quizás por presiones internas de sus aliados del Partido Social Cristiano? ¿Por la posibilidad real de perder su segunda posición al finalizar el recuento? En las respuestas parecen estar las claves de cómo puede evolucionar el conflicto electoral en Ecuador.
Además, se ha añadido un nuevo elemento a la contienda. El Fiscal de Colombia, Francisco Barbosa, ha estado recientemente en Quito, a petición de la Fiscal ecuatoriana, Diana Salazar, para traer “información” sobre el supuesto apoyo financiero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colombiano a la campaña de Andrés Arauz, algo que éste ha desmentido rotundamente. Esta visita del fiscal colombiano, vinculado al gobierno de Iván Duque, ha encendido señales de alarma sobre la existencia de posibles maniobras para impedir la participación de Arauz en la segunda vuelta o ballottage del 11 de abril.
Yaku Pérez, pieza clave del conflicto ¿Quién es y qué representa?
Pérez, líder indígena del partido Pachakutik, se presenta como la verdadera opción de la izquierda en estas elecciones. Critica a Arauz y al movimiento correista por no ser lo suficientemente puros. Su partido se identifica como “ecosocialista” y alega representar a las comunidades indígenas del Ecuador. Sin embargo, su retórica izquierdista esconde unos objetivos que apuntan en dirección opuesta.
Pachakutik está estrechamente vinculado a ONGs financiadas por Washington y Estados miembros de la Unión Europea (UE). Los líderes del partido han sido adiestrados por el Instituto Nacional Demócrata (NDI por sus siglas en inglés), una filial de la CIA que opera bajo los auspicios de la NED (National Endowment for Democracy), conocido brazo injerencista de EE.UU.
Pachakutik es, como se ha dicho, la rama política del grupo indígena CONAIE, que participó en las protestas contra el ex presidente Correa, formando una alianza no declarada con la derecha oligárquica del país. De hecho, Pachakutik y la CONAIE tuvieron un destacado papel en el intento de golpe de 2010 (con apoyo estadounidense). Sin embargo, estas organizaciones no representan a todas las comunidades indígenas del Ecuador. Existen divisiones políticas significativas, y algunas organizaciones y dirigentes comunales apoyan al correismo.
Al principal candidato de la derecha en la elección de 2021, el banquero Lasso, no parecía preocuparle mucho la retórica “ecosocialista” de Peŕez, ya que declaró públicamente que si éste llegaba a la segunda vuelta electoral, le apoyaría para derrotar a los correístas. Este apoyo no sorprendió a nadie, si tenemos en cuenta que, en 2017, antes de cambiar su nombre de Carlos a Yaku, el propio Pérez apoyó la candidatura de Lasso.
Pachakutik tiene vínculos también con el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, que maneja las elecciones. El actual presidente, Lenin Moreno, tras purgar a funcionarios pro-correistas del CNE, designó a la ex miembro de la Asamblea Nacional de Pachakutik, Diana Atamaint, como presidenta de dicho Consejo, la misma que aprobó el recuento de votos que ahora está en suspenso por la retractación de Lasso.
Bajo el liderazgo de Atamaint, el CNE se ha dedicado a intentar impedir que el movimiento correísta pudiera participar libremente en las elecciones, bloqueando la candidatura a la vice-presidencia del mismo Correa e incluso prohibiendo el partido político del candidato de la izquierda, Andrés Arauz.
Antes de unirse a Pachakutik y ser nombrada como jefa del órgano electoral de Ecuador, Atamaint estuvo trabajando para el Banco Mundial, responsable de las políticas neoliberales que han devastado al sub-continente americano.
Otra figura influyente en la lucha contra el correísmo es la propia esposa de Yaku Pérez, Manuela Picq, una académica franco-brasileña firme opositora de los gobiernos progresistas de América Latina, que fue deportada por el gobierno de Correa en 2015. Su labor opositora estuvo financiada por ONGs dependientes de gobiernos occidentales.
Antes de emprender la carrera académica, Manuela Picq prestó servicios como “especialista en asuntos internacionales” para la Oficina de Relaciones Internacionales del entonces gobernador del estado de Florida, Jeb Bush. Hoy Picq es profesora de estudios latinoamericanos en el Amherst College de Estados Unidos.
Así como en Bolivia grupos autodenominados ecologistas como Extincion Rebellion colaboraron en el golpe de 2019 contra Evo Morales, ahora se deshacen en elogios con Yaku Pérez, que quiere que los ecuatorianos usen menos automóviles y planten más árboles y propone acabar con la minería del país así como restringir la extracción petrolera.
Huelga decir que Pérez apoyó el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia, lo cual le valió la oposición de buena parte de los indígenas ecuatorianos. Y asimismo aplaudió el brutal intento de golpe de estado en Nicaragua en 2018 auspiciado por Estados Unidos.
Mientras que Yaku Pérez Guartambel no tiene problema alguno en satanizar a los gobiernos izquierdistas de América Latina, tachándolos de “coloniales, etnocidas y racistas”, guarda silencio respecto a la masiva violación de derechos humanos perpetrada por los gobiernos de Washington en varias partes del mundo. Se entiende si tenemos en cuenta los estrechos vínculos que ha creado con el gigante del Norte.
Antes de lanzarse a la presidencia, Pérez fue prefecto de la provincia de Azuay, en cuya capital, Cuenca, viven comunidades enteras de norteamericanos, donde sólo se habla inglés y todo se paga en dólares. Esta fue la moneda oficial del Ecuador desde la dolarización del 2000, tras la crisis económica pilotada por el antiguo ministro de economía Guillermo Lasso, candidato de la derecha en las actuales elecciones de 2021.
En junio de 2019, justo mientras Michael J. Fitzpatrick tomaba sus credenciales como nuevo representante de la administración Trump en Ecuador, Pérez publicó su encuentro con el embajador estadounidense en Cuenca.
Estados Unidos intenta evitar a toda costa que se instale otro gobierno izquierdista en América Latina. Y en ese intento las figuras “ecosocialistas” como Yaku Pérez son títeres perfectos.
El desarrollo de los acontecimientos desde el pasado día 7 de febrero ha dejado en evidencia el punto central que comparten la mayor parte de las fuerzas políticas del Ecuador: impedir el regreso de la “revolución ciudadana” de Correa al gobierno. Es un objetivo compartido, a su vez, por el gobierno estadounidense, que actúa entre bambalinas, como quedó claro con la visita del presidente Lenín Moreno a Washington días antes de las elecciones. Allí se reunió con altos funcionarios de la Administración.
Esta confluencia de poderosas fuerzas nacionales e internacionales es la continuación de la serie de acciones emprendidas durante los últimos cuatro años contra el correísmo por el gobierno, el poder judicial, electoral y mediático, que resultaron en persecuciones, encarcelamientos, inhabilitaciones y exilios.
Pérez, que ahora denuncia fraude, podría en las próximas semanas ser parte de la alianza electoral anti-correísta con proyección gubernamental ¿La base social que votó por él apoyaría a Lasso? Es una de las varias preguntas en el aire.
Los próximos días podrían traer nuevas noticias y cambios en un país marcado por la persecución a la “revolución ciudadana”, unas instituciones cuestionadas, la interferencia de actores internacionales y la oscilación entre intentos de pactos electorales anti-correístas y giros repentinos -al menos aparentes- como el que tuvo lugar el domingo pasado.
Fuentes:
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/02/13/ecuador-recuento-de-sufragios-acuerdos-espurios-y-mas-chicanas-para-desacreditar-la-victoria-de-arauz-perez-lasso-la-cne-y-oea-en-relaciones-carnales/
https://thegrayzone.com/2021/02/08/eeuu-ecuador-yaku-perez-golpes-pachakutik/
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/02/11/ecuador-entre-la-disputa-por-el-ballottage-y-el-pacto-politico/
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/02/16/ecuador-lasso-ya-no-quiere-el-recuento-masivo-de-votos/
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