¿ CARGA ALBERTO GARZÓN CON ARTILLERIA "BOLCHEVIQUE" EN CONTRA DE LAS ELÉCTRICAS?
¿"Giro copernicano bolchevique" en la política del Ministro de consumo?
Repentinamente, en la sesión parlamentaria de este miércoles, dio la sensación por un momento que el joven ministro Alberto Garzón la emprendía con duros epítetos en contra de la voracidad de las eléctricas españolas, a las que , incluso, llegó a calificar nada menos que de "oligopolios". ¿Nos encontraríamos presenciando un giro copernicano en la política subkeynesiana de Unidas Podemos? ¿ Se estarían escuchando nuevamente los sones de "¡A las barricadas!"? ¿O se trataba tan sólo de una fugaz ilusión?
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Como si en ese mismo momento se encontrara en pleno asalto al Palacio de Invierno, el ministro de consumo Alberto Garzón desplegó este miércoles toda una gruesa artillería verbal en contra de lo que él justamente denominó el “oligopolio eléctrico”. ¿Estábamos presenciando un proceso de radicalización en el joven dirigente de IU?
Por el tono y la terminología utilizada por el Coordinador de IU diríase que a poco estuvo de solicitar al Ejecutivo “progresista” la inmediata nacionalización de la Industria eléctrica española. Lamentablemente todo quedó, como era esperable, en un puro “fuego de artificios”, en una simple escenificación de una radicalidad que no se tiene.
Y es que la agria truculencia de la intervención ministerial quedó ridículamente reducida a que a partir de ahora su titular obligará a las Eléctricas a redactar de forma más sencilla las facturas de luz que hasta ahora habían venido expidiendo.
Nuestro gozo, pues, en un pozo. El gobierno “progresista” no sólo no nacionalizará la Industria eléctrica, (¿alguien pudo pasarle por la cabeza semejante osadía?), sino que ni siquiera se atreverá a reducir las astronómicas tarifas cuyo enorme volumen está dejando fuera de juego a millones de asalariados españoles.
Durante más de media hora Garzón se dedicó a explicarles a sus colegas institucionales en qué estaba consistiendo el comportamiento de las Eléctricas en el mercado. Según él, las industrias eléctricas españolas no compiten como sucede con otras empresas en un genuino mercado capitalista. Son, dijo con la firmeza que le permite su tono de voz, un oligopolio. Ellas por su cuenta, imponen los precios y conforman el mercado a su gusto.
La verdad es que la explicación hubiera podido resultar más convincente si a renglón seguido el ministro Garzón nos hubiera explicado cuáles son los inconvenientes que impiden al “gobierno progresista” proceder a modificar la estructura de este sector. ¿Lo estaría imposibilitando, por ventura, la Constitución monárquica del 78? ¿Existiría alguna normativa de la UE que coarte una intervención gubernamental en contra de la actividad depredadora que con precisión explicó el ministro ? ¿O existiría, tal vez, algún tipo de entramado fáctico del poder económico, con poder y solidas raices en todas las instituciones claves del Estado capaces de hacer imposible la modificacion de esa realidad? Si al menos el ministro nos hubiera dejado claras las referidas interrogantes, hoy tendríamos la posibilidad de saber a qué atenernos.
Con toda confianza, les diría que la intervención del actual Coordinador de IU se quedó en un puro brindis al sol, en agua de borrajas, en la que no se atrevió a pronunciarse por el incremento de la presencia estatal en ese gigantesco sector económico. La propuesta de Garzón no llegó siquiera a acercarse a la difusa línea keynesiana que realmente caracterizan a sus postulados ideologicos. Apenas dio unas superficiales pinceladas que no llegaban a alcanzar ni la categoría de “retoques”.
Si hubiera que hacer una síntesis de la intervención de Garzón en la sesión congresual de este miércoles, se podría decir con toda justeza que al ministro se le fue la “fuerza por la boca“. Un hecho, por otra parte, que al margen de otro tipo de consideraciones no hace sino poner de relieve el temblique que que les empieza a provocar a los recién llegados funcionarios institucionales de UP el creciente desasosiego y malestar que se detecta ahora en la desdibujada militancia de Unidas Podemos.
Las magras propuestas de Garzón quedaron reducidas, pues, a prometer que será perseguida “la publicidad engañosa” del sector de las Eléctricas y a que el ministro "in person" las obligará a redactar unas facturas de luz cuya comprensión esté al alcance de los consumidores.
“Toda una conquista revolucionaria”, dirán los socialdemócratas más optimistas proclives al gradualismo . Nosotros, modestamente, nos quedamos con aquello de “para ese viaje no se necesitaban estas alforjas”. Y, particularmente, cuando en el corto trayecto realizado ya hay que dar por perdidas desde la compostura política a la dignidad ideológica.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Como si en ese mismo momento se encontrara en pleno asalto al Palacio de Invierno, el ministro de consumo Alberto Garzón desplegó este miércoles toda una gruesa artillería verbal en contra de lo que él justamente denominó el “oligopolio eléctrico”. ¿Estábamos presenciando un proceso de radicalización en el joven dirigente de IU?
Por el tono y la terminología utilizada por el Coordinador de IU diríase que a poco estuvo de solicitar al Ejecutivo “progresista” la inmediata nacionalización de la Industria eléctrica española. Lamentablemente todo quedó, como era esperable, en un puro “fuego de artificios”, en una simple escenificación de una radicalidad que no se tiene.
Y es que la agria truculencia de la intervención ministerial quedó ridículamente reducida a que a partir de ahora su titular obligará a las Eléctricas a redactar de forma más sencilla las facturas de luz que hasta ahora habían venido expidiendo.
Nuestro gozo, pues, en un pozo. El gobierno “progresista” no sólo no nacionalizará la Industria eléctrica, (¿alguien pudo pasarle por la cabeza semejante osadía?), sino que ni siquiera se atreverá a reducir las astronómicas tarifas cuyo enorme volumen está dejando fuera de juego a millones de asalariados españoles.
Durante más de media hora Garzón se dedicó a explicarles a sus colegas institucionales en qué estaba consistiendo el comportamiento de las Eléctricas en el mercado. Según él, las industrias eléctricas españolas no compiten como sucede con otras empresas en un genuino mercado capitalista. Son, dijo con la firmeza que le permite su tono de voz, un oligopolio. Ellas por su cuenta, imponen los precios y conforman el mercado a su gusto.
La verdad es que la explicación hubiera podido resultar más convincente si a renglón seguido el ministro Garzón nos hubiera explicado cuáles son los inconvenientes que impiden al “gobierno progresista” proceder a modificar la estructura de este sector. ¿Lo estaría imposibilitando, por ventura, la Constitución monárquica del 78? ¿Existiría alguna normativa de la UE que coarte una intervención gubernamental en contra de la actividad depredadora que con precisión explicó el ministro ? ¿O existiría, tal vez, algún tipo de entramado fáctico del poder económico, con poder y solidas raices en todas las instituciones claves del Estado capaces de hacer imposible la modificacion de esa realidad? Si al menos el ministro nos hubiera dejado claras las referidas interrogantes, hoy tendríamos la posibilidad de saber a qué atenernos.
Con toda confianza, les diría que la intervención del actual Coordinador de IU se quedó en un puro brindis al sol, en agua de borrajas, en la que no se atrevió a pronunciarse por el incremento de la presencia estatal en ese gigantesco sector económico. La propuesta de Garzón no llegó siquiera a acercarse a la difusa línea keynesiana que realmente caracterizan a sus postulados ideologicos. Apenas dio unas superficiales pinceladas que no llegaban a alcanzar ni la categoría de “retoques”.
Si hubiera que hacer una síntesis de la intervención de Garzón en la sesión congresual de este miércoles, se podría decir con toda justeza que al ministro se le fue la “fuerza por la boca“. Un hecho, por otra parte, que al margen de otro tipo de consideraciones no hace sino poner de relieve el temblique que que les empieza a provocar a los recién llegados funcionarios institucionales de UP el creciente desasosiego y malestar que se detecta ahora en la desdibujada militancia de Unidas Podemos.
Las magras propuestas de Garzón quedaron reducidas, pues, a prometer que será perseguida “la publicidad engañosa” del sector de las Eléctricas y a que el ministro "in person" las obligará a redactar unas facturas de luz cuya comprensión esté al alcance de los consumidores.
“Toda una conquista revolucionaria”, dirán los socialdemócratas más optimistas proclives al gradualismo . Nosotros, modestamente, nos quedamos con aquello de “para ese viaje no se necesitaban estas alforjas”. Y, particularmente, cuando en el corto trayecto realizado ya hay que dar por perdidas desde la compostura política a la dignidad ideológica.































maribel santana | Jueves, 28 de Enero de 2021 a las 23:45:19 horas
Que desgracia mas grande, no les va a votar las masas a los fascistas de Vox con el panorama que tenemos???
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