EL CORONAVIRUS YA DEJÓ EN CANARIAS EL TRIPLE DE MUERTOS QUE EL ACCIDENTE DE SPANAIR
A nivel de todo el Estado los muertos equivalen a entre 365 y 520 siniestros aéreos similares
El mismo tipo de indiferencia ante la muerte que, según relatan quienes han vivido en tiempos de guerra, se llega a producir cuando los conflictos bélicos se alargan durante largos periodos de tiempo. Esto es lo que la avalancha de noticias contradictorias y terribles sobre la pandemia del coronavirus, unida a la naturalización de la misma inducida por los grandes medios de comunicación, ha llegado a provocar en casi todos nosotros (...).
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Se trata, de alguna manera, de un comprensible mecanismo de supervivencia psicológico. Sin embargo, contribuye también a una inacción y falta de respuesta crítica a la gestión de la pandemia que se traduce, finalmente, en un mayor sufrimiento para la mayoría de la población.
En Canarias, donde los índices de contagio no han alcanzado los niveles de la mayor parte de la península ibérica, el pasado fin de semana se superaba la barrera de las 500 muertes provocadas por el coronavirus.
Un mínimo esfuerzo analítico orientado a superar la "anestesia mediática" a la que estamos sometidos, basta para constatar la magnitud de la tragedia. Y es que esta cifra de fallecimientos, que hemos llegado a aceptar como si fuera "natural", significa más del triple de los muertos provocados por el terrible accidente de Spanair del año 2008.
En aquel siniestro del vuelo que, un 20 de agosto partió del aeropuerto de Barajas con rumbo Gran Canaria y que no llegó siquiera a efectuar el despegue, fallecieron un total de 154 personas. Un hecho que, con razón, como vio a toda la sociedad canaria y del resto del Estado.
Desde el comienzo de la pandemia, sin embargo, han fallecido en las Islas tantas personas como si se hubiesen siniestrado tres aviones con un resultado semejante.
Si este análisis comparativo lo realizamos a nivel estatal, el resultado es tan dramático que parece sacado del peor film apocalíptico. Según los datos oficiales ofrecidos por el gobierno de España, el número de fallecidos por Covid 19 hasta el pasado domingo 24 de enero asciende a 56.208.
Esto equivale a un accidente aéreo de la gravedad del de Spanair reiterado durante 365 días. Es decir, como si cada día, durante todo un año, explotase un avión y murieran casi todos sus pasajeros.
Pero, según el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado a finales del pasado 2020, el exceso de defunciones registradas entre el 15 de marzo de ese año, cuando comenzó oficialmente la crisis sanitaria con el primer decreto de estado de alarma, y el 27 de diciembre fue de 80.202 personas, en relación a idéntico período del año anterior.
Si tomamos esa otra cifra como referencia, ello supondría que el coronavirus, o para ser más justos, la nefasta gestión de esta pandemia desarrollada por el gobierno central y los ejecutivos autonómicos, anteponiendo los intereses económicos de una manera minoría a la salud de la población, habría dejado ya tantos muertos como 520 accidentes aéreos de la magnitud del que sufrió el Vuelo 5022 de Spanair.
Por ARTURO INGLOTT PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Se trata, de alguna manera, de un comprensible mecanismo de supervivencia psicológico. Sin embargo, contribuye también a una inacción y falta de respuesta crítica a la gestión de la pandemia que se traduce, finalmente, en un mayor sufrimiento para la mayoría de la población.
En Canarias, donde los índices de contagio no han alcanzado los niveles de la mayor parte de la península ibérica, el pasado fin de semana se superaba la barrera de las 500 muertes provocadas por el coronavirus.
Un mínimo esfuerzo analítico orientado a superar la "anestesia mediática" a la que estamos sometidos, basta para constatar la magnitud de la tragedia. Y es que esta cifra de fallecimientos, que hemos llegado a aceptar como si fuera "natural", significa más del triple de los muertos provocados por el terrible accidente de Spanair del año 2008.
En aquel siniestro del vuelo que, un 20 de agosto partió del aeropuerto de Barajas con rumbo Gran Canaria y que no llegó siquiera a efectuar el despegue, fallecieron un total de 154 personas. Un hecho que, con razón, como vio a toda la sociedad canaria y del resto del Estado.
Desde el comienzo de la pandemia, sin embargo, han fallecido en las Islas tantas personas como si se hubiesen siniestrado tres aviones con un resultado semejante.
Si este análisis comparativo lo realizamos a nivel estatal, el resultado es tan dramático que parece sacado del peor film apocalíptico. Según los datos oficiales ofrecidos por el gobierno de España, el número de fallecidos por Covid 19 hasta el pasado domingo 24 de enero asciende a 56.208.
Esto equivale a un accidente aéreo de la gravedad del de Spanair reiterado durante 365 días. Es decir, como si cada día, durante todo un año, explotase un avión y murieran casi todos sus pasajeros.
Pero, según el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado a finales del pasado 2020, el exceso de defunciones registradas entre el 15 de marzo de ese año, cuando comenzó oficialmente la crisis sanitaria con el primer decreto de estado de alarma, y el 27 de diciembre fue de 80.202 personas, en relación a idéntico período del año anterior.
Si tomamos esa otra cifra como referencia, ello supondría que el coronavirus, o para ser más justos, la nefasta gestión de esta pandemia desarrollada por el gobierno central y los ejecutivos autonómicos, anteponiendo los intereses económicos de una manera minoría a la salud de la población, habría dejado ya tantos muertos como 520 accidentes aéreos de la magnitud del que sufrió el Vuelo 5022 de Spanair.






























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