CONTUNDENTE RÉPLICA AL "ASESOR" DEL GOBIERNO QUE LLAMÓ "CUÑAO" A UN MÉDICO POR CRITICAR A FERNANDO SIMÓN (VÍDEO)

Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

   Con una tremenda contundencia le ha respondido el médico César Carballo al asesor  principal del Gobierno de Canarias en la crisis sanitaria del coronavirus, Lluís Serra Majem, que en días pasados lo calificaba  de "cuñao", por atreverse a criticar en un programa de televisión las medidas adoptadas por el Gobierno central para afrontar la pandemia.

   A través de su cuenta de twitter, como ya es costumbre en estos tiempos donde es extraño afrontar cualquier debate cara a cara con un contradictor,  Lluís Serra descalificó a Carballo porque, en su opinión, carece del conocimiento especializado necesario para opinar sobre este tema.

   El pasado jueves, Serra escribía en su cuenta personal de Twitter que le parecía:

   "un dislate que los especialistas en urgencias opinen sobre medidas de salud pública".

 "¿Se imaginan – añadía - que yo opinara sobre los protocolos en urgencias o en intensivos en televisión?".

   "¡Basta ya de cuñaos!"- concluyó, el asesor del Gobierno regional, quien también es médico, especializado en nutrición, y  catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

   La misma red social ha sido el lugar elegido por su colega Carballo  para responderle, tirando de  curriculum vitae:

   "Además de cuñao, soy médico de urgencias con 20 años de experiencia, vicepresidente de SEMES Madrid".

  Además, Carballo ha asegurado que cuenta con un "máster en gestión de urgencias y alta dirección hospitalaria" y ha "dirigido dos simulacros de catástrofes".

   Carballo, quien se ha hecho popular por sus numerosas apariciones en programas de televisión, concluyó su tuit  poniendo en valor su experiencia profesional para, de esta forma, reivindicar la validez de sus opiniones ante los medios:

  "He dirigido el protocolo de atención a pacientes con enfermedades de alta letalidad en el hospital de referencia La Paz (con más de 600 pacientes atendidos)" y "he tenido el privilegio de coordinar a 35 profesionales (a lo mejor cuñaos para usted), referencias a nivel mundial".

¿CIENTÍFICOS O BURÓCRATAS AL SERVICIO DEL DISCURSO GUBERNAMENTAL?

    Lo cierto es, en cualquier caso, que si el conocimiento sobre cualquier materia resulta imprescindible para poder opinar sobre ella, no es necesario ser ningún especialista en epidemias para tener, a estas alturas, un juicio fundado sobre  la gestión del coronavirus en el Estado español.

   Preguntado en una entrevista acerca de qué le parecía el trabajo - en ese terreno- de Fernando Simón, el asesor del gobierno de Canarias ofreció una respuesta tan corporativa que permite entender su desagrado por las críticas vertidas por su colega  César Carballo:

   "A toro pasado es fácil criticar. Hay decisiones técnicas y decisiones políticas y claramente en el caso de Simón ha habido conflicto. Pero creo que es difícil hacerlo mejor. Otras personas lo hubieran hecho peor" – afirmó.

   Sin embargo, importándole bien poco que el "especialista" oficial del Gobierno autónomo pueda calificarlos como "cuñaos", cualquier ciudadano informado acerca de este trabajo debería sentirse muy seguro al contradecirle, acudiendo simplemente a una hemeroteca que no puede dejar peor parado a Fernando Simón.

   Desde su previsión inicial sobre cuál sería la incidencia del coronavirus en España - "apenas unos casos aislados"- o su recomendación, durante meses, de que los ciudadanos no usasen mascarillas, hasta sus más recientes declaraciones sobre los responsables de la tercera ola  que estamos sufriendo, culpando a los mismos ciudadanos a los que antes se incitó a salir y consumir para "salvar la navidad", el "trabajo de Fernando Simón" resulta, objetivamente, difícil de empeorar (Ver los vídeos adjuntos y los artículos relacionados).

   Y ello sucede fundamentalmente porque, con independencia de su incuestionable ineptitud, Simón no habla ni ofrece “consejos” como científico o doctor experto en epidemias, sino como mero portavoz de las decisiones adoptadas por el Gobierno, que a su vez no ha dejado de primar los intereses económicos de unos pocos por encima de la salud de la población.

   No actúa en esta función como un científico o doctor, dispuesto a dar de forma independiente su consejo profesional, sino como burócrata al servicio del discurso gubernamental.

  Y eso, cuando se es responsable de la vida de más de 40 millones de personas, es muchísimo más grave que las opiniones que pueda expresar cualquier simple "cuñao".

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