
LA ÚLTIMA EXCUSA PARA MANTENER EN STA. CRUZ DE TENERIFE LOS MONUMENTOS FRANQUISTAS
En Canarias, hasta ocho municipios, entre los que se encuentran las dos capitales de provincia, conservan aún calles y plazas dedicada a homenajear a figuras de la dictadura franquista. Entre ellos destaca Sta. Cruz de Tenerife. En la capital tinerfeña, como en otros puntos de esta isla, son numerosas las calles dedicadas a auténticos criminales y los símbolos franquistas presentes en los edificios públicos, que los sucesivos gobiernos municipales se resisten a retirar (...).
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Aunque nadie podría determinar, a ciencia cierta, cuántos admiradores ocultos puede tener hoy en Alemania Adolf Hitler, resulta difícil imaginar que a estas alturas del 2019 se mantuvieran monumentos públicos en las ciudades de este país europeo al que fuera líder e impulsor del "nacionalsocialismo". Al fin y al cabo, los nazis perdieron la Segunda Guerra Mundial, y fueron, además, responsables de un genocidio que acabó con la vida de millones de personas.
En el Estado español, sin embargo, el pacto realizado por los gestores del Estado franquista y una oposición política claudicante dio lugar a un régimen monárquico heredero del franquismo en el que, cuarenta años después, los monumentos y reconocimientos a Franco y a connotados miembros del "Régimen anterior" continúan plagando las calles del país
En Canarias, hasta ocho municipios, entre los que se encuentran las dos capitales de provincia, conservan aún calles y plazas dedicada a homenajear a figuras de la dictadura franquista. Entre ellos destaca Sta. Cruz de Tenerife. En la capital tinerfeña, como en otros puntos de esta isla, son numerosas las calles dedicadas a auténticos criminales y los símbolos franquistas presentes en los edificios públicos, como el escudo que preside la fachada del Colegio Público C.E.I.P Miguel Pintor González, situado en la Avenida José Martí de la Avenida de Anaga.
También en la Avenida de Anaga de la capital tinerfeña se levanta, de forma desafiante, el "Monumento a su Excelencia el Jefe del Estado", popularmente conocido como el "Monumento a Franco". Se trata de una obra de Juan de Ávalos - el mismo escultor que participó en el proyecto del Valle de Los Caídos - que muestra al dictador con una espada, sobre un ángel volando con las alas extendidas, en representación del avión Dragon Rapide, en el que partió Francisco Franco para iniciar el golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil Española. Ni que decir tiene, que todas las reclamaciones para que este monumento a la dictadura sea retirado han sido sistemáticamente ignoradas por las instituciones tinerfeñas.
Ni las denuncias públicas de activistas sociales, ni la denuncia formal interpuesta hace más de 3 años por el abogado Eduardo Ranz, han impedido a los sucesivos gobiernos municipales mantener, más de cuarenta años después de la muerte del dictador, estas obras de exaltación del franquismo, incumpliendo flagrantemente la llamada Ley de Memoria Histórica.
Ahora, sin embargo, el coronavirus se ha convertido en la última excusa esgrimida por el gobierno encabezado por José Manuel Bermúdez - de Coalición Canaria - para "aparcar" la eliminación de estos símbolos.
La concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, la también “nacionalista” Gladis de León, ha anunciado que "para 2021 no hay ninguna acción prevista al respecto, porque “este asunto, y ante la situación de crisis en la que nos encontramos por la pandemia del coronavirus Covid-19, ahora mismo no es una prioridad”.
En el verano de 2019, el Consistorio tinerfeño recibió el estudio que encargó en julio de 2018, por 60.000 euros, al equipo de investigación dirigido por la catedrática Isabel Navarro y formado por el especialista en Historia de la Posguerra Ricardo Guerra; el licenciado en Sociología por la Universidad de La Laguna y doctorando en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Barcelona Dailo Barco; y por la doctoranda del Programa de Artes y Humanidades de la ULL Dácil Perdigón.
Según dicho estudio, Santa Cruz hay una treintena de calles de esta ciudad que incumplen la Ley de Memoria Histórica, así como algunos colegios, monumentos, esculturas, bustos, escudos y denominaciones de edificios y espacios urbanos, como el Mercado Nuestra Señora de África. Y con respecto al polémico monumento a Franco situado en la avenida de Anaga, las conclusiones del estudio son claras y contundentes, indicando que este debe ser retirado.
La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife, Mercedes Pérez Schwartz, ha declarado recientemente que dicho monumento debe ser eliminado ya.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Aunque nadie podría determinar, a ciencia cierta, cuántos admiradores ocultos puede tener hoy en Alemania Adolf Hitler, resulta difícil imaginar que a estas alturas del 2019 se mantuvieran monumentos públicos en las ciudades de este país europeo al que fuera líder e impulsor del "nacionalsocialismo". Al fin y al cabo, los nazis perdieron la Segunda Guerra Mundial, y fueron, además, responsables de un genocidio que acabó con la vida de millones de personas.
En el Estado español, sin embargo, el pacto realizado por los gestores del Estado franquista y una oposición política claudicante dio lugar a un régimen monárquico heredero del franquismo en el que, cuarenta años después, los monumentos y reconocimientos a Franco y a connotados miembros del "Régimen anterior" continúan plagando las calles del país
En Canarias, hasta ocho municipios, entre los que se encuentran las dos capitales de provincia, conservan aún calles y plazas dedicada a homenajear a figuras de la dictadura franquista. Entre ellos destaca Sta. Cruz de Tenerife. En la capital tinerfeña, como en otros puntos de esta isla, son numerosas las calles dedicadas a auténticos criminales y los símbolos franquistas presentes en los edificios públicos, como el escudo que preside la fachada del Colegio Público C.E.I.P Miguel Pintor González, situado en la Avenida José Martí de la Avenida de Anaga.
También en la Avenida de Anaga de la capital tinerfeña se levanta, de forma desafiante, el "Monumento a su Excelencia el Jefe del Estado", popularmente conocido como el "Monumento a Franco". Se trata de una obra de Juan de Ávalos - el mismo escultor que participó en el proyecto del Valle de Los Caídos - que muestra al dictador con una espada, sobre un ángel volando con las alas extendidas, en representación del avión Dragon Rapide, en el que partió Francisco Franco para iniciar el golpe militar que desencadenaría la Guerra Civil Española. Ni que decir tiene, que todas las reclamaciones para que este monumento a la dictadura sea retirado han sido sistemáticamente ignoradas por las instituciones tinerfeñas.
Ni las denuncias públicas de activistas sociales, ni la denuncia formal interpuesta hace más de 3 años por el abogado Eduardo Ranz, han impedido a los sucesivos gobiernos municipales mantener, más de cuarenta años después de la muerte del dictador, estas obras de exaltación del franquismo, incumpliendo flagrantemente la llamada Ley de Memoria Histórica.
Ahora, sin embargo, el coronavirus se ha convertido en la última excusa esgrimida por el gobierno encabezado por José Manuel Bermúdez - de Coalición Canaria - para "aparcar" la eliminación de estos símbolos.
La concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, la también “nacionalista” Gladis de León, ha anunciado que "para 2021 no hay ninguna acción prevista al respecto, porque “este asunto, y ante la situación de crisis en la que nos encontramos por la pandemia del coronavirus Covid-19, ahora mismo no es una prioridad”.
En el verano de 2019, el Consistorio tinerfeño recibió el estudio que encargó en julio de 2018, por 60.000 euros, al equipo de investigación dirigido por la catedrática Isabel Navarro y formado por el especialista en Historia de la Posguerra Ricardo Guerra; el licenciado en Sociología por la Universidad de La Laguna y doctorando en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Barcelona Dailo Barco; y por la doctoranda del Programa de Artes y Humanidades de la ULL Dácil Perdigón.
Según dicho estudio, Santa Cruz hay una treintena de calles de esta ciudad que incumplen la Ley de Memoria Histórica, así como algunos colegios, monumentos, esculturas, bustos, escudos y denominaciones de edificios y espacios urbanos, como el Mercado Nuestra Señora de África. Y con respecto al polémico monumento a Franco situado en la avenida de Anaga, las conclusiones del estudio son claras y contundentes, indicando que este debe ser retirado.
La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife, Mercedes Pérez Schwartz, ha declarado recientemente que dicho monumento debe ser eliminado ya.
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