EN EL HORIZONTE UNA GUERRA POR LOS RECURSOS DE LA LUNA
Cuando las grandes potencias y las poderosas empresas privadas intentan explotar los mismos recursos
Una parte de la comunidad científica afirma que ya a mediados del presente siglo XXI el satélite terrestre puede convertirse en un ente de fricción entre varias potencias, por los recursos minerales de la luna necesarios para la construcción de una base lunar. Nadie puedes ser dueño de la luna, pero hay “libertad” para usarla, ¿pero, cómo se conseguirá el equilibrio para evitar conflictos?.
Por JOSÉ MELQUIADES PARA CANARIAS SEMANAL. ORG.-
Aunque el interés por volver a la Luna tiene una aparente motivación política su estímulo de fondo es comercial. Política y dinero de la mano. Es decir, capitalismo.
Por ese interés que muchos poderes muestran por nuestro satélite natural crecen también las probabilidades de que se produzca un choque de intereses.
Así lo han reconocido científicos del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian:
"la búsqueda de recursos de la Luna podría desatar nuevas tensiones políticas y económicas, o incluso conflictos en la Tierra”.
La advertencia de los investigadores tiene como base un estudio publicado en la revista Transactions of the Royal Society, en el que se afirma que muchos de “los recursos útiles y valiosos en la Luna se concentran en un número modesto de regiones que son bastante pequeñas y se ubican a pocos kilómetros unos de otros. De esta manera, sin políticas o acuerdos internacionales entre países es posible que se desaten disputas en el futuro”.
Según recalcó, Martin Elvis, principal investigador del estudio, "mucha gente piensa del espacio como un lugar de paz y armonía entre las naciones. El problema es que no hay una ley para regular quién puede usar los recursos, y hay un número significativo de agencias espaciales y otros en el sector privado que intentan a aterrizar en la Luna en los próximos cinco años".
Para los especialistas, lo que sucede es que recursos como el agua y el hierro son importantes, porque permitirán realizar investigaciones futuras y lanzar misiones desde la Luna y "no quieres llevar recursos desde la Tierra para el apoyo de la misión, preferirías obtenerlos de la Luna. El hierro es importante si quieres construir cualquier cosa en la Luna, sería absurdamente costoso transportar hierro a la Luna".
Por su parte, Tony Milligan, coautor del estudio, señaló que "desde que las muestras de roca lunar devueltas por el programa Apollo indicaron la presencia de helio-3, la Luna se ha convertido en uno de los varios recursos estratégicos".
Para muchos, no hay razones para alarmarse ya que existen algunos acuerdos al respecto, como el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, de 1967, que prohíbe la apropiación nacional por reivindicación de soberanía, y los Acuerdos Artemis, de 2020, que destacan la exploración pacífica, la transparencia de las actividades y la coordinación. Lo que sucede, en opinión de los autores de la investigación, es que ninguno de esos convenios está destinado a una protección sólida de recursos.
Y es cierto, la Luna no es propiedad de ningún país. Pero eso no garantiza nada cuando los intereses económicos de las principales superpotencias y empresas privadas que quieren beneficiarse de los recursos lunares llegan a chocar.
Por JOSÉ MELQUIADES PARA CANARIAS SEMANAL. ORG.-
Aunque el interés por volver a la Luna tiene una aparente motivación política su estímulo de fondo es comercial. Política y dinero de la mano. Es decir, capitalismo.
Por ese interés que muchos poderes muestran por nuestro satélite natural crecen también las probabilidades de que se produzca un choque de intereses.
Así lo han reconocido científicos del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian:
"la búsqueda de recursos de la Luna podría desatar nuevas tensiones políticas y económicas, o incluso conflictos en la Tierra”.
La advertencia de los investigadores tiene como base un estudio publicado en la revista Transactions of the Royal Society, en el que se afirma que muchos de “los recursos útiles y valiosos en la Luna se concentran en un número modesto de regiones que son bastante pequeñas y se ubican a pocos kilómetros unos de otros. De esta manera, sin políticas o acuerdos internacionales entre países es posible que se desaten disputas en el futuro”.
Según recalcó, Martin Elvis, principal investigador del estudio, "mucha gente piensa del espacio como un lugar de paz y armonía entre las naciones. El problema es que no hay una ley para regular quién puede usar los recursos, y hay un número significativo de agencias espaciales y otros en el sector privado que intentan a aterrizar en la Luna en los próximos cinco años".
Para los especialistas, lo que sucede es que recursos como el agua y el hierro son importantes, porque permitirán realizar investigaciones futuras y lanzar misiones desde la Luna y "no quieres llevar recursos desde la Tierra para el apoyo de la misión, preferirías obtenerlos de la Luna. El hierro es importante si quieres construir cualquier cosa en la Luna, sería absurdamente costoso transportar hierro a la Luna".
Por su parte, Tony Milligan, coautor del estudio, señaló que "desde que las muestras de roca lunar devueltas por el programa Apollo indicaron la presencia de helio-3, la Luna se ha convertido en uno de los varios recursos estratégicos".
Para muchos, no hay razones para alarmarse ya que existen algunos acuerdos al respecto, como el Tratado sobre el espacio ultraterrestre, de 1967, que prohíbe la apropiación nacional por reivindicación de soberanía, y los Acuerdos Artemis, de 2020, que destacan la exploración pacífica, la transparencia de las actividades y la coordinación. Lo que sucede, en opinión de los autores de la investigación, es que ninguno de esos convenios está destinado a una protección sólida de recursos.
Y es cierto, la Luna no es propiedad de ningún país. Pero eso no garantiza nada cuando los intereses económicos de las principales superpotencias y empresas privadas que quieren beneficiarse de los recursos lunares llegan a chocar.





























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