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Lunes, 12 de Octubre de 2020 Tiempo de lectura:

ESPAÑA: EL CAOS AL FINAL DEL TÚNEL

"Tenemos por delante una guerra civil con dos políticos estúpidos al frente y el enemigo en la retaguardia"

Impotente en su lucha contra la pandemia reinante, España entera asiste estupefacta -escribe el coronel Amadeo Martínez Inglés - a una nueva, suicida, grotesca guerra política a muerte entre los dos grandes partidos del arco parlamentario nacional (...).

 

POR AMADEO MARTÍNEZ INGLÉS PARA CANARIAS SEMANAL

 

      Impotente en su lucha contra la pandemia reinante debido prioritariamente a la inoperancia de su Gobierno y a la falta de una estrategia adecuada de previsión y confrontación, con la seria perspectiva de una crisis económica galopante a la vuelta de la esquina y con la ciudadanía exhausta y al borde de la explosión social, España entera asiste estupefacta a una nueva, suicida, grotesca guerra política a muerte entre los dos grandes partidos del arco parlamentario nacional que, de no neutralizarse pronto, acabará por llevarla al caos más absoluto.

 

 

 

     Pues sí, sí, amigos, en estos momentos España se encuentra en un peligrosísimo impase político, económico, social e institucional en espera del maná que nos debe llegar de Europa. Apatía, dejadez, abulia política y social, confinamientos masivos, cansancio colectivo sin visos de victoria… todo un delirante escenario que de no dejarse atrás enseguida de la mano de un fuerte liderazgo de emergencia o salvación nacional (que, de momento, no se vislumbra por ninguna parte) puede llevarla a un desastre histórico sin precedentes

 

    Y es que si en su larga lucha contra el virus letal que la atenaza desde hace meses continúa con los planteamientos estratégicos actuales (una defensiva a ultranza, bunkerizada, sin planificar adecuadamente, sin moral colectiva, sin voluntad de vencer, sin medios adecuados, sin información fehaciente, sin libertad de acción y a expensas de la actuación libre y arbitraria de su mortal adversario…) es altamente improbable que a corto o medio plazo  logre alcanzar la victoria definitiva que ya se permitió cantar a últimos de junio pasado, con irresponsabilidad manifiesta, el nada visionario “conductor” de La Moncloa. Más cerca está, desgraciadamente y con mucha más probabilidad de que suceda al haberse descentralizado irresponsablemente el mando supremo operativo de la reacción anti covid, de tener que asimilar una humillante derrota (a día de hoy nuestros muertos superan los cincuenta mil, una de las cifras más altas del mundo, los contagios siguen fuera de control y el colapso sanitario todavía no puede descartarse en absoluto en el corto o medio plazo) que acabe generando unos inasumibles daños colaterales en los sectores económico, social e institucional de la nación. Todo ello como consecuencia lógica a tanto desatino de sus dirigentes.

 

    Porque (y el lector me va a permitir que saque a colación mis conocimientos profesionales de los que tuve que dar puntual cuenta en mi etapa de profesor de Historia Miliar y Estrategia en la Escuela de Estado Mayor) según los parámetros propios de la Estrategia General Operativa y Logística (desconocidos y por supuesto no aplicados por el Gobierno español), en principio de origen castrense pero que se han insertado después  intensamente en el moderno actuar de la Política, la Economía, la Sociología y en todo tipo de relaciones humanas más o menos conflictivas, España, desgraciadamente, podría haber entrado ya, después de no haber cumplimentado satisfactoriamente las tres anteriores, en la penúltima fase de las cinco que, según los manuales de altos estudios militares para la resolución de crisis o catástrofes de naturaleza global, si no se aplican correctamente en todos sus extremos llevan directamente a la derrota y al caos.

 

      Y es que la gestión de todas las crisis de tipo catastrófico que se producen en el variopinto mundo en el que vivimos, incluidas las guerras (y nuestro ínclito presidente del Gobierno de entrada y con cierta intuición tachó desde el principio de “guerra” el brutal asalto del covid-19) siempre, siempre, debe estar en manos de expertos, de estudiosos, de prospectores, de estrategas, de comités de dirección, de estados mayores (reales, no virtuales como en España) trabajando veinticuatro horas al día, codo con codo, con precisión absoluta, junto a los líderes supremos que deben en última instancia asumirlas y resolverlas de acuerdo al bien común de sus ciudadanos. Nunca de ignorantes, advenedizos, indocumentados, sectarios, asesores de medio pelo, vividores del erario público, caraduras de los telediarios…etc, etc, por mucho que estén anclados junto a las poltronas del poder político y se las den, encima, de científicos.

 

 

     Continúo, amigos, con el pequeño discurso mitad profesional mitad visceral que acabo de poner negro sobre blanco, después de haberos alertado inicialmente sobre la nueva guerra Sánchez/Ayuso que nos ha vuelto a meter a los madrileños otra vez en casita. Y en primer lugar quiero dejaros constancia de la perplejidad que se ha apoderado de mí  desde hace meses al ser testigo durante días y días, semanas y semanas, meses y meses de la enorme falta de liderazgo, escasa dirección operativa, inadecuada dirección de los medios necesarios y nula coordinación institucional de las que ha hecho gala el Gobierno de la nación en su desgraciado enfrentamiento bélico con el sutil enemigo vírico en presencia; y ¡cómo no! al ser consciente también del malestar endémico que sufre a día de hoy prácticamente la totalidad del cuerpo social español que lleva ya mucho tiempo metido hasta las cejas en una crisis global, total, casi casi existencial, y que, para más inri, nadie sabe cómo ha sido.

 

      Porque sí, parece que nadie lo sabe a ciencia cierta. No lo sabe ni la sabihonda OMS que a través de una de sus altas “expertas” lo confesó públicamente hace escasos días; ni tampoco la mayoría (por no decir todos) de los políticos españoles que todavía dirigen este país desde el conglomerado nuboso de su ignorancia ultra supina;  ni muchos epidemiólogos de revista o entrevista ad hoc que nadie sabe de dónde han salido y que se ponen medallas de sabiduría (sin quitarse la mascarilla, por supuesto) cuando siguen más despistados que una cabra en un garaje; ni los pobres empresarios (pequeños, medianos y grandes) que verdaderamente sufren la masacre económica propiciada alocadamente por el autócrata de medio pelo que todavía mantenemos en La Moncloa (cuando no está en el Falcón o en Bruselas, cosas ambas que le gustan a rabiar) que sin encomendarse a dios ni al diablo decretó él solito la muerte económica de España entera por el artero procedimiento de encerrar en sus búnkeres a millones de españolitos;  ni tampoco lo saben ¡faltaría más! la mayoría de los denominados líderes sociales de este país que, con sus gargantas colonizadas por sus propios testículos, proclaman a diario a través de sus monstruosos tapabocas que algo habrá que hacer (ellos no saben qué) antes de que sea demasiado tarde…

 

      ¿Tarde para qué? Si ya somos los tontos, los gilipollas (con perdón) del mundo entero o, por lo menos, así nos ve cualquier probo ciudadano extranjero cuando por fin, con dificultad manifiesta, logra aterrizar en este bendito país: ¡Pobre España, Pero ¿qué os pasa? ¿Por qué tantos muertos? ¿Por qué tanto confinamiento? ¿Cuándo vais a salir de ésta?

 

 ¡LÓGICO, LOS DE FUERA TAMBIÉN QUIEREN SABER IGUAL QUE TODOS LOS ESPAÑOLES… PERO DEBERÍAN PREGUNTÁRSELO AL AUTÓCRATA DE LA MONCLOA Y A SUS DOS ESTÚPIDOS PRESENTADORES TELEVISIVOS: EL “MINISTRO/FILÓSOFO”, QUE SE CREE EL AMO DEL MUNDO DECRETANDO CONFINAMIENTOS QUE LUEGO LE TUMBAN LOS JUECES Y “EL SABIO DE LA VOZ CAVERNOSA” QUE PRESIDE UN ENTE MUY CONOCIDO POR SUS SIGLAS EN ESPAÑOL: EL “CCAES”. ¿Qué coño es y donde está eso?

 

 ESTOS DOS PERLAS DE LA PLANIFICACIÓN, (ELLOS DOS SOLITOS PUESTO QUE EL FANTASMAL COMITÉ DE EXPERTOS MONCLOVITAS NUNCA EXISTIÓ, FUE UNA TOMADURA DE PELO) HAN CONFORMADO DURANTE MESES Y SIGUEN DALE QUE TE PEGO ¡LECHE! EL INDOCUMENTADO Y PELANDUSCO ESTADO MAYOR DEL PRESIDENTE SÁNCHEZ EN SU LARGA LUCHA A MUERTE CONTRA EL VIRUS ASESINO.

 

 ESTRAÑA PAREJA DE MARIONETAS DEL PODER QUE EN CUALQUIER PAÍS DEL MUNDO HACE TIEMPO QUE ESTARÍAN PINTANDO OBSCENIDADES EN LAS PAREDES DE CUALQUIER PRISIÓN DE MÍNIMA SEGURIDAD (¡SON TAN TONTOS COMO PARA LLEVARLOS A UNA DE MÁXIMA!) PERO QUE, CON SUS MENTIRAS, SU PALABRERÍA HUECA, SUS IMPREVISIONES, SUS IMPRUDENCIAS, SUS ERRORES Y SU NEGLIGENCIA PROFESIONAL, NOS HAN LLEVADO A LOS CIUDADANOS DE ESTE PAÍS A LA ACTUAL SITUACIÓN DE AUTÉNTICA GUERRA POLÍTICA ENTRE EL GOBIERNO DE LA NACIÓN Y EL DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID. ALGO VERDADERAMENTE INSÓLITO Y DEPRIMENTE EN UN PAÍS DESARROLLADO Y DEMOCRÁTICO COMO ESPAÑA QUE SE VE ABOCADA AL CAOS MÁS ABSOLUTO.  ¡Y TODAVÍA QUEDA LO PEOR, LA ARREMETIDA DEL TSUNAMI ECONÓMICO!

 

      Una guerra, esta ridícula nueva “guerra civil”, a todas luces visceral, promovida en última instancia por un presidente del Gobierno nervioso, cansado, deprimido, anonadado por tener que enfrentarse a un gravísimo problema sanitario nacional para el que no está, ni ha estado nunca, suficientemente preparado, cuestionado a estas alturas por propios y extraños y que no dispone a día de hoy de suficiente poder parlamentario para seguir mucho tiempo en su poltrona si no es con apoyos externos muy caros y sectarios. Y que tiene en el campo contrario un jefe de la Oposición anodino, melifluo, sibilino, soporífero, cobarde, despreciado también por sus lugartenientes y sin poder real tampoco para apear del Gobierno a su visceral enemigo a pesar de la inestable situación parlamentaria de éste.

 

¡MENUDA GUERRA LA QUE TENEMOS POR DELANTE, AMIGOS! UNA GUERRA CIVIL, CON DOS POLÍTICOS ESPÚPIDOS AL FRENTE Y EL VERDADERO ENEMIGO (EL COVID-19) EN LA RETAGUARDIA. ¡DIOS NOS COJA CONFESADOS! OS LO DICE ALGUIEN QUE LAS CONOCE BIEN: “CUANDO EN UNA GUERRA SE VA PERDIENDO LA CULPA NUNCA ES DEL ENEMIGO. LA CULPA ES DEL GENERAL QUE PIERDE…”

 

 

(*) Amadeo Martínez Inglés es Coronel del Ejército,Escritor e Historiador    

 

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