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Jueves, 17 de Septiembre de 2020 Tiempo de lectura:

POR LA VIDA Y EL TRABAJO: UNIFIQUEMOS LAS LUCHAS

Enfermedad y crisis capitalista van unidas, así como la defensa de la vida y del empleo deben irlo también

Las agresiones a la clase trabajadora van a dar un salto cualitativo por la mano ejecutora del gobierno de turno del capital. Toda lucha que desvincule la protesta de un colectivo de la del conjunto de la clase estará condenada al fracaso o a recoger solo unas conquistas muy provisionales que mañana se perderán ante nuevos ajustes, recortes y chantajes...

 Por ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNISTA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

 

   1 .-Estado de la cuestión

 

   La COVID-19 ha destruido no solo vidas, sino también empleo. En el ámbito sanitario el efecto ha sido devastador. A los recortes en sanidad de los últimos diez años se han sumado los efectos de la deslocalización industrial. Eso explica que países de la UE o los propios EE.UU., carecieran durante los primeros meses de mascarillas, guantes o respiradores. Ante la ausencia de medios, no quedó más protección frente al contagio que el confinamiento, que, aunque eficaz, paralizó la economía.

 

 

   La segunda oleada de la pandemia ha llegado antes del otoño. Si bien sus efectos no son tan dañinos en comparación con el golpe de marzo, las cifras de contagios crecen en todo el país. Durante el verano la inacción de las administraciones ha sido absoluta, tomándose ciertas medidas solo cuando saltaban las alarmas. La ausencia de previsión ha sido notoria en el caso de la vuelta a clase, y no se han diseñado planes de contingencia ante previsibles rebrotes. No se han aprovechado estos meses para reconstruir la sanidad. Los cruces de acusaciones y el sensacionalismo han mostrado su eficacia para ocultar el nulo interés en aumentar el gasto en servicios públicos, punto central de cualquier medida preventiva realmente efectiva.

 

 

   2.-El capital y sus gobiernos apuestan por sacrificar la salud al beneficio empresarial.

 

   Los trabajadores necesitamos defender salud y empleo. La consigna no declarada de los partidos parlamentarios y de la patronal en la “nueva normalidad” parece ser la de mantener la actividad económica, asumiendo la compatibilidad de cierto número de muertos y enfermos, con el objetivo de recuperar el beneficio capitalista. Sólo que padecimientos y muertes caerán fundamentalmente sobre la clase trabajadora, y el cuidado de enfermos y dependientes sobre los hombros de su mitad femenina.

 

 

   Eso mientras se nos lanzan mensajes del tipo de “Este virus lo paramos unidos”, como si el coste de la devastación recayese por igual sobre capitalistas y trabajadores. Si la cifra oficial de muertes en España por COVID-19 supera las 29.000 personas, la paralización de la economía nacional ha llevado al paro a una cifra próxima al millón de asalariados; eso sin contar la economía sumergida y a los afectados por ERTEs, que no figuran en la lista del SEPE. El descenso de la economía española de junio de 2019 a junio de 2020 ha sido de un 22.1%, el mayor de nuestra historia en tiempos de paz.

 

 

   Para el Espacio de Encuentro Comunista enfermedad y crisis capitalista, en esta etapa, van unidas, así como defensa de la vida y del empleo deben irlo también. Baste decir que, a 31 de agosto de este año, desde el fin del Estado de Alarma, el 15,5% de los brotes de coronavirus se han producido en el ámbito laboral, sin contar los contagios producidos en los desplazamientos al trabajo.

 

 

   Es muy significativo que la mayor parte de los brotes detectados en los barrios se centren en aquellos con menores ingresos, donde el hacinamiento en los hogares, la dependencia del transporte público y el predominio de oficios que no permiten el teletrabajo hacen más difícil lograr la distancia física que en los barrios de mayor nivel social.

 

 

   Frente a la pobreza extendida nos encontramos con que la medida estrella del gobierno, el Ingreso Mínimo Vital (IMV), ha sido un engaño. No solo por su raquítica dotación, o porque su carácter no contributivo deja unas pensiones futuras de miseria; sino porque a 3 meses de su arranque, de los 850.000 teóricos perceptores, prácticamente no lo ha cobrado nadie.

 

 

   Hacia finales del pasado mes de agosto aún había más de 150.000 trabajadores en ERTE que no habían cobrado su retribución. Veremos en breve cuántos de esos ERTEs se convierten en despidos masivos, si la clase trabajadora lo permitimos.

 

 

   El gobierno está filtrando a los medios los nuevos pasos previstos en su ataque a las pensiones, centrados en la elevación de la edad efectiva de jubilación a los 67 años y en el aumento del número de años con el que calcular su importe. La ministra de Trabajo, en su borrador sobre la futura ley del teletrabajo, ha eliminado la anterior referencia a que “todos los costes” corren a cargo de la em-presa. Ahora se limita a descargar en la negociación colectiva la posibilidad de establecer un mecanismo de compensación de los gastos del trabajador.

 

 

   Las agresiones a la clase trabajadora van a dar un salto cualitativo. Los servicios públicos que alivian la sobrecarga de trabajo que sufren sobre todo las mujeres de nuestra clase (ambulatorios, guarderías, centros de día, becas de comedor...) sufrirán más recortes y deterioro. A través de nuevas legislaciones favorables a los intereses de acumulación del capital y por la presión de los empleadores, serán millones los trabajadores y trabajadoras que se verán abocados a jugarse la vida y la salud, saliendo a trabajar sin las necesarias garantías de seguridad con tal de no perder el empleo.

 

 

   3.-Las agresiones no son a sectores concretos. Afectan a toda la clase

 

 

   Desde el fin del Estado de Alarma se han producido algunos llamamientos a huelgas y protestas laborales, movilizaciones de pensionistas, manifestaciones a cargo de familiares de personas mayores. Son luchas comprensibles a las que hay que dar apoyo porque nacen de la precariedad salarial y de las condiciones de trabajo y/o de la necesidad de proteger la salud de los trabajadores o de aquellos a los que prestan sus servicios. Pero es necesario trasladar y ahondar en la idea de que toda lucha parcial y particular que desvincule la protesta de un colectivo de la del conjunto de la clase, que entienda solo la cuestión de la salud o solo la del salario mensual, que se desvincule de las pensiones o de las prestaciones de desempleo, que no sea capaz de integrar la generalidad de los intereses de la clase trabajadora, estará condenada al fracaso o a recoger unas conquistas inestables que se perderán en la siguiente ronda de ajustes por parte del capital y de sus gobiernos de turno.

 

 

   Partiendo de esta base, en el Espacio de Encuentro Comunista planteamos la necesidad de presentar y difundir reivindicaciones concretas de la clase trabajadora, porque solo desde una perspectiva inserta en lo que realmente le afecta (salud, empleo, salario, desempleo, pensiones, servicios sociales) es posible elevar su nivel de conciencia hacia la comprensión de que su defensa y su conquista choca inevitablemente con la lógica del beneficio capitalista.

 

 

   El Espacio de Encuentro Comunista plantea las siguientes reivindicaciones:

 

 

   • Trabajar por la confluencia de sectores y colectivos en una jornada de lucha común, entendiendo esta jornada como punto de partida de un proceso que prepare la huelga general. Solo la huelga general de trabajadores activos, desempleados, pensionistas e irregulares puede dotar las demandas de clase el alcance político al que las movilizaciones parciales no llegan.

 

   • Toda lucha desde sectores de nuestra clase que necesariamente deba darse de forma parcial debe ser apoyada por el resto de la misma. Cualquiera de sus luchas es nuestra lucha.

 

   • La salud no se vende, se defiende. Medidas de protección y prevención en todos los centros de trabajo. Exigencia al gobierno de su vigilancia y sanción cuando no se produzca. En el transporte público, el que utiliza fundamentalmente la clase trabajadora, medidas de seguridad y prevención que minimicen al máximo las posibilidades de contagio.

 

   . Fin de los contratos temporales, en fraude de ley, que cubren suplencias de días e incluso horas, y que el personal sanitario femenino y las limpiadoras arrastran durante décadas.

 

   • Incorporación de medios técnicos y humanos a la sanidad de titularidad y gestión pública a nivel nacional hasta hacer compatible la prevención y el normal tratamiento de las enfermedades habituales con los casos de coronavirus.

 

   • Mantenimiento de los ERTEs el tiempo que sea necesario hasta la recuperación de la actividad en las empresas afectadas.

 

   • Pensión mínima igual al salario mínimo.

 

  • Ninguna prestación por desempleo debe ser inferior al salario mínimo, y todas cotizarán para la jubilación. Ello incluye tanto la contributiva, como la de subsidio y la de mayores de 52 años.

 

  • Las prestaciones sociales de la Seguridad Social volverán a estar calculadas respecto al salario mínimo, y no respecto al IPREM introducido por Zapatero. Serán gestionadas a nivel estatal y tendrán la garantía y suficiencia económica del Estado.

 

  • No a la separación de fuentes del Pacto de Toledo.

 

  • No a la separación de las prestaciones contributivas y no contributivas en la Seguridad Social.

 

  • No a transferir la gestión del IMV a comunidades autónomas o ayuntamientos.

 

  • Agilización y resolución inmediata de las solicitudes del IMV.

 

  • Ningún desempleado (regular o irregular) debe quedar sin prestaciones. Nativa o extranjera, somos la misma clase obrera.

 

 • No a la derivación de ninguna gestión o asistencia social al tercer sector (ONG). La solidaridad no puede ser gestionada por voluntariado laico o religioso.

 

 • No a la legalización de la prostitución como “un trabajo más” y de los vientres de alquiler, que se dirigen especialmente a la explotación de los cuerpos y capacidad reproductiva de las mujeres de nuestra clase.

 

  • Demandamos inversión en la modernización de unos centros educativos obsoletos y deteriorados tras la privatización de los servicios de mantenimiento, limpieza y cocina, así como la creación de nuevos centros educativos públicos queden cobertura a toda la población en edad escolar. No a la educación concertada.

 

   No os lamentéis, organizaos.

 

 

Puedes leer el texto completo en la dirección:

https://encuentrocomunista.org/articles/por-la-vida-y-el-trabajo-unifiquemos-las-luchas/

 

 

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