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Miércoles, 27 de Mayo de 2020 Tiempo de lectura:

LE PROPINAN ENORME PALIZA POR PONER UNA BANDERA REPUBLICANA EN SU CASA EN DUELO POR LA MUERTE DE ANGUITA

Un grupo de ultraderechistas invadió su casa, aporreándolo brutalmente

El pasado fin de semana constituyó una auténtica jornada de euforia para las huestes ultraderechistas del barrio madrileño de Salamanca. Pero sus emociones no quedaron cercadas en Madrid. A varios centenares de kilómetros de la capital, en Granada, Javier Cuesta, un acordeonista recibió una brutal paliza por ondear en la ventana de su habitación una bandera tricolor republicana, como signo de duelo por la reciente muerte de Julio Anguita.

 

 POR DANIEL NEMO PARA CANARIAS SEMANAL

 

    El pasado sábado, 23 de mayo, las huestes ultraderechistas españolas estaban eufóricas.  Fue el día en el que los llamados "cayetanos" de los barrios madrileños, en los que la densidad numérica de la marca "Mercedes" es la más alta de todo el país, decidieron quitarse el moño y echarse a la calle a protestar en contra del supuesto gobierno "social comunista", (¡qué más quisiera uno que así fuera!) que, según ellos, les está robando su "libertad" con terribles medidas de confinamiento que, de manera autoritaria  les impiden, (¡a ellos, nada menos!), jugar al golf y chupetear ávidamente la correspondiente horchata vespertina de cada día en sus selectos clubes.

 

   La euforia no sólo  envolvió y revolvió aquel desfile automovilístico fantasmagórico -con choferes incluidos-  de los distinguidos señoritos de la capital del  Reino, sino que llegó a alcanzar algunas proyecciones  explosivas  en la periferia.

 

 

   Javier Cuesta es un trabajador granadino, -("¡en Granada lo [Img #62537]mataron aquella noche negra de un domingo!"), que vive en el barrio de Figares, al sur de la capital de esa provincia. Combina, como músico que es, el uso profesional del acordeón con la venta de maquinaria para hostelería. Así, entre sones y comisiones, como tantos otros millones de ciudadanos, intenta ir malamente sobreviviendo.

 

    Días antes de que la brutalidad de cuatro energúmenos lo convirtieran en protagonista de una historia que nunca deseó haber vivido, su padre le había comentado:

 

   "Oye Javier... Anguita murió hace unas horas… ¿Por qué no colocas una bandera republicana, o un lazo rojo, como signo de nuestro duelo, en la ventana de tu cuarto?

 

 

    Javier, convencido de que realmente estaba viviendo en un país democrático donde sus derechos estarían protegidos y en el que, como dice su Constitución, la gente es libre para expresar sus ideas, ni corto ni perezoso colocó la histórica bandera tricolor republicana en la ventana de su habitación sin pensar, ni por un momento, que aquello  podría ser un gesto heroico, como sí lo había pensado Mariana Pineda, cuando más de un siglo antes se había atrevido a enhebrar tres tirajas de tela que le sirvieran para encabezar su rebelión en contra de la monarquía de los Borbones. Aquella gesta está  escrita en los libros de historia. La de Javier ni siquiera  ocupará  unos segundos en los telediarios de "su majestad", Felipe VI.

 

   Los efectos terribles de aquel gesto, -que no pretendía ser ni intrépido, ni heroico- nos lo contará él mismo, con sus propias palabras, unos párrafos más adelante.

   

  No obstante, antes de dar paso a la narración de Javier me veo obligado a expresar mi disgusto, y un cierto regusto de mala leche, por el hecho de que nadie se atreviera  a explicarle nunca a Javier que, muy lejos de lo que él pensó, este no es un país en el que la democracia  sea un valor  compartido ni compartible y que, aunque parezca mentira, los mismos fantasmas  que hace más de 80 años pasearon su siniestras siluetas por las calles de Granada repartiendo café, continúan haciéndolo hoy, protegidos por sus poderosos herederos. ¡Pobres de aquellos a los que su incredulidad no les permita  comprender lo que decimos!

 

 

 

JAVIER CUESTA NARRA LOS HECHOS EN PRIMERA PERSONA 

 

"Me llamo Javier Cuesta. Vivo en Granada con mis padres en una calle tranquila del centro soy músico y también me gano la vida en el sector de la venta de maquinaria de hostelería.

 

   Escribo esta carta abierta para explicar lo que pasó el sábado 23 de mayo a las 21:30 horas. Pero antes quiero dar las gracias a toda la gente que me ha escrito para darme ánimos y preguntar por mi salud y la de mi familia y pedirles perdón porque entre la preocupación y los nervios no he podido responder a todos. Gracias.

 

   El sábado recibí una paliza por parte de desconocidos que entraron a mi casa. Fue una situación muy desagradable que no le deseo a nadie.

 

    Eran aproximadamente las 21 horas 30 minutos, yo iba a meterme en la ducha en el segundo piso y de pronto empecé a escuchar gritos de mi hermana y mis padres que estaban abajo.

 

    Todo tenía que ver con la bandera republicana que  yo había colgado en la ventana el pasado 16 de mayo, el día que murió Julio Anguita, pero yo no lo supe hasta más tarde.

 

    Nada más escuchar los gritos de mi familia bajé las escaleras y encontré a cuatro hombres desconocidos saliendo del salón hacia la calle con prisa.

 

    Pude agarrar al último justo cuando estaba saliendo y en voz alta le espeté: " ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?".

 

    Acto seguido ese desconocido empezó a agredirme, dentro de mi casa, y yo traté de defenderme.

 

   Fue una situación terrible porque además estaban delante de mis padres, que están mayores. En cuestión de segundos, los tres hombres que habían salido corriendo volvieron y empezaron a darme puñetazos y patadas entre los cuatro.

 

    Tras un golpe en el estómago perdí el equilibrio, caí al suelo y siguieron agrediéndome a patadas. El parte médico da cuenta de los hematomas en la espalda y la cara, y del dedo meñique derecho roto que me dejaron estos cuatro desconocidos.Cuento estos hechos en el orden en que yo fui conociéndonos. Después de la paliza también supe que los agresores habían entrado en  la casa de mis padres tras romper la puerta principal a patadas.

 

     Mi sobrino había visto alguno de los agresores orinando en la puerta de casa, debajo de la bandera republicana, y le llamó la atención. El agresor respondió con violencia.

 

     Mi sobrino hizo amago de usar un cubo de agua si no dejaba de orinar en la puerta de casa. En poco tiempo mi sobrino vio que ese hombre y otros tres le estaban esperando en la calle. Tuvo miedo y se escondió en una habitación, pero estos hombres también rompieron la puerta de ese cuarto.

 

     Siguiendo el consejo de mi abogado, este lunes por la tarde puse una denuncia ante la policía por el posible delito de odio y agresión. No quiero que esta agresión, pero sobre todo no quiero que mi familia sufra, así que de antemano agradezco la paciencia, comprensión y respeto de los profesionales".

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  • amelia hernandez prado

    amelia hernandez prado | Viernes, 29 de Mayo de 2020 a las 22:01:54 horas

    Estos asquerosos de pacotilla tienen que ser puestos en su sitio,que ganas de volver a la lucha ,y sacar a esa basura de donde están ,son aberrantes para la política,si a la república,no al fascismo.

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  • Gustavo

    Gustavo | Jueves, 28 de Mayo de 2020 a las 21:27:13 horas

    Juanfri, qué refieres con el 22M la policía y Anguita? Se agradecerá aclaración.
    Grcs.

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  • Cisco

    Cisco | Miércoles, 27 de Mayo de 2020 a las 12:54:07 horas

    En efecto, Juanfri. Posiblemente esa fue una de las contradicciones de Anguita. Sin embargo, las ideológicas que arrastró a lo largo de toda su vida fueron, incluso, más graves. Sin embargo, desde la perspectiva de un trabajador común, en el que son los símbolos los que lo hacen vibrar, puedo entender el comportamiento de Javier. En cualquier caso, creo que haces bien en recordar su contradictoria trayectoria política.

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  • juanfri

    juanfri | Miércoles, 27 de Mayo de 2020 a las 10:14:25 horas

    Anguita anlmó a entregar a la franquista policía los jóvenes que, agredidos por ésta, se intentaban defender en aquellas concentraciones del 22M.
    Y a los fachas les da igual si sóis reformistas o revolucionarios.
    Siento vuestro dolor que espero se convierta en rabia y os haga despertar.

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  • Campo de Batalla

    Campo de Batalla | Miércoles, 27 de Mayo de 2020 a las 03:45:05 horas

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    -- ¿ Haces el amor o haces la guerra, Onofre ?
    - Hago la guerra al capitalismo sin perder la ternura.
    -- ¿ Qué te parece el asunto ?
    - Dura y penosa experiencia sufrida en sus carnes.
    -- ¿ Golpeado y apalizado por unos ultraderechistas ?
    - Esas bestias fascistas siempre "mostrando lo mejor de ellos".
    -- ¿ Puso la bandera republicana como gesto de respeto por la muerte de Anguita ?
    - Un acto entrañable y emotivo que no se mereció ser saboteado de esa vil forma.
    -- ¿ Javier Cuesta no debió bajar la guardia ?
    - Si Javier no es frecuente del activismo político se puede entender su "despiste".
    -- ¿ Javier entendió que vive en un país democrático y tolerante ?
    - Se equivoca completamente, más de media España sufre de minusvalía democrática y republicana.
    -- ¿ El fascismo sigue campando a sus anchas ?
    - Siempre ha estado aquí... pero ahora se vuelve a "poner las pilas" con el ascenso de VOX.
    -- ¿ Estos ultras invadieron la casa de su padre ?
    - Como en los viejos tiempos de las escuadras del amanecer, padecen de unos bajos instintos asesinos insatisfechos.
    -- ¿ Qué opinas de la manifestación de los de VOX ?
    - Vomitiva e ida del casco, suelta un tufo golpista en toda regla.
    -- ¿ Los símbolos republicanos en franca e incipiente persecución ?
    - Efectivamente, ahora más que nunca la opción republicana vuelve a cargarse de razones y significado. La represión no debe neutralizar nuestras ganas de lucha.
    -- ¿ Pero no te parece muy peligroso todo esto... ?
    - Los que llevamos una década y más en la lucha hemos esperado este momento mucho tiempo.
    -- ¿ … que momento, Onofre ?
    - El momento del completo agotamiento del Régimen y su punto de colisión ideológica y social.
    -- ¿ No es momento de echarse atrás entonces ?
    - La verdadera causa de la libertad y justicia social lo demanda.
    -- ¿ Como se combate y se destruye al fascismo ?
    - Con organización, cabeza fría y una eficaz acción directa.
    -- ¿ Que le dirías a Javier Cuesta ?
    - Que no se quede a solas con su dolor moral y que se convierta en un combatiente del activismo antifascista.
    -- ¿ Como se te queda el cuerpo con todo esto ?
    - Apaleado de la indignación y con fuertes ganas de volver a la lucha post-pandemia.
    -- ¿ Una conclusión, Onofre ?
    - La izquierda acomplejada y timorata sin aparecer en las calles es una traición y deja vendida a nuestra clase obrera y sectores oprimidos en completa desorientación y engaño.
    -- ¿ Un deseo para terminar ?
    - Ver la bandera republicana ondeando en el Palacio Real e inmediata proclamación del estado republicano.
    -- Gracias.
    - Salud.

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