
ESTADOS UNIDOS: "¡A POR NICARAGUA!"
Con los medios corporativos a su disposición, la oposición nicaragüense intenta ganarse a la opinión pública occidental
Al haber fracasado la tentativa de derrocar al Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en la intentona golpista de 2018, y habiendo perdido la mayor parte de los apoyos dentro de Nicaragua, los opositores al gobierno sandinista han cambiado de táctica. Ahora están embarcados en una campaña, dirigida a los gobiernos y la opinión pública de Estados Unidos y Europa, que representa a Ortega como un dictador -¿De qué nos suena esto?-.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La propaganda opositora alega que el gobierno de Nicaragua está ahogando la libertad de prensa y expresión, violando derechos humanos, matando a opositores y manteniendo un “ambiente general de amenaza e inseguridad”.
El ejemplo más reciente es un artículo de Carl David Goette-Luciak y Caroline Houck publicado en el medio Vox, con el título “Dentro del lento recorte de la libertad de prensa de Nicaragua”. Houck es una de los editores de Vox, que antes escribía para Defense One, un portal de noticias de la industria armamentística.
Goette-Luciak, antropólogo estadounidense sin experiencia periodística previa, estuvo publicando en Washington Post y The Guardian sobre Nicaragua, para denigrar al actual gobierno sandinista. Llegó inicialmente a Nicaragua para apoyar a los opositores al Canal y después entabló relaciones con los dirigentes de la violenta oposición, apoyada por Estados Unidos, que estuvo al frente del intento de golpe de Estado. La policía y los funcionarios de fronteras lo sacaron del país porque aseguró que era periodista, pero no llevaba la visa de prensa requerida (obligatoria en muchos países, incluidos los Estados Unidos).
El neófito periodista se presentó como “director de investigaciones” de un oscuro medio dirigido por Azucena “Chena” Castillo, destacada miembro del partido Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), que participó en el intento de golpe. A Goette-Luciak se le ve también en un vídeo tomando fotos de un hombre mayor que estaba siendo maltratado por una banda de opositores, en el documental Marcha de las Flores. A la brutalidad desplegada por estas bandas armadas, Goette-Luciak nunca hizo referencia en sus artículos de 2018 para el Washington Post y The Guardian.
Goette-Luciak y Houck abrían su último artículo insinuando que el gobierno está poniendo trabas a Internet, cuando en Nicaragua hay muchas empresas relacionadas con la Red y el gobierno ha puesto en marcha un programa para que todos los parques del país tengan conexión, incluso en las zonas más aisladas.
Aseguran en este artículo que los partidarios del gobierno quemaron emisoras de radio, sin dar la más mínima prueba. De hecho, fue la oposición la que incendió la emisora privada pro-sandinista Tu Nueva Radio Ya, situada frente a la Universidad Centroamericana, uno de los bastiones, entonces y ahora, de la oposición. Lo intentaron, además, por dos veces, y a la tercera lo lograron: los veinte empleados que había adentro a duras penas pudieron salir con vida. También incendiaron Radio Nicaragua y el Centro Universitario de la Universidad Nacional de León, matando al estudiante sandinista, Chirstian Cárdenas.
Los autores prosiguen afirmando que el gobierno restringe la libertad de prensa porque bloquea el papel y la tinta al periódico La Prensa. En Nicaragua poca gente lee periódicos, los de papel van perdiendo terreno en todo el mundo. La Prensa despidió a doscientos empleados a mediados de 2018. También en EE.UU, el Miami Herald, por ejemplo, está cerrando porque no vende suficientes ejemplares, pero nadie culpa de ello al gobierno estadounidense.
La Prensa es propiedad de la familia derechista Chamorro, fiera opositora del gobierno sandinista. Los miembros de esta dinastía oligárquica también son propietarios del Confidencial y dirigen las ONG's CINCO, Invermedia y la Fundación Violeta Barrios, que sirven de intermediarios para canalizar fondos de la USAID y la NED (National Endowment for Democracy) -órganos ambos de EE.UU para promover cambios de régimen- a otras organizaciones y medios.
El imperio mediático de los Chamorro genera una corriente constante de propaganda pro-golpista que contribuye a promover las sanciones y la intervención de EE.UU en Nicaragua. La familia Chamorro es conocida por el monopolio que ostenta de los medios financiados por Washington. Hace mucho que acumula deudas en la Dirección General de Aduana; pero, en vez de pagarlas, el periódico acusa al gobierno de impedir que le llegue papel y tinta, y piden ayuda a la prensa estadounidense. Los Chamorro también han abusado de las exenciones de impuestos aduaneros para los materiales de impresión, desviándolos a otros negocios e importando coches de lujo e incluso yates, cuando las exenciones eran para vehículos de trabajo. Sin embargo, las noticias manipuladas difundidas por los medios internacionales llevaron al gobierno a condonar al periódico su deuda aduanera.
La prensa internacional no ha dejado una y otra vez de ventilar la narrativa opositora. La población de Nicaragua es, por lo general, suficientemente sabia para no dejarse engañar. Las alegaciones de represión contra La Prensa no han logrado mover al público, en gran medida porque sabe que EE.UU utilizó este periódico durante más de cincuenta años como principal vehículo mediático, especialmente durante la guerra de la Contra, apoyada desde Washington en la década de 1980. La Prensa ha recibido fondos estadounidenses desde entonces, y de forma más abierta a través de la NED, que también financia el Confidencial.
De todas las personalidades mediáticas apoyadas por EE.UU que participaron directamente en el golpe de 2018, incitando a la violencia contra sandinistas y policías desarmados (quemados y torturados ante las cámaras), sólo Miguel Mora y Lucía Pineda de 100% Noticias estuvieron un tiempo en prisión.
Miguel Mora fue condenado por amenazar a un joven policía, Gabriel de Jesús Vado Ruiz, que, poco después, fue secuestrado, torturado, asesinado y quemado en una barricada. Mora también amenazó a un empleado municipal, Bismark Martínez, que desapareció y fue encontrado muerto un año después, tras ser torturado delante de las cámaras. Pineda, por su parte, apareció ante las cámaras con orgullo al lado de las bandas de enmascarados que incendiaron edificios gubernamentales en la ciudad de Granada. Bajo fuerte presión de EE.UU y la OEA (Organización de Estados Americanos), y por deseo de aflojar la tensión en el país, el gobierno sandinista dio en junio de 2019 una amnistía a Mora y Pineda, así como a otros que participaron en estos hechos violentos.
Esta amnistía fue demandada por Washington, la OEA, las bien financiadas ONG’s de “derechos humanos” y los medios corporativos, incluido, en España, El País, que calificaron a los detenidos como “presos políticos”.
Uno de estos “presos políticos” era Jeison Joesma Castro Ortez, sentenciado a 13 años por terrorismo, robo a mano armada y organización de banda criminal. Pues bien, en enero de 2020, Castro Ortez mató a su pareja, Ruth Aburto, de 22 años y embarazada, de tres puñaladas que le asestó en la nuca. La Prensa y 100% Noticias han informado sobre este asesinato, pero sin mencionar que el asesino era una de sus “presos políticos”. Y no es el único caso de “políticos” con historiales de violaciones, homicidios y abuso de drogas incluidos en la lista de amnistiados que se le impuso al gobierno sandinista de Nicaragua.
Fuentes:
https://thegrayzone.com/2020/02/26/us-media-allies-nicaraguas-coup-mongers-western-hearts-minds/
https://thegrayzone.com/2020/02/28/us-oas-nicaragua-political-prisoners-murder/#more-21414
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La propaganda opositora alega que el gobierno de Nicaragua está ahogando la libertad de prensa y expresión, violando derechos humanos, matando a opositores y manteniendo un “ambiente general de amenaza e inseguridad”.
El ejemplo más reciente es un artículo de Carl David Goette-Luciak y Caroline Houck publicado en el medio Vox, con el título “Dentro del lento recorte de la libertad de prensa de Nicaragua”. Houck es una de los editores de Vox, que antes escribía para Defense One, un portal de noticias de la industria armamentística.
Goette-Luciak, antropólogo estadounidense sin experiencia periodística previa, estuvo publicando en Washington Post y The Guardian sobre Nicaragua, para denigrar al actual gobierno sandinista. Llegó inicialmente a Nicaragua para apoyar a los opositores al Canal y después entabló relaciones con los dirigentes de la violenta oposición, apoyada por Estados Unidos, que estuvo al frente del intento de golpe de Estado. La policía y los funcionarios de fronteras lo sacaron del país porque aseguró que era periodista, pero no llevaba la visa de prensa requerida (obligatoria en muchos países, incluidos los Estados Unidos).
El neófito periodista se presentó como “director de investigaciones” de un oscuro medio dirigido por Azucena “Chena” Castillo, destacada miembro del partido Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), que participó en el intento de golpe. A Goette-Luciak se le ve también en un vídeo tomando fotos de un hombre mayor que estaba siendo maltratado por una banda de opositores, en el documental Marcha de las Flores. A la brutalidad desplegada por estas bandas armadas, Goette-Luciak nunca hizo referencia en sus artículos de 2018 para el Washington Post y The Guardian.
Goette-Luciak y Houck abrían su último artículo insinuando que el gobierno está poniendo trabas a Internet, cuando en Nicaragua hay muchas empresas relacionadas con la Red y el gobierno ha puesto en marcha un programa para que todos los parques del país tengan conexión, incluso en las zonas más aisladas.
Aseguran en este artículo que los partidarios del gobierno quemaron emisoras de radio, sin dar la más mínima prueba. De hecho, fue la oposición la que incendió la emisora privada pro-sandinista Tu Nueva Radio Ya, situada frente a la Universidad Centroamericana, uno de los bastiones, entonces y ahora, de la oposición. Lo intentaron, además, por dos veces, y a la tercera lo lograron: los veinte empleados que había adentro a duras penas pudieron salir con vida. También incendiaron Radio Nicaragua y el Centro Universitario de la Universidad Nacional de León, matando al estudiante sandinista, Chirstian Cárdenas.
Los autores prosiguen afirmando que el gobierno restringe la libertad de prensa porque bloquea el papel y la tinta al periódico La Prensa. En Nicaragua poca gente lee periódicos, los de papel van perdiendo terreno en todo el mundo. La Prensa despidió a doscientos empleados a mediados de 2018. También en EE.UU, el Miami Herald, por ejemplo, está cerrando porque no vende suficientes ejemplares, pero nadie culpa de ello al gobierno estadounidense.
La Prensa es propiedad de la familia derechista Chamorro, fiera opositora del gobierno sandinista. Los miembros de esta dinastía oligárquica también son propietarios del Confidencial y dirigen las ONG's CINCO, Invermedia y la Fundación Violeta Barrios, que sirven de intermediarios para canalizar fondos de la USAID y la NED (National Endowment for Democracy) -órganos ambos de EE.UU para promover cambios de régimen- a otras organizaciones y medios.
El imperio mediático de los Chamorro genera una corriente constante de propaganda pro-golpista que contribuye a promover las sanciones y la intervención de EE.UU en Nicaragua. La familia Chamorro es conocida por el monopolio que ostenta de los medios financiados por Washington. Hace mucho que acumula deudas en la Dirección General de Aduana; pero, en vez de pagarlas, el periódico acusa al gobierno de impedir que le llegue papel y tinta, y piden ayuda a la prensa estadounidense. Los Chamorro también han abusado de las exenciones de impuestos aduaneros para los materiales de impresión, desviándolos a otros negocios e importando coches de lujo e incluso yates, cuando las exenciones eran para vehículos de trabajo. Sin embargo, las noticias manipuladas difundidas por los medios internacionales llevaron al gobierno a condonar al periódico su deuda aduanera.
La prensa internacional no ha dejado una y otra vez de ventilar la narrativa opositora. La población de Nicaragua es, por lo general, suficientemente sabia para no dejarse engañar. Las alegaciones de represión contra La Prensa no han logrado mover al público, en gran medida porque sabe que EE.UU utilizó este periódico durante más de cincuenta años como principal vehículo mediático, especialmente durante la guerra de la Contra, apoyada desde Washington en la década de 1980. La Prensa ha recibido fondos estadounidenses desde entonces, y de forma más abierta a través de la NED, que también financia el Confidencial.
De todas las personalidades mediáticas apoyadas por EE.UU que participaron directamente en el golpe de 2018, incitando a la violencia contra sandinistas y policías desarmados (quemados y torturados ante las cámaras), sólo Miguel Mora y Lucía Pineda de 100% Noticias estuvieron un tiempo en prisión.
Miguel Mora fue condenado por amenazar a un joven policía, Gabriel de Jesús Vado Ruiz, que, poco después, fue secuestrado, torturado, asesinado y quemado en una barricada. Mora también amenazó a un empleado municipal, Bismark Martínez, que desapareció y fue encontrado muerto un año después, tras ser torturado delante de las cámaras. Pineda, por su parte, apareció ante las cámaras con orgullo al lado de las bandas de enmascarados que incendiaron edificios gubernamentales en la ciudad de Granada. Bajo fuerte presión de EE.UU y la OEA (Organización de Estados Americanos), y por deseo de aflojar la tensión en el país, el gobierno sandinista dio en junio de 2019 una amnistía a Mora y Pineda, así como a otros que participaron en estos hechos violentos.
Esta amnistía fue demandada por Washington, la OEA, las bien financiadas ONG’s de “derechos humanos” y los medios corporativos, incluido, en España, El País, que calificaron a los detenidos como “presos políticos”.
Uno de estos “presos políticos” era Jeison Joesma Castro Ortez, sentenciado a 13 años por terrorismo, robo a mano armada y organización de banda criminal. Pues bien, en enero de 2020, Castro Ortez mató a su pareja, Ruth Aburto, de 22 años y embarazada, de tres puñaladas que le asestó en la nuca. La Prensa y 100% Noticias han informado sobre este asesinato, pero sin mencionar que el asesino era una de sus “presos políticos”. Y no es el único caso de “políticos” con historiales de violaciones, homicidios y abuso de drogas incluidos en la lista de amnistiados que se le impuso al gobierno sandinista de Nicaragua.
Fuentes:
https://thegrayzone.com/2020/02/26/us-media-allies-nicaraguas-coup-mongers-western-hearts-minds/
https://thegrayzone.com/2020/02/28/us-oas-nicaragua-political-prisoners-murder/#more-21414
Saburo | Lunes, 02 de Marzo de 2020 a las 16:39:03 horas
**** s: **** m.youtube **** /watch?v=rIBc8NhBrkI&list=OLAK5uy_llnprY3ZSbA06en4S8rcpZhx3v-pya35g
Que sueño tan bonito el de la Revolución Sandinista!!
Accede para votar (0) (0) Accede para responder