
¿QUÉ SE ESCONDE TRAS EL ASESINATO DEL GENERAL IRANÍ QASSEM SOLEIMANI?
"Es probable que el resultado de la muerte de Soleimani sea que “la mecha de la guerra se prenda”"
El reciente asesinato del conocido y popular general iraní Qassem Soleimani ha suscitado temores de que esto pueda provocar una devastadora guerra de Estados Unidos y sus aliados con Irán (...).
El reciente asesinato del conocido y popular general iraní Qassem Soleimani ha suscitado temores de que esto pueda provocar una devastadora guerra de Estados Unidos y sus aliados con Irán. El ataque aéreo que mató a Soleimani, lanzado por Estados Unidos en Bagdad, se llevó a cabo sin la autorización del Congreso de EE.UU. e incluso sin su previa notificación, y sin la aprobación del gobierno o el ejército de Iraq, lo que convierte este ataque en un flagrante delito a muchos niveles.
En el ataque murió también el comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, que era consejero de Soleimani. El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, ha declarado que “el asesinato de un comandante iraquí que ocupa un cargo oficial es una agresión contra Iraq … y liquidar a figuras prominentes de Iraq o de países vecinos constituye una crasa violación de la soberanía nacional”, añadiendo que este asesinato corre el peligro de “prender la mecha de una guerra destructiva en Iraq, la región y el mundo”.
Curiosamente, el asesinato de Soleimani llega pocos meses después de un supuesto intento infructuoso de Israel por liquidar al general iraní, como parte del bien documentado plan, acariciado durante mucho tiempo por los neoconservadores estadounidenses e israelíes, de declarar la guerra a Irán.
Aunque desde la primeras noticias del asesinato de Soleimani, muchos han señalado su carácter ilegal, menos atención se ha puesto a las increíbles justificaciones dadas por los altos cargos de la administración Trump. Para ellos, el objetivo era “impedir futuros planes de ataques iraníes” y el motivo, “una repuesta a los ataques con cohetes a la base militar K 1 cerca de Kirkuk, en Iraq, ocurridos el 27 de diciembre pasado. En este ataque murió un contratista militar de EEUU y resultaron heridos leves varios soldados estadounidenses y personal militar iraquí".
Sin embargo, los detalles de ese ataque permanecen oscuros -incluso para los medios corporativos de EEUU. El nombre de la persona muerta y la identidad de la empresa en el que él o ella trabajaba no se han dado a conocer. Algunos medios se han referido a esta persona como “contratista del Pentágono” mientras otros han usado el término “contratista civil”, lo que ha llevado a algunos a especular que dicho contratista podría haber sido un mercenario privado empleado por el Pentágono.
Además, ningún grupo ha reivindicado todavía la responsabilidad de ese ataque y los medios han señalado que pudo haber sido obra de elementos dispersos del Estado Islámico o de la milicia chiita iraquí Kata’ib Hezbollah, a la que los mandos estadounidenses culparon. El gobierno iraquí no ha concluído aún la investigación oficial que está llevando a cabo sobre este incidente.
Es de señalar que, sobre los ataques del pasado junio a los buques petroleros del Golf Ormuz, EEUU dijo que tenía pruebas concluyentes para culpar a Irán, aunque después incluso sus más firmes aliados en la región dudaron de que dichas pruebas fuesen suficientes.
Mucho se ha escrito sobre los planes de guerra con Irán que llevan mucho tiempo albergando los neoconservadoras de EEUU, el lobby israelí y el gobierno de Israel. La actual administración tiene a varios halcones iraníes en cargos importantes para una operación de cambio de régimen en Irán. Además, tanto el presidente Trump como su mayor aliado en Oriente Medio, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se enfrentan en sus propios países a intentos de desalojarlos del poder y con elecciones a la vista, lo que puede puede haber incentivado a ambos líderes a aumentar las tensiones en el exterior para distraer la atención sobre los conflictos internos.
Este es, con todo, el último factor que ha pesado en el renovado y desesperado empeño por satisfacer los viejos planes de guerra de los halcones en ambos países para “reconfigurar” Oriente Medio en favor del eje EEUU-Israel.
Del reciente asesinato de Soleimani, sin embargo, es preciso destacar que el ataque de EEUU al comandante iraní llega pocos meses después de que Israel lo intentara. Lo hizo el pasdo mes de octubre, como informó The Times of Israel:
“Los asesinos proyectaban excavar debajo de un lugar de culto asociado al padre de Soleimani para instalar una bomba y detonarla cuando él estuviera adentro, y después culpar a otros para provocar una guerra entre facciones religiosas”.
El gobierno de Israel no hizo comentarios sobre este complot, aunque merece señalar que el plan de cavar debajo de un lugar sagrado musulmán y plantar una bomba ya lo intentaron grupos extremistas israelíes en el pasado, grupos que tienen mucha influencia en el actual gobierno israelí.
El proyecto israelí de atentar contra la vida de Soleimani llegó después de que, en 2018, la administración Trump diera a Israel “luz verde” para ello. Entonces se informó de que “EEUU-Israel estaban de acuerdo” en que Soleimani era “una amenaza para los interese de los dos países en la región”. Lo dijo el periódico kuwaití Al-Jarida, que, según medios israelíes, es “la plataforma de la que se sirve Israel para transmitir mensajes a otros paíese en Oriente Medio”.
Puede que Israel haya planeado el asesinato del general iraní para provocar una guerra con Irán, que Netanyahu llevaba promoviendo desde Febrero. Por entonces, Newsweek informaba que “el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu expresaba su deseo de ir a una guerra con Irán, y dijo que se estaba reuniendo con docenas de enviados extranjeros, incluyendo los del mundo árabe, para llevar adelante la iniciativa”. Sin embargo, una vez su más cercano aliado le ha hecho el trabajo, Israel ha permanecido relativamente callado sobre el incidente, aunque los mandos iraníes sostienen que el asesinato de Soleimani ha sido una acción conjunta de EEUU e Israel.
Es probable que el resultado de la muerte de Soleimani sea que “la mecha de la guerra se prenda”, como ha dicho el primer ministro iraquí. Si la sola muerte de Soleimani será suficiente para ello está por ver, pero lo cierto es que la administración Trump parece dispuesta a seguir tensando la situación tanto para satisfacer las ambiciones de los halcones, como para solventar sus problemas de cara a las próximas elecciones de 2020.
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/dubious-official-story-qassem-soleimani-assassination/263869/
El reciente asesinato del conocido y popular general iraní Qassem Soleimani ha suscitado temores de que esto pueda provocar una devastadora guerra de Estados Unidos y sus aliados con Irán. El ataque aéreo que mató a Soleimani, lanzado por Estados Unidos en Bagdad, se llevó a cabo sin la autorización del Congreso de EE.UU. e incluso sin su previa notificación, y sin la aprobación del gobierno o el ejército de Iraq, lo que convierte este ataque en un flagrante delito a muchos niveles.
En el ataque murió también el comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, que era consejero de Soleimani. El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, ha declarado que “el asesinato de un comandante iraquí que ocupa un cargo oficial es una agresión contra Iraq … y liquidar a figuras prominentes de Iraq o de países vecinos constituye una crasa violación de la soberanía nacional”, añadiendo que este asesinato corre el peligro de “prender la mecha de una guerra destructiva en Iraq, la región y el mundo”.
Curiosamente, el asesinato de Soleimani llega pocos meses después de un supuesto intento infructuoso de Israel por liquidar al general iraní, como parte del bien documentado plan, acariciado durante mucho tiempo por los neoconservadores estadounidenses e israelíes, de declarar la guerra a Irán.
Aunque desde la primeras noticias del asesinato de Soleimani, muchos han señalado su carácter ilegal, menos atención se ha puesto a las increíbles justificaciones dadas por los altos cargos de la administración Trump. Para ellos, el objetivo era “impedir futuros planes de ataques iraníes” y el motivo, “una repuesta a los ataques con cohetes a la base militar K 1 cerca de Kirkuk, en Iraq, ocurridos el 27 de diciembre pasado. En este ataque murió un contratista militar de EEUU y resultaron heridos leves varios soldados estadounidenses y personal militar iraquí".
Sin embargo, los detalles de ese ataque permanecen oscuros -incluso para los medios corporativos de EEUU. El nombre de la persona muerta y la identidad de la empresa en el que él o ella trabajaba no se han dado a conocer. Algunos medios se han referido a esta persona como “contratista del Pentágono” mientras otros han usado el término “contratista civil”, lo que ha llevado a algunos a especular que dicho contratista podría haber sido un mercenario privado empleado por el Pentágono.
Además, ningún grupo ha reivindicado todavía la responsabilidad de ese ataque y los medios han señalado que pudo haber sido obra de elementos dispersos del Estado Islámico o de la milicia chiita iraquí Kata’ib Hezbollah, a la que los mandos estadounidenses culparon. El gobierno iraquí no ha concluído aún la investigación oficial que está llevando a cabo sobre este incidente.
Es de señalar que, sobre los ataques del pasado junio a los buques petroleros del Golf Ormuz, EEUU dijo que tenía pruebas concluyentes para culpar a Irán, aunque después incluso sus más firmes aliados en la región dudaron de que dichas pruebas fuesen suficientes.
Mucho se ha escrito sobre los planes de guerra con Irán que llevan mucho tiempo albergando los neoconservadoras de EEUU, el lobby israelí y el gobierno de Israel. La actual administración tiene a varios halcones iraníes en cargos importantes para una operación de cambio de régimen en Irán. Además, tanto el presidente Trump como su mayor aliado en Oriente Medio, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se enfrentan en sus propios países a intentos de desalojarlos del poder y con elecciones a la vista, lo que puede puede haber incentivado a ambos líderes a aumentar las tensiones en el exterior para distraer la atención sobre los conflictos internos.
Este es, con todo, el último factor que ha pesado en el renovado y desesperado empeño por satisfacer los viejos planes de guerra de los halcones en ambos países para “reconfigurar” Oriente Medio en favor del eje EEUU-Israel.
Del reciente asesinato de Soleimani, sin embargo, es preciso destacar que el ataque de EEUU al comandante iraní llega pocos meses después de que Israel lo intentara. Lo hizo el pasdo mes de octubre, como informó The Times of Israel:
“Los asesinos proyectaban excavar debajo de un lugar de culto asociado al padre de Soleimani para instalar una bomba y detonarla cuando él estuviera adentro, y después culpar a otros para provocar una guerra entre facciones religiosas”.
El gobierno de Israel no hizo comentarios sobre este complot, aunque merece señalar que el plan de cavar debajo de un lugar sagrado musulmán y plantar una bomba ya lo intentaron grupos extremistas israelíes en el pasado, grupos que tienen mucha influencia en el actual gobierno israelí.
El proyecto israelí de atentar contra la vida de Soleimani llegó después de que, en 2018, la administración Trump diera a Israel “luz verde” para ello. Entonces se informó de que “EEUU-Israel estaban de acuerdo” en que Soleimani era “una amenaza para los interese de los dos países en la región”. Lo dijo el periódico kuwaití Al-Jarida, que, según medios israelíes, es “la plataforma de la que se sirve Israel para transmitir mensajes a otros paíese en Oriente Medio”.
Puede que Israel haya planeado el asesinato del general iraní para provocar una guerra con Irán, que Netanyahu llevaba promoviendo desde Febrero. Por entonces, Newsweek informaba que “el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu expresaba su deseo de ir a una guerra con Irán, y dijo que se estaba reuniendo con docenas de enviados extranjeros, incluyendo los del mundo árabe, para llevar adelante la iniciativa”. Sin embargo, una vez su más cercano aliado le ha hecho el trabajo, Israel ha permanecido relativamente callado sobre el incidente, aunque los mandos iraníes sostienen que el asesinato de Soleimani ha sido una acción conjunta de EEUU e Israel.
Es probable que el resultado de la muerte de Soleimani sea que “la mecha de la guerra se prenda”, como ha dicho el primer ministro iraquí. Si la sola muerte de Soleimani será suficiente para ello está por ver, pero lo cierto es que la administración Trump parece dispuesta a seguir tensando la situación tanto para satisfacer las ambiciones de los halcones, como para solventar sus problemas de cara a las próximas elecciones de 2020.
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/dubious-official-story-qassem-soleimani-assassination/263869/
Sandra | Miércoles, 08 de Enero de 2020 a las 19:38:27 horas
Es que piensan tapar el Sol con un dedo?
Este tipo no era cualquier pelagatos, era un tipo muy astuto que logró infiltrar iraníes en Cuba Venezuela y Nicaragua, sus intenciones ya fueron denunciadas, además fue el artífice intelectual de la muerte de más de 600 norteamericanos, esta sentencia venía desde mucho tiempo atrás, solo fue esperar el momento propicio, las historias no se escriben solamente de un lado, ah!! Grasso error creer en religiosos fundamentalistas.
La libertad en toda su extensión y expresión es el respeto que el mundo necesita!!
No seamos seguidores de lo que no nos gustaría para nosotros mismos como seres humanos.
Patria libre y vivir!!
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