
EL DÍA QUE EL PAPA FRANCISCO ARREÓ UN PAR DE SOPAPOS A UNA DE SUS FANS (VÍDEO)
La dura y penosa vida de una "celebrity", aunque goce de la inspiración de Espíritu Santo
El Papa Francisco, el Sumo Pontífice de la Iglesia católica que más se ha esforzado por construirse una imagen de hombre progresista y "cercano al pueblo" tuvo un "mal momento", fuera del guión de la bonhomía que interpreta en sus apariciones públicas, durante una caminata en la plaza de San Pedro (...).
Por IPSO FACTO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Aunque una buena parte de los jóvenes sueñen hoy con ser una celebrity, la verdad es que la vida de los famosos no es siempre puro glamour, ni carece de momentos tortuosos y desagradables.
Y si no que se lo pregunten al Papa Francisco. El Sumo Pontífice que que más se ha esforzado por construirse una imagen de hombre progresista y "cercano al pueblo" en la historia de la Iglesia católica, tuvo un "mal momento", fuera del guión de bonhomía que interpreta en sus apariciones públicas, durante una caminata en la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano.
Justo un instante después de protagonizar la inevitable "foto con niño", el Papa argentino fue sorprendido por una forofa peregrina que lo sujetó fuertemente del brazo y, como si hubiera sido el mismísimo Justin Bieber, tiró de él con todas sus fuerzas, dejándose llevar, sin duda, por la emoción del momento.
La reacción de Jorge Bergoglio, más cabreado que un rockero a las nueve de la mañana perseguido por un paparazzi, fue arrearle a la fan descontrolada una par de buenos manotazos, para luego alejarse con cara de muy mala hostia - con perdón por el uso del término -. La mujer, por su parte, se le quedó mirando con expresión de estar pensando: "no importa... ¡gual te sigo queriendo!".
La filmación del momento, que es la menos amable que hasta ahora han captado las cámaras del "bueno" de Francisco I, se difundió a través de la cuenta de Twitter @CatholicSat, y se hizo rápidamente viral.
“Bergoglio es una persona terrible”, escribió un cibernauta en respuesta a las imágenes que trascendieron en la red. Varias de las contestaciones que surgieron en Twitter denotaron un fuerte rechazo hacia la actitud papal.
Obviamente, tampoco faltaron los usuarios de la Red que salieron en su defensa y destacaron que "su bofetada fue una respuesta lógica a lo que estaba sucediendo".
Sea como fuere, el propio Francisco, consciente de que la escena no habia resultado muy edificante, se apresuró a pedir disculpas durante la misa del Angelus por "perder la compostura", dándole hábilmente la vuelta a la situación acaecida.
"El amor te hace paciente; y tantas veces perdemos la paciencia. Yo mismo pierdo la paciencia y, por eso pido disculpas por el mal ejemplo de ayer" – manifestó ante el público.
Así que ya sabe. Si usted es fanática o fanático del Papa Francisco y un día se le presenta la oportunidad de mantener contacto físico con él, hará bien en cortarse un pelín, si no desea que el argentino le arree un par de castañas papales. Que, como el Papa ya ha demostrado, la bendición del Espíritu Santo no quita que el hombre pueda tener tambien su mala leche.
VÍDEO:
Por IPSO FACTO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Aunque una buena parte de los jóvenes sueñen hoy con ser una celebrity, la verdad es que la vida de los famosos no es siempre puro glamour, ni carece de momentos tortuosos y desagradables.
Y si no que se lo pregunten al Papa Francisco. El Sumo Pontífice que que más se ha esforzado por construirse una imagen de hombre progresista y "cercano al pueblo" en la historia de la Iglesia católica, tuvo un "mal momento", fuera del guión de bonhomía que interpreta en sus apariciones públicas, durante una caminata en la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano.
Justo un instante después de protagonizar la inevitable "foto con niño", el Papa argentino fue sorprendido por una forofa peregrina que lo sujetó fuertemente del brazo y, como si hubiera sido el mismísimo Justin Bieber, tiró de él con todas sus fuerzas, dejándose llevar, sin duda, por la emoción del momento.
La reacción de Jorge Bergoglio, más cabreado que un rockero a las nueve de la mañana perseguido por un paparazzi, fue arrearle a la fan descontrolada una par de buenos manotazos, para luego alejarse con cara de muy mala hostia - con perdón por el uso del término -. La mujer, por su parte, se le quedó mirando con expresión de estar pensando: "no importa... ¡gual te sigo queriendo!".
La filmación del momento, que es la menos amable que hasta ahora han captado las cámaras del "bueno" de Francisco I, se difundió a través de la cuenta de Twitter @CatholicSat, y se hizo rápidamente viral.
“Bergoglio es una persona terrible”, escribió un cibernauta en respuesta a las imágenes que trascendieron en la red. Varias de las contestaciones que surgieron en Twitter denotaron un fuerte rechazo hacia la actitud papal.
Obviamente, tampoco faltaron los usuarios de la Red que salieron en su defensa y destacaron que "su bofetada fue una respuesta lógica a lo que estaba sucediendo".
Sea como fuere, el propio Francisco, consciente de que la escena no habia resultado muy edificante, se apresuró a pedir disculpas durante la misa del Angelus por "perder la compostura", dándole hábilmente la vuelta a la situación acaecida.
"El amor te hace paciente; y tantas veces perdemos la paciencia. Yo mismo pierdo la paciencia y, por eso pido disculpas por el mal ejemplo de ayer" – manifestó ante el público.
Así que ya sabe. Si usted es fanática o fanático del Papa Francisco y un día se le presenta la oportunidad de mantener contacto físico con él, hará bien en cortarse un pelín, si no desea que el argentino le arree un par de castañas papales. Que, como el Papa ya ha demostrado, la bendición del Espíritu Santo no quita que el hombre pueda tener tambien su mala leche.
VÍDEO:
Gustavo | Viernes, 03 de Enero de 2020 a las 18:13:29 horas
Reconocido públicamente los pecados capitales de ira y soberbia del obispo de Roma, se le dé la extremaunción, quise decir la absolución de tales faltas cometidas. Deberá de cumplir la consabida penitencia.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder