¿SE ESTÁ NEGOCIANDO EN CHILE UN "CONSENSO A LA ESPAÑOLA" ENTRE OPOSICIÓN Y PODER?
Los golpistas bolivianos están perdiendo terreno. La situación abre la posibilidad de un clima de guerra civil en Bolivia
El sociólogo norteamericano James Petras está convencido que de acuerdo a como se están desarrollando los acontecimientos en Bolivia, los golpistas están perdiendo terreno. Ello abre la posibilidad, incluso, de que se produzca una situación de guerra civil en ese país.
Por otra parte, Petras cree que en Chile, el momento político no parece tener ningún chance, ya que el pueblo chileno se manifiesta en contra de la operación "consenso", muy similar a la que se produjo en España a finales de los 70, en la que la oposición, incluido el Partido Comunista, trata de negociar con el poder.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El gobierno chileno está tratando de presentar como "un acuerdo histórico alcanzado con los partidos de la oposición", el plebiscito que reformará la Constitución. Pero no solo el Ejecutivo chileno está tratando de darle esa fachada al acuerdo concertado entre los partidos institucionales. También los plumíferos mediáticos internacionales intentan otorgar esa misma categoría a ese "consenso" .
Al respecto, no obstante, el sociólogo estadounidense James Petras, opinó de manera bien diferente.
"En Chile -asegura Petras- hay varias fuerzas en juego. Primero, las grandes mayorías, que incluyen a un gran número de personas que están en las calles, con movilizaciones de más de un millón y medio de personas, contra un acuerdo que intenta imponer el presidente del gobierno chileno, Sebastián Piñera. En ese proyecto lo acompaña la oposición que está en el Parlamento, incluso el propio Partido Comunista, que han condenado las movilizaciones más radicales. Luego la realidad en Chile presenta dos caras bien diferentes: por un lado, los parlamentarios que quieren pactar con Piñera. Por otro, los movimientos sociales y la juventud que se encuentra en pleno combate".
"La calle, como no podía ser de otra manera, prosigue James Petras- se ha radicalizado. La policía de Piñera han acabado, a día de hoy, con la vida de 23 personas. Hay más de 200 personas a las que le han reventado los ojos con los balines de Carabineros. Existe, simultáneamente, un enorme número de personas que simpatiza con los manifestantes. Más allá de los sectores oligárquicos, Piñera no cuenta con el apoyo de ningún sector popular. Las encuestas pone en evidencia que tan solo tiene un 13% de popularidad. O sea el 87% de los chilenos son críticos o directamente rechazan a Piñera. Tienen en cuenta todos estos factores ¿Cómo se puede pactar por una nueva Constitución cuando el pueblo está en contra, cuando las calles están llenas y cuando un millón y medio de personas ha marchado en contra de Piñera? La situación en Chile no está ofreciendo ningún chance.
"Piñera está arrinconado porque no tiene ninguna posibilidad de apelar al pueblo, que ha tenido que sufrir tantos muertos, encarcelados y heridos. El propio tuvo se vio obligado a criticar a la policía para intentar alejar su figura política de los asesinos."
El espectro de la guerra civil asoma en Bolivia
En relación con la situación que tiene lugar en Bolivia, el sociólogo norteamericano pone de relieve el rápido crecimiento que se está operando en las movilizaciones en ese país…
"No solo son los campesinos los que se han puesto en pie de guerra, sino también en El Alto, que es una ciudad muy cercana a La Paz, en Cochabamba y otros lugares, las protestas crecen como si se tratara de un tsunami . "En mi opinión -asegura Petras - creo que la oposición, los oficialistas de Evo Morales, están ganando fuerzas, y el gobierno de los autotitulados "políticos", se encuentran en una situación de repliegue".
"En Bolivia no podemos descartar la posibilidad de una guerra civil. Y esa posibilidad viene determinada por el hecho de que en ese país existen tres fuerzas diferentes en el golpe. Por una parte, se encuentran los militares, que están desplazados. Hay un grupo de militares que están ahora dirigiendo a la "autotitulada presidente Jeanine Áñez". Creo, además, que entre los políticos y los distintos grupos de militares hay conflictos, contradicciones y diferencias. Mientras tanto, Washington continúa apoyando a los golpistas, a los más extremistas. Y Trump ha anunciado que Estados Unidos va a presentarse en Bolivia para dirigir el golpe.
"Los avances de la oposición pueden permitirles la posibilidad de conseguir apoyos armados entre los militares. Pero mientras tanto podemos decir que los asesinatos se siguen multiplicando, ya tenemos 23 muertos y la Policía está muy desprestigiada y no tiene ningún apoyo entre la población. Y eso es muy importante.
La clase media acomodada y la clase alta, centrados en Santa Cruz, están buscando la forma de usar paramilitares para fortalecer la represión al típico estilo boliviano.
"
"Por tanto, podríamos decir que la represión se está profundizando, radicalizando en ambos lados . La ultraderecha con respaldo de Washington y del otro lado; y por otro los trabajadores, los campesinos, los indígenas, los trabajadores del campo y la ciudad, así como los que han salido del campo y viven en la ciudad y son otra fuerza popular".
"Nadie quiere que vuelvan los militares y la política de la ultraderecha porque va a revertir todos los avances que ha conseguido el pueblo durante la presidencia de Evo Morales.
El único apoyo internacional del que dispone el gobierno golpista, aparte del de los Estados Unidos, es el de Luis Almagro, el uruguayo, supuesto representante de la OEA, (Organización de Estados Americanos), que como vocero de Washington está muy desprestigiado, es una persona podrida que representa lo peor del interamericanismo".
Por otra parte, Petras cree que en Chile, el momento político no parece tener ningún chance, ya que el pueblo chileno se manifiesta en contra de la operación "consenso", muy similar a la que se produjo en España a finales de los 70, en la que la oposición, incluido el Partido Comunista, trata de negociar con el poder.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El gobierno chileno está tratando de presentar como "un acuerdo histórico alcanzado con los partidos de la oposición", el plebiscito que reformará la Constitución. Pero no solo el Ejecutivo chileno está tratando de darle esa fachada al acuerdo concertado entre los partidos institucionales. También los plumíferos mediáticos internacionales intentan otorgar esa misma categoría a ese "consenso" .
Al respecto, no obstante, el sociólogo estadounidense James Petras, opinó de manera bien diferente.
"En Chile -asegura Petras- hay varias fuerzas en juego. Primero, las grandes mayorías, que incluyen a un gran número de personas que están en las calles, con movilizaciones de más de un millón y medio de personas, contra un acuerdo que intenta imponer el presidente del gobierno chileno, Sebastián Piñera. En ese proyecto lo acompaña la oposición que está en el Parlamento, incluso el propio Partido Comunista, que han condenado las movilizaciones más radicales. Luego la realidad en Chile presenta dos caras bien diferentes: por un lado, los parlamentarios que quieren pactar con Piñera. Por otro, los movimientos sociales y la juventud que se encuentra en pleno combate".
"La calle, como no podía ser de otra manera, prosigue James Petras- se ha radicalizado. La policía de Piñera han acabado, a día de hoy, con la vida de 23 personas. Hay más de 200 personas a las que le han reventado los ojos con los balines de Carabineros. Existe, simultáneamente, un enorme número de personas que simpatiza con los manifestantes. Más allá de los sectores oligárquicos, Piñera no cuenta con el apoyo de ningún sector popular. Las encuestas pone en evidencia que tan solo tiene un 13% de popularidad. O sea el 87% de los chilenos son críticos o directamente rechazan a Piñera. Tienen en cuenta todos estos factores ¿Cómo se puede pactar por una nueva Constitución cuando el pueblo está en contra, cuando las calles están llenas y cuando un millón y medio de personas ha marchado en contra de Piñera? La situación en Chile no está ofreciendo ningún chance.
"Piñera está arrinconado porque no tiene ninguna posibilidad de apelar al pueblo, que ha tenido que sufrir tantos muertos, encarcelados y heridos. El propio tuvo se vio obligado a criticar a la policía para intentar alejar su figura política de los asesinos."
El espectro de la guerra civil asoma en Bolivia
En relación con la situación que tiene lugar en Bolivia, el sociólogo norteamericano pone de relieve el rápido crecimiento que se está operando en las movilizaciones en ese país…
"No solo son los campesinos los que se han puesto en pie de guerra, sino también en El Alto, que es una ciudad muy cercana a La Paz, en Cochabamba y otros lugares, las protestas crecen como si se tratara de un tsunami . "En mi opinión -asegura Petras - creo que la oposición, los oficialistas de Evo Morales, están ganando fuerzas, y el gobierno de los autotitulados "políticos", se encuentran en una situación de repliegue".
"En Bolivia no podemos descartar la posibilidad de una guerra civil. Y esa posibilidad viene determinada por el hecho de que en ese país existen tres fuerzas diferentes en el golpe. Por una parte, se encuentran los militares, que están desplazados. Hay un grupo de militares que están ahora dirigiendo a la "autotitulada presidente Jeanine Áñez". Creo, además, que entre los políticos y los distintos grupos de militares hay conflictos, contradicciones y diferencias. Mientras tanto, Washington continúa apoyando a los golpistas, a los más extremistas. Y Trump ha anunciado que Estados Unidos va a presentarse en Bolivia para dirigir el golpe.
"Los avances de la oposición pueden permitirles la posibilidad de conseguir apoyos armados entre los militares. Pero mientras tanto podemos decir que los asesinatos se siguen multiplicando, ya tenemos 23 muertos y la Policía está muy desprestigiada y no tiene ningún apoyo entre la población. Y eso es muy importante.
La clase media acomodada y la clase alta, centrados en Santa Cruz, están buscando la forma de usar paramilitares para fortalecer la represión al típico estilo boliviano.
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"Por tanto, podríamos decir que la represión se está profundizando, radicalizando en ambos lados . La ultraderecha con respaldo de Washington y del otro lado; y por otro los trabajadores, los campesinos, los indígenas, los trabajadores del campo y la ciudad, así como los que han salido del campo y viven en la ciudad y son otra fuerza popular".
"Nadie quiere que vuelvan los militares y la política de la ultraderecha porque va a revertir todos los avances que ha conseguido el pueblo durante la presidencia de Evo Morales.
El único apoyo internacional del que dispone el gobierno golpista, aparte del de los Estados Unidos, es el de Luis Almagro, el uruguayo, supuesto representante de la OEA, (Organización de Estados Americanos), que como vocero de Washington está muy desprestigiado, es una persona podrida que representa lo peor del interamericanismo".





























Gustavo | Martes, 26 de Noviembre de 2019 a las 18:58:46 horas
Hay conciencia de la opresion, lo que no hay es conciencia organizativa, si la hay sera muy debil. Para la consecucion de una finalidad es necesario un estado mayor de clase y sus correas de transmision (asi), que procedan.
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