Gigantesco escándalo financiero en el Vaticano
EL VATICANO COMPRABA INMUEBLES CON LOS DONATIVOS DE SUS FIELES DESTINADOS A LA CARIDAD
El secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, asegura que "se hará la luz" sobre el tema… pero nadie se lo cree
Los secretos del famoso "Óbolo de San Pedro"han salido por fin a la luz. A través de esta "institución recaudatoria", el Vaticano obtenía anualmente la friolera de 70.000.000 $ en depósitos caritativos que donaban anualmente sus fieles de todo el mundo. Teóricamente el destino de esas cantidades era la caridad, pero esta semana se descubrió el engaño. El óbolo era utilizado por las finanzas vaticanas para la compra de inmuebles de valores multimillonarios
ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El "Denario u Óbolo de San Pedro" -en latín, denarius Sancti Petri- está constituido en base a las donaciones que las diócesis y los cristianos católicos hacen a la persona del Papa de Roma.
El "Óbolo", como se le conoce vulgarmente, consiste en una suerte de macrocolecta que realizan anualmente las comunidades católicas, en la “Jornada mundial de la Caridad del Papa”, el 29 de junio o el domingo más próximo a la solemnidad de San Pedro y San Pablo.
Se trata de una intensa campaña de "recaudación de capitales" que comenzó a realizarse en el siglo VIII, en Inglaterra.
Para que el lector tenga una idea aproximada de la envergadura de esta "recaudación mundial", en el año 2011, el llamado "Obolo de San Pedro" recogió en donación directa para el Papa, la friolera de casi 70.000.000 $ en donativos.
Esa es la inconmensurable razón por la que el dimitido Papa Benedicto XVI había calificado a estos "donativos internacionales", "que el Óbolo de San Pedro era la expresión más típica y viva de la participación de todos los fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia universal".
Pero lo que no se atrevió a decir el "Papa emérito" es que los
capitales provenientes de las donaciones de los feligreses católicos, que estaban destinados teóricamente con exclusividad a la "práctica de la caridad", para lo que servian realmente era para la realización de suculentos negocios inmobiliarios por parte de las finanzas vaticanas.
Según reveló la revista L’Espresso esta misma semana, la Secretaría de Estado del Vaticano, que es algo así como el corazón administrativo de la Iglesia en el mundo, adquirió un imponente inmueble en Londres, por valor de 200.000.000 $, cuya fuente fue precisamente esa caja sin fondo que es el Óbolo de San Pedro.
Ante el escándalo provocado por esta operación inmobiliaria con fondos provenientes del Óbolo, el cardenal y secretario de Estado Vaticano Pietro Parolin, se vio obligado a principios de esta semana, a salir al paso de las informaciones de prensa con unas declaraciones en las que prometía que "se hará luz" sobre este turbio asunto.
No obstante, de acuerdo con las opiniones de los comentaristas de la prensa internacional, son muy pocos los que a estas alturas creen que las finanzas vaticanas puedan llegar a convertirse algún día en un asunto diáfano y transparente.
ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El "Denario u Óbolo de San Pedro" -en latín, denarius Sancti Petri- está constituido en base a las donaciones que las diócesis y los cristianos católicos hacen a la persona del Papa de Roma.
El "Óbolo", como se le conoce vulgarmente, consiste en una suerte de macrocolecta que realizan anualmente las comunidades católicas, en la “Jornada mundial de la Caridad del Papa”, el 29 de junio o el domingo más próximo a la solemnidad de San Pedro y San Pablo.
Se trata de una intensa campaña de "recaudación de capitales" que comenzó a realizarse en el siglo VIII, en Inglaterra.
Para que el lector tenga una idea aproximada de la envergadura de esta "recaudación mundial", en el año 2011, el llamado "Obolo de San Pedro" recogió en donación directa para el Papa, la friolera de casi 70.000.000 $ en donativos.
Esa es la inconmensurable razón por la que el dimitido Papa Benedicto XVI había calificado a estos "donativos internacionales", "que el Óbolo de San Pedro era la expresión más típica y viva de la participación de todos los fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia universal".
Pero lo que no se atrevió a decir el "Papa emérito" es que los
capitales provenientes de las donaciones de los feligreses católicos, que estaban destinados teóricamente con exclusividad a la "práctica de la caridad", para lo que servian realmente era para la realización de suculentos negocios inmobiliarios por parte de las finanzas vaticanas.
Según reveló la revista L’Espresso esta misma semana, la Secretaría de Estado del Vaticano, que es algo así como el corazón administrativo de la Iglesia en el mundo, adquirió un imponente inmueble en Londres, por valor de 200.000.000 $, cuya fuente fue precisamente esa caja sin fondo que es el Óbolo de San Pedro.
Ante el escándalo provocado por esta operación inmobiliaria con fondos provenientes del Óbolo, el cardenal y secretario de Estado Vaticano Pietro Parolin, se vio obligado a principios de esta semana, a salir al paso de las informaciones de prensa con unas declaraciones en las que prometía que "se hará luz" sobre este turbio asunto.
No obstante, de acuerdo con las opiniones de los comentaristas de la prensa internacional, son muy pocos los que a estas alturas creen que las finanzas vaticanas puedan llegar a convertirse algún día en un asunto diáfano y transparente.

































Gustavo | Lunes, 04 de Noviembre de 2019 a las 07:39:19 horas
Los protestantes evangélicos creen que con tener fe es suficiente para salvarse.
La Iglesia Católica, en cambio dualista, afirma que la fe nos lleva a la salvación unida siempre a las buenas obras*, es decir a la recaudación monetaria y bienes raíces. En el pasado la Iglesia vaticana de Estado poseía una tercera parte de Europa Occidental feudalizada.
*Con la donación el crédulo ingenuo redimía sus pecados habidos y por haber.
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