
PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE CANARIAS: UNA ENTREVISTA CON DOS CATAPLINES
Una abracadabrante entrevista al que hasta ahora ha sido la máxima autoridad judicial del Archipiélago
Para el presidente del Tribunal Superior de Canarias, Antonio Doreste Armas, máxima institución judicial de esta Comunidad autónoma, a los independentistas condenados en el proces hay que hacerles pagar cruda su osadía frente a la "España indivisible". En primer lugar, hay que retirar a Cataluña sus competencias penitenciarias, para que los condenados no puedan gozar de los beneficios que les corresponderían de ser trasladados a ese territorio. En segundo lugar, hay hacerlos trabajar duro. Nada de estudios universitarios o de jugar al baloncesto en prisión… Asimismo, la "Constitución del 78" debe ser pétrea e intransformable, porque los cambios pueden ser aprovechados para que se cuelen enanos infiltrados. (...)
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Antonio Doreste Armas, hasta ahora presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, no se presentará a las próximas "elecciones" para continuar ocupando ese cargo. Por esa razón ha sido actualidad estos días, concediendo con ese motivo algunas entrevistas.De una de ellas vamos a hablar.
En principio, hay que aclarar que la biografía de Doreste carece de hechos destacables. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, en el año 1954. Cuarenta años después ingresó en la carrera judicial procedente del llamado "cuarto turno". O sea, de aquel que relaciona sus méritos con una llamada "reconocida competencia" y con 10 años de ejercicio profesional. Y punto pelota.
LA OPACIDAD DE LOS JUECES Y SU RAZÓN SOCIAL
La verdad es que los magistrados en España han permanecido durante siglos al margen del conocimiento público. Un deliberado tupido velo ha mantenido en la opacidad tanto su proceder como sus sentencias. La razón era obvia. El sistema dominante, a través de la máquina del Estado requería que aquellos que impartían justicia permanecieran distanciados del vulgo, alejados de la vista de las clases sobre las que se iba a impartir justicia. Ello hacia necesario, además, que esa distancia inspirara mucho respeto, miedo y sumisión. De ahí que, por ejemplo, se les invistiera de largas togas o de elegantes pelucas con cuidados rulos. Eso permitia que el episodio mismo de impartir justicia se convitiera en un acto impactante, capaz de acongojar a quien iba a ser juzgado.
Pese a esa inaccesibilidad, sus sentencias y los razonamientos jurídicos que las envolvían permitían a los ciudadanos más avispados detectar cuál era el grado de identificación y fidelidad que los jueces rubricantes tenían en relación con el sistema político y económico hegemónico. Parece obvio decir que el resultado de estas encajaba en la inmensa mayoria de las ocasiones con los intereses objetivos del establishment
Pero los tiempos han cambiado. Ya no es posible continuar manteniéndo ese viejo perfil hermético y decimonónico, aunque esencialmente el aparato judicial siga sirviendo a los mismos intereses. Por ello, en la actualidad, los miembros de la judicatura, bajo la presión de la calle, se han visto obligados a “democratizar” su visualización pública. Esa es la razón por la que, a diferencia de lo que sucedía en el pasado, hoy los jueces se muestran solícitos a realizar entrevistas y declaraciones públicas. A través de ellas podemos conocer cuál es su pensamiento y posicion frente a los problemas que presenta la vida cotidiana. Y la entrevista de prensa que dio el pasado domingo el supermagistrado Antonio Doreste nos permite trazar un perfil del personaje que es para echarse a temblar.
UNA ABRACADABRANTE ENTREVISTA
En efecto, el pasado domingo, el supermagistrado canario Antonio Doreste Armas, realizó unas declaraciones a un periódico de Las Palmas que hay que reconocer que no tienen desperdicios
El todavía presidente del Tribunal Superior de Canarias, o sea, el máximo órgano del Poder Judicial en el Archipiélago, el vértice en donde supuestamente nuclea la Justicia, se retrató así mismo sin el más mínimo pudor, ni recato. Lo hizo, además, con una crudeza que habría que agradecerle, porque Doreste Armas puso en evidencia a través de sus respuestas, cuáles son realmente los patrones ideológicos que dominan en las más altas instancias de una de las tres instituciones claves de la estructura del Estado español. Para algunos, eso no constituia un secreto, pero hay que reconocer que expuestos tan descarnadamente como lo hizo el magistrado Doreste, no deja de impresionar.
Reproducimos sin comentarios -esto no significa que no los vayamos a hacer en el futuro- la textualidad de aquellos párrafos de sus declaraciones que nos han resultado más abracadabrantes.
COMO UN SUPERMAGISTRADO INTERPRETA A LA ESPAÑA DE HOY
Como podrá deducirse de la misma entrevista, los lectores estarán en condiciones de apreciar que el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias no es una blanca palomita, exenta de contaminaciones ideológicas, ni de militancias partidarias, ni tampoco de pulsiones fuertemente represivas.
En el curso de la entrevista, Doreste, con orgullo incontenido reconoció haber militado en el partido “Centro Democrático y Social”, que encabezara el ex falangista y albacea del Régimen de Franco, Adolfo Suárez González. Se esmeró, no obstante, el magistrado en dejar muy claro que aquello fue hace ya muchos años, aunque la verdad es que a la luz de sus actuales opiniones, estas no parecen haberse distanciado mucho de aquellas que sostenían tanto su antiguo líder político, como el propio Partido en el que militó.
Frente a las sospechas de que había tratado de favorecer desde su cargo al hasta hace poco Partido gobernante durante tres décadas en esta Comunidad autónoma, “Coalición Canaria”, en la denuncia en la que está incurso el ex presidente Fernando Clavijo, Doreste niega rotundamente tal proximidad.
“Yo no he estado a favor de Coalición Canaria, sino que he mantenido una postura jurídica en ese determinado asunto y creo que tenía razón”.
Asegura Doreste, además, que no se retira del Tribunal Superior de Canarias porque este caso haya mellado su imagen, sino porque
“lo que han hecho es cansarme, porque a mí la imagen no me preocupa y, además, creo que es buena “.
¿De dónde concluye el magistrado la impresión de que su imagen en la sociedad es buena? Su argumento es contundente:
“en la apertura del año judicial hubo una ovación al final”
PARTIDARIO DE LA CONTINUIDAD DE LOS AFORAMIENTOS
En sus declaraciones a la prensa, el juez se muestra radicalmente contrario a la supresión de la figura feudal de los “aforamientos”, que tan cuestionada ha sido en los últimos tiempos por el conjunto de la sociedad española.
“Yo no estoy de acuerdo con la supresión de los aforamientos. Lo que ocurre con los aforamientos es que tendrían que hacerse de otra manera y esa, en lugar de apurarse ante un tribunal superior apurarse ante uno distinto, territorialmente más alejado y de jueces que no nos conozcan”.
¿Y qué tal funciona la justicia en España?, le preguntaron a Doreste. Para el magistrado no existe la más mínima duda. Y para ello esgrime tan buenas como aplastantes razones:
“La justicia funciona muy bien en España. Y a la vista está la respuesta ante el desafío de los independentistas que quieren descuartizar a España y quieren derogar la Constitución y, en general en todos los delitos y tipos de situaciones estamos ante una justicia independiente y eficaz… Mejorable claro”.
El todavía presidente del “Tribunal Superior de Canarias” no cree que la corrupción en el Archipiélago sea ni mayor ni menor que la que existe en otros lugares. Proclama ufano que:
“la respuesta judicial a la corrupción ha sido muy enérgica ante todos los supuestos de este tipo y, además, alcanza no sólo a los estamentos políticos, sino también a los estamentos funcionariales”.
En relación con la sentencia del Tribunal Supremo sobre el Procès, el magistrado Doreste no tiene un lugar para la duda, y sus razones son de una contundencia irrebatible:
“Viniendo la sentencia de Manuel Marchena es imposible hacer ninguna crítica, porque el admirado magistrado presidente, Manuel Marchena, es una persona a la que yo jamás le podido hacer ninguna crítica, dado su nivel personal, intelectual y jurídico".
Por esa misma y poderosa razón, agrega el magistrado con inquebrantable lealtad:
“Haga lo que haga don Manuel Marchena lo aplaudo. Su solvencia personal, profesional y jurídica es de tal altura que jamás haría ninguna crítica”.
MUY CABREADO CON LOS ESPAÑOLES
En el curso de la entrevista, el todavía presidente del Tribunal Superior de Canarias expresa, aunque de manera un tanto confusa y embrollada, su monumental cabreo por lo que el llama la actitud pasiva que los españoles están mostrando ante el problema catalán:
“La gente se cansa de este problema y es un problema del que no nos podemos cansar, porque es un problema gravísimo, la unidad de España, no tiene nada que ver con una ideología, es un principio de la Constitución y es un atentado flagrante contra la Constitución, un atentado gravísimo y, además, continúa, no es un ataque puntual como lo fue el golpe de Estado [se refiere al golpe de Estado de Tejero], es un proceso, una dinámica que continúan cada vez a peor.
“Entonces ante este problema tan grave, -continúa el supermagistrado - lo primero que digo es que hay que estar vigilante, que no podemos cansarnos, es la prioridad número uno que tiene España… El poder judicial es el que está llevando el peso de la lucha contra esta rebeldía, no desde el punto de vista jurídico, sino rebeldía en el sentido no jurídico, y ya va siendo hora de que todos los poderes del Estado, el ejecutivo y el legislativo respondan. El legislativo para que responda con las modificaciones legales pertinentes para combatir esto”.
UNA CONSTITUCION PÉTREA E IRREFORMABLE
En relación con la reforma de la Constitución, el magistrado tiene las “ideas muy claras” y su postura es inequívoca: una Constitución y para siempre. Doreste se mostró partidario de no mover ni una sola coma del texto de la actual Constitución, aunque ni las actuales generaciones, ni tampoco las venideras, la hayan refrendado. Los cambios son siempre peligrosos. ¡A saber qué es lo que se nos puede colar subrepticiamente entre ellos!.
“La Constitución no hace falta cambiarla. Modificar la Constitución es algo muy delicado. Se abre una caja en la que todo el mundo quiere cambiar demasiadas cosas y mejor que no. Soy un defensor acérrimo de la Constitución y entre menos se toque, mejor”.
Qué hacer con los "13 delincuentes" resultantes de la sentencia del procès. Para Doreste no hay duda, palo y tente tieso. Véanlo:
“Se deberían recuperar por parte del Estado las competencias penitenciarias en Cataluña, para evitar la burla a la condena en la que parte que afecta a los beneficios que atañen a la práctica de libertad de los condenados, que sólo acudirían a firmar a la cárcel, disfrutando una vida prácticamente libre”.
Sin embargo, el supermagistrado va más allá. ¿Qué es eso de que los "delincuentes" condenados en el procès se dediquen a estudiar o a jugar al baloncesto durante los largos años de condena? Para el magistrado los “13 políticos presos” deben de pagar cruda su osadía desafiante frente a la "España Una":
“Desde mi punto de vista se tendría que favorecer que los presos realizaran trabajos de suficiente dureza y rentabilidad como para devolver a las víctimas del delito las indemnizaciones y que las paguen.
Que ese trabajo sirviera para reparar el daño que han hecho en lugar de estar cómodamente pasivos, viendo la tele y jugando al baloncesto, recibiendo clases de inglés o matriculados gratis en la universidad.
Porque, -opina este talentudo supermagistrado- con ello no indemnizas a las víctimas”.
¿No se los dije al principio? Esto sí que es una entrevista con dos grandes cataplines.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Antonio Doreste Armas, hasta ahora presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, no se presentará a las próximas "elecciones" para continuar ocupando ese cargo. Por esa razón ha sido actualidad estos días, concediendo con ese motivo algunas entrevistas.De una de ellas vamos a hablar.
En principio, hay que aclarar que la biografía de Doreste carece de hechos destacables. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, en el año 1954. Cuarenta años después ingresó en la carrera judicial procedente del llamado "cuarto turno". O sea, de aquel que relaciona sus méritos con una llamada "reconocida competencia" y con 10 años de ejercicio profesional. Y punto pelota.
LA OPACIDAD DE LOS JUECES Y SU RAZÓN SOCIAL
La verdad es que los magistrados en España han permanecido durante siglos al margen del conocimiento público. Un deliberado tupido velo ha mantenido en la opacidad tanto su proceder como sus sentencias. La razón era obvia. El sistema dominante, a través de la máquina del Estado requería que aquellos que impartían justicia permanecieran distanciados del vulgo, alejados de la vista de las clases sobre las que se iba a impartir justicia. Ello hacia necesario, además, que esa distancia inspirara mucho respeto, miedo y sumisión. De ahí que, por ejemplo, se les invistiera de largas togas o de elegantes pelucas con cuidados rulos. Eso permitia que el episodio mismo de impartir justicia se convitiera en un acto impactante, capaz de acongojar a quien iba a ser juzgado.
Pese a esa inaccesibilidad, sus sentencias y los razonamientos jurídicos que las envolvían permitían a los ciudadanos más avispados detectar cuál era el grado de identificación y fidelidad que los jueces rubricantes tenían en relación con el sistema político y económico hegemónico. Parece obvio decir que el resultado de estas encajaba en la inmensa mayoria de las ocasiones con los intereses objetivos del establishment
Pero los tiempos han cambiado. Ya no es posible continuar manteniéndo ese viejo perfil hermético y decimonónico, aunque esencialmente el aparato judicial siga sirviendo a los mismos intereses. Por ello, en la actualidad, los miembros de la judicatura, bajo la presión de la calle, se han visto obligados a “democratizar” su visualización pública. Esa es la razón por la que, a diferencia de lo que sucedía en el pasado, hoy los jueces se muestran solícitos a realizar entrevistas y declaraciones públicas. A través de ellas podemos conocer cuál es su pensamiento y posicion frente a los problemas que presenta la vida cotidiana. Y la entrevista de prensa que dio el pasado domingo el supermagistrado Antonio Doreste nos permite trazar un perfil del personaje que es para echarse a temblar.
UNA ABRACADABRANTE ENTREVISTA
En efecto, el pasado domingo, el supermagistrado canario Antonio Doreste Armas, realizó unas declaraciones a un periódico de Las Palmas que hay que reconocer que no tienen desperdicios
El todavía presidente del Tribunal Superior de Canarias, o sea, el máximo órgano del Poder Judicial en el Archipiélago, el vértice en donde supuestamente nuclea la Justicia, se retrató así mismo sin el más mínimo pudor, ni recato. Lo hizo, además, con una crudeza que habría que agradecerle, porque Doreste Armas puso en evidencia a través de sus respuestas, cuáles son realmente los patrones ideológicos que dominan en las más altas instancias de una de las tres instituciones claves de la estructura del Estado español. Para algunos, eso no constituia un secreto, pero hay que reconocer que expuestos tan descarnadamente como lo hizo el magistrado Doreste, no deja de impresionar.
Reproducimos sin comentarios -esto no significa que no los vayamos a hacer en el futuro- la textualidad de aquellos párrafos de sus declaraciones que nos han resultado más abracadabrantes.
COMO UN SUPERMAGISTRADO INTERPRETA A LA ESPAÑA DE HOY
Como podrá deducirse de la misma entrevista, los lectores estarán en condiciones de apreciar que el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias no es una blanca palomita, exenta de contaminaciones ideológicas, ni de militancias partidarias, ni tampoco de pulsiones fuertemente represivas.
En el curso de la entrevista, Doreste, con orgullo incontenido reconoció haber militado en el partido “Centro Democrático y Social”, que encabezara el ex falangista y albacea del Régimen de Franco, Adolfo Suárez González. Se esmeró, no obstante, el magistrado en dejar muy claro que aquello fue hace ya muchos años, aunque la verdad es que a la luz de sus actuales opiniones, estas no parecen haberse distanciado mucho de aquellas que sostenían tanto su antiguo líder político, como el propio Partido en el que militó.
Frente a las sospechas de que había tratado de favorecer desde su cargo al hasta hace poco Partido gobernante durante tres décadas en esta Comunidad autónoma, “Coalición Canaria”, en la denuncia en la que está incurso el ex presidente Fernando Clavijo, Doreste niega rotundamente tal proximidad.
“Yo no he estado a favor de Coalición Canaria, sino que he mantenido una postura jurídica en ese determinado asunto y creo que tenía razón”.
Asegura Doreste, además, que no se retira del Tribunal Superior de Canarias porque este caso haya mellado su imagen, sino porque
“lo que han hecho es cansarme, porque a mí la imagen no me preocupa y, además, creo que es buena “.
¿De dónde concluye el magistrado la impresión de que su imagen en la sociedad es buena? Su argumento es contundente:
“en la apertura del año judicial hubo una ovación al final”
PARTIDARIO DE LA CONTINUIDAD DE LOS AFORAMIENTOS
En sus declaraciones a la prensa, el juez se muestra radicalmente contrario a la supresión de la figura feudal de los “aforamientos”, que tan cuestionada ha sido en los últimos tiempos por el conjunto de la sociedad española.
“Yo no estoy de acuerdo con la supresión de los aforamientos. Lo que ocurre con los aforamientos es que tendrían que hacerse de otra manera y esa, en lugar de apurarse ante un tribunal superior apurarse ante uno distinto, territorialmente más alejado y de jueces que no nos conozcan”.
¿Y qué tal funciona la justicia en España?, le preguntaron a Doreste. Para el magistrado no existe la más mínima duda. Y para ello esgrime tan buenas como aplastantes razones:
“La justicia funciona muy bien en España. Y a la vista está la respuesta ante el desafío de los independentistas que quieren descuartizar a España y quieren derogar la Constitución y, en general en todos los delitos y tipos de situaciones estamos ante una justicia independiente y eficaz… Mejorable claro”.
El todavía presidente del “Tribunal Superior de Canarias” no cree que la corrupción en el Archipiélago sea ni mayor ni menor que la que existe en otros lugares. Proclama ufano que:
“la respuesta judicial a la corrupción ha sido muy enérgica ante todos los supuestos de este tipo y, además, alcanza no sólo a los estamentos políticos, sino también a los estamentos funcionariales”.
En relación con la sentencia del Tribunal Supremo sobre el Procès, el magistrado Doreste no tiene un lugar para la duda, y sus razones son de una contundencia irrebatible:
“Viniendo la sentencia de Manuel Marchena es imposible hacer ninguna crítica, porque el admirado magistrado presidente, Manuel Marchena, es una persona a la que yo jamás le podido hacer ninguna crítica, dado su nivel personal, intelectual y jurídico".
Por esa misma y poderosa razón, agrega el magistrado con inquebrantable lealtad:
“Haga lo que haga don Manuel Marchena lo aplaudo. Su solvencia personal, profesional y jurídica es de tal altura que jamás haría ninguna crítica”.
MUY CABREADO CON LOS ESPAÑOLES
En el curso de la entrevista, el todavía presidente del Tribunal Superior de Canarias expresa, aunque de manera un tanto confusa y embrollada, su monumental cabreo por lo que el llama la actitud pasiva que los españoles están mostrando ante el problema catalán:
“La gente se cansa de este problema y es un problema del que no nos podemos cansar, porque es un problema gravísimo, la unidad de España, no tiene nada que ver con una ideología, es un principio de la Constitución y es un atentado flagrante contra la Constitución, un atentado gravísimo y, además, continúa, no es un ataque puntual como lo fue el golpe de Estado [se refiere al golpe de Estado de Tejero], es un proceso, una dinámica que continúan cada vez a peor.
“Entonces ante este problema tan grave, -continúa el supermagistrado - lo primero que digo es que hay que estar vigilante, que no podemos cansarnos, es la prioridad número uno que tiene España… El poder judicial es el que está llevando el peso de la lucha contra esta rebeldía, no desde el punto de vista jurídico, sino rebeldía en el sentido no jurídico, y ya va siendo hora de que todos los poderes del Estado, el ejecutivo y el legislativo respondan. El legislativo para que responda con las modificaciones legales pertinentes para combatir esto”.
UNA CONSTITUCION PÉTREA E IRREFORMABLE
En relación con la reforma de la Constitución, el magistrado tiene las “ideas muy claras” y su postura es inequívoca: una Constitución y para siempre. Doreste se mostró partidario de no mover ni una sola coma del texto de la actual Constitución, aunque ni las actuales generaciones, ni tampoco las venideras, la hayan refrendado. Los cambios son siempre peligrosos. ¡A saber qué es lo que se nos puede colar subrepticiamente entre ellos!.
“La Constitución no hace falta cambiarla. Modificar la Constitución es algo muy delicado. Se abre una caja en la que todo el mundo quiere cambiar demasiadas cosas y mejor que no. Soy un defensor acérrimo de la Constitución y entre menos se toque, mejor”.
Qué hacer con los "13 delincuentes" resultantes de la sentencia del procès. Para Doreste no hay duda, palo y tente tieso. Véanlo:
“Se deberían recuperar por parte del Estado las competencias penitenciarias en Cataluña, para evitar la burla a la condena en la que parte que afecta a los beneficios que atañen a la práctica de libertad de los condenados, que sólo acudirían a firmar a la cárcel, disfrutando una vida prácticamente libre”.
Sin embargo, el supermagistrado va más allá. ¿Qué es eso de que los "delincuentes" condenados en el procès se dediquen a estudiar o a jugar al baloncesto durante los largos años de condena? Para el magistrado los “13 políticos presos” deben de pagar cruda su osadía desafiante frente a la "España Una":
“Desde mi punto de vista se tendría que favorecer que los presos realizaran trabajos de suficiente dureza y rentabilidad como para devolver a las víctimas del delito las indemnizaciones y que las paguen.
Que ese trabajo sirviera para reparar el daño que han hecho en lugar de estar cómodamente pasivos, viendo la tele y jugando al baloncesto, recibiendo clases de inglés o matriculados gratis en la universidad.
Porque, -opina este talentudo supermagistrado- con ello no indemnizas a las víctimas”.
¿No se los dije al principio? Esto sí que es una entrevista con dos grandes cataplines.
Roberto | Lunes, 21 de Octubre de 2019 a las 21:06:03 horas
Las sobremesas de Dorestes son famosas. ¿Alguien ha investigado su patrimonio? Empezó hace muchos años cuando era juez en Tenerife y compró en subasta una planta casi entera del edificio Rascacielos de tres de Mayo a donde va personalmente a cobrar los alquileres. Por donde ira su patrimonio ahora?
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