
EX DIRIGENTE EUROCOMUNISTA DEL PCE, PRIMER CANDIDATO POR VOX AL SENADO EN GRAN CANARIA
Manuel Galarreta, el corredor que nunca tuvo una meta... ¿ O sí?
Parece claro que entramos nuevamente en una fase en la que las "conversiones" vuelven a ponerse de moda. No son estas una novedad en la historia. San Pablo, por ejemplo, se cayó del caballo y repentinamente se convirtió al cristianismo. Pero ¿de qué caballo tuvo que haberse caído Manuel Galarreta, ex eurocomunista, ex socialdemócrata, ex decano de la Facultad de Veterinaria para convertirse, de la noche a la mañana, en flamante candidato al Senado por el partido ultraderechista VOX, por la isla de Gran Canaria ?
POR A.Q. PARA CANARIAS SEMANAL
Quien durante la dictadura de Franco y en la posterior "Transición" que le siguió, desempeñara el papel de dirigente del PCE, Manuel
Galarreta, encabezará ahora la lista por Gran Canaria al Senado español de la organización ultraderechista VOX.
Manuel Galarreta inició su militancia política en el PCE durante la década de los 60 del pasado siglo, mientras era estudiante de la Facultad de Químicas de la Universidad de la Laguna.
Hijo de un teniente coronel del Ejército de Tierra y de una profesora de instituto, el ahora flamante candidato por la citada organización
ultraderechista no sólo militó en el PCE que en las Islas Canarias dirigía José Carlos Mauricio, sino que, además, ya en la legalidad, en el marco del III Congreso del Partido Comunista de Canarias, celebrado el año 1978, fue elegido por abrumadora mayoría miembro de su Comité Central, junto a otros conocidos comunistas como Roberto García Luis, Augusto Hidalgo Champsour, Carmelo Suárez Cabrera, Marcelino Galindo, el propio José Carlos Mauricio y 20 militantes más.
![[Img #59877]](http://canarias-semanal.org/upload/images/10_2019/6890_prensa.jpg)
Fue precisamente en el transcurso de ese mismo III Congreso cuando el Partido Comunista de Canarias, según consta en la crónica que sobre el evento escribió el periódico grancanario "La Provincia", expresaba que el PCC-PCE había:
"dado el carpetazo a las concepciones dogmáticas, pues la realidad se impone: el de Canarias es ya un partido "marxista revolucionario", en contra de la definición anterior de "marxista-leninista".
Los más de 300 congresistas presentes ratificaron con aplausos unánimes la nueva singladura emprendida por el Partido.
Si los comunistas canarios dieron en ese III Congreso un giro ideológico copernicano hacia posiciones más derechistas, Manuel Galarreta no sólo no se quedó atrás en relación con las conmocionantes mutaciones de su partido, sino que, incluso, quiso aventajar a su propia organización en la operación de cambio de chaqueta.
En efecto, a partir de la década de los 80 del pasado siglo XX el hoy flamante candidato ultraderechista empezó a dar sus primeros pasos de aproximación hacía los ámbitos políticos próximos al PSOE.
En honor a la verdad hay que decir que Manuel Galarreta no fue, ni mucho menos, el único que abandonó las filas del PCE, para terminar en las áreas de influencia del PSOE o de otros partidos de mayor éxito electoral. La realidad fue que ya desde entonces las fronteras ideológicas entre PSOE y PCE habían comenzado a diluirse. La dirección del PCE, que entonces encabezaba Santiago Carrillo, hacía denodados esfuerzos para que el Partido comunista se convirtiera en una suerte de clónico del que dirigía Felipe González.
Pero este arreglo cosmético resultó un fiasco a la hora de los escrutinios electorales, pues los votantes terminarían prefiriendo la marca auténtica a la simulada. En realidad, se trató de un simple fenómeno político de degradación ideológica, que hoy puede encontrar paralelismos en lo que sucede entre el PSOE y Podemos.
Y "Manolo Galarreta", como se le conocía entonces, se terminó apercibiendo de que el brillante futuro que como dirigente auguraba para sí mismo no lo iba a encontrar en el PCE.
INGENUAS CONMOCIONES
Aunque, desde hacía meses en los ámbitos próximos a este tránsfuga ideológico se conocía cuál estaba siendo su involución, la aparición de su nombre en las listas de VOX ha conmocionado a no pocos de los que lo conocieron en otras épocas. Y es que, con toda propiedad la involución ideológica de Galarreta
podría calificarse como "vertiginosa". Particularmente, si se tiene en cuenta que en una fecha tan próxima como el año 2007, el hoy candidato ultraderechista fue uno de los rubricantes de un documento público en el que hacía constar su apoyo y defensa para la candidatura de la alcaldía de Las Palmas del que fuera ex ministro de uno de los gobiernos de Felipe González, Jerónimo Saavedra Acevedo.
El "proceso politico mutativo" ha tenido en Manuel Galarreta, pues, un recorrido cortísimo, casi relampagueante. Tan sólo necesitó el paso de una década para que se produjera una convulsa reconversión ideológica que le cambió hasta el color y la misma naturaleza de sus tuétanos.
Parece claro que en este país hemos entrado en una fase en la que las "conversiones" sobrevenidas han vuelto a ponerse de moda. ¿Un cambio en las radiaciones solares que afecta a los seres humanos? ¿Un efecto colateral de la crisis económica? ¿Una abducción celestial?
Fuere lo que fuere, resulta necesario precisar que no es esta una novedad histórica. Ya en la época en la que las enseñanzas de Jesús de Nazaret dejaron de ser una doctrina solo para pobres, transformándose en la religión oficial del Imperio, San Pablo, por ejemplo, se cayó un día de un caballo y ello le bastó para repentinamente convertirse al cristianismo.
Pero ello nos obliga necesariamente a preguntarnos de qué caballo pudo haberse caído Manolo Galarreta, el ex eurocomunista, el ex socialdemócrata, el ex decano de la Facultad de Veterinaria, el ex jurado de los Premios Canarias, el ex teórico de la "Alianza de las Fuerzas de la Cultura y el Trabajo", el ex casi todo, para convertirse, de la noche a la mañana, en el flamante candidato al Senado por el partido ultraderechista VOX, en la isla de Gran Canaria. ¡Ahh, los intrincados enigmas de nuestro peculiar surrealismo insular!
GALARRETA, LA GRAN ESTRELLA ELECTORAL DE LA ULTRADERECHA
De acuerdo a lo que ha dado a conocer la organización ultraderechista VOX, la dirección de este partido ha realizado una intensa renovación en la composición de la lista de sus candidatos al Senado en las elecciones de noviembre.
Según han comunicado ellos mismos, esta revolucionaria "renovación" ha alcanzado hasta el 75% de los candidatos presentados el
pasado mes de abril.
Y entre las "novedades", que están anunciando a bombo y platillo, se encuentran las de Ana María Velasco Vidal-Abarca, hija de la inefable fundadora de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), candidata por Madrid, y la del reconvertido eurocomunista chaquetero, Manuel Ruiz de Galarreta Hernández, candidato al Senado por Gran Canaria.
De todo ello puede deducirse, que la organización ultraderechista quiere poner de manifiesto con este innovador reclutamiento, que carece de prejuicios, que está dispuesta a pescar en todos los caladeros, independientemente de la marca de fábrica que traigan del pasado, y que lo que prima en estos momentos es la ausencia de escrúpulos. Y en Manuel Galarreta parecen haber encontrado todo un auténtico filón.
POR A.Q. PARA CANARIAS SEMANAL
Quien durante la dictadura de Franco y en la posterior "Transición" que le siguió, desempeñara el papel de dirigente del PCE, Manuel Galarreta, encabezará ahora la lista por Gran Canaria al Senado español de la organización ultraderechista VOX.
Manuel Galarreta inició su militancia política en el PCE durante la década de los 60 del pasado siglo, mientras era estudiante de la Facultad de Químicas de la Universidad de la Laguna.
Hijo de un teniente coronel del Ejército de Tierra y de una profesora de instituto, el ahora flamante candidato por la citada organización ultraderechista no sólo militó en el PCE que en las Islas Canarias dirigía José Carlos Mauricio, sino que, además, ya en la legalidad, en el marco del III Congreso del Partido Comunista de Canarias, celebrado el año 1978, fue elegido por abrumadora mayoría miembro de su Comité Central, junto a otros conocidos comunistas como Roberto García Luis, Augusto Hidalgo Champsour, Carmelo Suárez Cabrera, Marcelino Galindo, el propio José Carlos Mauricio y 20 militantes más.
Fue precisamente en el transcurso de ese mismo III Congreso cuando el Partido Comunista de Canarias, según consta en la crónica que sobre el evento escribió el periódico grancanario "La Provincia", expresaba que el PCC-PCE había:
"dado el carpetazo a las concepciones dogmáticas, pues la realidad se impone: el de Canarias es ya un partido "marxista revolucionario", en contra de la definición anterior de "marxista-leninista".
Los más de 300 congresistas presentes ratificaron con aplausos unánimes la nueva singladura emprendida por el Partido.
Si los comunistas canarios dieron en ese III Congreso un giro ideológico copernicano hacia posiciones más derechistas, Manuel Galarreta no sólo no se quedó atrás en relación con las conmocionantes mutaciones de su partido, sino que, incluso, quiso aventajar a su propia organización en la operación de cambio de chaqueta.
En efecto, a partir de la década de los 80 del pasado siglo XX el hoy flamante candidato ultraderechista empezó a dar sus primeros pasos de aproximación hacía los ámbitos políticos próximos al PSOE.
En honor a la verdad hay que decir que Manuel Galarreta no fue, ni mucho menos, el único que abandonó las filas del PCE, para terminar en las áreas de influencia del PSOE o de otros partidos de mayor éxito electoral. La realidad fue que ya desde entonces las fronteras ideológicas entre PSOE y PCE habían comenzado a diluirse. La dirección del PCE, que entonces encabezaba Santiago Carrillo, hacía denodados esfuerzos para que el Partido comunista se convirtiera en una suerte de clónico del que dirigía Felipe González.
Pero este arreglo cosmético resultó un fiasco a la hora de los escrutinios electorales, pues los votantes terminarían prefiriendo la marca auténtica a la simulada. En realidad, se trató de un simple fenómeno político de degradación ideológica, que hoy puede encontrar paralelismos en lo que sucede entre el PSOE y Podemos.
Y "Manolo Galarreta", como se le conocía entonces, se terminó apercibiendo de que el brillante futuro que como dirigente auguraba para sí mismo no lo iba a encontrar en el PCE.
INGENUAS CONMOCIONES
Aunque, desde hacía meses en los ámbitos próximos a este tránsfuga ideológico se conocía cuál estaba siendo su involución, la aparición de su nombre en las listas de VOX ha conmocionado a no pocos de los que lo conocieron en otras épocas. Y es que, con toda propiedad la involución ideológica de Galarreta podría calificarse como "vertiginosa". Particularmente, si se tiene en cuenta que en una fecha tan próxima como el año 2007, el hoy candidato ultraderechista fue uno de los rubricantes de un documento público en el que hacía constar su apoyo y defensa para la candidatura de la alcaldía de Las Palmas del que fuera ex ministro de uno de los gobiernos de Felipe González, Jerónimo Saavedra Acevedo.
El "proceso politico mutativo" ha tenido en Manuel Galarreta, pues, un recorrido cortísimo, casi relampagueante. Tan sólo necesitó el paso de una década para que se produjera una convulsa reconversión ideológica que le cambió hasta el color y la misma naturaleza de sus tuétanos.
Parece claro que en este país hemos entrado en una fase en la que las "conversiones" sobrevenidas han vuelto a ponerse de moda. ¿Un cambio en las radiaciones solares que afecta a los seres humanos? ¿Un efecto colateral de la crisis económica? ¿Una abducción celestial?
Fuere lo que fuere, resulta necesario precisar que no es esta una novedad histórica. Ya en la época en la que las enseñanzas de Jesús de Nazaret dejaron de ser una doctrina solo para pobres, transformándose en la religión oficial del Imperio, San Pablo, por ejemplo, se cayó un día de un caballo y ello le bastó para repentinamente convertirse al cristianismo.
Pero ello nos obliga necesariamente a preguntarnos de qué caballo pudo haberse caído Manolo Galarreta, el ex eurocomunista, el ex socialdemócrata, el ex decano de la Facultad de Veterinaria, el ex jurado de los Premios Canarias, el ex teórico de la "Alianza de las Fuerzas de la Cultura y el Trabajo", el ex casi todo, para convertirse, de la noche a la mañana, en el flamante candidato al Senado por el partido ultraderechista VOX, en la isla de Gran Canaria. ¡Ahh, los intrincados enigmas de nuestro peculiar surrealismo insular!
GALARRETA, LA GRAN ESTRELLA ELECTORAL DE LA ULTRADERECHA
De acuerdo a lo que ha dado a conocer la organización ultraderechista VOX, la dirección de este partido ha realizado una intensa renovación en la composición de la lista de sus candidatos al Senado en las elecciones de noviembre.
Según han comunicado ellos mismos, esta revolucionaria "renovación" ha alcanzado hasta el 75% de los candidatos presentados el pasado mes de abril.
Y entre las "novedades", que están anunciando a bombo y platillo, se encuentran las de Ana María Velasco Vidal-Abarca, hija de la inefable fundadora de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), candidata por Madrid, y la del reconvertido eurocomunista chaquetero, Manuel Ruiz de Galarreta Hernández, candidato al Senado por Gran Canaria.
De todo ello puede deducirse, que la organización ultraderechista quiere poner de manifiesto con este innovador reclutamiento, que carece de prejuicios, que está dispuesta a pescar en todos los caladeros, independientemente de la marca de fábrica que traigan del pasado, y que lo que prima en estos momentos es la ausencia de escrúpulos. Y en Manuel Galarreta parecen haber encontrado todo un auténtico filón.
José Ramón García | Sábado, 09 de Noviembre de 2019 a las 09:40:40 horas
A lo mejor es que ha visto lo era el comunismo y ahora se da cuenta que no sirve como sistema.
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