BREXIT SIN DEBATE NI ACUERDO: BORIS JOHNSON SUSPENDE LA APERTURA DEL PARLAMENTO BRITÁNICO
La medida ha provocado un nuevo vuelco en la crisis constitucional que vive el país desde el Referéndum del Brexit
La controversia se centra en que esta suspensión sólo deja dos semanas a los parlamentarios para debatir y acordar sobre el Brexit, previsto para el 31 de octubre, lo que se contempla como una maniobra del equipo de Boris Johnson para forzar un Brexit sin acuerdo.
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ / REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha lanzado un órdago al Parlamento, posponiendo la apertura del nuevo año parlamentario desde el 6 de septiembre, en que estaba prevista, hasta el 14 de octubre. Este miércoles, la reina Isabel dio la aprobación protocolaria a la petición de “prórroga” (prorogation) de su primer ministro.
La medida, que ha caído a todo el mundo por sorpresa, ha provocado un gran revuelo tanto entre los colegas conservadores de Johnson partidarios de permanecer en la UE, como en las filas de la oposición. La opinión general es que el plan de Johnson tiene por finalidad impedir que el Parlamento bloquee su decisión de sacar adelante un Brexit sin acuerdo.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, acusó Johnson de “aplastar y arrebatar la democracia británica”. Ruth Fox, experta analista del Parlamento británico, calificó la medida de “afrenta a la democracia parlamentaria”. El portavoz de la Cámara de los Comunes, John Bercow la llamó “atropello constitucional (…) para impedir que el parlamento debata el Brexit y cumpla con su obligación”. El diputado laborista, John McDonnell dijo que se trata de “Un golpe muy británico”.
Este miércoles, cientos de manifestantes se congregaron frente a Westminster, convocados a través de redes sociales a “defender la democracia” por figuras mediáticas como Owen Jones. Una de sus consignas es “Paren el golpe de estado”. Se ha iniciado asimismo una campaña de recogida de firmas, que aspira alcanzar los 17 millones, contra lo que es tildado de “Golpe de estado de Boris”.
No es, sin embargo, en puridad, un golpe de estado. La llamada “prorogation” está contemplada en las leyes del Reino Unido. La decretada por Johnson será la más larga desde 1945. La controversia gira en torno al poco margen que se deja para que los diputados debatan y decidan si abandonar la UE sin acuerdo o rechazar esta alternativa. Y se hace, además, en un momento en que está en juego un tema de suma importancia para el país, que mayoritariamente votó hace tres años y medio por salir de la Unión Europea mediante referéndum. Una voluntad popular que los gobiernos de Cameron y May han estado torpedeando durante todo este tiempo.
El Partido Nacionalista de Escocia ha elevado una petición a un tribunal escocés para que se nombre una comisión esta misma semana, que estudie la legalidad de la medida de Johnson. Pero, según el periodista Robert Peston, los abogados del gobierno dicen estar “totalmente convencidos de que los tribunales no pueden interferir”. Por otro lado, 45 diputados de los partidos Nacionalista de Escocia, Laborista, Verde y Liberal-Demócrata han firmado una declaración en la que piden a la reina que use sus poderes para dejar sin efecto la decisión del gobierno.
Boris Johnson, que tiene mayoría por el solo voto del Partido Unionista de Irlanda del Norte (DUP), ha negado que esta sea una maniobra para evitar que el parlamento bloquee un Brexit sin acuerdo, y asegura que habrá “tiempo de sobra” para que el tema se discuta en las dos últimas semanas de octubre. Recordemos que la salida de la UE está prevista para el 31 de ese mes.
Que haya protestas no parece preocupar al equipo de Johnson, que cree firmemente en las ventajas del Brexit y en la capacidad del Reino Unido para capear cualquier tormenta que les espere tras el 31 de octubre. Es posible que los encuentros que tuvo Johnson la semana pasada con con líderes de la UE no fuesen sino una mera escenificación de solidaridad y deseo común de lograr un acuerdo sobre el Brexit, cuando siempre se supo que sería imposible alcanzar uno aprobado por el parlamento. En estas circunstancias, lo más probable es que se produzca un Brexit sin acuerdo.
De lo que Johnson puede estar seguro con su temeraria medida es que ha agrandado más aún la brecha entre partidarios y no partidarios del Brexit y exacerbado los sentimientos de desconfianza en su gobierno. Con casi la mitad de la población opuesta al Brexit, y una mayoría en Escocia en la misma línea, Johnson está también alimentando al movimiento independentista escocés y agravando la actual crisis constitucional, al tiempo que se eleva la posibilidad de un voto de censura (no confidence) o de unas elecciones anticipadas.
Referencia:
https://www.globalresearch.ca/boris-johnson-suspends-uk-parliament/5687537
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ / REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha lanzado un órdago al Parlamento, posponiendo la apertura del nuevo año parlamentario desde el 6 de septiembre, en que estaba prevista, hasta el 14 de octubre. Este miércoles, la reina Isabel dio la aprobación protocolaria a la petición de “prórroga” (prorogation) de su primer ministro.
La medida, que ha caído a todo el mundo por sorpresa, ha provocado un gran revuelo tanto entre los colegas conservadores de Johnson partidarios de permanecer en la UE, como en las filas de la oposición. La opinión general es que el plan de Johnson tiene por finalidad impedir que el Parlamento bloquee su decisión de sacar adelante un Brexit sin acuerdo.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, acusó Johnson de “aplastar y arrebatar la democracia británica”. Ruth Fox, experta analista del Parlamento británico, calificó la medida de “afrenta a la democracia parlamentaria”. El portavoz de la Cámara de los Comunes, John Bercow la llamó “atropello constitucional (…) para impedir que el parlamento debata el Brexit y cumpla con su obligación”. El diputado laborista, John McDonnell dijo que se trata de “Un golpe muy británico”.
Este miércoles, cientos de manifestantes se congregaron frente a Westminster, convocados a través de redes sociales a “defender la democracia” por figuras mediáticas como Owen Jones. Una de sus consignas es “Paren el golpe de estado”. Se ha iniciado asimismo una campaña de recogida de firmas, que aspira alcanzar los 17 millones, contra lo que es tildado de “Golpe de estado de Boris”.
No es, sin embargo, en puridad, un golpe de estado. La llamada “prorogation” está contemplada en las leyes del Reino Unido. La decretada por Johnson será la más larga desde 1945. La controversia gira en torno al poco margen que se deja para que los diputados debatan y decidan si abandonar la UE sin acuerdo o rechazar esta alternativa. Y se hace, además, en un momento en que está en juego un tema de suma importancia para el país, que mayoritariamente votó hace tres años y medio por salir de la Unión Europea mediante referéndum. Una voluntad popular que los gobiernos de Cameron y May han estado torpedeando durante todo este tiempo.
El Partido Nacionalista de Escocia ha elevado una petición a un tribunal escocés para que se nombre una comisión esta misma semana, que estudie la legalidad de la medida de Johnson. Pero, según el periodista Robert Peston, los abogados del gobierno dicen estar “totalmente convencidos de que los tribunales no pueden interferir”. Por otro lado, 45 diputados de los partidos Nacionalista de Escocia, Laborista, Verde y Liberal-Demócrata han firmado una declaración en la que piden a la reina que use sus poderes para dejar sin efecto la decisión del gobierno.
Boris Johnson, que tiene mayoría por el solo voto del Partido Unionista de Irlanda del Norte (DUP), ha negado que esta sea una maniobra para evitar que el parlamento bloquee un Brexit sin acuerdo, y asegura que habrá “tiempo de sobra” para que el tema se discuta en las dos últimas semanas de octubre. Recordemos que la salida de la UE está prevista para el 31 de ese mes.
Que haya protestas no parece preocupar al equipo de Johnson, que cree firmemente en las ventajas del Brexit y en la capacidad del Reino Unido para capear cualquier tormenta que les espere tras el 31 de octubre. Es posible que los encuentros que tuvo Johnson la semana pasada con con líderes de la UE no fuesen sino una mera escenificación de solidaridad y deseo común de lograr un acuerdo sobre el Brexit, cuando siempre se supo que sería imposible alcanzar uno aprobado por el parlamento. En estas circunstancias, lo más probable es que se produzca un Brexit sin acuerdo.
De lo que Johnson puede estar seguro con su temeraria medida es que ha agrandado más aún la brecha entre partidarios y no partidarios del Brexit y exacerbado los sentimientos de desconfianza en su gobierno. Con casi la mitad de la población opuesta al Brexit, y una mayoría en Escocia en la misma línea, Johnson está también alimentando al movimiento independentista escocés y agravando la actual crisis constitucional, al tiempo que se eleva la posibilidad de un voto de censura (no confidence) o de unas elecciones anticipadas.
Referencia:
https://www.globalresearch.ca/boris-johnson-suspends-uk-parliament/5687537
maribel santana | Viernes, 30 de Agosto de 2019 a las 16:29:45 horas
Pues no se que decir, porque lo que propongo es que se rompa toda la unión europea de los capitalistas, que tantos nos engañó con su euro y la OTAN asesina sobre todo los pueblos del mundo. Que se rompa en pedazos a ver si surge algo nuevo, porque de esta forma se puede mover el descontento y a lo mejor cambiamos algo.
Si ha de romperse por los capitalistas ingleses y la derecha en el poder, por sus intereses, pues desde ahí, pero que se desintegre por los que les pueden seguir a Inglaterra al marcharse de esta unidad europea al trasero del imperialismo yanki y que se dejen los reformistas e izquierdías de democracia en Europa y otras patrañas.
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