NUEVO INFORME REVELA TERRIBLES DETALLES SOBRE LAS TORTURAS QUE APLICA LA CIA
El informe ratifica la implicación del Reino Unido, España y otros países europeos en el “programa de detención secreta y tortura” tras los atentados del 11-S
El "Rendition Project", proyecto de investigación dirigido por los profesores Sam Raphael, Crofton Black y Ruth Blackeley, de las Universidades de Westminster y Sheffield, junto al Bureau of Investigative Journalism (Agencia de Periodismo de Investigación), acaban de publicar un informe con los resultados de una investigación de cuatro años sobre el “programa de detención secreta y tortura de la CIA”, que se desarrolló entre 2001 y 2009 como parte de la “Guerra contra el Terror” emprendida por la administración Bush tras los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York.
CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS SEMANAL
El informe, de 403 páginas, lleva por título CIA Torture Unredacted. En él se da detalle de la red de “black sites” (cárceles secretas) de la CIA en Tailandia, Polonia, Rumanía, Lituania, Marruecos, Guantánamo y Afganistán; el perfil de 109 de los detenidos (nacionalidad, fecha y lugar de captura, cárceles a las que fueron enviados, torturas a que fueron sometidos, la suerte que corrieron y su posterior localización); las empresas privadas que facilitaron los aviones a la CIA para el traslado de los detenidos; y la complicidad y apoyo logístico de varios Estados, que en Europa incluyen al Reino Unido, Alemania, España, Irlanda, Chipre, Portugal y la República Checa.
Aunque parte de esta información ya fue publicada en años previos, el informe final demuestra que la implicación del Reino Unido en estos hechos delictivos fue mucho más importante de lo asumido hasta ahora, lo cual desmiente las reiteradas declaraciones de los sucesivos gobiernos británicos de que sus servicios secretos y personal militar no tuvieron nada que ver en el infame programa de detención y torturas. No obstante, han impedido por todos los medios, incluso promulgando leyes, que los grupos civiles exijan responsabilidades. En 2010, el gobierno de David Cameron cedió a la presión nombrando una comisión judicial para investigar los hechos, que fue clausurada antes incluso de que se llamara a los testigos a declarar. Y, a día de hoy, continúan resistiéndose a las peticiones de una nueva investigación.
La administración estadounidense también negó la existencia de estos crímenes de lesa humanidad, incluso recurriendo a expresiones eufemísticas como llamar “enhanced interrogation” (interrogatorio intensivo) a lo que eran claramente horribles torturas. Se ha sabido que muchos prisioneros fueron secuestrados en base a informaciones maliciosas, falsas o imprecisas, entregados por cazadores pagados al efecto y elegidos por motivos tan peregrinos como llevar cierto tipo de reloj Casio. Estas eran las personas que la administración Bush calificó de “lo peor de lo peor”.
El propósito de la red de cárceles secretas era detener indefinidamente a los sospechosos de terrorismo e interrogarles aplicando torturas y otros tratamientos crueles, inhumanos y degradantes. Todo ello en clara violación de las leyes nacionales e internacionales. Ya en los años en que estuvo activo el “programa” hubo filtraciones a la prensa que hablaban de personas secuestradas en mitad de la noche y forzadas a subir en aviones, de las que nunca más se supo. Ha llevado años de investigación poder sacar a la luz los espeluznantes detalles internos del programa de detención y torturas.
Para el traslado secreto de los detenidos de unos lugares a otros se usaron aviones privados, que hacían escala y repostaban en algunos aeropuertos europeos. En España, el de Palma de Mallorca fue el más utilizado, aunque también los de Málaga y Barcelona. Los prisioneros eran drogados, engrilletados, encapuchados, totalmente inmovilizados por hombres vestidos de negro que se comunicaban entre sí mediante lenguaje de signos. Durante los vuelos de traslado, a algunos detenidos se los depositaba en ataúdes; otros eran golpeados de forma continua. La única mujer que figura en la lista de detenidos -que fue secuestrada junto a su marido- se hallaba en estado de gestación, pero eso no impidió que la atasen a una camilla envolviéndola, cabeza y cuerpo hasta los pies, con cinta adhesiva.
Una vez en el destino, se les desnudaba, encapuchaba, engrilletaba, se les sometía a torturas consistentes en ejecuciones -e incluso enterramientos- fingidos, descargas eléctricas, violación, privación constante de sueño mediante música y ruidos constantes a alto volumen, baños de agua helada para provocarles hipotermia, encierro en cajas que no permitían movilidad, colgados en posturas estresantes de una gravedad tal que, en algún caso, se temió que los brazos del prisionero se iban a desgajar de los hombros. Eran amenazados con pistolas, taladradoras, perros..., colgados boca abajo y golpeados, encadenados al suelo de forma que les era imposible estar de pie o sentados, y sometidos al llamado “water-boarding” (tortura por ahogamiento), que provocaba convulsiones, vómitos e inconsciencia. A un prisionero le aplicaron esta tortura 183 veces en un mes.
Los detenidos eran sistemática y deliberadamente deshumanizados para conseguir un completo control de sus personas. Algunos murieron a consecuencia de las torturas, otros intentaron suicidarse, y los supervivientes han quedado con graves secuelas físicas y psicológicas. El testimonio de Ahmed Rabbani, es escalofriante:
“Entonces me llevaron a una habitación y me colgaron de la mano a una argolla de hierro de modo que los dedos de mis pies apenas podían tocar el suelo. Me quitaron la máscara de la cara y me dejaron colgado de esa forma de una mano, desnudo, sediento y hambriento. Cuando me quitaron la máscara recuperé el aliento, pero pronto comencé a sentir el cansancio de estar colgado (…) todo mi peso pendía de la argolla de hierro, hasta que la mano estuvo a punto de desprenderse del cuerpo y la sangre me corría hasta los pies. Todo mi cuerpo temblaba porque se me había cortado la circulación y la cabeza, nariz y boca comenzaron a sangrar. Aunque no podía ver nada debido a la oscuridad, pude oler y notar el sabor de la sangre que pasaba por mi garganta”.
En el informe CIA Torture Unredacted hay unos cuantos testimonios más de quienes han podido contarlo. En general, esta investigación ha llenado las grandes lagunas que dejó el informe del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia (SSCI por sus siglas en inglés), cuyo resumen, lleno de tachones, fue redactado entre la CIA y la Casa Blanca antes de su publicación en 2014.
Toda esta información es una prueba más de que el concepto y la legislación relativa a los “derechos humanos” constituye una de las mayores falacias de que se valen las democracias burguesas -autodenominadas liberales-, para manipular la opinión pública y asegurarse con ello el dominio de la clase capitalista mundial. Ni Estados Unidos, ni Reino Unido ni ningún otro Estado europeo tienen autoridad moral para exigir -como hacen a menudo para justificar sus políticas imperialistas- el respecto de los “derechos humanos” a otros países.
Referencias:
Más datos sobre el informe, en www.therenditionproject.org.uk y https://truepublica.org.uk/united-kingdom/british-complicity-exposed-in-latest-cia-torture-unredacted-report/
En https://www.globalresearch.ca/more-british-complicity-exposed-latest-cia-torture-unredacted-report/5685575 también se halla el enlace al informe completo, disponible en pdf.
CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS SEMANAL
El informe, de 403 páginas, lleva por título CIA Torture Unredacted. En él se da detalle de la red de “black sites” (cárceles secretas) de la CIA en Tailandia, Polonia, Rumanía, Lituania, Marruecos, Guantánamo y Afganistán; el perfil de 109 de los detenidos (nacionalidad, fecha y lugar de captura, cárceles a las que fueron enviados, torturas a que fueron sometidos, la suerte que corrieron y su posterior localización); las empresas privadas que facilitaron los aviones a la CIA para el traslado de los detenidos; y la complicidad y apoyo logístico de varios Estados, que en Europa incluyen al Reino Unido, Alemania, España, Irlanda, Chipre, Portugal y la República Checa.
Aunque parte de esta información ya fue publicada en años previos, el informe final demuestra que la implicación del Reino Unido en estos hechos delictivos fue mucho más importante de lo asumido hasta ahora, lo cual desmiente las reiteradas declaraciones de los sucesivos gobiernos británicos de que sus servicios secretos y personal militar no tuvieron nada que ver en el infame programa de detención y torturas. No obstante, han impedido por todos los medios, incluso promulgando leyes, que los grupos civiles exijan responsabilidades. En 2010, el gobierno de David Cameron cedió a la presión nombrando una comisión judicial para investigar los hechos, que fue clausurada antes incluso de que se llamara a los testigos a declarar. Y, a día de hoy, continúan resistiéndose a las peticiones de una nueva investigación.
La administración estadounidense también negó la existencia de estos crímenes de lesa humanidad, incluso recurriendo a expresiones eufemísticas como llamar “enhanced interrogation” (interrogatorio intensivo) a lo que eran claramente horribles torturas. Se ha sabido que muchos prisioneros fueron secuestrados en base a informaciones maliciosas, falsas o imprecisas, entregados por cazadores pagados al efecto y elegidos por motivos tan peregrinos como llevar cierto tipo de reloj Casio. Estas eran las personas que la administración Bush calificó de “lo peor de lo peor”.
El propósito de la red de cárceles secretas era detener indefinidamente a los sospechosos de terrorismo e interrogarles aplicando torturas y otros tratamientos crueles, inhumanos y degradantes. Todo ello en clara violación de las leyes nacionales e internacionales. Ya en los años en que estuvo activo el “programa” hubo filtraciones a la prensa que hablaban de personas secuestradas en mitad de la noche y forzadas a subir en aviones, de las que nunca más se supo. Ha llevado años de investigación poder sacar a la luz los espeluznantes detalles internos del programa de detención y torturas.
Para el traslado secreto de los detenidos de unos lugares a otros se usaron aviones privados, que hacían escala y repostaban en algunos aeropuertos europeos. En España, el de Palma de Mallorca fue el más utilizado, aunque también los de Málaga y Barcelona. Los prisioneros eran drogados, engrilletados, encapuchados, totalmente inmovilizados por hombres vestidos de negro que se comunicaban entre sí mediante lenguaje de signos. Durante los vuelos de traslado, a algunos detenidos se los depositaba en ataúdes; otros eran golpeados de forma continua. La única mujer que figura en la lista de detenidos -que fue secuestrada junto a su marido- se hallaba en estado de gestación, pero eso no impidió que la atasen a una camilla envolviéndola, cabeza y cuerpo hasta los pies, con cinta adhesiva.
Una vez en el destino, se les desnudaba, encapuchaba, engrilletaba, se les sometía a torturas consistentes en ejecuciones -e incluso enterramientos- fingidos, descargas eléctricas, violación, privación constante de sueño mediante música y ruidos constantes a alto volumen, baños de agua helada para provocarles hipotermia, encierro en cajas que no permitían movilidad, colgados en posturas estresantes de una gravedad tal que, en algún caso, se temió que los brazos del prisionero se iban a desgajar de los hombros. Eran amenazados con pistolas, taladradoras, perros..., colgados boca abajo y golpeados, encadenados al suelo de forma que les era imposible estar de pie o sentados, y sometidos al llamado “water-boarding” (tortura por ahogamiento), que provocaba convulsiones, vómitos e inconsciencia. A un prisionero le aplicaron esta tortura 183 veces en un mes.
Los detenidos eran sistemática y deliberadamente deshumanizados para conseguir un completo control de sus personas. Algunos murieron a consecuencia de las torturas, otros intentaron suicidarse, y los supervivientes han quedado con graves secuelas físicas y psicológicas. El testimonio de Ahmed Rabbani, es escalofriante:
“Entonces me llevaron a una habitación y me colgaron de la mano a una argolla de hierro de modo que los dedos de mis pies apenas podían tocar el suelo. Me quitaron la máscara de la cara y me dejaron colgado de esa forma de una mano, desnudo, sediento y hambriento. Cuando me quitaron la máscara recuperé el aliento, pero pronto comencé a sentir el cansancio de estar colgado (…) todo mi peso pendía de la argolla de hierro, hasta que la mano estuvo a punto de desprenderse del cuerpo y la sangre me corría hasta los pies. Todo mi cuerpo temblaba porque se me había cortado la circulación y la cabeza, nariz y boca comenzaron a sangrar. Aunque no podía ver nada debido a la oscuridad, pude oler y notar el sabor de la sangre que pasaba por mi garganta”.
En el informe CIA Torture Unredacted hay unos cuantos testimonios más de quienes han podido contarlo. En general, esta investigación ha llenado las grandes lagunas que dejó el informe del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia (SSCI por sus siglas en inglés), cuyo resumen, lleno de tachones, fue redactado entre la CIA y la Casa Blanca antes de su publicación en 2014.
Toda esta información es una prueba más de que el concepto y la legislación relativa a los “derechos humanos” constituye una de las mayores falacias de que se valen las democracias burguesas -autodenominadas liberales-, para manipular la opinión pública y asegurarse con ello el dominio de la clase capitalista mundial. Ni Estados Unidos, ni Reino Unido ni ningún otro Estado europeo tienen autoridad moral para exigir -como hacen a menudo para justificar sus políticas imperialistas- el respecto de los “derechos humanos” a otros países.
Referencias:
Más datos sobre el informe, en www.therenditionproject.org.uk y https://truepublica.org.uk/united-kingdom/british-complicity-exposed-in-latest-cia-torture-unredacted-report/
En https://www.globalresearch.ca/more-british-complicity-exposed-latest-cia-torture-unredacted-report/5685575 también se halla el enlace al informe completo, disponible en pdf.
Campo de Batalla | Jueves, 08 de Agosto de 2019 a las 13:55:13 horas
-- ¿ España colaboró en estos aberrantes hechos y actuaciones ?
- Tremendo, que esto ocurra en una "democracia avanzada y moderna" como la española, da mucho que pensar.
-- ¿ Como se te queda el cuerpo ?
- Torturado del asombro y la inquietud, ¿ en que mundo vivimos por favor ?!!.
-- ¿ Una conclusión, Onofre ?
- La "guerra contra el terror" fue una gran montaje para lavar la cara y blanquear al sistema capitalista.
-- ¿ Un deseo para terminar ?
- Que el respeto y la garantía de los Derechos Humanos deje de ser una eterna utopía.
-- Muchas gracias, compañero.
- Vale. Salud.
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