JULIO PÉREZ Y LÓPEZ AGUILAR, EL REGRESO DE DOS SOPLONES DEL IMPERIO
¿Qué fue de la "gran esperanza blanca" de los "progres" isleños?
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Dos viejos conocidos de la política canaria, y estatal, han vuelto a saltar a la palestra, subidos a la ola de los triunfos electorales del Partido Socioliberal Español, aún conocido como PSOE.
El primero de ellos, Julio Pérez, un viejo miembro del "aparato" de este partido con trayectoria harto sinuosa en la isla de Tenerife, acaba de ser nombrado Consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad en el nuevo Ejecutivo regional tripartido de PSOE-NC y Podemos.
El segundo, con una trayectoria política no menos tortuosa, es el ex secretario general del PSC-PSOE Juan Fernando López Aguilar. Después de ver momentáneamente frustrada su ilimitada ambición por un episodio de presuntos malos tratos a su ex esposa, quien finalmente retiraría los cargos contra él en circunstancias poco claras, López Aguilar ha logrado encaramarse a otro puesto de importancia como burócrata de la Unión Europea. El también ex ministro de Justicia con el Gobierno de Rodríguez Zapatero acaba de ser nombrado nada más y nada menos que presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo.
Pero, ¿cuál es el historial de estos dos "socialistas" de pro y por qué éstos justifican un juicio como el que realizamos?
LÓPEZ AGUILAR, UN PARADÓJICO RESPONSABLE DE "LIBERTADES CIVILES Y JUSTICIA"
Cuando en el año 2007 Juan Fernando López Aguilar regresó a Canarias - tras haberse desempeñado como ministro de Justicia - para aspirar a la presidencia del Gobierno autónomo, no fueron pocos los "progres" que se dejaron encandilar por la retórica del político socialdemócrata.
La fauna de quienes no apreciaban ninguna incompatibilidad entre ser -presuntamente- de "izquierdas" y apoyar al candidato del partido de los GAL era - y es - de lo más variopinta. De ella formaba parte, entre otros, la actual diputada de Podemos por Las Palmas, Meri Pita Cárdenes, quien incluso se permitía parafrasear a López Aguilar en una emisora local de La Laguna que hacía campaña por el "socialista", de esta guisa: "Como dice Juan Fernando -afirmaba sin pudor la señora- hacer que se cumpla la ley hoy es revolucionario".
Los "progres" canarios, muy probablemente pensando en "lo suyo", prefirieron ignorar que entre los méritos "demócraticos" de "Juan Fernando" figuraba el haber manifestado públicamente su intención de "fabricar imputaciones" para evitar que un preso con la condena cumplida saliera a la calle, y que finalmente lo había hecho.
Cuando el propio López aseguró que él y su partido estaban a favor de la construcción del Puerto de Granadilla, macroconstrucción contra la cual se movilizó un parte importante de la población de Tenerife, ninguno quisó darse por enterado.
Tampoco quisieron saber nada de nada cuando el candidato "del cambio" sostuvo que pedir la nacionalización de la banca era acercarse, peligrosamente, a los presupuestos económicos del fascismo, o cuando propuso que la clase empresarial del Archipiélago pudiera utilizar los impuestos no pagados gracias a la RIC para meter su zarpa en el proyecto de recolonización del continente africano. Un particular autismo político les aquejaba cuando se trataba de desconocer todo aquello que pudiera destruir la imagen prefabricada de su "gran esperanza blanca", y siguieron igualmente callados cuando, años después, los papeles desclasificados de Wikileaks mostraron el auténtico perfil repugnantemente hipócrita de López Aguilar.
Los cables confidenciales que Wikileaks puso en manos de los medios de comunicación revelaron el papel miserable desempeñado por López, mientras ejercía como Ministro de Justicia, para facilitar la impunidad de los asesinos del cámara de televisión español José Couso, muerto en Irak como consecuencia de un disparo realizado por un tanque norteamericano, cuando el reportero se encontraba en el piso 15º del Hotel Palestina.
Mientras López Aguilar ofrecía palabras plañideras de consuelo a la familia Couso, los diplomáticos norteamericanos informaban a su gobierno que "el ministro de Justicia español, Juan Fernando López Aguilar, está trabajando para que no prosperen las ordenes de detención" de los militares norteamericanos implicados en la muerte del reportero gráfico José Couso.
JULIO PÉREZ: UN SOPLÓN DE ESTADOS UNIDOS
Pero López Aguilar no fue el único político canario retratado por los papeles de Wikileaks. Los cables sacados a la luz por Assange pusieron también de manifiesto que el ex teniente alcalde de Santa Cruz de Tenerife por el PSOE, Julio Pérez Hernández, actuó como un miserable soplón de la embajada de los Estados Unidos en Madrid a partir del año 2007.
Pérez había sido nombrado por su amigo el ministro Mariano Fernández Bermejo, para encabezar la Secretaría de Estado del Ministerio de Justicia. Desde ese importante puesto, Julio Pérez informaba puntualmente al embajador del Imperio en Madrid de sus gestiones para entorpecer el encausamiento del principal promotor de la guerra de Irak, el secretario de Estado norteamericano Donald Rumsfeld. Pérez se convirtió por voluntad propia en una suerte de "asesor" y soplón de la embajada yanqui en España.
Según los cables filtrados, Julio Pérez le presentaba personalmente al embajador observaciones manuscritas en torno al proyecto de ley destinado a impedir las descargas en Internet, sobre el que los norteamericanos tenían sumo interés y por el que habían estado ejerciendo fuertes presiones.
Pérez trabajó también con diligencia, según revelan los documentos filtrados por el soldado Manning, para evitar el procesamiento de los soldados implicados en la muerte de José Couso.
"Altos cargos de la Administración española trabajan para que no prosperen las órdenes de detención" - escribía el embajador a su superiora Condolezza Rice, refiriéndose a la gestión de quien, a partir de ahora, será el máximo responsable de la "Justicia y la Seguridad" de los canarios y del control de las Administraciones Públicas en el Archipiélago.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Dos viejos conocidos de la política canaria, y estatal, han vuelto a saltar a la palestra, subidos a la ola de los triunfos electorales del Partido Socioliberal Español, aún conocido como PSOE.
El primero de ellos, Julio Pérez, un viejo miembro del "aparato" de este partido con trayectoria harto sinuosa en la isla de Tenerife, acaba de ser nombrado Consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad en el nuevo Ejecutivo regional tripartido de PSOE-NC y Podemos.
El segundo, con una trayectoria política no menos tortuosa, es el ex secretario general del PSC-PSOE Juan Fernando López Aguilar. Después de ver momentáneamente frustrada su ilimitada ambición por un episodio de presuntos malos tratos a su ex esposa, quien finalmente retiraría los cargos contra él en circunstancias poco claras, López Aguilar ha logrado encaramarse a otro puesto de importancia como burócrata de la Unión Europea. El también ex ministro de Justicia con el Gobierno de Rodríguez Zapatero acaba de ser nombrado nada más y nada menos que presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo.
Pero, ¿cuál es el historial de estos dos "socialistas" de pro y por qué éstos justifican un juicio como el que realizamos?
LÓPEZ AGUILAR, UN PARADÓJICO RESPONSABLE DE "LIBERTADES CIVILES Y JUSTICIA"
Cuando en el año 2007 Juan Fernando López Aguilar regresó a Canarias - tras haberse desempeñado como ministro de Justicia - para aspirar a la presidencia del Gobierno autónomo, no fueron pocos los "progres" que se dejaron encandilar por la retórica del político socialdemócrata.
La fauna de quienes no apreciaban ninguna incompatibilidad entre ser -presuntamente- de "izquierdas" y apoyar al candidato del partido de los GAL era - y es - de lo más variopinta. De ella formaba parte, entre otros, la actual diputada de Podemos por Las Palmas, Meri Pita Cárdenes, quien incluso se permitía parafrasear a López Aguilar en una emisora local de La Laguna que hacía campaña por el "socialista", de esta guisa: "Como dice Juan Fernando -afirmaba sin pudor la señora- hacer que se cumpla la ley hoy es revolucionario".
Los "progres" canarios, muy probablemente pensando en "lo suyo", prefirieron ignorar que entre los méritos "demócraticos" de "Juan Fernando" figuraba el haber manifestado públicamente su intención de "fabricar imputaciones" para evitar que un preso con la condena cumplida saliera a la calle, y que finalmente lo había hecho.
Cuando el propio López aseguró que él y su partido estaban a favor de la construcción del Puerto de Granadilla, macroconstrucción contra la cual se movilizó un parte importante de la población de Tenerife, ninguno quisó darse por enterado.
Tampoco quisieron saber nada de nada cuando el candidato "del cambio" sostuvo que pedir la nacionalización de la banca era acercarse, peligrosamente, a los presupuestos económicos del fascismo, o cuando propuso que la clase empresarial del Archipiélago pudiera utilizar los impuestos no pagados gracias a la RIC para meter su zarpa en el proyecto de recolonización del continente africano. Un particular autismo político les aquejaba cuando se trataba de desconocer todo aquello que pudiera destruir la imagen prefabricada de su "gran esperanza blanca", y siguieron igualmente callados cuando, años después, los papeles desclasificados de Wikileaks mostraron el auténtico perfil repugnantemente hipócrita de López Aguilar.
Los cables confidenciales que Wikileaks puso en manos de los medios de comunicación revelaron el papel miserable desempeñado por López, mientras ejercía como Ministro de Justicia, para facilitar la impunidad de los asesinos del cámara de televisión español José Couso, muerto en Irak como consecuencia de un disparo realizado por un tanque norteamericano, cuando el reportero se encontraba en el piso 15º del Hotel Palestina.
Mientras López Aguilar ofrecía palabras plañideras de consuelo a la familia Couso, los diplomáticos norteamericanos informaban a su gobierno que "el ministro de Justicia español, Juan Fernando López Aguilar, está trabajando para que no prosperen las ordenes de detención" de los militares norteamericanos implicados en la muerte del reportero gráfico José Couso.
JULIO PÉREZ: UN SOPLÓN DE ESTADOS UNIDOS
Pero López Aguilar no fue el único político canario retratado por los papeles de Wikileaks. Los cables sacados a la luz por Assange pusieron también de manifiesto que el ex teniente alcalde de Santa Cruz de Tenerife por el PSOE, Julio Pérez Hernández, actuó como un miserable soplón de la embajada de los Estados Unidos en Madrid a partir del año 2007.
Pérez había sido nombrado por su amigo el ministro Mariano Fernández Bermejo, para encabezar la Secretaría de Estado del Ministerio de Justicia. Desde ese importante puesto, Julio Pérez informaba puntualmente al embajador del Imperio en Madrid de sus gestiones para entorpecer el encausamiento del principal promotor de la guerra de Irak, el secretario de Estado norteamericano Donald Rumsfeld. Pérez se convirtió por voluntad propia en una suerte de "asesor" y soplón de la embajada yanqui en España.
Según los cables filtrados, Julio Pérez le presentaba personalmente al embajador observaciones manuscritas en torno al proyecto de ley destinado a impedir las descargas en Internet, sobre el que los norteamericanos tenían sumo interés y por el que habían estado ejerciendo fuertes presiones.
Pérez trabajó también con diligencia, según revelan los documentos filtrados por el soldado Manning, para evitar el procesamiento de los soldados implicados en la muerte de José Couso.
"Altos cargos de la Administración española trabajan para que no prosperen las órdenes de detención" - escribía el embajador a su superiora Condolezza Rice, refiriéndose a la gestión de quien, a partir de ahora, será el máximo responsable de la "Justicia y la Seguridad" de los canarios y del control de las Administraciones Públicas en el Archipiélago.





























Gustavo | Martes, 23 de Julio de 2019 a las 00:49:53 horas
Doy pista a la peticion anterior.
Felipe Campos: “Julio Pérez no puede seguir ni un segundo más en el grupo de Gobbierno de Santa Cruz tras demostrarse que tiene relación con el caso Las Teresitas”. En La Casa de mi Tia:
lacasxzzademitia **** /articulo/politica/felipe-campos-julio-perez-no-puede-seguir-en-el-grupo-de-gobierno-de-santa-cruz-de-tenerife
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