GRAN CANARIA: A LA CALLE DOS JÓVENES MADRES ESTAFADAS Y SUS TRES HIJOS

 Nereida y Natalia, las dos jóvenes estafadas y posteriormente desahuciadas (en el centro de la imagen)

    En la mañana del pasado martes, 4 de junio, dos jóvenes hermanas Nereida y Natalia, y sus tres hijos, eran desolajadas a "traición" de la vivienda que habitaban en el barrio grancanario de la Vega de San José.

   "Mientras las hermanas habían acudido al colegio de sus hijos a entregar la matrícula -denuncia en un comunicado remitido a la redacción de Canarias Semanal el Sindicato de Inquilinas - un cerrajero escoltado por la policía ha abierto la vivienda y cambiado la cerradura. A pesar de que las hermanas intentaron recuperar sus pertenencias ante al inesperado desalojo, la policía las echó de su casa agarrándolas de pies y las manos".

   Salvo por la forma elegida por las "fuerzas del orden" para evitar la posible resistencia popular al desalojo, el caso de Nereida y Natalia podría no ser muy diferente al de las más de 170.000 familias que -según calculos de las PAHs  - han sido desahuciadas en el Estado español desde el inicio de la crisis capitalista en 2008.

  La situación de estos dos jóvenes, sin embargo, posee una particularidad, ya que antes de ser desahuciadas fueron estafadas por un individuo. Como la mayoría de los jóvenes de la clase trabajadora canaria, cuentan con muy escaso recursos económicos y, el pasado verano, se toparon con un anuncio en Internet que creyeron su salvación para dar un techo a sus hijos.  En dicho anuncio se pedía un adelanto de 250 euros para poder acceder a un piso de alquiler en el citado barrio de Las Palmas de G.C.

   Llamaron, trataron con una persona que les dio las llaves y allí comenzó la situación que ha terminado con su desalojo.  Pero eso no fue lo peor, la persona que les alquiló la vivienda desapareció de la tierra. No contestaba las llamadas y, resultó que no tenía nada que ver con los propietarios de la casa.

  El mes de marzo, las hermanas recibieron una orden de desahucio que iba a nombre de una tercera persona, una inquilina anterior del inmueble.

  Tras movilizarse, y poner el caso en manos del Sindicato de Inquilinas, consiguieron parar temporalmente el desalojo. Pero solo hasta este martes.

  "Una vez más  -denuncia el Sindicato de Inquilinas - las instituciones no han asistido a dos madres solteras y a tres niños que hoy no saben dónde van a dormir".

  "Es intolerable - añaden desde este colectivo - que provoquen una situación tan traumática y violenta como un desahucio inesperado sin ofrecer ningún tipo de garantías a dos madres solteras que habían ido a presentar la matrícula de sus hijos en el colegio. Es un acto inhumano y cobarde que genera una alarma social aterradora, ya que sientan un peligroso precedente: a cualquier persona la pueden echar de su vivienda sin garantías judiciales".

  "Desde el Sindicato de Inquilinas condenamos la violencia que ejerce el Estado contra las más pobres y vulnerables y advertimos a las administraciones, a la justicia y a las fuerzas de seguridad del Estado que esto no quedará así: tras meses de silencio e inacción, hoy se han presentado sin avisar para echar de su casa a dos madres solteras con tres menores de edad".

   "El Sindicato de Inquilinas -concluyen -  trabajará para encontrar la alternativa habitacional y el apoyo que las instituciones les han negado y para combatir la criminalización y estigmatización por parte de la justicia y la policía".