
CARDENAL BURKE: LOS TIEMPOS DE LAS CRUZADAS CONTRA EL "PERRO SARRACENO" NO HAN TERMINADO
Según este purpurado de la Iglesia Católica, sobre Occidente se cierne una avasalladora "conspiración islámica",
Para el Cardenal ultraconservador Raymond Burke todavía permanece latente en Europa y en el mundo la amenaza de una 'invasión musulmana'. Esa es la razón por la que según el purpurado católico, "hay que resistir a la inmigración masiva musulmana, pues el islam se cree destinado a gobernar el mundo".
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Hay sectores de la jerarquía eclesiástica que han quedado fanáticamente atrapados en la época de las Cruzadas, cuando los Ejércitos de las coronas cristianas medievales acudían a Oriente Medio, al llamamiento de la autoridad papal, para recuperar lo que ellos llamaban "Tierra Santa".
No pocos de esos jerarcas católicos son españoles. Para ellos la Reconquista no ha concluido todavía. Sin embargo, hay otros que son extranjeros, particularmente anglosajones.
Tal es el caso del cardenal ultraconservador estadounidense Raymond Burke. Para el purpurado Burke todavía permanece latente en Occidente la amenaza de una 'invasión musulmana'. Esa es la razón por la que, según este purpurado, "hay que resistir ante la inmigración masiva musulmana, pues el Islam se cree destinado a gobernar el mundo".
"Los musulmanes -alega el cardenal- han dicho que hoy día están en condiciones de hacer lo que no pudieron en el pasado con armamentos, porque los cristianos ya no están dispuestos a defender su fe, lo que creen; ya no están dispuestos a defender la ley moral".
Este "príncipe de la Iglesia" tildó a los musulmanes de "oportunistas" la pasada semana en Roma, en el curso de una conferencia "pro-vida y pro-familia", por su supuesta falta de integración.
"Aunque - dijo - la Iglesia debe ser generosa con individuos que no pueden encontrar una manera de vivir en su propio países, ese mandato evangélico no se extiende a personas que acabarían con la tradición cristiana de las naciones occidentales"
Los jerarcas de la Iglesia Católica han sido históricamente muy proclives a la invención de "conspiraciones ultrasecretas", mediante las cuales los enemigos de Occidente y de la Iglesia están empeñados en acabar con nuestra civilización. En España hemos tenido, en el pasado y en el presente, toda una suerte de muestras de ese tipo de enigmáticas "conspiraciones". La "judeo masónica" fue una de ellas. La de las brujas fue otra. Luego vinieron la confabulación marxista, la de los homosexuales, la de las feministas...
Según el ultramontano cardenal Burke, la que está en marcha en nuestros días es la que él bautiza con el nombre de la "conspiración islámica", cuyos designios están determinados por la conquista de Occidente. El "perro infiel", como la Iglesia llamaba en tiempos de las Cruzadas a los musulmanes, sigue vivo y hay que estar prestos para combatirlo.
"Los musulmanes - argumenta el Cardenal- han dicho que hoy día pueden hacer lo que no pudieron hacer en el pasado con armamentos porque los cristianos ya no están dispuestos a defender su fe, lo que creen. Ya no están dispuestos a defender la ley moral… los cristianos ya no están reproduciéndose y están a su vez recurriendo a los peligrosos anticonceptivos".
¿Cómo combatir, pues, estas terribles amenazas que planean sobre la civilización occidental y cristiana? En opinión del purpurado, los católicos tienen el deber de instruir a los infieles recién llegados sobre "lo que está quebrado en la cultura" a la que vienen . El purpurado precisó que eso implica que a los migrantes "hay que trabajarlos para que recuperen la "cultura verdadera", consistente en "el respeto para la vida, el respeto para la moral sexual y el culto debido a Dios".
Pero, en cualquier caso, según este príncipe purpurado de la Iglesia, oponerse a "la inmigración masiva musulmana es hoy un sano ejercicio de patriotismo".
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Hay sectores de la jerarquía eclesiástica que han quedado fanáticamente atrapados en la época de las Cruzadas, cuando los Ejércitos de las coronas cristianas medievales acudían a Oriente Medio, al llamamiento de la autoridad papal, para recuperar lo que ellos llamaban "Tierra Santa".
No pocos de esos jerarcas católicos son españoles. Para ellos la Reconquista no ha concluido todavía. Sin embargo, hay otros que son extranjeros, particularmente anglosajones.
Tal es el caso del cardenal ultraconservador estadounidense Raymond Burke. Para el purpurado Burke todavía permanece latente en Occidente la amenaza de una 'invasión musulmana'. Esa es la razón por la que, según este purpurado, "hay que resistir ante la inmigración masiva musulmana, pues el Islam se cree destinado a gobernar el mundo".
"Los musulmanes -alega el cardenal- han dicho que hoy día están en condiciones de hacer lo que no pudieron en el pasado con armamentos, porque los cristianos ya no están dispuestos a defender su fe, lo que creen; ya no están dispuestos a defender la ley moral".
Este "príncipe de la Iglesia" tildó a los musulmanes de "oportunistas" la pasada semana en Roma, en el curso de una conferencia "pro-vida y pro-familia", por su supuesta falta de integración.
"Aunque - dijo - la Iglesia debe ser generosa con individuos que no pueden encontrar una manera de vivir en su propio países, ese mandato evangélico no se extiende a personas que acabarían con la tradición cristiana de las naciones occidentales"
Los jerarcas de la Iglesia Católica han sido históricamente muy proclives a la invención de "conspiraciones ultrasecretas", mediante las cuales los enemigos de Occidente y de la Iglesia están empeñados en acabar con nuestra civilización. En España hemos tenido, en el pasado y en el presente, toda una suerte de muestras de ese tipo de enigmáticas "conspiraciones". La "judeo masónica" fue una de ellas. La de las brujas fue otra. Luego vinieron la confabulación marxista, la de los homosexuales, la de las feministas...
Según el ultramontano cardenal Burke, la que está en marcha en nuestros días es la que él bautiza con el nombre de la "conspiración islámica", cuyos designios están determinados por la conquista de Occidente. El "perro infiel", como la Iglesia llamaba en tiempos de las Cruzadas a los musulmanes, sigue vivo y hay que estar prestos para combatirlo.
"Los musulmanes - argumenta el Cardenal- han dicho que hoy día pueden hacer lo que no pudieron hacer en el pasado con armamentos porque los cristianos ya no están dispuestos a defender su fe, lo que creen. Ya no están dispuestos a defender la ley moral… los cristianos ya no están reproduciéndose y están a su vez recurriendo a los peligrosos anticonceptivos".
¿Cómo combatir, pues, estas terribles amenazas que planean sobre la civilización occidental y cristiana? En opinión del purpurado, los católicos tienen el deber de instruir a los infieles recién llegados sobre "lo que está quebrado en la cultura" a la que vienen . El purpurado precisó que eso implica que a los migrantes "hay que trabajarlos para que recuperen la "cultura verdadera", consistente en "el respeto para la vida, el respeto para la moral sexual y el culto debido a Dios".
Pero, en cualquier caso, según este príncipe purpurado de la Iglesia, oponerse a "la inmigración masiva musulmana es hoy un sano ejercicio de patriotismo".
Lander | Miércoles, 19 de Junio de 2019 a las 19:09:16 horas
Estamos ante una invasión generalizada, eso es imposible de negar, personalmente considero que se trata de una treta gestada desde diferentes acciones y grupos para debilitar occidente. Hay muchos interesados en que Europa este llena de negros y moros, no solo los propios países musulmanes, China, Israel y las sectas judias, personajes asquerosos como Soros, y muchas otras facciones.
Lo que la izquierda española debiera de comprender es que los barrios obreros se les van a ir escapando de las manos, como en Francia, en favor de los partidos antiinmigracion. Es lógico, cada vez hay mas gente harta de ver a las moras con niños y saber que las subvenciones van para eso...
Personalmente tengo esperanza de que con la crisis venidera España despierte de su letargo y empiece a luchar activamente contra la inmigración, como ya han echo nuestros hermanos mediterráneos de Italia y un numero cada vez mayor naciones occidentales. Los 24 de Vox son un buen comienzo.
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