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Lunes, 13 de Mayo de 2019 Tiempo de lectura:

CAPITALISMO Y ESTADO POLICIAL: EL CASO EXTREMO DE EE.UU. (VÍDEO)

El horror que soportan a diario millones de personas a manos de la policía

Seguimos exponiendo lo que los medios corporativos esconden de la nación que se hace pasar por buque insignia de la democracia mundial, Estados Unidos. Un buque que, sin embargo, hace agua por muchas partes. Son cada vez más las voces que allá se levantan contra la brutalidad policial, que se emplea sobre todo con personas pobres (...).

Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

 

   Seguimos exponiendo lo que los medios corporativos esconden de la nación que se hace pasar por buque insignia de la democracia mundial, Estados Unidos. Un buque que, sin embargo, hace agua por muchas partes. Son cada vez más las voces que allá se levantan contra la brutalidad policial, que se emplea sobre todo con personas pobres, especialmente -aunque no sólo- si pertenecen a una minoría racial. Es verdad que este fenómeno lo estamos viendo crecer en nuestra “civilizada, avanzada y democrática” Europa. Pero en esto, como en otros aspectos siniestros, la gran potencia americana es número uno en la lista. 

 

 

    La semana pasada salió a la luz pública en EEUU el vídeo que una joven grabó, con su teléfono, del arresto que la llevaría poco después a la muerte. El incidente ocurrió en julio de 2015 en Texas, cuando la afroamericana de 28 años años, Sandra Bland, conducía su coche y fue parada por los agentes por no señalizar un cambio de carril. Ella paró, enseñó sus permisos, encendió un cigarrillo y el agente le dijo, de malos modos, que lo apagara. La joven respondió que estaba en su coche y no había ninguna norma que le impidiera fumar. El policía entonces sacó su taser y le dijo que si no bajaba del coche la iba a “encender” allí mismo. Ella salió, protestó, la arrojaron violentamente sobre el césped de la cuneta y la esposaron mientras la pareja policial se burlaba de sus súplicas. Fue conducida a comisaría y de ahí encarcelada. Tres días después, Sandra aparecía ahorcada en su celda.

 

 

   El único vídeo que hasta ahora se conocía del arresto es el que grabó la cámara que llevan incorporada todos los agentes. En él, en su momento, se pudo ver la violencia con que fue tratada esta joven por una falta nimia. Su muerte bajo custodia fue considerada por los jueces como suicidio. Su familia, sin embargo, siempre ha protestado esta versión. Entre otras cosas, Sandra acababa de encontrar un trabajo en la misma universidad texana donde había estudiado. Ahora, con la nueva evidencia hecha pública, los abogados de la familia piden la reapertura del caso.

 

 

   Como afirma el artista y sociólogo Kenn Orphan, en su reciente artículo “We are all Sandra Bland” (Todos somos Sandra Bland), los dos vídeos captan el horror que soportan a diario millones de personas a manos de la policía. Sandra sabía lo que estaba encarando. El trato que recibió es, según Orphan, emblemático de la crueldad inherente a la sociedad estadounidense, especialmente su clase media blanca acomodada que venera a su Estado Policial, porque considera que la protege de los “maleantes” y marca su identidad nacional tanto como el propio ejército victorioso. Quienes no comulgan con esta visión son considerados anti-patriotas e incluso peligrosos subversivos.

 

 

   Los programas de TV y las películas crean una mística en torno a estas instituciones policiales, pintándolas con brocha de nobleza y sin contexto histórico alguno. Hollywood perpetúa la noción de que la policía, los fiscales, el FBI, la CIA y otros “agentes especiales” defienden al pueblo y sólo les interesa proteger a los vulnerables y pillar al “malo”. El abuso y la corrupción son tratados casi siempre como anomalías. En este mundo fantástico de las películas no hay disparidad racial o de clase, y la pobreza es una nota a pie de página, si acaso. 

 

 

   La belicosidad del Imperio Norteamericano fuera de sus fronteras se refleja dentro de ellas. Hay una lista interminable de casos como el de Sandra Bland y aún peores. Tamir Rice, niño de 12 años, jugaba en el parque con una pistola de juguete cuando fue abatido por los agentes sólo segundos después de llegar al lugar. Mike Brown, adolescente, dejado herido de muerte sobre el ardiente pavimento de Missouri durante horas. Eric Garner, padre de familia, estrangulado hasta morir por vender cigarrillos sueltos en una calle de Nueva York. Todos eran afroamericanos. Estos, junto a Freddie Grey, Natasha McKenna y Philando Castile, son sólo unos pocos nombres que se conocen porque acapararon en su día la atención nacional e internacional.

 

 

   Pero la violencia racista y clasista no sólo afecta a indios, negros e hispanos, sino a los blancos también. A Daniel Shaver le dispararon a sangre fría en el vestíbulo de un hotel mientras rogaba llorando por su vida. Contra Devon Guilford abrieron fuego por señalizar con una ráfaga de luces largas a otro coche que las llevaba fijas. Al adolescente Graham Dyer le golperaron reiteradamente con el taser en los testículos hasta que perdió el conocimiento, entonces fue esposado en el asiento del coche policial donde falleció. Y a Kelly Thomas, un sintecho de 37 años afectado de esquizofrenia, le mataron de una paliza brutal tres oficiales de policía en Fullerton (Calfornia), en 2011. A  pesar de sus gritos pidiendo clemencia y perdón a los oficiales, siguieron golpeándole y mofándose de él hasta que lo dejaron irreconocible e inconsciente. Esto puede verificarse en vídeo y audio y a través de numerosos testigos presenciales. Sin embargo, los asesinos de Thomas fueron absueltos como suele ser en el 99 por ciento de los casos. Con la inmunidad de que gozan las fuerzas policiales, no es extraño que en ellas figuren miembros del Ku Klux Klan y otros grupos de supremacistas blancos, xenófobos y de extrema derecha, que pueden descargar todo su sadismo sin mayores consecuencias.

 

 

   Además de la larga lista de víctimas civiles, no debemos olvidar que los prisioneros de Guantánamo y muchos ciudadanos extranjeros que son encerrados en alguno de los varios gulags que mantiene el Estado norteamericano, engrosan la nómina de “desaparecidos”. Los peticionarios de asilo y las familias migrantes son separados y ubicados en campos de concentración por tiempo indefinido. Y presos políticos no faltan. Leonard Peltier, Mumia Abu Jamal y Chelsea Manning son tres de los más conocidos, pero hay muchos más. Recientemente han salido de la cárcel, alguno tras más de cuatro décadas, los panteras negras a los que no asesinaron en su día, pero fueron depurados acusándoles  -falsamente en muchos casos- de haber matado a policías.

 

 

   Sandra Bland militaba en el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), muy activo contra la brutalidad policial. Así que, como sostiene Kenn Orphan, su muerte no debería pasar por suicidio sin tener en cuenta la sórdida historia de silenciamiento, desaparición y eliminación que representó el COINTELPRO (Counter Intelligence Program) entre los años 1956-1971, período durante el cual se produjeron, entre otros, los asesinatos de Fred Hampton, Malcolm X y Martin Luther King Jr. De hecho, un reciente informe filtrado del FBI demuestra que, en la actualidad, la izquierda negra norteamericana está siendo objeto de especial vigilancia. El título del informe es significativo: “Los extremistas de identidad negra están motivados para apuntar a oficiales de policía” (1).

 

 

  Estos son los modelos de violencia y represión de clase, teñida de racismo, que los gobiernos capitalistas europeos están importando lenta pero inexorablemente, si no nos organizamos para evitarlo.

 

 

Fuente:

https://www.counterpunch.org/2019/05/10/we-are-all-sandra-bland/

     Puede verse la noticia en el espacio Rattling the Bars, de la TV The Real News Network, dirigido por Eddie Conway, uno de los panteras negras excarcelados tras cuatro décadas en prisión: https://www.youtube.com/watch?v=QzTIqOdc8oQ

 

 

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  • Campo de Batalla

    Campo de Batalla | Lunes, 13 de Mayo de 2019 a las 01:26:25 horas

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    -- ¿ Haces el amor o haces la guerra, Onofre ?
    - Hago la guerra al capitalismo sin perder la ternura.
    -- ¿ Qué te parece el asunto ?
    - Terrible e inquietante asunto.
    -- ¿ Qué le pasa a la policía estadounidense ?
    - Mucho pistolero, mucho ultra derechista, mucho pobre diablo amargado nutre sus filas.
    -- ¿ Una brutalidad selectiva es la que emplean ?
    - Efectivamente, es un claro exponente de la degeneración de su sistema ultra-capitalista.
    --¿ Estados Unidos no es ejemplo de democracia mundial ?
    - No fumes tantas porquerías por favor.
    -- ¿ Qué es Estados Unidos ?
    - Un ejemplo de sistema hecho solo para los poderosos y elites económicas.
    -- ¿ El paraíso de las oportunidades... ?
    -... con 40.000 millones de pobres en su interior.
    -- ¿ Lo de Sandra Bland ?
    - Desgarrador.
    -- ¿ Sandra Bland era una activista social ?
    - Es un crimen de estado a manos de esos malditos policías de extrema derecha.
    -- ¿ No solo a activistas va dirigida esa brutalidad policial ?
    - No, sus objetivos criminales se van ampliando a su necio capricho.
    -- ¿ A cualquiera le puede tocar esta "lotería" ?
    - Es una cosa de locos... sales de tu casa tranquilamente y puedes volver fiambre.
    -- ¿ Los presos políticos en Estados Unidos ?
    - Están presos por luchar por una sociedad y un sistema justo y decoroso... un "pecado" en esos lares ultra-corruptos.
    -- ¿ Mumia Abu Jamal y otros... ?
    - La esperanza encarcelada son todos ellos.
    -- ¿ El informe sobre la izquierda negra ?
    - Una basura es ese informe... es carta blanca para la guerra sucia contra ese colectivo.
    -- ¿ Como se te queda el cuerpo ?
    - Acribillado de la indignación.
    -- ¿ Una conclusión ?
    - Estamos ante unos seres policiales en el escalafón más bajo de la especie humana. Da mucho que pensar.
    -- ¿ Un deseo para terminar ?
    - Que la caza al negro y al pobre deje de ser deporte policial en Estados Unidos.
    -- Muchas gracias, Onofre.
    - Salud.

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