LA CORTE PENAL INTERNACIONAL NO INVESTIGARÁ LAS ATROCIDADES DE EE.UU. EN AFGANISTÁN

       El presidente de EE.UU., Donald Trump, elogió la decisión de la Corte Penal Internacional de negarse a investigar las denuncias de atrocidades cometidas por EE.UU. en Afganistán. El mandatario norteamericano considera que esa institución es “ilegítima“ y que Washington y sus aliados están fuera de su jurisdicción.

  “Esta es una gran victoria internacional, no solo para estos patriotas, sino también para el estado de derecho“, dijo el jefe de Estado en un comunicado, refiriéndose a la decisión de la CPI de rechazar la solicitud de investigar las acciones de los oficiales militares y de inteligencia de EE.UU. en Afganistán.

   EE.UU. “mantiene a los ciudadanos estadounidenses en los más altos estándares legales y éticos”, y se ha negado sistemáticamente a unirse a la CPI debido a sus “poderes fiscales amplios e irresponsables“, amenazas a la soberanía estadounidense y “otras deficiencias que la hacen ilegítima“.

  La semana pasada, EE.UU. revocaba el visado de entrada a la fiscal jefe de la CPI, Fatou Bensouda, en respuesta a su investigación sobre posibles crímenes de guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
 

  En noviembre de 2017, Bensouda solicitó autorización a los jueces de la CPI para iniciar una investigación sobre los presuntos crímenes de guerra en Afganistán, cometidos por parte de los talibanes, las fuerzas gubernamentales afganas y las fuerzas internacionales, incluidas las tropas estadounidenses.

  La fiscal afirmó que existía “una base razonable para creer” que en Afganistán se habían cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, y que todas las partes del conflicto serían investigadas, incluidos los miembros de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y de la CIA.

NOTA.-

Con esta decisión, se hace evidente que la mayoría de los magistrados/as que componen la Corte Penal de la Haya, que ha condenado y encarcelado a numerosos dirigentes y políticos NO ESTADOUNIDENSES mediante procesos repletos de irregularidades y prevariaciones de toda clase, pasa a convertirse en un organismo cómplice del terrorismo Made in U.S.A. que los diferentes gobiernos de aquel imperio llevan implementando y financiando en todo el mundo desde finales de la II Guerra Mundial.

NO olvidamos tampoco la cobardía de la CPI, cuando el gobierno de Trump amenazó a ese organismo con  la aplicación de fuertes sanciones en su contra, si ésta decidiera iniciar formalmente investigar a ciudadanos de su país acusados de crímenes de guerra en Afganistán.

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