
CRÍTICAS DE ANGUITA A UNIDOS PODEMOS: "A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES" (VÍDEO)
Anguita dice que durante cuatro décadas "la izquierda" estado bailando el chotis
Según el ex secretario general del Partido Comunista de España, Julio Anguita, el objetivo perseguido por la estrategia de Podemos de conseguir que el PSOE “girase hacia la izquierda”, ha fracasado. Eso era un augurio incontrovertible, avalado por nada menos que 40 años de numerosas experiencias. Sin embargo, Anguita parece descubrir ahora que ese era el objetivo Pablo Iglesias, pese a que en los últimos tiempos no era otra canción la que canturreaba. ¿Hasta qué punto la incomunicación entre alumno y maestro pudo llegar a esos extremos? En esta primera entrega, nuestro colaborador Aday Quesada recoge las declaraciones de Anguita formuladas antes y ahora, para en un próximo artículo someterlas a un análisis.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
"El Economista" es un periódico español especializado, como su nombre indica, en el tratamiento de temas de carácter económico. Se trata de una publicación caracterizada por sus enfoques de clara orientación derechista. Sus lectores generalmente son empresarios o gentes dedicadas a la inversión bursátil.
En ese periódico escribe Julio Anguita, que un día fuera Secretario General del Partido Comunista de España y, también, Coordinador de la formación política Izquierda Unida. Hacemos estas pertinentes observaciones porque, ya desde los tiempos de la llamada "transición democrática", destacados dirigentes pertenecientes al PCE y a Comisiones Obreras comenzaron a colaborar en publicaciones con un sesgo tan ultraconservador como lo pudiera ser el del periódico monárquico ABC. Imaginamos que el argumento para validar tales colaboraciones consistía en que lo importante era lograr que sus ideas obtuvieran la mayor proyección posible, y que poco importaba la naturaleza ideológica del órgano de prensa en el que se escribiera. El tiempo, sin embargo, ha demostrado que las cosas no funcionan de esa forma.
Aquellas colaboraciones en medios como el ABC no sólo provocaron la perplejidad y confusión de quienes pertenecían a la izquierda, sino que además le sirvieron a este periódico, que había sido baluarte de la "reinstauración" franquista de la monarquía, para perder su pátina ultraderechista que con toda justicia conservaba a la muerte del dictador . El ABC pasó desde la modesta tirada que tenía a finales de la dictadura a convertirse en una de las principales cabeceras del periodismo español.
También es verdad que cuando la Monarquía logró consolidarse en España la dirección de ese periódico prescindió de las firmas de sus colaboradores de izquierdas. La colaboración periodística de Anguita en El Economista persiste hoy en el mismo error y provoca una similar confusión.
En su columna habitual en este rotativo, Julio Anguita escribió hace una semana un artículo titulado "El chotis". En él decía, con toda razón, que la "izquierda" española no ha hecho otra cosa políticamente más moverse al compás de este popular baile madrileño, que se caracteriza porque el bailarín gira permanentemente sobre sí mismo, mientras que la bailarina lo hace alrededor de su pareja. El eje invariante de la "izquierda" - mantiene ahora Anguita - ha sido el PSOE, y su acompañante a lo largo de los años han sido 'Juntos Podemos", "La unidad de la Izquierda", "La casa común de la izquierda", "La izquierda contra el PP"…
Y avala sus afirmaciones con los siguientes razonamientos:
"El discurso sustentador de esta posición se basaba en tres ideas centrales. La primera afirmaba que la contradicción política fundamental era entre la izquierda - PSOE incluido en ella- y la derecha (PP). La segunda desarrollaba la consecuencia de la anterior, la izquierda reconocía su carácter de gregaria y subalterna frente al “hermano mayor”. Y la tercera dejaba entrever que solamente en cuestiones tácticas, coyunturales y no decisivas, la izquierda podía confrontar con su aliado natural. El objetivo perseguido de esta estrategia no era otro que conseguir que el PSOE “girase hacia la izquierda”. En períodos electorales o en momentos de exaltación identitaria, la izquierda afirmaba que ella era el único valladar contra la derecha y contra “las políticas de derechas”, una perífrasis eufemística con la que quería referirse al PSOE y que quedaba invalidada cuando la “izquierda mayoritaria” requería el apoyo institucional, consecuente y oficialmente reconocido".
Más adelante, Anguita describe en su artículo el asco que supuestamente le provoca ahora el actual panorama político español con este párrafo:
"Debemos ser conscientes de que la política española, en la generalidad de sus manifestaciones públicas y mediáticas, es una especie de plaga de irracionalidad, vulgaridad y zafiedad que va degradando en progresión geométrica el concepto y los contenidos de la vocación por lo público. De ser, por definición y necesidad, la búsqueda del bien común o al menos mayoritario, la visualización de la actividad política ha devenido en una delirante exhibición de impostura cutre y populachera".
Al final de su artículo, el ex dirigente del PCE precisa cuál es su actual posición en relación con “Unidos Podemos”, la formación política que durante los últimos años él mismo ha estado apadrinando:
"Podemos hizo bien en apoyar la moción de censura contra Rajoy. Y también hizo bien en apoyar los Presupuestos Generales. Pero se equivocaría gravemente si ese apoyo táctico en función de medidas concretas se transforma en apoyo estratégico y definitorio de una política de largo alcance. Aquello del “Juntos podemos” o aquello otro del “obligar a girar a la izquierda al PSOE” se ha visto invalidado por la experiencia. En Andalucía, si se tiene o quiere tener memoria, se sabe sobradamente".
Hasta aquí algunos párrafos del reciente artículo de Anguita. No deseo en esta primera entrega entrar a analizar la sinuosa trayectoria ideológica seguida por Julio Anguita en el curso de las últimas décadas. Hacerlo aquí y ahora haría este artículo demasiado extenso para leerlo con atención en un monitor. Me limitaré a recoger algunas afirmaciones suyas contrarias a las que ahora manifiesta, en referencia a Podemos e Izquierda Unida, y expresadas hace tan sólo unos meses . En una segunda parte, trataremos de entrar en el análisis del porqué ideológico de las contradicciones existentes entre los halagos y parabienes de ayer y las severas amonestaciones que hoy parece dirigirle a Unidos Podemos.
En principio, conviene precisar para nuestros lectores cuál es la consideración política que a Julio Anguita le ha merecido el hasta ahora Secretario General de Podemos. Sus valoraciones sobre Pablo Iglesias no han sido circunstanciales, sino que han obedecido a una valoración global de su personalidad política. Las resumió, por ejemplo, cuando en contestación a una pregunta que le formularon sobre él, dijo:
"Iglesias ha sido militante del Partido Comunista, del mismo modo que muchos de los dirigentes de Podemos son hijos ideológicos nuestros. Yo lo que veo en él, y que me perdone si le molesta, pero es un comentario hecho desde la admiración, a un sabio adaptador de Lenin a las actuales circunstancias...".
Y en relación con el affaire de la compra de una mansión aseguró que se trataba de "un error" pese a que sus evidentes contradicciones con afirmaciones anteriores causaran un enorme impacto y desilusión entre sus propios simpatizantes.
'Creo que fue un error por una razón: porque cuando se tiene esa responsabilidad, uno tiene todo el derecho del mundo a tener una casa, pero a veces los máximos dirigentes de determinados discursos no tienen ese derecho...Ahora a partir de ahí, yo he estado con él, hablé por teléfono porque lo estaba pasando mal y ya pasó. También es cierto que la militancia le ha dado un buen respaldo. No creo que ni Podemos ni Pablo salgan tocados de esta. Esto ha pasado ya".
En una entrevista concedida al Diario de Córdoba, coincidiendo con la moción de censura apoyada por Podemos e IU que permitió la investidura de Pedro Sánchez como presidente, Anguita definió cuál era su posición en relación con aquella "operación" política que fue coronada con un clamoroso "¡si se puede, si se puede!" en el Congreso de los Diputados a cargo de las dos formaciones citadas. Las contestaciones de Anguita nos servirán para analizar políticamente su posición de hoy , en contraste con la que decia tener hace seis meses.
-¿Puede gobernar la izquierda con un presupuesto de derechas?
-Los presupuestos se pueden ir cambiando por partidas. Tampoco son tan importantes, bastará con que la vida pública se sanee para que este país se quite la gangrena y la podredumbre de la corrupción del PP hecha sistema. Tenemos la cuestión del Estado con unas relaciones con Cataluña infumables y una situación de paro con una economía que crece pero solo en beneficios empresariales. Pedro Sánchez tiene además de la pluralidad de quienes han apoyado la moción, el problema de los grupos, algunos armados, que tiene dentro de su partido. El PSOE se ha visto sorprendido también. Dudo de que el propio Pedro Sánchez al convocar la moción pensara que iba a ganar. Por eso he hablado de la república antes, porque también apareció por sorpresa.
-¿Cree que Unidos Podemos ha hecho bien en ofrecerse al PSOE para formar gobierno?
-Yo no insistiría. Que lo decida el presidente y que después se saquen las consecuencias.
-¿Cómo cree que va a ser el gobierno que forme Sánchez?
-No lo sé. Pienso en qué haría yo: buscar a la gente de confianza, reunirme con ellos y marcar unas pautas de saneamiento. Establecer relaciones con el resto de fuerzas y si se puede acercar uno al problema catalán o al vasco, o al problema económico, si se pudiera... Pero creo que eso es pedir peras al olmo.
-¿Qué leyes habría que derogar?
-Derogar las leyes, la ley mordaza o la reforma laboral que nunca debieron haber nacido, le puede generar problemas dentro de su partido
-¿Por qué ahora justifica el apoyo a una moción y no en el 2016?
-Ahora hay una situación de excepcionalidad ética y política por un partido condenado.
-¿Unidos Podemos ha funcionado o solo ha sido una marca electoral?
-Unidos Podemos surgió como un acuerdo en la cúpula, que al día siguiente tuvo que haber bajado en forma de trabajo conjunto de ambas militancias. Pero IU y Podemos han ido por libre en cada territorio y ahora que falta menos para las elecciones se vuelve a hablar otra vez de eso. Si Unidos Podemos es solo un pacto para unas listas y los militantes no tienen proyectos comunes, que vayan a las luchas unidos no tendrá sentido en absoluto.
-Hablando de la nueva casa de Pedro Sánchez, ¿qué le ha parecido el tema del chalét de Pablo Iglesias?
.
-¿Le tiene cariño a Pablo Iglesias?
-Que vamos a ver. Yo soy de IU, del PCE, Equo o Podemos. Todos los míos son todos los que estén contra el sistema. Mi carnet son los demás. Todos los que estén en contra de esta miseria. Son los míos y no solo como posesión, sino como pertenencia. Pablo para mí es mi dirigente como lo puede ser Alberto Garzón o López de Uralde. Los que no son míos lo he tenido siempre muy claro.
En un próximo artículo trataremos de analizar las evidentes paradojas observables entre el contenido del último artículo escrito por Anguita contrastándolo con otras declaraciones realizadas sobre el mismo tema hace tan sólo unos pocos meses .
VÍDEO:
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
"El Economista" es un periódico español especializado, como su nombre indica, en el tratamiento de temas de carácter económico. Se trata de una publicación caracterizada por sus enfoques de clara orientación derechista. Sus lectores generalmente son empresarios o gentes dedicadas a la inversión bursátil.
En ese periódico escribe Julio Anguita, que un día fuera Secretario General del Partido Comunista de España y, también, Coordinador de la formación política Izquierda Unida. Hacemos estas pertinentes observaciones porque, ya desde los tiempos de la llamada "transición democrática", destacados dirigentes pertenecientes al PCE y a Comisiones Obreras comenzaron a colaborar en publicaciones con un sesgo tan ultraconservador como lo pudiera ser el del periódico monárquico ABC. Imaginamos que el argumento para validar tales colaboraciones consistía en que lo importante era lograr que sus ideas obtuvieran la mayor proyección posible, y que poco importaba la naturaleza ideológica del órgano de prensa en el que se escribiera. El tiempo, sin embargo, ha demostrado que las cosas no funcionan de esa forma.
Aquellas colaboraciones en medios como el ABC no sólo provocaron la perplejidad y confusión de quienes pertenecían a la izquierda, sino que además le sirvieron a este periódico, que había sido baluarte de la "reinstauración" franquista de la monarquía, para perder su pátina ultraderechista que con toda justicia conservaba a la muerte del dictador . El ABC pasó desde la modesta tirada que tenía a finales de la dictadura a convertirse en una de las principales cabeceras del periodismo español.
También es verdad que cuando la Monarquía logró consolidarse en España la dirección de ese periódico prescindió de las firmas de sus colaboradores de izquierdas. La colaboración periodística de Anguita en El Economista persiste hoy en el mismo error y provoca una similar confusión.
En su columna habitual en este rotativo, Julio Anguita escribió hace una semana un artículo titulado "El chotis". En él decía, con toda razón, que la "izquierda" española no ha hecho otra cosa políticamente más moverse al compás de este popular baile madrileño, que se caracteriza porque el bailarín gira permanentemente sobre sí mismo, mientras que la bailarina lo hace alrededor de su pareja. El eje invariante de la "izquierda" - mantiene ahora Anguita - ha sido el PSOE, y su acompañante a lo largo de los años han sido 'Juntos Podemos", "La unidad de la Izquierda", "La casa común de la izquierda", "La izquierda contra el PP"…
Y avala sus afirmaciones con los siguientes razonamientos:
"El discurso sustentador de esta posición se basaba en tres ideas centrales. La primera afirmaba que la contradicción política fundamental era entre la izquierda - PSOE incluido en ella- y la derecha (PP). La segunda desarrollaba la consecuencia de la anterior, la izquierda reconocía su carácter de gregaria y subalterna frente al “hermano mayor”. Y la tercera dejaba entrever que solamente en cuestiones tácticas, coyunturales y no decisivas, la izquierda podía confrontar con su aliado natural. El objetivo perseguido de esta estrategia no era otro que conseguir que el PSOE “girase hacia la izquierda”. En períodos electorales o en momentos de exaltación identitaria, la izquierda afirmaba que ella era el único valladar contra la derecha y contra “las políticas de derechas”, una perífrasis eufemística con la que quería referirse al PSOE y que quedaba invalidada cuando la “izquierda mayoritaria” requería el apoyo institucional, consecuente y oficialmente reconocido".
Más adelante, Anguita describe en su artículo el asco que supuestamente le provoca ahora el actual panorama político español con este párrafo:
"Debemos ser conscientes de que la política española, en la generalidad de sus manifestaciones públicas y mediáticas, es una especie de plaga de irracionalidad, vulgaridad y zafiedad que va degradando en progresión geométrica el concepto y los contenidos de la vocación por lo público. De ser, por definición y necesidad, la búsqueda del bien común o al menos mayoritario, la visualización de la actividad política ha devenido en una delirante exhibición de impostura cutre y populachera".
Al final de su artículo, el ex dirigente del PCE precisa cuál es su actual posición en relación con “Unidos Podemos”, la formación política que durante los últimos años él mismo ha estado apadrinando:
"Podemos hizo bien en apoyar la moción de censura contra Rajoy. Y también hizo bien en apoyar los Presupuestos Generales. Pero se equivocaría gravemente si ese apoyo táctico en función de medidas concretas se transforma en apoyo estratégico y definitorio de una política de largo alcance. Aquello del “Juntos podemos” o aquello otro del “obligar a girar a la izquierda al PSOE” se ha visto invalidado por la experiencia. En Andalucía, si se tiene o quiere tener memoria, se sabe sobradamente".
Hasta aquí algunos párrafos del reciente artículo de Anguita. No deseo en esta primera entrega entrar a analizar la sinuosa trayectoria ideológica seguida por Julio Anguita en el curso de las últimas décadas. Hacerlo aquí y ahora haría este artículo demasiado extenso para leerlo con atención en un monitor. Me limitaré a recoger algunas afirmaciones suyas contrarias a las que ahora manifiesta, en referencia a Podemos e Izquierda Unida, y expresadas hace tan sólo unos meses . En una segunda parte, trataremos de entrar en el análisis del porqué ideológico de las contradicciones existentes entre los halagos y parabienes de ayer y las severas amonestaciones que hoy parece dirigirle a Unidos Podemos.
En principio, conviene precisar para nuestros lectores cuál es la consideración política que a Julio Anguita le ha merecido el hasta ahora Secretario General de Podemos. Sus valoraciones sobre Pablo Iglesias no han sido circunstanciales, sino que han obedecido a una valoración global de su personalidad política. Las resumió, por ejemplo, cuando en contestación a una pregunta que le formularon sobre él, dijo:
"Iglesias ha sido militante del Partido Comunista, del mismo modo que muchos de los dirigentes de Podemos son hijos ideológicos nuestros. Yo lo que veo en él, y que me perdone si le molesta, pero es un comentario hecho desde la admiración, a un sabio adaptador de Lenin a las actuales circunstancias...".
Y en relación con el affaire de la compra de una mansión aseguró que se trataba de "un error" pese a que sus evidentes contradicciones con afirmaciones anteriores causaran un enorme impacto y desilusión entre sus propios simpatizantes.
'Creo que fue un error por una razón: porque cuando se tiene esa responsabilidad, uno tiene todo el derecho del mundo a tener una casa, pero a veces los máximos dirigentes de determinados discursos no tienen ese derecho...Ahora a partir de ahí, yo he estado con él, hablé por teléfono porque lo estaba pasando mal y ya pasó. También es cierto que la militancia le ha dado un buen respaldo. No creo que ni Podemos ni Pablo salgan tocados de esta. Esto ha pasado ya".
En una entrevista concedida al Diario de Córdoba, coincidiendo con la moción de censura apoyada por Podemos e IU que permitió la investidura de Pedro Sánchez como presidente, Anguita definió cuál era su posición en relación con aquella "operación" política que fue coronada con un clamoroso "¡si se puede, si se puede!" en el Congreso de los Diputados a cargo de las dos formaciones citadas. Las contestaciones de Anguita nos servirán para analizar políticamente su posición de hoy , en contraste con la que decia tener hace seis meses.
-¿Puede gobernar la izquierda con un presupuesto de derechas?
-Los presupuestos se pueden ir cambiando por partidas. Tampoco son tan importantes, bastará con que la vida pública se sanee para que este país se quite la gangrena y la podredumbre de la corrupción del PP hecha sistema. Tenemos la cuestión del Estado con unas relaciones con Cataluña infumables y una situación de paro con una economía que crece pero solo en beneficios empresariales. Pedro Sánchez tiene además de la pluralidad de quienes han apoyado la moción, el problema de los grupos, algunos armados, que tiene dentro de su partido. El PSOE se ha visto sorprendido también. Dudo de que el propio Pedro Sánchez al convocar la moción pensara que iba a ganar. Por eso he hablado de la república antes, porque también apareció por sorpresa.
-¿Cree que Unidos Podemos ha hecho bien en ofrecerse al PSOE para formar gobierno?
-Yo no insistiría. Que lo decida el presidente y que después se saquen las consecuencias.
-¿Cómo cree que va a ser el gobierno que forme Sánchez?
-No lo sé. Pienso en qué haría yo: buscar a la gente de confianza, reunirme con ellos y marcar unas pautas de saneamiento. Establecer relaciones con el resto de fuerzas y si se puede acercar uno al problema catalán o al vasco, o al problema económico, si se pudiera... Pero creo que eso es pedir peras al olmo.
-¿Qué leyes habría que derogar?
-Derogar las leyes, la ley mordaza o la reforma laboral que nunca debieron haber nacido, le puede generar problemas dentro de su partido
-¿Por qué ahora justifica el apoyo a una moción y no en el 2016?
-Ahora hay una situación de excepcionalidad ética y política por un partido condenado.
-¿Unidos Podemos ha funcionado o solo ha sido una marca electoral?
-Unidos Podemos surgió como un acuerdo en la cúpula, que al día siguiente tuvo que haber bajado en forma de trabajo conjunto de ambas militancias. Pero IU y Podemos han ido por libre en cada territorio y ahora que falta menos para las elecciones se vuelve a hablar otra vez de eso. Si Unidos Podemos es solo un pacto para unas listas y los militantes no tienen proyectos comunes, que vayan a las luchas unidos no tendrá sentido en absoluto.
-Hablando de la nueva casa de Pedro Sánchez, ¿qué le ha parecido el tema del chalét de Pablo Iglesias?
.
-¿Le tiene cariño a Pablo Iglesias?
-Que vamos a ver. Yo soy de IU, del PCE, Equo o Podemos. Todos los míos son todos los que estén contra el sistema. Mi carnet son los demás. Todos los que estén en contra de esta miseria. Son los míos y no solo como posesión, sino como pertenencia. Pablo para mí es mi dirigente como lo puede ser Alberto Garzón o López de Uralde. Los que no son míos lo he tenido siempre muy claro.
En un próximo artículo trataremos de analizar las evidentes paradojas observables entre el contenido del último artículo escrito por Anguita contrastándolo con otras declaraciones realizadas sobre el mismo tema hace tan sólo unos pocos meses .
VÍDEO:
ejenenacar | Lunes, 11 de Marzo de 2019 a las 21:01:57 horas
ni idea de hasta dónde alcanza la jartera de "comunistas puros del último día", a ver si se enteran de una puñetera vez que el primer revisionista del marxismo fue el propio Marx.
lo que han hecho de la iglesia los "seguidores de Cristo" nos debería cuidar de caer en doctrinas sectarias pero parece que la autoflajelación es adictiva y de difícil erradicación.
constatado queda que además de derechas e izquierdas, existe otra facción, la radical que sobrevive alimentándose de su propia bilis y que siempre está dispuesta a cojer un arma antes de usar la palabra. Me pregunto para quién combatirán o mejor para qué lo hacen, si en su horizonte sólo brillan y resuenan las armas.
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