SIN QUE NADIE DIGA NI MU, LOS DESAHUCIOS SIGUEN CRECIENDO EN CANARIAS
Durante el pasado 2020 los juzgados de Canarias ejecutaron 3.808, 284 más que en 2019
La aparición del 15M en el año 2011, con la movilización de un importante número de personas que hasta esa fecha no habían tenido ningún tipo de compromiso social o político, proporcionó un significativo impulso a las Plataformas de Afectados por las Hipotecas (...).
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La aparición del 15M en el año 2011, con la movilización de un importante número de personas que hasta esa fecha no habían tenido ningún tipo de compromiso social o político, proporcionó un significativo impulso a las Plataformas de Afectados por las Hipotecas que venían trabajando en el Estado español desde hacía algunos años.
La unión de antiguos y nuevos activistas sociales no solo permitió visibilizar uno de los efectos más terribles del estallido de la crisis económica capitalista. Sirvió, además, para comenzar a articular una resistencia ciudadana a los desalojos de familias ordenados por los Tribunales de "Justicia" para salvaguardar los intereses de las entidades financieras.
La imagen de los piquetes interponiéndose entre la policía y quienes iban a ser desahuciados se convirtió en frecuente en los grandes medios de comunicación y traspasó las fronteras españolas. Con razón, las clases dominantes, el Estado y los medios de comunicación se pusieron en situación de alerta ante la posibilidad de que los damnificados por la crisis llegaran a comprender la potencialidad transformadora de la organización popular.
Sin embargo, el peligro representado por "los de abajo", como se les comenzó a llamar, se vió conjurado por la aparición de la nueva formación política morada que, pese a autoproclamarse como heredera del 15M, realizó la oportuna labor de favorecer la desmovilización, renovando la infundada ilusión de que la manera "efectiva" de solventar las injusticias era participar en el juego electoral. En este caso, votando por los "tribunos" de Podemos.
Hoy, los desahucios continúan produciéndose pero, con la resistencia popular ya desarticulada y las calles vacías, los afectados vuelven a encontrarse en el desamparo ante la ofensiva de los bancos y de las sentencias judiciales que avalan su acción.
Durante el pasado 2108 los juzgados de Canarias ejecutaron 3.808 desahucios, 284 más que en 2017 (+8,1 %), debido al aumento de casos relacionados con problemas para afrontar el pago de los alquileres, según datos difundidos este viernes por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los lanzamientos ordenados como consecuencia de deudas hipotecarias se redujeron en las islas un 6,4 por ciento, al pasar de 1.246 en 2017 a 1.163 en 2018. Sin embargo, se dispararon un 16,9 por ciento los desahucios ejecutados sobre inmuebles en alquiler, de forma que 2018 terminó con 2.450 casos ejecutados (354 más que el año previo).
Por su parte, los procedimientos de ejecución hipotecaria (el paso previo a un desahucio por impago de préstamos) cayeron un 30 por ciento el año pasado en las islas, desde 1.255 a 879.l
Se trata, sin duda, de una dramática situación que obliga a recordar las declaraciones que realizara en 2015, al periódico tinerfeño Diario de Avisos, la secretaria general de Podemos, Noemí Santana, cuando se congratuló de que
"El riesgo de estallido social se había contenido en Canarias gracias a Podemos", que también había ayudado en todo el país "a que la cosa no hubiera ido a peor". (sic)
La hoy aspirante a la presidencia del Gobierno regional reconocía así, con manifiesta tosquedad y sin la sutil ambigüedad que manejan sus jefes de Madrid, el papel de "bomberos del sistema" que había venido a realizar su formación en el ámbito institucional. Los miles de desahuciados que en todo el Estado siguen perdiendo sus casas, o los centenares que los hacen en Canarias, son solamente unos pocos de entre todos los damnificados por este "éxito" de Podemos en su labor de desmovilización social.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La aparición del 15M en el año 2011, con la movilización de un importante número de personas que hasta esa fecha no habían tenido ningún tipo de compromiso social o político, proporcionó un significativo impulso a las Plataformas de Afectados por las Hipotecas que venían trabajando en el Estado español desde hacía algunos años.
La unión de antiguos y nuevos activistas sociales no solo permitió visibilizar uno de los efectos más terribles del estallido de la crisis económica capitalista. Sirvió, además, para comenzar a articular una resistencia ciudadana a los desalojos de familias ordenados por los Tribunales de "Justicia" para salvaguardar los intereses de las entidades financieras.
La imagen de los piquetes interponiéndose entre la policía y quienes iban a ser desahuciados se convirtió en frecuente en los grandes medios de comunicación y traspasó las fronteras españolas. Con razón, las clases dominantes, el Estado y los medios de comunicación se pusieron en situación de alerta ante la posibilidad de que los damnificados por la crisis llegaran a comprender la potencialidad transformadora de la organización popular.
Sin embargo, el peligro representado por "los de abajo", como se les comenzó a llamar, se vió conjurado por la aparición de la nueva formación política morada que, pese a autoproclamarse como heredera del 15M, realizó la oportuna labor de favorecer la desmovilización, renovando la infundada ilusión de que la manera "efectiva" de solventar las injusticias era participar en el juego electoral. En este caso, votando por los "tribunos" de Podemos.
Hoy, los desahucios continúan produciéndose pero, con la resistencia popular ya desarticulada y las calles vacías, los afectados vuelven a encontrarse en el desamparo ante la ofensiva de los bancos y de las sentencias judiciales que avalan su acción.
Durante el pasado 2108 los juzgados de Canarias ejecutaron 3.808 desahucios, 284 más que en 2017 (+8,1 %), debido al aumento de casos relacionados con problemas para afrontar el pago de los alquileres, según datos difundidos este viernes por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los lanzamientos ordenados como consecuencia de deudas hipotecarias se redujeron en las islas un 6,4 por ciento, al pasar de 1.246 en 2017 a 1.163 en 2018. Sin embargo, se dispararon un 16,9 por ciento los desahucios ejecutados sobre inmuebles en alquiler, de forma que 2018 terminó con 2.450 casos ejecutados (354 más que el año previo).
Por su parte, los procedimientos de ejecución hipotecaria (el paso previo a un desahucio por impago de préstamos) cayeron un 30 por ciento el año pasado en las islas, desde 1.255 a 879.l
Se trata, sin duda, de una dramática situación que obliga a recordar las declaraciones que realizara en 2015, al periódico tinerfeño Diario de Avisos, la secretaria general de Podemos, Noemí Santana, cuando se congratuló de que
"El riesgo de estallido social se había contenido en Canarias gracias a Podemos", que también había ayudado en todo el país "a que la cosa no hubiera ido a peor". (sic)
La hoy aspirante a la presidencia del Gobierno regional reconocía así, con manifiesta tosquedad y sin la sutil ambigüedad que manejan sus jefes de Madrid, el papel de "bomberos del sistema" que había venido a realizar su formación en el ámbito institucional. Los miles de desahuciados que en todo el Estado siguen perdiendo sus casas, o los centenares que los hacen en Canarias, son solamente unos pocos de entre todos los damnificados por este "éxito" de Podemos en su labor de desmovilización social.






























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