
Responden a la excusa "sobrenatural" aducida por el jefe de la Iglesia Católica
LAS VÍCTIMAS IRACUNDAS CONTRA EL PAPA: "SATANÁS NO ES QUIEN ENCUBRE A LOS PEDERASTAS, LO HACE EL VATICANO" (VÍDEO)
Los abusados por sacerdotes ya no creen las promesas de Francisco
Los tiempos en los que las promesas del Papa Francisco sobre su supuesta intención de atajar la pederastia en el seno de la Iglesia católica aún eran creídas por las víctimas parecen haber pasado definitivamente. Lejos de ver en ella algún avance, estas víctimas organizadas han reaccionado con indignación ante las conclusiones, puramente retóricas, de la cumbre celebrada en el Vaticano para tratar este tema (...).
Por A. RAMÍREZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Los tiempos en los que las promesas del Papa Francisco sobre su supuesta intención de atajar la pederastia en el seno de la Iglesia católica aún eran creídas por las víctimas parecen haber pasado definitivamente.
Lejos de ver en ella algún avance, estas víctimas organizadas han reaccionado con indignación ante las conclusiones, puramente retóricas, de la cumbre celebrada en el Vaticano para tratar este tema.
Miguel Hurtado, uno de los miles de víctimas de los abusos perpetrados por sacerdotes durante décadas, denunció ante los medios de comunciación que, más allá de los discursos, la cumbre presentada como "histórica" no permite presagiar ningún cambio en la Iglesia.
"No hablan de que a partir de ahora los obispos van a ser responsables y si encubren van a perder su puesto de trabajo, no hablan de la necesidad de indemnizar económicamente a las víctimas".
Para las víctimas no basta con asumir los criterios de Naciones Unidas, faltan medidas concretas y el pasado es demasiado turbio para tener fe.
Con todo, lo que que parece haber colmado la paciencia del colectivo de víctimas ha sido la excusa sobrenatural utilizada por el Papa Francisco para eludir la responsabilidad sobre la política de ocultación sistemática que la Iglesia ha aplicado a los caso de pederastia.
"En los abusos vemos la mano del mal que no perdona ni la inocencia de los niños. Es un instrumento de Satanás" -aseguró Francisco.
"¿Cómo que el problema de la pederastia es la acción del diablo? No, mire usted, el problema es que los obispos, abades y cardenales, siguiendo las explicaciones del Vaticano, han aplicado a raja tabla un manual de encubrimiento"- respondió Miguel Hurtado, víctima de abusos.
LA POLÍTICA OFICIAL DE LA IGLESIA: ENCUBRIMIENTO BAJO AMENAZA DE EX COMUNIÓN
Y es que, aunque los grandes medios de comunicación evitan incidir en este aspecto esencial del problema, la realidad es que la política histórica e institucional de la Iglesia católica se encuentra fijada por la instrucción "Crimen sollicitationis", aprobada por Juan XXIII en 1962.
En este documento, la Congregación del Santo Oficio establecía los procedimientos para afrontar los casos de clérigos responsables de abusos sexuales, imponiendo la obligación de guardar silencio sobre los mismos y no denunciarlos fuera del ámbito de la iglesia bajo pena de excomunión. Se trata de una política explícita y escrita para encubrir los casos de abusos sexuales a menores cometidos por los "hombres de Dios".
La última etapa de vigencia de las instrucciones recomendadas por la iglesia frente al Crimen Sollicitationis coincidió con el desempeño del entonces cardenal Joseph Ratzinger –luego Papa Benedicto XVI–, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por tanto, el futuro Papa fue el responsable de seguir los casos relacionados durante dos décadas. En 2001, Joseph Ratzinger encargó redactar el decreto que habría de suceder a la anterior directiva Crimen Sollicitationis.
En espíritu, el nuevo decreto consagró los principios esenciales del antiguo, como la pena de excomunión a quien osará denunciar a los tribunales ordinarios estos crímenes. Se envió una copia a todos los obispos del mundo, en el que se ordenaba que la Santa Sede tuviera lo que él denominó una "competencia exclusiva". Es decir, que todos los alegatos de abusos sexuales debían presentarse exclusivamente en Roma.
VÍDEOS:
Por A. RAMÍREZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Los tiempos en los que las promesas del Papa Francisco sobre su supuesta intención de atajar la pederastia en el seno de la Iglesia católica aún eran creídas por las víctimas parecen haber pasado definitivamente.
Lejos de ver en ella algún avance, estas víctimas organizadas han reaccionado con indignación ante las conclusiones, puramente retóricas, de la cumbre celebrada en el Vaticano para tratar este tema.
Miguel Hurtado, uno de los miles de víctimas de los abusos perpetrados por sacerdotes durante décadas, denunció ante los medios de comunciación que, más allá de los discursos, la cumbre presentada como "histórica" no permite presagiar ningún cambio en la Iglesia.
"No hablan de que a partir de ahora los obispos van a ser responsables y si encubren van a perder su puesto de trabajo, no hablan de la necesidad de indemnizar económicamente a las víctimas".
Para las víctimas no basta con asumir los criterios de Naciones Unidas, faltan medidas concretas y el pasado es demasiado turbio para tener fe.
Con todo, lo que que parece haber colmado la paciencia del colectivo de víctimas ha sido la excusa sobrenatural utilizada por el Papa Francisco para eludir la responsabilidad sobre la política de ocultación sistemática que la Iglesia ha aplicado a los caso de pederastia.
"En los abusos vemos la mano del mal que no perdona ni la inocencia de los niños. Es un instrumento de Satanás" -aseguró Francisco.
"¿Cómo que el problema de la pederastia es la acción del diablo? No, mire usted, el problema es que los obispos, abades y cardenales, siguiendo las explicaciones del Vaticano, han aplicado a raja tabla un manual de encubrimiento"- respondió Miguel Hurtado, víctima de abusos.
LA POLÍTICA OFICIAL DE LA IGLESIA: ENCUBRIMIENTO BAJO AMENAZA DE EX COMUNIÓN
Y es que, aunque los grandes medios de comunicación evitan incidir en este aspecto esencial del problema, la realidad es que la política histórica e institucional de la Iglesia católica se encuentra fijada por la instrucción "Crimen sollicitationis", aprobada por Juan XXIII en 1962.
En este documento, la Congregación del Santo Oficio establecía los procedimientos para afrontar los casos de clérigos responsables de abusos sexuales, imponiendo la obligación de guardar silencio sobre los mismos y no denunciarlos fuera del ámbito de la iglesia bajo pena de excomunión. Se trata de una política explícita y escrita para encubrir los casos de abusos sexuales a menores cometidos por los "hombres de Dios".
La última etapa de vigencia de las instrucciones recomendadas por la iglesia frente al Crimen Sollicitationis coincidió con el desempeño del entonces cardenal Joseph Ratzinger –luego Papa Benedicto XVI–, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por tanto, el futuro Papa fue el responsable de seguir los casos relacionados durante dos décadas. En 2001, Joseph Ratzinger encargó redactar el decreto que habría de suceder a la anterior directiva Crimen Sollicitationis.
En espíritu, el nuevo decreto consagró los principios esenciales del antiguo, como la pena de excomunión a quien osará denunciar a los tribunales ordinarios estos crímenes. Se envió una copia a todos los obispos del mundo, en el que se ordenaba que la Santa Sede tuviera lo que él denominó una "competencia exclusiva". Es decir, que todos los alegatos de abusos sexuales debían presentarse exclusivamente en Roma.
VÍDEOS:
Johnny Rook | Miércoles, 27 de Febrero de 2019 a las 20:19:45 horas
La única Iglesia que ilumina es la que arde!
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