
CINE ESPAÑOL: ¿UNA HECATOMBE?
¿La "decadencia" del cine español obedece a causas propias o extrañas?
De acuerdo con las cifras publicadas por el Ministerio de Cultura español en el curso del año 2018, fueron 19 las películas que obtuvieron mayor recaudación, con más de un millón de euros en taquilla. Pero fueron solo esas las que obtuvieron casi el 80% del total de lo recaudado. Una catástrofe.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
De acuerdo con las cifras publicadas por el Ministerio de Cultura español en el curso del año 2018, fueron 19 las películas que obtuvieron mayor recaudación, con más de un millón de euros en taquilla. Pero fueron solo esas las que obtuvieron casi el 80% del total recaudado.
Sin embargo el 6% de los estrenos, en su mayoría documentales, no superaron la cifra de 100 euros en su recaudación total. Una porcentaje que se elevaria al 12% si tenemos en cuenta no solo los estrenos, sino todas las películas que estuvieron en taquilla en 2018.
Es el caso del cortometraje 'Tabib', por ejemplo, que empezó a exhibirse el pasado 20 de abril, tuvo tan sólo un espectador, recaudando la minúscula cantidad de cinco euros en salas de cine.
Por otra parte, durante el 2018 las salas cinematográficas españolas recibieron la visita de más de 17 millones de asistentes. Pero la mayoría de estos se concentraron en sólo unos cuantos films. Según la información proporcionada por el Ministerio de Cultura, de los 217 estrenos en ese mismo año, la salas de cines sólo lograron cubrir su aforo en 21 de todas ellas, que lograron la cota de 100,000 espectadores. Treinta y nueve de todos esos los estrenos no lograron los 100 espectadores.
El coste medio de una película española en 2016 se situaba entre el 1,6 millones de euros y los 2,97, por cada producción.
De las cinco candidatas a la "Mejor Película, la que hizo más taquilla en el 2018 fue 'Campeones', que superó los 19 millones de euros de recaudación. Sin embargo, el film 'Todos lo saben' sólo obtuvo 3,1 millones de recaudación.
¿CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA?
Meses atrás, la revista francesa "Le film français", insertando una tétrica imágenes su portada, se preguntaba si la muerte del cine español era realmente una crónica de una la muerte anunciada. Un comentarista cinematográfico mantuvo, por su parte, que la cultura cinematográfica en España ha sido y es un arma política arrojadiza, una peligrosa herramienta que pasa de mano en mano, carenciendo de continuidad y de criterios, que se usa cuando interesa para hacerse la foto, y cuando no, se desprecia olímpicamente.
No obstante, al margen de los pecados y desorganizaciones propias del mundo cinematografico español, cabría preguntarse si las razones de su persistente agonía residen tan sólo en el supuesto mal hacer de directores y actores autóctonos, o si por el contrario donde realmente habría que empezar a indagar es en la desigual batalla que libra el conjunto del cine europeo que se ve obligado a lidiar con la industria tecnológica imperial estadounidense que usa y abusa, además, del control de los resortes culturales que les permiten promocionar que las corrientes, gustos y modas dominantes sean encauzados hacia el el engorde de su industria de comunicación audiovisual.
De otra forma sería muy difícil explicarse no sólo la desaparición de las pantallas de la cinematografía española, sino también las defunciones simultáneas del cine francés, británico, italiano y de otras nacionalidades que durante las décadas de los 50, 60, 70 y 80 del pasado siglo gozaron de un extraordinario éxito en todo el mundo. A la luz del panorama presente valdría la pena encaminar nuestras reflexiones y remedios a través del análisis de los efectos de esta peculiar globalización cultural unilateral que se nos ha impuesto y hemos aceptado sin haber ofrecido la más mínima resistencia.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
De acuerdo con las cifras publicadas por el Ministerio de Cultura español en el curso del año 2018, fueron 19 las películas que obtuvieron mayor recaudación, con más de un millón de euros en taquilla. Pero fueron solo esas las que obtuvieron casi el 80% del total recaudado.
Sin embargo el 6% de los estrenos, en su mayoría documentales, no superaron la cifra de 100 euros en su recaudación total. Una porcentaje que se elevaria al 12% si tenemos en cuenta no solo los estrenos, sino todas las películas que estuvieron en taquilla en 2018.
Es el caso del cortometraje 'Tabib', por ejemplo, que empezó a exhibirse el pasado 20 de abril, tuvo tan sólo un espectador, recaudando la minúscula cantidad de cinco euros en salas de cine.
Por otra parte, durante el 2018 las salas cinematográficas españolas recibieron la visita de más de 17 millones de asistentes. Pero la mayoría de estos se concentraron en sólo unos cuantos films. Según la información proporcionada por el Ministerio de Cultura, de los 217 estrenos en ese mismo año, la salas de cines sólo lograron cubrir su aforo en 21 de todas ellas, que lograron la cota de 100,000 espectadores. Treinta y nueve de todos esos los estrenos no lograron los 100 espectadores.
El coste medio de una película española en 2016 se situaba entre el 1,6 millones de euros y los 2,97, por cada producción.
De las cinco candidatas a la "Mejor Película, la que hizo más taquilla en el 2018 fue 'Campeones', que superó los 19 millones de euros de recaudación. Sin embargo, el film 'Todos lo saben' sólo obtuvo 3,1 millones de recaudación.
¿CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA?
Meses atrás, la revista francesa "Le film français", insertando una tétrica imágenes su portada, se preguntaba si la muerte del cine español era realmente una crónica de una la muerte anunciada. Un comentarista cinematográfico mantuvo, por su parte, que la cultura cinematográfica en España ha sido y es un arma política arrojadiza, una peligrosa herramienta que pasa de mano en mano, carenciendo de continuidad y de criterios, que se usa cuando interesa para hacerse la foto, y cuando no, se desprecia olímpicamente.
No obstante, al margen de los pecados y desorganizaciones propias del mundo cinematografico español, cabría preguntarse si las razones de su persistente agonía residen tan sólo en el supuesto mal hacer de directores y actores autóctonos, o si por el contrario donde realmente habría que empezar a indagar es en la desigual batalla que libra el conjunto del cine europeo que se ve obligado a lidiar con la industria tecnológica imperial estadounidense que usa y abusa, además, del control de los resortes culturales que les permiten promocionar que las corrientes, gustos y modas dominantes sean encauzados hacia el el engorde de su industria de comunicación audiovisual.
De otra forma sería muy difícil explicarse no sólo la desaparición de las pantallas de la cinematografía española, sino también las defunciones simultáneas del cine francés, británico, italiano y de otras nacionalidades que durante las décadas de los 50, 60, 70 y 80 del pasado siglo gozaron de un extraordinario éxito en todo el mundo. A la luz del panorama presente valdría la pena encaminar nuestras reflexiones y remedios a través del análisis de los efectos de esta peculiar globalización cultural unilateral que se nos ha impuesto y hemos aceptado sin haber ofrecido la más mínima resistencia.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.214