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Domingo, 31 de Julio de 2022 Tiempo de lectura:

EL FÚTBOL CONTEMPORÁNEO: OTRA VÍCTIMA DEL CAPITALISMO SALVAJE CON LOS AFICIONADOS COMO CONVIDADOS DE PIEDRA

"Los principales equipos son rehenes de magnates y de los fondos de inversión"

Víctima del capitalismo más salvaje, el fútbol contemporáneo guarda poca relación - escribe Víctor Maceda - con el conociéramos durante el siglo pasado. os principales equipos son rehenes de magnates y de los fondos de inversión, los estadios redefinen su función y los aficionados han pasado a ser unos simples convidados de piedra (...).

Por VÍCTOR MACEDA.-

 

    Víctima del capitalismo más salvaje, el fútbol contemporáneo guarda poca relación con el conociéramos durante el siglo pasado.



    Los principales equipos son rehenes de magnates y de los fondos de inversión, los estadios redefinen su función y los aficionados han pasado a ser unos simples convidados de piedra. La proliferación de episodios turbios relacionados con este deporte, evidencia la perversión a la que este está sometido.



   Samuel Chiremenka Chukwueze tiene sólo 22 años. Como su nombre permite intuir, no es de Villarreal, sino de Nigeria, pero vive allí desde  que tenía 17, cuando el equipo amarillo lo captó e incorporó a la cantera juvenil. El 12 de abril, su gol a finales del partido ante el Bayern de Múnich significaba el paso del club de la Plana a las semifinales de la Champions League.

 

   Un hito histórico que condensa, de alguna forma, las contradicciones del fútbol contemporáneo. Que el Villarreal CF, radicado en una población de apenas 50.000 habitantes, se haya erigido en uno de los cuatro mejores conjuntos de Europa, constituye un éxito evidente. Después de haber ganado la Europa League la temporada anterior - en una final apoteósica ante el Manchester United-  y de haber eliminado en la ronda precedente a la Juventus de Turín, otro gigante del fútbol continental, el Bayern también caía a manos del Villarreal.



     Sin embargo, todo ello no habría sido posible sin la inversión multimillonaria que el empresario Fernando Roig ha efectuado durante 25 años. Fue él quien adquirió la mayoría accionarial por poco más de 400.000 euros, en 1997, y quien ha hecho crecer una entidad que, hasta entonces, sobre todo había militado en tercera división y en las categorías regionales. La fortuna estimada de Fernando Roig  -hermano de Juan Roig, presidente ejecutivo de Mercadona, y de Paco Roig, ex presidente del Valencia CF-  gira en torno a los 1.500 millones de euros. Propietario de Pamesa, empresa líder del sector cerámico, mantiene el 9% del capital de Mercadona y ha diversificado sus negocios en ámbitos como construcción o energías renovables.



     Se calcula que en todo ese tiempo ha puesto unos 200 millones de euros de su bolsillo en el Villarreal. En el curso presente, el presupuesto asciende a 150 millones de euros, lejos de los 3 millones que tenía cuando Roig tomó sus riendas.

 

    Según el portal Transfermarkt, el valor de los futbolistas del primer equipo alcanza los 350 millones de euros. Sin embargo, que el Villarreal esté en las semifinales de la Champions  -acompañado del  Liverpool, el Manchester City y el Real Madrid-  cuestiona los límites de la física. Porque los clubes de fútbol han dejado de pertenecer a sus socios para pasar a convertirse en el juguete del jeque de turno, en la bandera de un fondo de inversión o en el escaparate de empresas potentísimas.



    En este sentido, la victoria del Villarreal contra el Bayern de Múnich representaba, igualmente, la victoria de la "modesta" Pamesa sobre la majestuosa "triple A" -Audi, Adidas y Allianz- que controla el 25% del accionariado del equipo bávaro, al igual que la final ganada al United significaba la victoria de Roig frente a la estirpe Glazer  -una de las más ricas del planeta- y la victoria contra la Juve encarnaba la derrota de la estirpe Agnelli, que remite a otra automovilística: la Fiat.



     El último obstáculo que le resta al submarino amarillo para disputar la final de la máxima competición europea es el Liverpool, propiedad de un grupo de inversión estadounidense  -Fenway Sports Group-  capitaneado por John William Henry, que acumula una riqueza superior a 3.200 millones de euros. Además de los red devils, uno de los clubes más románticos de Europa, el holding de Henry posee el Boston Red Sox, uno de los equipos de béisbol de referencia, y una cartera inmobiliaria y de derechos televisivos muy jugosa.



    La epopeya del Villarreal en Europa es tan gloriosa que la huella de Roig resulta incluso testimonial. El fútbol actual, hipercompetitivo, mueve unas cifras descomunales, a años luz del dinero que ha aportado este empresario del mostrador.



     Los principales clubes ingleses, el Paris Saint-Germain y los tres equipos más ricos de la Liga española -FC Barcelona,  Real Madrid y Atlético de Madrid- están bien acostumbrados a hacer fichajes con muchos ceros detrás.


 

    Los jóvenes Erling Haaland y Kylian Mbappé, llamados a dominar el fútbol en los próximos años, son deseados por los grandes clubes. Allí donde estén, a partir del próximo verano percibirán dos sueldos récords.



    En cualquier caso, la fiebre del fútbol no se circunscribe a la adquisición de los grandes cracks con sueldos pornográficos. Los equipos top de Europa están redefiniendo el concepto clásico de estadio para generar unos ingresos adicionales que después podrán reinvertir en la plantilla.



     El ejemplo paradigmático es el Real Madrid. Su presidente, Florentino Pérez -en el cargo desde el año 2000, con un paréntesis de tres años entre 2006 y 2009-, se ha propuesto legar una instalación única. Así, sobre el esqueleto del viejo Santiago Bernabeu se está levantando un recinto que será mucho más que un campo de fútbol.



    A tal fin, la entidad blanca ya ha solicitado dos préstamos, por valor de 575 millones y 225 millones de euros a pagar en un plazo máximo de 30 años. No les resultará muy difícil, porque el nuevo Bernabeu podrá acoger eventos de todo tipo. Y no sólo de tipo deportivo, como partidos de baloncesto, de tenis o una competición ecuestre, sino también ferias y congresos. Incluso podrán coincidir dos a la vez.



   Pérez, bajo el argumento de que el Madrid "no es un club de petanca", reformó sus estatutos en 2012 para que sólo pudieran optar los socios con más de 20 años de antigüedad, de nacionalidad española y capaces de avalar, con su patrimonio, el 15% del presupuesto de la entidad.



    En las temporadas que el Barça hizo coincidir en su plantilla el tridente formado por Lionel Messi, Neymar Jr y Luis Suárez, los salarios del primer equipo de fútbol sobrepasaron los 600 millones.



     A la Real Federación Española de Fútbol, la entidad organizadora de la Supercopa, le interesa, por tanto, que los dos principales equipos se clasifiquen -quedando entre los dos primeros en la Liga o entre los dos primeros en la Copa del Rey- en la Supercopa cada año, lo que ha generado suspicacias, dado que los arbitrajes dependen de la RFEF.



    Por si fuera poco, el sueldo de Rubiales va ligado a los ingresos de la Federación: cobra más cuanto más ingresa.

 

    Las conversaciones entre Rubiales y el jugador del F.C. Barcelona y empresario Gerard Piqué, desveladas por el diario digital El Confidencial, han constatado que algunos priorizan sus ganancias en la defensa de los derechos humanos.



   Los negocios de Piqué -"Barcelona ha ido apagándose, en Madrid hay mucha vida, es una sensación distinta", ha afirmado- son peccata minuta con los de la FIFA y la UEFA. La máxima organización internacional del fútbol no ha tenido problema en llevar el próximo Mundial a Qatar.
 

    En cuanto a la UEFA, todavía estudia las sanciones que quiere imponer a los tres equipos --Real Madrid, Barcelona y Juventus-- que no han abdicado de la intención de construir una Superliga europea al margen de ella. Los clubes ingleses que en principio iban de la mano se desmarcaron enseguida, al comprobar la animadversión que este proyecto despertaba entre sus aficionados.



    Al fin y al cabo, los jeques y fondos de inversión que controlan los grandes equipos británicos no están tan preocupados por la consecución de ingresos como pueden estarlo el Barça o el Madrid.  Y claramente, la Premier League es la competición doméstica que tiene un alcance más global. De ahí que no les importe tanto mantener el formato actual, con una liga de máximo nivel y una Champions League en la que equipos como los dos Manchester, Liverpool y Chelsea siempre acostumbran a disputar las rondas finales.



    De hecho, la última final la protagonizaron el City y el Chelsea, y ahora el City y el Liverpool luchan por llegar a la final contra el Madrid y el Villarreal, respectivamente.

 

    Sobre los principales dirigentes de los últimos años tanto de la FIFA como de la UEFA y de la RFEF planea la amenaza de terminar sus días en prisión. Los tres ---el suizo Joseph Blatter, el francés Michel Platini y el español Ángel María Villar--- son acusados de haber utilizado el cargo en beneficio propio, para lucrarse y permitir que también lo hicieran amigos o familiares.

 

El cóctel es explosivo y las víctimas son los aficionados



    Por ejemplo, los del Valencia CF, deseosos de ver fuera del club a su máximo accionista, el singapurés Peter Lim, que aterrizó en el club hace siete años, ha invertido unos 200 millones y no sólo se niega a poner un euro más, sino que aspira a recuperar la inversión, por lo que ahora propugna un proyecto low cost.



   O los del Chelsea, que asisten impávidos a la prohibición de pisar solo británico de su propietario, el ruso Roman Abramovich, objeto de severísimas sanciones por su estrecha relación con Vladímir Putin. Ha puesto al club a la venta y ya hay varias fortunas interesadas en adquirirlo.  No hace ni un año que los fans del Chelsea festejaban el segundo título de Champions.

 

     Las horas bajas del Chelsea contrastan con la felicidad de los aficionados del RB Leipizig, un club fundado hace cuatro días, en 2009, tras el que se encuentra la marca de bebidas energéticas Red Bull, que dispone de más clubes, como el Red Bull Salzburg. En un abrir y cerrar de ojos, el Leipzig se ha situado en la élite del fútbol alemán y se ha convertido en un asiduo en la Champions.



   El fenómeno de los clubes con un mismo amo ya es inherente al fútbol,  con las contradicciones que esto puede acarrear. Tan inherente como los horarios intempestivos de los partidos ---pensados para las televisiones y no para los abonados--- o la entrada de inversores externos que condicionarán, aún más, el futuro del fútbol.



   En la Liga de Fútbol Profesional (LFP) española, el flotador se llama CVC Capital Partners, que inyectará 1.994 millones en los clubes por la cesión del 10% del negocio en los próximos 50 años, si bien los propios responsables de la inversión ya han insinuado que venderán esta participación a otro inversor en un plazo de 8 o 9 años.



Le pasarán la pelota para que otro fondo de inversión marque a puerta vacía. Porque el portero -el aficionado-  no podrá evitar otro golazo por la escuadra del capitalismo más voraz.



El aficionado ya está tendido en el suelo.

 

Artículo extractado de: "El secuestro del fútbol". El Temps

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