BUCHA: LA LÓGICA SEÑALA A ESTADOS UNIDOS COMO RESPONSABLE

Por TOMÁS F RUIZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

   Las matanzas injustificadas en cualquier conflicto bélico, tal y como ha ocurrido en Bucha, obedecen a una lógica aplastante: aterrorizar a la población civil demostrándole hasta dónde puede llegar la crueldad del enemigo. Desde este punto de vista, el de sembrar el pánico entre los habitantes de la zona, comarca o país, las matanzas deben ser reivindicadas por sus protagonistas, ya que si no, su sanguinaria ejecución carece de sentido.

   Analizamos la carnicería supuestamente ocurrida en Bucha y vemos que el ejército ruso no reivindica esos asesinatos a sangre fría de población civil desarmada, sino todo lo contrario, los rechaza categóricamente… ¿Dónde está pues el sentido de estas matanzas si, como en se da en este caso, no hay reivindicación alguna por los autores sino todo lo contrario?

   Ese punto de inflexión, en el que Rusia no solamente no reivindica la autoría sino que demuestra con pruebas que el ejército ruso no tiene ninguna razón, ni bélica ni de terror psicológico, para llevar a cabo esa carnicería de civiles indefensos, es la clave para comprender que las matanzas por las que Europa y Estados Unidos (junto a otros países de la OTAN) culpan a la Federación Rusa no han sido cometidas por los militares rusos.

    Veamos ahora a quién favorece (o ha pretendido favorecer) esta matanza absurda y fuera de lugar. Todo este montaje tiene como fin victimizar a Ucrania y preparar el terreno en la prostituida ONU para dejar fuera de su Consejo de Derechos Humanos a Rusia. Si vamos un poco más lejos en esa pantomima; pantomima porque incluso se baraja la posibilidad de que todo haya sido una absurda escenificación en la que puede que incluso no se trate de cadáveres reales: no se sabe quiénes son o cómo llegaron hasta allí. Como pasó en Guernica en 1937, tras unos días de desconcierto general en los que se pretendió culpar a la República de aquel despiadado bombardeo, las pruebas demostraron que fue la aviación nazi quien perpetró aquel inhumano exterminio de población civil.

    El sello de esta matanza está muy claro y resulta evidente a la luz de los aplastantes argumentos esgrimidos por Rusia: cuando se produjeron los hechos las tropas rusas ya no estaban en el lugar de los asesinatos; ni siquiera el alcalde de Bucha habló de esta carnicería en la entrevista que concedió a la tv ucraniana apenas entraron en el país. ¿Se les olvidó a los autores de esta farsa advertir al primer edil que hiciera referencia a la supuesta aniquilación?

    La farsa se desmorona cada día más. Mientras siguen sin aparecer pruebas que vinculen al ejército ruso con los asesinatos, los servicios de inteligencia norteamericanos siguen envenenando la verdad. En la historia reciente tenemos más de un atentado cometido por estos terroristas de barras y estrellas… ¿O hay alguien -ya no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo- que albergue aún la más mínima duda de que los atentados de las Torres Gemelas fueron amparados, promovidos e incluso ejecutados por el propio gobierno norteamericano de George W. Bush?

   De un país que es capaz de asesinar a sus propios ciudadanos de esa forma tan fría y sanguinaria, bajo la siniestra y revulsiva justificación de iniciar una guerra contra Irak, puede esperarse cualquier cosa. Conseguido su propósito de expulsar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la prostituida ONU, ya se puede esperar cualquier cosa de parte de esa degenerada nación en que se ha convertido USA (léase United Svastics of America). Por el momento, ha provisto al ejército nazi-ucraniano de 60 mil misiles y 25 mil armas antiaéreas. La auténtica guerra, la que planean los dementes estrategas del Pentágono y que no tiene otro sentido que el infrahumano objetivo de mantener su despotismo internacional, no ha hecho más que empezar.