
LA "SPUTNIK", DESPUÉS DE UNA DURA BATALLA MEDIÁTICA, TOMA BERLÍN
Sputnik, de ser ignorada o denostada por los medios de comunicación occidentales, a su demanda inmediata ante la catástrofe pandémica europea
A quien podía ocurrírsele - se pregunta nuestro colaborador Máximo Relti hace tan sólo 5 o 6 meses, en medio de una campaña de denuestos, omisiones y descodificaciones, que la vacuna Sputnik iba a entrar con todos los honores en Berlín, la capital del llamado "motor europeo". Salvando las distancias y las circunstancias , tampoco era imaginable en el año 1941 que el Ejército Rojo iba a ocupar, finalmente, la capital del Reich hitleriano en 1945. ¡Paradojas que nos plantea la historia!
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Quién lo iba decir hace tan sólo tres o cuatro meses. La vacuna rusa Sputnik V parece estar ganando por goleada al resto de las marcas multinacionales de las vacunas occidentales. Que ello está siendo lo puso en evidencia la pasada semana Ángela Merkel, cuando comunicó que está plenamente decidida a adquirir la vacuna rusa Sputnik V, y a actuar por su cuenta, si la vacuna consigue la aprobación por parte de las autoridades sanitarias europeas.
“Llevo tiempo diciendo que deberíamos utilizar cualquier vacuna que haya sido aprobada por la agencia europea de medicamentos", dijo en tono de advertencia, dirigiéndose al resto de sus rezagados socios de la UE, la señora Merkel.
Y es que el gran fiasco ocasionado por la oxforiana Astrazeneca está poniendo seriamente en peligro la "estrategia" anticovid de la UE - si realmente pudiera afirmarse que tal estrategia ha existido alguna vez- para superar la crisis sanitaria y económica en la que quedado atrapados los países de la Unión, gracias a su incontrolable codicia.
Que Astrazeneca estaba teniendo dificultades desde que se encontraba en los laboratorios era más que conocido desde hacía muchos meses. Sin embargo, los medios de comunicación, en su batalla competitiva anti rusa, no sólo trataron de ocultar o minimizar las dificultades por las que atravesaba la confección de esta marca, sino que igualmente omitieron ponernos al corriente sobre el porcentaje de inmunidad que la vacuna ofrecía realmente. Un silencio, por cierto, en el que continúan perseverando.
Los alemanes, como si repentinamente hubieran descubierto el Mediterráneo, parecen haberse dado cuenta ahora de "que no hay bastantes vacunas en Europa para frenar la tercera cuarta ola". Confiando en la incuestionable sapiencia de la "ciencia occidental", en una persistente contraposición despectiva con la del resto del mundo, Bruselas esperaba distribuir 160 millones de vacunas durante el primer trimestre. Sin embargo, por ahora solo se han distribuido 70.
No obstante, el voraz aumento de nuevos contagios por coronavirus en el país motor de la economía de la UE, amenaza seriamente con distorsionar los futuros planes de las autoridades alemanas, que aplicando una increíble "estrategia" de "tiras y aflojas", han estado durante el último año tratando de preservar las tasas de beneficios empresariales por encima de la salud de la gente.
La gran Europa colonial ha demostrado ser incapaz de aprender nada de lo que estaban haciendo otros a miles de kilómetros de distancia de lo que algunos continúan considerando como "el centro del planeta". La prepotencia eurocéntrica ha jugado una mala pasada a las percepciones obsoletas de la vieja y periclitada Europa.
Ante la tenebrosa perspectiva que ofrece la difusión exponencial de los contagios, el Ministro de Sanidad germano Spahn se vio obligado el pasado fin de semana a ser muy explícito:
“Si la UE no hace nada, estoy de acuerdo en hacerlo a escala nacional: adquiriremos los lotes de Sputnik V que sean necesarios".
,en unas declaraciones a la cadena de tv ARD, dijo que que había tenido ocasión de hablar con presidente Vladimir Putin, pudiendo constatar en la conversación que sostuvo con este los “buenos datos” sobre Sputnik V. Lo que parece seguro es que no fue la supuesta capacidad persuasiva de Putin la que convenció a Merkel sobre la necesidad imperiosa de romper tabúes anti rusos, sino que fueron los acuciantes intereses económicos del gran capital alemán, atrapado en la inmovilidad los sucesivos oleajes pandémicos, los que han apretado a la Merkel para que el país saliera definitivamente del presente impas.
Y ESPAÑA, ¿QUÉ?
Y de España, ¿qué? Pues, como siempre, nada nuevo. Como si se tratara de un tembloroso "conejillo asustado", el Ejecutivo español ha estado teniendo la misma actitud de "verlas venir" desde que se iniciara la pandemia . Y claro, así nos ha ido. Ese tipo de actitudes melindrosas obligan siempre a actuar "a la retranca". O sea, con retraso y esperando que sean "sus mayores" de la UE quienes les marque la pauta. Pues bien, Alemania se ha pronunciado… ¿qué creen ustedes que hará España ahora?
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Quién lo iba decir hace tan sólo tres o cuatro meses. La vacuna rusa Sputnik V parece estar ganando por goleada al resto de las marcas multinacionales de las vacunas occidentales. Que ello está siendo lo puso en evidencia la pasada semana Ángela Merkel, cuando comunicó que está plenamente decidida a adquirir la vacuna rusa Sputnik V, y a actuar por su cuenta, si la vacuna consigue la aprobación por parte de las autoridades sanitarias europeas.
“Llevo tiempo diciendo que deberíamos utilizar cualquier vacuna que haya sido aprobada por la agencia europea de medicamentos", dijo en tono de advertencia, dirigiéndose al resto de sus rezagados socios de la UE, la señora Merkel.
Y es que el gran fiasco ocasionado por la oxforiana Astrazeneca está poniendo seriamente en peligro la "estrategia" anticovid de la UE - si realmente pudiera afirmarse que tal estrategia ha existido alguna vez- para superar la crisis sanitaria y económica en la que quedado atrapados los países de la Unión, gracias a su incontrolable codicia.
Que Astrazeneca estaba teniendo dificultades desde que se encontraba en los laboratorios era más que conocido desde hacía muchos meses. Sin embargo, los medios de comunicación, en su batalla competitiva anti rusa, no sólo trataron de ocultar o minimizar las dificultades por las que atravesaba la confección de esta marca, sino que igualmente omitieron ponernos al corriente sobre el porcentaje de inmunidad que la vacuna ofrecía realmente. Un silencio, por cierto, en el que continúan perseverando.
Los alemanes, como si repentinamente hubieran descubierto el Mediterráneo, parecen haberse dado cuenta ahora de "que no hay bastantes vacunas en Europa para frenar la tercera cuarta ola". Confiando en la incuestionable sapiencia de la "ciencia occidental", en una persistente contraposición despectiva con la del resto del mundo, Bruselas esperaba distribuir 160 millones de vacunas durante el primer trimestre. Sin embargo, por ahora solo se han distribuido 70.
No obstante, el voraz aumento de nuevos contagios por coronavirus en el país motor de la economía de la UE, amenaza seriamente con distorsionar los futuros planes de las autoridades alemanas, que aplicando una increíble "estrategia" de "tiras y aflojas", han estado durante el último año tratando de preservar las tasas de beneficios empresariales por encima de la salud de la gente.
La gran Europa colonial ha demostrado ser incapaz de aprender nada de lo que estaban haciendo otros a miles de kilómetros de distancia de lo que algunos continúan considerando como "el centro del planeta". La prepotencia eurocéntrica ha jugado una mala pasada a las percepciones obsoletas de la vieja y periclitada Europa.
Ante la tenebrosa perspectiva que ofrece la difusión exponencial de los contagios, el Ministro de Sanidad germano Spahn se vio obligado el pasado fin de semana a ser muy explícito:
“Si la UE no hace nada, estoy de acuerdo en hacerlo a escala nacional: adquiriremos los lotes de Sputnik V que sean necesarios".
,en unas declaraciones a la cadena de tv ARD, dijo que que había tenido ocasión de hablar con presidente Vladimir Putin, pudiendo constatar en la conversación que sostuvo con este los “buenos datos” sobre Sputnik V. Lo que parece seguro es que no fue la supuesta capacidad persuasiva de Putin la que convenció a Merkel sobre la necesidad imperiosa de romper tabúes anti rusos, sino que fueron los acuciantes intereses económicos del gran capital alemán, atrapado en la inmovilidad los sucesivos oleajes pandémicos, los que han apretado a la Merkel para que el país saliera definitivamente del presente impas.
Y ESPAÑA, ¿QUÉ?
Y de España, ¿qué? Pues, como siempre, nada nuevo. Como si se tratara de un tembloroso "conejillo asustado", el Ejecutivo español ha estado teniendo la misma actitud de "verlas venir" desde que se iniciara la pandemia . Y claro, así nos ha ido. Ese tipo de actitudes melindrosas obligan siempre a actuar "a la retranca". O sea, con retraso y esperando que sean "sus mayores" de la UE quienes les marque la pauta. Pues bien, Alemania se ha pronunciado… ¿qué creen ustedes que hará España ahora?
Maribel Santana | Martes, 23 de Marzo de 2021 a las 02:52:23 horas
Si lo hace Alemania y luego le siguen los demás, tal vez, pero ir al segundo o tercero no. La ministra de sanidad Carolina Darías, hipócrita y ve corre y dile, en el programa de la sexta de Ana Pastor, parecía un muñeco programado, que no se sale del renglón, con sus vacunas de la multinacional Pfizer yanqui y europeas, pues que no conoce otras. Cuando le hablan de la rusa, son evasivas,
solo dice que si Europa lo aprueba si. Pero no entra en debate si le parece buena y que está por otras partes del mundo pegando fuerte. Haciéndose la sueca constantemente. Así que como son mas papistas que el papa serán los últimos en comprarla.
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