EL APALEADO VECINO DE LINARES ENTRA EN EL JUZGADO COMO VÍCTIMA Y SALE... ¡COMO VICTIMARIO! (VÍDEO)

POR ESTEBAN CAMBORIO PARA CANARIAS SEMANAL

España está demostrando a todas luces ser un país insólito. Pero el conjunto de su magistratura, integrada de forma mayoritaria por jueces profundamente ultraconservadores, parecen haber rebasado, incluso, esta estremecedora "categoría".
 
 

    Vean por qué  razón decimos lo que decimos. Posiblemente el municipio de Linares no fuera hasta el pasado 12 de febrero, mas que una urbe de tamaño regular sobre la que no pudiéramos  comentar mucho  salvo, quizás, a lo que se refiera a la desolación económica que  allí se ha producido a lo largo de  la última década, en la que una buena parte de sus habitantes, particularmente los más jóvenes, han quedado sin función ni beneficio a causa del desmantelamiento industrial.

   Pues bien, como probablemente  recordará el lector, el día citado un vecino del municipio, Carlos M. A., fue brutalmente agredido por dos polizontes de esa localidad. Uno de ellos, con categoría de subinspector,  y el otro, un "solidario"  subalterno suyo, le propinaron  una monumental paliza al maltrecho vecino, de esas que sientan precedentes y que resultan difíciles de olvidar.

    Dado que en esta misma página figuran los enlaces a un artículo en el que ya habíamos tratado esos acontecimientos,  y en el que figuran además elocuentes video-testimonios, nos ahorraremos la descripción  pormenorizada de lo que allí sucedió.

DE AGREDIDO A IMPUTADO

    Lo sorprendente viene cuando sorpresivamente nos enteramos de que la maltrecha víctima de aquellos sucesos, Carlos M. A., tuvo que declarar el pasado día 18 ante el juez Javier Antonaya, no sólo en calidad de perjudicado, ¡sino también como "imputado"!

     De acuerdo con el contenido de las  crónicas periodísticas,  el juez Antonaya que lleva la causa, está estimando la posibilidad de que la víctima del palizote  haya sido también autor de un supuesto atentado contra "la autoridad". ( ¡que Dios nos libre de esas "autoridades"!).

    Pese a la evidencia de los vídeos filmados por numerosos testigos presenciales, el juez Antonaya "entiende" que si bien es cierta la evidencia indiscutible que constatan los teléfonos móviles de los allí presentes,  que el subinspector José Luis P. C. y el policía Manuel F.  le dieron una soberana paliza a la víctima Carlos M. A., pudo también suceder que la  "primam causam"  del hecho fuera una supuesta agresión de Carlos M. A., a unos "agentes de la autoridad", de paisano y sin identificación.

    En su declaración como imputado, Carlos se ratificó, sin embargo,  en todo lo que había dicho en sede policial, en el sentido de que  el subinspector José Luis, al que aseguró  no conocer de nada, se le acercó alrededor de las 18 horas, justo en el momento en el que el bar estaba a punto de cerrar, y le golpeó en el hombro. Según el declarante, a continuación el funcionario comenzó a increparle. Carlos  manifestó en su declaración que trató, asimismo, de hacer caso omiso a las ofensas del policía, intentando abandonar el bar, pero que en el momento que lo intentó el subinspector y su "solidario colega" le atacaron violentamente por la espalda, cogiéndolo por el cuello, dándole repetidos patadones, hasta que quedó inconsciente, después de recibir un botellazo en la cabeza.

     Según las crónicas periodísticas procedentes de la localidad, el magistrado dice querer mantener una "posición equidistante" sobre lo sucedido entre agresores y  los agredidos. Sin embargo, tenemos que confesar que visto lo que estamos viendo en este país, hay "equidistancias" que empiezan a congelar la sangre.

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