JOSÉ MARÍA FIDALGO: UN TRAIDOR ENTRE NOSOTROS
De dirigente de CC.OO. a instructor de los futuros patrones
José María Fidalgo, Secretario General de Comisiones Obreras entre los años 2000 y 2008, es un ejemplo paradigmático del perfil de un alto dirigente sindical que traiciona a los intereses de la clase social a la que representa. Canarias Semanal describió en sus "Biografías Inéditas" hace ya más de una década, algunos de los rasgos más sobresalientes de la andadura del personaje.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Con auténtica estupefacción han recogido los medios de comunicación estatales e internacionales las declaraciones del anterior Secretario General de CC.OO., José María Fidalgo, realizadas en el marco del Foro del Empleo que, patrocinado por la dirigencia ultraconservadora del PP, se celebró el pasado fin de semana en Gran Canaria. En un discurso dirigido a los integrantes de este Foro derechista integrado en lo sustancial por los más destacados dirigentes del PP, José María Fidalgo-que hasta hace apenas tres años ostentó la representación máxima de Comisiones Obreras- les aleccionó a que después del previsto triunfo electoral del próximo 20 de Noviembre "lo hicieran muy bien".
Mientras Rodrigo Rato se desgañitaba en el ágora del PP defendiendo “la reducción salarial para frenar la destrucción de empleo”, el ex “representante” de los trabajadores españoles proponía “
un nuevo modelo de negociación colectiva en el que los objetivos de las empresas estén presentes en las mesas negociadoras” propugnando, incluso, la formación “académica” de quienes en ellas participen.
Más adelante, en una mesa redonda, que compartió con Cristóbal Montoro, Glez. Pons y el mismísimo ex presidente del FMI, el sindicalista reclamó con tono suplicante a sus colegas de la derecha que
"tenéis que acertar, porque tenéis que hacerlo bien… Es fundamental para que no os echen, pero peor a que os echen, es no tener alternativas".
FIDALGO: UNA BIOGRAFÍA COHERENTE
José Mª Fidalgo Velilla, nació en León en 1948. Es médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatológica en excedencia del hospital madrileño de La Paz. Afiliado a Comisiones Obreras en el ya tardío año de la “transición” de 1977, rápidamente comenzó a subir como la espuma en la jerarquía sindical, ocupando los cargos de Secretario General de la Federación Estatal de Sanidad de CC.OO. y de Secretario Confederal de política institucional que, naturalmente, lo mantuvieron como “liberado” y, por tanto, kilométricamente alejado de su antigua profesión.
En el VII Congreso, celebrado en el años 2000, Fidalgo Velilla sustituyó a Antonio Gutiérrez como Secretario General de Comisiones Obreras. Apenas treinta y seis meses después de su elección ya fue impugnado por los sectores más contestatarios del sindicato y de los tabajadores. El 1º de mayo de 2003, por ejemplo, cuando se disponía a acceder al estrado para pronunciar un discurso, un trabajador despedido de Sintel le propinó un espectacular estacazo con el palo de su pancarta en plena cabeza. Para su fortuna, el golpe no pasó de provocarle un abultado chichón en su cuero cabelludo, sin mayores consecuencias para su integridad física.
Su integridad moral, sin embargo, comenzó a quedar en entredicho entre no pocos asalariados, a juzgar por los jocosos e irónicos comentarios suscitados por el sonoro mandoble recibido. En el año 2004 fue reelegido en el 8º Congreso con el 58% de los votos de los delegados.
En el curso de su mandato como Secretario General, Fidalgo fue un pertinaz opositor a la convocatoria de una Huelga General que muchos asalariados - incluso dentro de su propia organización sindical - reclamaban con el objetivo de hacer frente a la fuerte ofensiva empresarial, emprendida ya desde los primeros inicios de la crisis. “Esto no se arregla con una romería, ni con ir a Lourdes”, contestaba con altanería chulesca el lider sindical cuando los periodistas le interrogaban por la fecha en la que el sindicato se iba a atrever a realizar una convocatoria de esas caracteristicas.
En el año 2008 Fidalgo perdió la Secretaría General de CC.OO. frente a la candidatura del que hasta hacía poco había sido su estrecho colaborador, Ignacio Fernández Toxo, por el estrecho margen de 512 votos contra 484. Teniendo en cuenta el perfil político de quien le iba a suceder y la escasa diferencia entre los apoyos entre uno y otro, se puede deducir facilmente el punto de degradacion combativa que había alcanzado ya Comisiones Obreras.
Desde entonces Fidalgo ya no se molesta en ocultar cuáles son sus posiciones reaccionarias, expresándolas con descaro cuando se le presenta la oportunidad. En no pocas ocasiones ha mostrado públicamente su opinión favorable al uso masivo de la energía nuclear “pues eso significa progreso”. En relación con sus criterios acerca de los inciertos momentos que vive el planeta, su intrepidez podría envidiarla hasta su idolatrado amigo José María Aznar. Cuando los medios le preguntaron a Fidalgo sobre si en las reuniones del G-20 se emprendería lo que por entonces se dio en llamar “la refundación del capitalismo”, quien fuera el máximo líder del sindicato de clase más combativo durante la dictadura, respondió que lo que allí se estaba tratando era
“fortalecer las instituciones del gobierno mundial de la economía… Si el concepto “refundación del capitalismo” se refiere a un sistema alternativo, parece que el otro tampoco tuvo mucho éxito”.
Mientras la clase trabajadora de todo el Estado manifestaba de forma masiva su rechazo a la ampliación de la edad de jubilación, el ex sindicalista no tuvo el más mínimo pudor en responder que
“aplazar la jubilación es algo de sentido común”.
A lo largo del presente año se estuvo barajando su candidatura a las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2011 por el pintoresco Partido de Rosa Diez, la exsociata tránsfuga. Aunque, finalmente, acabó no presentándose por UPyD, se prestó a colaborar en en no pocos de sus actos y mítines, e hizo pública petición del voto para esta formación.
Coherente con sus posiciones ideológicas de hoy – o, quizás, de siempre -, desde 2010 Fidalgo participa como tertuliano en el programa de la emisora Onda Cero, que dirige el locutor ultraconservador Carlos Herrera.
DE MÁXIMO DIRIGENTE DE UN "SINDICATO DE CLASE", A PROFESOR "INSTRUCTOR" DE LOS FUTUROS PATRONES
Despues de haber sido derrotado en unas elecciones sindicales en las que pretendió renovar su mandato a la Secretaría General de CCOO, Fidalgo se alejó del Sindicato intentado conseguir, como hacen los ex ministros de nuestro singular Régimen monárquico, su propia "puertita giratoria". Y la encontró. Vaya si la encontró.
La entrañable amistad que le unía al ex presidente Aznar hizo muy fácil su "reinserción social" . Fue nombrado de forma casi automática, directivo de "Negocia", una unidad de investigación del "Centro de Negociación y Mediación del Instituto de Empresas Business School"
¿Extraño? Pues no debería parecerlo. La Patronal, que suele ser agradecida con los traidores de la misma catadura que Fidalgo, supo premiar con puntualidad y generosamente los servicios prestados por el máximo dirigente del sindicato con más afiliados y representación de todo el país.
Pero es más. Los patrones localizaron expresamente para él un emplazamiento que le iba a venir como anillo al dedo. El "Business School", como su propio nombre indica, es una empresa privada dedicada a la educación universitaria superior. Como puede leerse en el programa de la entidad, tiene como objetivo principal "la formación de la elite empresarial con enfoque global". Y a eso, justamente, era a lo que Fidalgo iba a dedicar su tiempo en está novedosa etapa de su vida.
Al "Business School" acceden los vástagos de las clases sociales más acomodadas, pues son las únicas que pueden permitirse el lujo de pagar el precio de sus costosos masters, cuyos precios suelen oscilan entre los 30.000 y 60.000 euros. Los tiernos retoños de la clase burguesa iban a encontrar en sus aulas, además, a un excelente magíster - José María Fidalgo- que los adiestraría en las habilidades requeridas para tratar con ventaja la arisca rebeldía de los asalariados que en el futuro estarian bajo sus órdenes. ¿Quién mejor que un experimentado dirigente sindical para el adiestramiento de los jóvenes cachorros de la burguesia en sus futuras luchas laborales contra los gladiadores proletarios?
A José María Fidalgo le encomendaron, pues, una tarea docente de enorme responsabilidad: el entrenamiento de los vástagos de las clases hegemónicas para que puedan estar en condiciones de torear ventajosamente a sus enemigos de clase. Y es que sus papás, que saben mucho de estas cosas, entendieron acertadamente que nada mejor que una astilla del mismo palo para facilitar el aprendizaje con aprovechamiento.
¿QUÉ CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN OCUPARÁ MAÑANA FERNANDEZ TOXO?
Este redactor de Canarias Semanal realizó un rápido sondeo telefónico entre algunos afiliados a CC.OO. en relación con la llamativa coyunda que el ex líder sindicalista habían enhebrado este fin de semana en las Islas. Las respuestas a nuestra pregunta acerca de qué opinión les habían merecido las declaraciones del cirujano ortopédico metido a lider sindical, fueron de lo más variado.
Recogemos las que siguen:
“Habría que enterarse primero si Fidalgo tiene alguna hipoteca pendiente, eso explicaría muchas cosas” - afirmó uno de nuestros interrogados.
“Tengo que reconocer que el sindicato en el que he estado militando casi cuarenta años está en franca descomposición” - expresó con tono apenado F.R.
“No se trata solo de que un ex Secretario General pierda la chaveta - me comentó otro- y empiece a decir una retahíla de tonterías. El anterior, Antonio Gutiérrez, se vendió al PSOE por el plato de lentejas de una poltrona en el Senado. ¿En qué Consejo de Administración terminará Fernández Toxo cuando acabe con su mandato? Reconozco que me cuesta darme de baja en CCOO. Me cuesta mucho hacerlo, pero también tengo que confesar que ya no siento a este sindicato como mío… es solo una máquina burocrática usurpada por una legión de oportunistas”, concluyó.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Con auténtica estupefacción han recogido los medios de comunicación estatales e internacionales las declaraciones del anterior Secretario General de CC.OO., José María Fidalgo, realizadas en el marco del Foro del Empleo que, patrocinado por la dirigencia ultraconservadora del PP, se celebró el pasado fin de semana en Gran Canaria. En un discurso dirigido a los integrantes de este Foro derechista integrado en lo sustancial por los más destacados dirigentes del PP, José María Fidalgo-que hasta hace apenas tres años ostentó la representación máxima de Comisiones Obreras- les aleccionó a que después del previsto triunfo electoral del próximo 20 de Noviembre "lo hicieran muy bien".
Mientras Rodrigo Rato se desgañitaba en el ágora del PP defendiendo “la reducción salarial para frenar la destrucción de empleo”, el ex “representante” de los trabajadores españoles proponía “
un nuevo modelo de negociación colectiva en el que los objetivos de las empresas estén presentes en las mesas negociadoras” propugnando, incluso, la formación “académica” de quienes en ellas participen.
Más adelante, en una mesa redonda, que compartió con Cristóbal Montoro, Glez. Pons y el mismísimo ex presidente del FMI, el sindicalista reclamó con tono suplicante a sus colegas de la derecha que
"tenéis que acertar, porque tenéis que hacerlo bien… Es fundamental para que no os echen, pero peor a que os echen, es no tener alternativas".
FIDALGO: UNA BIOGRAFÍA COHERENTE
José Mª Fidalgo Velilla, nació en León en 1948. Es médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatológica en excedencia del hospital madrileño de La Paz. Afiliado a Comisiones Obreras en el ya tardío año de la “transición” de 1977, rápidamente comenzó a subir como la espuma en la jerarquía sindical, ocupando los cargos de Secretario General de la Federación Estatal de Sanidad de CC.OO. y de Secretario Confederal de política institucional que, naturalmente, lo mantuvieron como “liberado” y, por tanto, kilométricamente alejado de su antigua profesión.
En el VII Congreso, celebrado en el años 2000, Fidalgo Velilla sustituyó a Antonio Gutiérrez como Secretario General de Comisiones Obreras. Apenas treinta y seis meses después de su elección ya fue impugnado por los sectores más contestatarios del sindicato y de los tabajadores. El 1º de mayo de 2003, por ejemplo, cuando se disponía a acceder al estrado para pronunciar un discurso, un trabajador despedido de Sintel le propinó un espectacular estacazo con el palo de su pancarta en plena cabeza. Para su fortuna, el golpe no pasó de provocarle un abultado chichón en su cuero cabelludo, sin mayores consecuencias para su integridad física.
Su integridad moral, sin embargo, comenzó a quedar en entredicho entre no pocos asalariados, a juzgar por los jocosos e irónicos comentarios suscitados por el sonoro mandoble recibido. En el año 2004 fue reelegido en el 8º Congreso con el 58% de los votos de los delegados.
En el curso de su mandato como Secretario General, Fidalgo fue un pertinaz opositor a la convocatoria de una Huelga General que muchos asalariados - incluso dentro de su propia organización sindical - reclamaban con el objetivo de hacer frente a la fuerte ofensiva empresarial, emprendida ya desde los primeros inicios de la crisis. “Esto no se arregla con una romería, ni con ir a Lourdes”, contestaba con altanería chulesca el lider sindical cuando los periodistas le interrogaban por la fecha en la que el sindicato se iba a atrever a realizar una convocatoria de esas caracteristicas.
En el año 2008 Fidalgo perdió la Secretaría General de CC.OO. frente a la candidatura del que hasta hacía poco había sido su estrecho colaborador, Ignacio Fernández Toxo, por el estrecho margen de 512 votos contra 484. Teniendo en cuenta el perfil político de quien le iba a suceder y la escasa diferencia entre los apoyos entre uno y otro, se puede deducir facilmente el punto de degradacion combativa que había alcanzado ya Comisiones Obreras.
Desde entonces Fidalgo ya no se molesta en ocultar cuáles son sus posiciones reaccionarias, expresándolas con descaro cuando se le presenta la oportunidad. En no pocas ocasiones ha mostrado públicamente su opinión favorable al uso masivo de la energía nuclear “pues eso significa progreso”. En relación con sus criterios acerca de los inciertos momentos que vive el planeta, su intrepidez podría envidiarla hasta su idolatrado amigo José María Aznar. Cuando los medios le preguntaron a Fidalgo sobre si en las reuniones del G-20 se emprendería lo que por entonces se dio en llamar “la refundación del capitalismo”, quien fuera el máximo líder del sindicato de clase más combativo durante la dictadura, respondió que lo que allí se estaba tratando era
“fortalecer las instituciones del gobierno mundial de la economía… Si el concepto “refundación del capitalismo” se refiere a un sistema alternativo, parece que el otro tampoco tuvo mucho éxito”.
Mientras la clase trabajadora de todo el Estado manifestaba de forma masiva su rechazo a la ampliación de la edad de jubilación, el ex sindicalista no tuvo el más mínimo pudor en responder que
“aplazar la jubilación es algo de sentido común”.
A lo largo del presente año se estuvo barajando su candidatura a las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2011 por el pintoresco Partido de Rosa Diez, la exsociata tránsfuga. Aunque, finalmente, acabó no presentándose por UPyD, se prestó a colaborar en en no pocos de sus actos y mítines, e hizo pública petición del voto para esta formación.
Coherente con sus posiciones ideológicas de hoy – o, quizás, de siempre -, desde 2010 Fidalgo participa como tertuliano en el programa de la emisora Onda Cero, que dirige el locutor ultraconservador Carlos Herrera.
DE MÁXIMO DIRIGENTE DE UN "SINDICATO DE CLASE", A PROFESOR "INSTRUCTOR" DE LOS FUTUROS PATRONES
Despues de haber sido derrotado en unas elecciones sindicales en las que pretendió renovar su mandato a la Secretaría General de CCOO, Fidalgo se alejó del Sindicato intentado conseguir, como hacen los ex ministros de nuestro singular Régimen monárquico, su propia "puertita giratoria". Y la encontró. Vaya si la encontró.
La entrañable amistad que le unía al ex presidente Aznar hizo muy fácil su "reinserción social" . Fue nombrado de forma casi automática, directivo de "Negocia", una unidad de investigación del "Centro de Negociación y Mediación del Instituto de Empresas Business School"
¿Extraño? Pues no debería parecerlo. La Patronal, que suele ser agradecida con los traidores de la misma catadura que Fidalgo, supo premiar con puntualidad y generosamente los servicios prestados por el máximo dirigente del sindicato con más afiliados y representación de todo el país.
Pero es más. Los patrones localizaron expresamente para él un emplazamiento que le iba a venir como anillo al dedo. El "Business School", como su propio nombre indica, es una empresa privada dedicada a la educación universitaria superior. Como puede leerse en el programa de la entidad, tiene como objetivo principal "la formación de la elite empresarial con enfoque global". Y a eso, justamente, era a lo que Fidalgo iba a dedicar su tiempo en está novedosa etapa de su vida.
Al "Business School" acceden los vástagos de las clases sociales más acomodadas, pues son las únicas que pueden permitirse el lujo de pagar el precio de sus costosos masters, cuyos precios suelen oscilan entre los 30.000 y 60.000 euros. Los tiernos retoños de la clase burguesa iban a encontrar en sus aulas, además, a un excelente magíster - José María Fidalgo- que los adiestraría en las habilidades requeridas para tratar con ventaja la arisca rebeldía de los asalariados que en el futuro estarian bajo sus órdenes. ¿Quién mejor que un experimentado dirigente sindical para el adiestramiento de los jóvenes cachorros de la burguesia en sus futuras luchas laborales contra los gladiadores proletarios?
A José María Fidalgo le encomendaron, pues, una tarea docente de enorme responsabilidad: el entrenamiento de los vástagos de las clases hegemónicas para que puedan estar en condiciones de torear ventajosamente a sus enemigos de clase. Y es que sus papás, que saben mucho de estas cosas, entendieron acertadamente que nada mejor que una astilla del mismo palo para facilitar el aprendizaje con aprovechamiento.
¿QUÉ CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN OCUPARÁ MAÑANA FERNANDEZ TOXO?
Este redactor de Canarias Semanal realizó un rápido sondeo telefónico entre algunos afiliados a CC.OO. en relación con la llamativa coyunda que el ex líder sindicalista habían enhebrado este fin de semana en las Islas. Las respuestas a nuestra pregunta acerca de qué opinión les habían merecido las declaraciones del cirujano ortopédico metido a lider sindical, fueron de lo más variado.
Recogemos las que siguen:
“Habría que enterarse primero si Fidalgo tiene alguna hipoteca pendiente, eso explicaría muchas cosas” - afirmó uno de nuestros interrogados.
“Tengo que reconocer que el sindicato en el que he estado militando casi cuarenta años está en franca descomposición” - expresó con tono apenado F.R.
“No se trata solo de que un ex Secretario General pierda la chaveta - me comentó otro- y empiece a decir una retahíla de tonterías. El anterior, Antonio Gutiérrez, se vendió al PSOE por el plato de lentejas de una poltrona en el Senado. ¿En qué Consejo de Administración terminará Fernández Toxo cuando acabe con su mandato? Reconozco que me cuesta darme de baja en CCOO. Me cuesta mucho hacerlo, pero también tengo que confesar que ya no siento a este sindicato como mío… es solo una máquina burocrática usurpada por una legión de oportunistas”, concluyó.





























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