
DOCTOR SIMÓN: ¿UNA ERRÁTICA TRAYECTORIA? (VÍDEO)
A la luz de lo quese ha podido constatar, hay necesarimente que preguntarse, ¿qué es lo que hace este hombre ocupando tamañas responsabilidades?
La explosión con la que se difundió la pandemia del coronavirus y su virulencia sorprendió a una buena parte del planeta. Sin embargo, hubo países que tuvieron que afrontar la fase más dura: la del desconocimiento de las caracteristicas de la enfermedad. No obstante, cuando la pandemia llegó a España, ya existían elementos más que suficientes para utilizando la experiencia de otros, paliar el contagio. Pero no fue así. ¿Porqué? ¿Qué errores se pudieron haber cometido para que las cosas evolucionaran y continuen evolucionando tan catastróficamente mal?
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El inefable director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, se apercibió, por fin, este jueves 20 de agosto, de que las cosas parecen no estar pintando muy bien en España en relación con la dramática evolución que está teniendo la pandemia de coronavirus. Con la endiablada velocidad con la que se suceden los acontecimientos, ha tardado mucho en expresarlo, y ha recurrido nuevamente a una ambigüedad que a veces da la sensación de que es deliberada.
El doctor Simón comentó esta semana, en su habitual cita con los medios, que las cifras correspondientes a la evolución de los contagios se han disparado hasta alcanzar los 3.400 casos desde este miércoles. O sea, que nos encontramos en una situación muy próxima a la fase del preconfinamiento.
Simón, no obstante, vínculó este aumento de los contagios al gran número de pruebas PCR que se han venido realizando. Aunque en este caso el inefable epidemiólogo ha vuelto a descubrir tardiamente, como le sucediera con el uso de las mascarillas, que la multiplicación de los contagios tiene que ver también con la multiplicacion vertiginosa de las infecciones entre la propia población española.
Como si, repentinamente, descubriera el mismísimo Mediterráneo, el doctor aseveró:
"que nadie se confunda, las cosas no van bien. Esto no podemos dejar que siga, y ahora tenemos que ser muy conscientes de lo que tenemos que hacer", agregando -¡oh, bendito Diógenes!- que "la epidemia quizás está fuera de control en algunos sitios concretos".
Con similar veneración a la de quienes recurrían al oráculo de Delfos para conocer el futuro, el Dr, Simón solicitó nada menos que a los 'influencers' que ayudaran a que los jóvenes tomen conciencia de la pandemia con su "gran visibilidad".
Al inefable científico ni se le pasó por la cabeza antes de recurrrir a los 'influencers' , prestar atención a la riquísima experiencia acumulada por aquellos países que han logrado contener la pandemia gracias al papel desempeñado en ellos por el Estado en la aplicación de las profilaxis adecuadas para bloquear su avance. Son los influencers los que, segun el doctor, deben de asumir ahora la responsabilidad de transmitir "conciencia" a la juventud.
UNA ERRÁTICA TRAYECTORIA
![[Img #63570]](https://canarias-semanal.org/upload/images/08_2020/9479_4369_6663_negligenciat.jpg)
Durante los últimos meses, la comunicación entre el doctor Simón y la sociedad española ha sido catastrófica y reiteradamente errática, hasta el punto que son muchos los que no se explican qué suerte de mecanismo administrativo ha podido mantenerlo incólume en el puesto que ha ocupado y sigue ocupando durante estos dramáticos últimos meses.
Cuando la experiencia, los efectos y los remedios proporcionados por la difusión de la pandemia en China podían haber sido utilizados como un valioso precedente para aprender de las experiencias vividas en ese país, el doctor Simón, que fue presentado ante la sociedad española como cabeza de un supuesto asesor "equipo técnico-científico" a cuyos integrantes nadie conoce, negó con inexplicable rotundidad que los contagios del coronavirus pudieran extenderse a España.
Más adelante, este mismo doctor se atrevió a negar, igualmente, la importancia del uso de las mascarillas como detención y barrera frente al coronavirus y la multiplicación de su letalidad. En aquellos mismos instantes, y desde hace meses, mil setecientos millones de chinos deambulaban por las calles de su país sin dejar nunca de ponerse esta prenda. Finalmente, cuando ya era universalmente evidente que la aseveración de Simón no era en absoluto sostenible, el doctor confesó ante millones de españoles que les había ocultado la verdad sobre la mascarilla porque en aquellos momentos no existía en España la posibilidad de suministrarlas a la población. Simultáneamente, en determinados países de América Latina, en peores condiciones que Europa para la obtención de ese profiláctico, fueron los propios ciudadanos, asesorados por sus autoridades, los que se encargaban de confeccionar sus personales "tapabocas", como le llaman en esos paises.
![[Img #63569]](https://canarias-semanal.org/upload/images/08_2020/8266_4610_2851_simont.jpg)
No se puede considerar que la mentira del doctor Simón fuera precisamente piadosa. O, por lo menos, no lo fueron sus letales efectos. Falsear la eficacia de este elemento profiláctico en aras de justificar la incapacidad gubernamental, justificada o no, para suministrar mascarillas no sólo ha provocado cuando menos posibles víctimas, -muchas de ellas mortales- ,si no que, además, ha tenido efectos fatales en determinados sectores sociales, que aprovechan las contradicciones oficiales del gobierno y sus asesores como aval propicio para sus hipótesis conspiranoicas.
Algún día, probablemente, la sociedad española tenga la posibilidad de enjuiciar serena y objetivamente el lamentable papel desempeñado tanto por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, como por los responsables de que España se encuentre entre los países con más contagiados del planeta. En cualquier caso, a la luz de lo que hemos podido constatar en el curso de estos meses, tenemos que preguntarnos necesariamente, ¿qué es lo que hace este hombre ocupando tamañas responsabilidades?
VÍDEO: Cuando Fernando Simón le decía a la población española que "las mascarillas no valen para nada e incluso pueden ser contraproducentes"
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
El inefable director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, se apercibió, por fin, este jueves 20 de agosto, de que las cosas parecen no estar pintando muy bien en España en relación con la dramática evolución que está teniendo la pandemia de coronavirus. Con la endiablada velocidad con la que se suceden los acontecimientos, ha tardado mucho en expresarlo, y ha recurrido nuevamente a una ambigüedad que a veces da la sensación de que es deliberada.
El doctor Simón comentó esta semana, en su habitual cita con los medios, que las cifras correspondientes a la evolución de los contagios se han disparado hasta alcanzar los 3.400 casos desde este miércoles. O sea, que nos encontramos en una situación muy próxima a la fase del preconfinamiento.
Simón, no obstante, vínculó este aumento de los contagios al gran número de pruebas PCR que se han venido realizando. Aunque en este caso el inefable epidemiólogo ha vuelto a descubrir tardiamente, como le sucediera con el uso de las mascarillas, que la multiplicación de los contagios tiene que ver también con la multiplicacion vertiginosa de las infecciones entre la propia población española.
Como si, repentinamente, descubriera el mismísimo Mediterráneo, el doctor aseveró:
"que nadie se confunda, las cosas no van bien. Esto no podemos dejar que siga, y ahora tenemos que ser muy conscientes de lo que tenemos que hacer", agregando -¡oh, bendito Diógenes!- que "la epidemia quizás está fuera de control en algunos sitios concretos".
Con similar veneración a la de quienes recurrían al oráculo de Delfos para conocer el futuro, el Dr, Simón solicitó nada menos que a los 'influencers' que ayudaran a que los jóvenes tomen conciencia de la pandemia con su "gran visibilidad".
Al inefable científico ni se le pasó por la cabeza antes de recurrrir a los 'influencers' , prestar atención a la riquísima experiencia acumulada por aquellos países que han logrado contener la pandemia gracias al papel desempeñado en ellos por el Estado en la aplicación de las profilaxis adecuadas para bloquear su avance. Son los influencers los que, segun el doctor, deben de asumir ahora la responsabilidad de transmitir "conciencia" a la juventud.
UNA ERRÁTICA TRAYECTORIA
Durante los últimos meses, la comunicación entre el doctor Simón y la sociedad española ha sido catastrófica y reiteradamente errática, hasta el punto que son muchos los que no se explican qué suerte de mecanismo administrativo ha podido mantenerlo incólume en el puesto que ha ocupado y sigue ocupando durante estos dramáticos últimos meses.
Cuando la experiencia, los efectos y los remedios proporcionados por la difusión de la pandemia en China podían haber sido utilizados como un valioso precedente para aprender de las experiencias vividas en ese país, el doctor Simón, que fue presentado ante la sociedad española como cabeza de un supuesto asesor "equipo técnico-científico" a cuyos integrantes nadie conoce, negó con inexplicable rotundidad que los contagios del coronavirus pudieran extenderse a España.
Más adelante, este mismo doctor se atrevió a negar, igualmente, la importancia del uso de las mascarillas como detención y barrera frente al coronavirus y la multiplicación de su letalidad. En aquellos mismos instantes, y desde hace meses, mil setecientos millones de chinos deambulaban por las calles de su país sin dejar nunca de ponerse esta prenda. Finalmente, cuando ya era universalmente evidente que la aseveración de Simón no era en absoluto sostenible, el doctor confesó ante millones de españoles que les había ocultado la verdad sobre la mascarilla porque en aquellos momentos no existía en España la posibilidad de suministrarlas a la población. Simultáneamente, en determinados países de América Latina, en peores condiciones que Europa para la obtención de ese profiláctico, fueron los propios ciudadanos, asesorados por sus autoridades, los que se encargaban de confeccionar sus personales "tapabocas", como le llaman en esos paises.
No se puede considerar que la mentira del doctor Simón fuera precisamente piadosa. O, por lo menos, no lo fueron sus letales efectos. Falsear la eficacia de este elemento profiláctico en aras de justificar la incapacidad gubernamental, justificada o no, para suministrar mascarillas no sólo ha provocado cuando menos posibles víctimas, -muchas de ellas mortales- ,si no que, además, ha tenido efectos fatales en determinados sectores sociales, que aprovechan las contradicciones oficiales del gobierno y sus asesores como aval propicio para sus hipótesis conspiranoicas.
Algún día, probablemente, la sociedad española tenga la posibilidad de enjuiciar serena y objetivamente el lamentable papel desempeñado tanto por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, como por los responsables de que España se encuentre entre los países con más contagiados del planeta. En cualquier caso, a la luz de lo que hemos podido constatar en el curso de estos meses, tenemos que preguntarnos necesariamente, ¿qué es lo que hace este hombre ocupando tamañas responsabilidades?
VÍDEO: Cuando Fernando Simón le decía a la población española que "las mascarillas no valen para nada e incluso pueden ser contraproducentes"
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