
LA REPRESIÓN ARRECIA EN ESTADOS UNIDOS
Fuerzas especiales federales secuestran a manifestantes en Portland (Oregon)
Varios vídeos muestran a agentes en uniforme militar patrullando las calles de noche en vehículos sin marcas identificativas, en los que introducen a los manifestantes que detienen al azar. Las autoridades y otras entidades locales exigen su retirada inmediata.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En lo que parece ser la última táctica de la administración Trump para acabar con las protestas en todo el país, que continúan activas desde mayo pasado, en la ciudad de Portland (Oregón) han aparecido tropas del US Marshals Special Operations Group y Customs and Border Protection, que se dedican a patrullar en vehículos no identificados y llevarse en ellos a quien encuentran en la calle.
Juan Chavez, director del proyecto de derechos civiles del Justice Resource Center de Oregón, que lleva semanas trabajando en temas de brutalidad policial contra manifestantes, ha calificado estos sucesos de “aterradores” porque parece que “están secuestrando gente de la ciudad” en un estilo entre el “stop and frisk (parar y cachear) y Guantánamo”.
La represión en Portland se ha incrementado desde que Chad Wolf, Secretario de Homeland Security, comenzara a implicarse personalmente en ella. Su Departamento ha justificado la invasión alegando que Portland lleva “47 días consecutivas en estado de sitio por parte de una muchedumbre violenta, mientras los jefes de la policía local se niegan a restaurar el orden para proteger su ciudad. Todas las noches, anarquistas sin ley destruyen y vandalizan la propiedad”.
El Departamento asegura que “los violentos anarquistas” han destrozado la ciudad, aunque los ejemplos que dan de esta destrucción, como las pintadas y arrojar piedras, parecen minucias en comparación a los secuestros que están llevando a cabo sus agentes.
Wolf se personó en Portland hace poco y dijo que “Nuestros hombres y mujeres en uniforme son patriotas. Nunca nos rendiremos a la violencia extremista mientras yo mande”.
Las medidas de Wolf han sido duramente condenadas por los manifestantes, los grupos de derechos humanos e incluso políticos locales que han pedido a los agentes federales que se vayan. Para el alcalde de Portland, Ted Wheeler, se trata de una “clara estrategia coordinada que parte de la Casa Blanca. Es irresponsable y está empeorando una situación ya tensa”, y añadió que la ciudad ni necesita ni quiere su ayuda.
El congresista local Earl Blumenauer fue igual de claro en su cuenta de Twitter: “Chad Wolf acaba de llegar a Portland. Este es mi mensaje: vete a casa Chad y llévate a tus agentes DHS contigo. La administración Trump no tiene porqué ocupar e incitar a la violencia en nuestra comunidad”.
Los manifestantes cuentan también con el apoyo de la American Civil Liberties Union, que emitió el siguiente comunicado: “Los agentes federales que no han sido invitados ni bienvenidos están atacando a los manifestantes de Black Lives Matter de Portland -disparándolos a la cabeza, raptándolos en coches sin identificación, gaseándolos repetidamente-. No descansaremos hasta que se vayan”.
Lo del “disparo en la cabeza” hace referencia al caso de Donavan LaBella, manifestante de 26 años que el sábado 11 de julio cayó al suelo desplomado cuando recibió un disparo de bala de goma en la cara a corta distancia. Aunque ha sobrevivido, según confirmó la madre de LaBella, necesitará cirugía de reconstrucción facial e insertarle una placa de titanio en la cabeza.
Estos sucesos están siendo instrumentalizados políticamente, dado que la campaña para las elecciones del próximo mes de noviembre ha comenzado, si no oficialmente, sí de facto. Pero también ocurren en un país que, mientras se dedica a aplastar brutalmente toda protesta popular como la que lleva en curso desde el pasado mayo, va exigiendo a otros que “respete los derechos humanos” y amenaza con sanciones si “reprime a sus pueblos”. Y da lo mismo que estén los “elefantes” de Trump o los “asnos” de Biden en la Casa Blanca.
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/portland-mayor-condemns-masked-federal-agents-abducting-protesters/269548/
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En lo que parece ser la última táctica de la administración Trump para acabar con las protestas en todo el país, que continúan activas desde mayo pasado, en la ciudad de Portland (Oregón) han aparecido tropas del US Marshals Special Operations Group y Customs and Border Protection, que se dedican a patrullar en vehículos no identificados y llevarse en ellos a quien encuentran en la calle.
Juan Chavez, director del proyecto de derechos civiles del Justice Resource Center de Oregón, que lleva semanas trabajando en temas de brutalidad policial contra manifestantes, ha calificado estos sucesos de “aterradores” porque parece que “están secuestrando gente de la ciudad” en un estilo entre el “stop and frisk (parar y cachear) y Guantánamo”.
La represión en Portland se ha incrementado desde que Chad Wolf, Secretario de Homeland Security, comenzara a implicarse personalmente en ella. Su Departamento ha justificado la invasión alegando que Portland lleva “47 días consecutivas en estado de sitio por parte de una muchedumbre violenta, mientras los jefes de la policía local se niegan a restaurar el orden para proteger su ciudad. Todas las noches, anarquistas sin ley destruyen y vandalizan la propiedad”.
El Departamento asegura que “los violentos anarquistas” han destrozado la ciudad, aunque los ejemplos que dan de esta destrucción, como las pintadas y arrojar piedras, parecen minucias en comparación a los secuestros que están llevando a cabo sus agentes.
Wolf se personó en Portland hace poco y dijo que “Nuestros hombres y mujeres en uniforme son patriotas. Nunca nos rendiremos a la violencia extremista mientras yo mande”.
Las medidas de Wolf han sido duramente condenadas por los manifestantes, los grupos de derechos humanos e incluso políticos locales que han pedido a los agentes federales que se vayan. Para el alcalde de Portland, Ted Wheeler, se trata de una “clara estrategia coordinada que parte de la Casa Blanca. Es irresponsable y está empeorando una situación ya tensa”, y añadió que la ciudad ni necesita ni quiere su ayuda.
El congresista local Earl Blumenauer fue igual de claro en su cuenta de Twitter: “Chad Wolf acaba de llegar a Portland. Este es mi mensaje: vete a casa Chad y llévate a tus agentes DHS contigo. La administración Trump no tiene porqué ocupar e incitar a la violencia en nuestra comunidad”.
Los manifestantes cuentan también con el apoyo de la American Civil Liberties Union, que emitió el siguiente comunicado: “Los agentes federales que no han sido invitados ni bienvenidos están atacando a los manifestantes de Black Lives Matter de Portland -disparándolos a la cabeza, raptándolos en coches sin identificación, gaseándolos repetidamente-. No descansaremos hasta que se vayan”.
Lo del “disparo en la cabeza” hace referencia al caso de Donavan LaBella, manifestante de 26 años que el sábado 11 de julio cayó al suelo desplomado cuando recibió un disparo de bala de goma en la cara a corta distancia. Aunque ha sobrevivido, según confirmó la madre de LaBella, necesitará cirugía de reconstrucción facial e insertarle una placa de titanio en la cabeza.
Estos sucesos están siendo instrumentalizados políticamente, dado que la campaña para las elecciones del próximo mes de noviembre ha comenzado, si no oficialmente, sí de facto. Pero también ocurren en un país que, mientras se dedica a aplastar brutalmente toda protesta popular como la que lleva en curso desde el pasado mayo, va exigiendo a otros que “respete los derechos humanos” y amenaza con sanciones si “reprime a sus pueblos”. Y da lo mismo que estén los “elefantes” de Trump o los “asnos” de Biden en la Casa Blanca.
Fuente:
https://www.mintpressnews.com/portland-mayor-condemns-masked-federal-agents-abducting-protesters/269548/
lupe | Lunes, 20 de Julio de 2020 a las 15:59:04 horas
do as I said not as I do....
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