
EL CORONAVIRUS SE DISPARA ENTRE LOS ALEMANES, CANARIAS LISTA PARA RECIBIRLOS SIN NINGÚN CONTROL EFECTIVO
"El llamado "triple control" de los aeropuertos es una broma pesada y de mal gusto"
Alemania ha sido noticia en toda la prensa internacional, por sufrir el más grave rebrote del virus de toda Europa. El ritmo de reproducción del coronavirus en este país se ha disparado, hasta hacer plantearse a las autoridades de Renania volver a adoptar medidas de confinamiento. Pese a todo, los aeropuertos del Estado, y particularmente los del Estado español, comenzarán a recibir turistas de esta procedencia, sin ningún control efectivo para poder determinar los casos en que puedan estar infectados por coronavirus (...).
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Apenas un día después de que las autoridades españoles decretasen la llamada "nueva normalidad", hasta nueve comunidades autónomas han informado de rebrotes de la pandemia del coronavirus. El más grave de ellos ha sido el registrado en Aragón, donde las comarcas de Litera, Cinca Medio y Bajo Cinca han tenido que establecer nuevas medidas equivalentes a las de la fase 2 de la desescalada. Otros rebrotes se han producido también en Galicia, País Vasco, Andalucía, Murcia, Cataluña, Castilla León, Castilla la Mancha, Navarra y Canarias.
En el Archipiélago, según han reportado las autoridades de la comunidad, se detectaron una decena de casos procedentes de una lancha, que llegó el jueves a Fuerteventura con varios migrantes a bordo procedentes de El Aaiún, en el Sáhara Occidental.
Sin embargo, aunque la prensa local no ha tardado de reproducir este caso, junto con el de otra embarcación interceptada por Marruecos en la que también se detectó a personas infectadas por el coronavirus, el verdadero peligro para las Islas no procede de los emigrantes que tratan de llegar en frágiles cayucos.
Y es que, paradójicamente, este colectivo tan vulnerable y maltratado es ahora el único al que se está sometiendo a test PCR al arribar a las costas del Archipiélago, antes de ponerlos en cuarentena y posteriormente confinarlos en CIEs u otras instalaciones habilitadas para esa función.
INGLATERRA Y ALEMANIA: DOS EMISORES DE ALTO RIESGO
Muy diferente es la previsión del Ejecutivo central y el Gobierno autónomo para los turistas que ya pueden llegar a nuestro país, libremente, desde algunos de los países más afectados por el coronavirus.
Este es el caso de los dos orígenes, Gran Bretaña y Alemania, que más turistas envían al Archipiélago canario.
El primero de ellos, con 305.000 infectados oficiales y 42.647 muertos como consecuencias de las políticas "laxas" aplicadas por el primer ministro Boris Johnson, ha decidido también decretar una supuesta "normalidad", pese a la persistencia del virus entre la población.
Por su parte, Alemania ha sido noticia en toda la prensa internacional, por sufrir el más grave rebrote del virus de toda Europa. Según los medios germanos, no se trata ya de "rebrotes aislados", como el registrado en el matadero de Gütersloh (con más de 1.300 positivos hasta la fecha), sino de algo mucho más grave.
El ritmo de reproducción del coronavirus en este país (R) se ha disparado, pasando del 1,06 el pasado viernes, al 1,79 el sábado y al 2,88 este lunes. El valor (R) indica a cuántas personas contagia un enfermo de promedio. Cuando es inferior a 1, significa que el brote está disminuyendo. La actual tasa significa que por cada caso activo en la actualidad se calcula que va a haber tres nuevos contagios. Por cada cien casos actuales, habrá 288.
Además del matadero de Gütersloh, los últimos rebrotes en Alemania han tenido lugar en residencias de ancianos, hospitales, centros de asilo de inmigrantes, empresas logísticas, actos religiosos y entre los temporeros de la campaña de verano.
UN "TRIPLE CONTROL" DE CHISTE EN LOS AEROPUERTOS ESPAÑOLES
Esta situación ha obligado al primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, a manifestar públicamente que "no puede descartar un nuevo confinamiento".
En el Estado español, sin embargo, y particularmente en las Islas Canarias, los turistas alemanes, como los ingleses, llegarán en vuelos sin ningún control verdaderamente efectivo que permita comprobar si se encuentran infectados por el SARS-COV2.
Con respecto a estos controles, las autoridades españolas comenzaron manifestando que, para garantizar la "seguridad sanitaria", estos turistas llegaría con test realizados en sus países de origen. Posteriormente, y ante la negativa de las compañías turísticas a afrontar el costo de estas pruebas, el Ejecutivo regional se ofreció a pagarlos con dinero público a la llegada de los viajeros.
Finalmente, la pasada semana el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconocía que el Ministerio de Sanidad no preveía realizar test a los turistas en los aeropuertos.
Para justificar una decisión que, como otras adoptadas por el Gobierno en perjuicio de la Salud pública, ha estado motivada por un cálculo económico, Simón se atrevía a apostillar que:
"Un test con resultado negativo no implica que la persona no esté infectada, sino que en ese momento no se le ha detectado el virus, por lo que puede dar "falsa seguridad"".
Poco después, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunciaba cuáles serían los controles "triples", con los que el Ejecutivo ha decidido sustituir la única prueba válida para el diagnóstico del Covid-19:
1. Un formulario que los propios turistas deben rellenar, y en el que lógicamente pueden consignar lo que deseen.
2. Un control de temperatura, que sólo podría captar uno de los síntomas posibles del coronavirus y
3. Un tercer, "control visual", del cual sobra realizar cualquier tipo de comentarios.
Tres medidas, en definitiva, que, de no ser por la gravedad del asunto, en el que se juega nada más y nada menos que la salud de toda la población del Archipiélago, podrían calificarse como un auténtica broma de mal gusto, si son juzgadas de acuerdo a su "fiabilidad".
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Apenas un día después de que las autoridades españoles decretasen la llamada "nueva normalidad", hasta nueve comunidades autónomas han informado de rebrotes de la pandemia del coronavirus. El más grave de ellos ha sido el registrado en Aragón, donde las comarcas de Litera, Cinca Medio y Bajo Cinca han tenido que establecer nuevas medidas equivalentes a las de la fase 2 de la desescalada. Otros rebrotes se han producido también en Galicia, País Vasco, Andalucía, Murcia, Cataluña, Castilla León, Castilla la Mancha, Navarra y Canarias.
En el Archipiélago, según han reportado las autoridades de la comunidad, se detectaron una decena de casos procedentes de una lancha, que llegó el jueves a Fuerteventura con varios migrantes a bordo procedentes de El Aaiún, en el Sáhara Occidental.
Sin embargo, aunque la prensa local no ha tardado de reproducir este caso, junto con el de otra embarcación interceptada por Marruecos en la que también se detectó a personas infectadas por el coronavirus, el verdadero peligro para las Islas no procede de los emigrantes que tratan de llegar en frágiles cayucos.
Y es que, paradójicamente, este colectivo tan vulnerable y maltratado es ahora el único al que se está sometiendo a test PCR al arribar a las costas del Archipiélago, antes de ponerlos en cuarentena y posteriormente confinarlos en CIEs u otras instalaciones habilitadas para esa función.
INGLATERRA Y ALEMANIA: DOS EMISORES DE ALTO RIESGO
Muy diferente es la previsión del Ejecutivo central y el Gobierno autónomo para los turistas que ya pueden llegar a nuestro país, libremente, desde algunos de los países más afectados por el coronavirus.
Este es el caso de los dos orígenes, Gran Bretaña y Alemania, que más turistas envían al Archipiélago canario.
El primero de ellos, con 305.000 infectados oficiales y 42.647 muertos como consecuencias de las políticas "laxas" aplicadas por el primer ministro Boris Johnson, ha decidido también decretar una supuesta "normalidad", pese a la persistencia del virus entre la población.
Por su parte, Alemania ha sido noticia en toda la prensa internacional, por sufrir el más grave rebrote del virus de toda Europa. Según los medios germanos, no se trata ya de "rebrotes aislados", como el registrado en el matadero de Gütersloh (con más de 1.300 positivos hasta la fecha), sino de algo mucho más grave.
El ritmo de reproducción del coronavirus en este país (R) se ha disparado, pasando del 1,06 el pasado viernes, al 1,79 el sábado y al 2,88 este lunes. El valor (R) indica a cuántas personas contagia un enfermo de promedio. Cuando es inferior a 1, significa que el brote está disminuyendo. La actual tasa significa que por cada caso activo en la actualidad se calcula que va a haber tres nuevos contagios. Por cada cien casos actuales, habrá 288.
Además del matadero de Gütersloh, los últimos rebrotes en Alemania han tenido lugar en residencias de ancianos, hospitales, centros de asilo de inmigrantes, empresas logísticas, actos religiosos y entre los temporeros de la campaña de verano.
UN "TRIPLE CONTROL" DE CHISTE EN LOS AEROPUERTOS ESPAÑOLES
Esta situación ha obligado al primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, a manifestar públicamente que "no puede descartar un nuevo confinamiento".
En el Estado español, sin embargo, y particularmente en las Islas Canarias, los turistas alemanes, como los ingleses, llegarán en vuelos sin ningún control verdaderamente efectivo que permita comprobar si se encuentran infectados por el SARS-COV2.
Con respecto a estos controles, las autoridades españolas comenzaron manifestando que, para garantizar la "seguridad sanitaria", estos turistas llegaría con test realizados en sus países de origen. Posteriormente, y ante la negativa de las compañías turísticas a afrontar el costo de estas pruebas, el Ejecutivo regional se ofreció a pagarlos con dinero público a la llegada de los viajeros.
Finalmente, la pasada semana el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconocía que el Ministerio de Sanidad no preveía realizar test a los turistas en los aeropuertos.
Para justificar una decisión que, como otras adoptadas por el Gobierno en perjuicio de la Salud pública, ha estado motivada por un cálculo económico, Simón se atrevía a apostillar que:
"Un test con resultado negativo no implica que la persona no esté infectada, sino que en ese momento no se le ha detectado el virus, por lo que puede dar "falsa seguridad"".
Poco después, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunciaba cuáles serían los controles "triples", con los que el Ejecutivo ha decidido sustituir la única prueba válida para el diagnóstico del Covid-19:
1. Un formulario que los propios turistas deben rellenar, y en el que lógicamente pueden consignar lo que deseen.
2. Un control de temperatura, que sólo podría captar uno de los síntomas posibles del coronavirus y
3. Un tercer, "control visual", del cual sobra realizar cualquier tipo de comentarios.
Tres medidas, en definitiva, que, de no ser por la gravedad del asunto, en el que se juega nada más y nada menos que la salud de toda la población del Archipiélago, podrían calificarse como un auténtica broma de mal gusto, si son juzgadas de acuerdo a su "fiabilidad".
Asunción Arcos García | Lunes, 29 de Junio de 2020 a las 12:16:35 horas
Esto ya me parece el colmo de la desfachatez, por parte del gobierno de España, porque si la primera vez, ya lo hicieron mal, ahora me parece que actúan con alevosía y sin ningun tipo de vergüenza.
No tiene sentido, no tiene lógica.
O si lo tiene, es por que quieren que la gente se infecte, no le veo ninguna otra explicación.
La puedes cagar una vez, pero cuando están en juego vidas humanas, y sabiendo lo que hay, permitan que esto vuelva a pasar.
La situación me parece tan surrealista, que no entiendo nada de nada y me cabrea enormemente.
Espero que todo esté mal que están haciendo a la sociedad lo paguen y que lo paguen con lo que más les duela...!!
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