
¿LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA "ESTÁ DE PRESTADO" EN INTERNET?
Twitter vuelve a censurar a los medios cubanos
Una vez más Twitter “apaga” discrecionalmente medios de comunicación cubanos. Así lo denunció la web Cubadebate el martes pasado: “La red social Twitter vuelve a suspender cuentas cubanas en momentos de alto valor informativo”.
Por FERMÍN DOMÍNGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL
Una vez más Twitter “apaga” discrecionalmente medios de comunicación cubanos. Así lo denunció la web Cubadebate el martes pasado, en una nota titulada “La red social Twitter vuelve a suspender cuentas cubanas en momentos de alto valor informativo”.
“En horas de la tarde del 12 de mayo – expresa la nota- fueron suspendidas las cuentas oficiales de la Unión de Jóvenes Comunistas (@UJCuba), la de su nuevo Primer Secretario, Diosvany Acosta Abrahante (@AcostaDiosvany), y otras cuentas relacionadas con esa organización”.
El artículo precisa que “la suspensión ocurrió mientras estos perfiles denunciaban el atentado terrorista contra la embajada de Cuba en Washington y el silencio cómplice del gobierno de los Estados Unidos” al respecto.
La información recuerda, sin embargo, que no se trata de un hecho puntual.
El pasado 18 de mayo de 2018, durante el accidente aéreo ocurrido en La Habana, Twitter bloqueó también la cuenta del sitio Cubadebate. Otro momento significativo de estas acciones tuvo lugar el 11 de septiembre del 2019, cuando se registró “una operación especial de apagón informativo ejecutado por Twitter contra medios de comunicación cubanos, entre ellos la propia web cubana, decenas de periodistas y varias personalidades del país”.
Lo significativo, de acuerdo con la denuncia de la web cubana, es que ninguno de estos medios ha infringido ninguna de las normas de la empresa estadounidense de microblogging. Entre ellas se encuentran la prohibición de "promover el terrorismo, la explotación sexual infantil, la incitación al odio, la promoción del suicidio, la violencia gráfica o sexual o usar las cuentas con propósitos ilegales".
“Las acciones de Twitter – concluye la nota- son lo suficientemente sospechosas y denotan un interés marcado en silenciar selectivamente cuentas cubanas que defienden nuestro proyecto social”.
¿UNA "MILITANCIA DIGITAL?
Este nuevo episodio de censura política realizada por empresas como Twitter o Facebook obliga a reflexionar sobre quienes manifiestan una "fe ciega" en las posibilidades que ofrece para el activismo y la militancia política el sistema científico-tecnológico. Resulta sorprendente que, pese a la evidencia, tantas personas continúen considerando que Internet, y en particular, las Redes Sociales, son “mundos paralelos” donde las fuerzas del poder no intervendrían como en el mundo real. E incluso quienes, cayendo en una suerte de adoración acrítica de la tecnología, llegan a hablar de las potencialidades de una "militancia digital".
Obviamente, no negamos la pertinencia de utilizar al máximo todas las posibilidades que estos medios nos ofrecen, permitiéndonos transmitir nuestros mensajes a un público extraordinariamente superior al que la izquierda revolucionaria podía alcanzar en la "época analógica". Sin embargo, incluso estas posibilidades dejan de utilizarse eficazmente desde el instante en el que se olvida que las plataformas que utilizamos para ello pertenecen al enemigo, que en todo momento tiene la posibilidad de controlar nuestra información o, llegado el momento oportuno, expulsarnos de ellas.
Por otro lado, los procesos de emancipación no se desarrollan solo por estar en disposición de la verdad o de la propuesta política más justa y tener la posibilidad de expresarla en los nuevos medios, por amplia que pueda ser su difusión. Este tipo de actividad nos sigue dejando en la posición de un espectador crítico, pero espectador, que sin organizarse con otros presencialmente no puede constituirse como sujeto político capaz de poner en marcha algún tipo de intervención social. No puede desarrollar el único tipo de influencia, por cierto muy tradicional, que llegado el caso también le permitiría contrarrestar la censura total que puedan imponernos los Dueños de la Red.
Por FERMÍN DOMÍNGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL
Una vez más Twitter “apaga” discrecionalmente medios de comunicación cubanos. Así lo denunció la web Cubadebate el martes pasado, en una nota titulada “La red social Twitter vuelve a suspender cuentas cubanas en momentos de alto valor informativo”.
“En horas de la tarde del 12 de mayo – expresa la nota- fueron suspendidas las cuentas oficiales de la Unión de Jóvenes Comunistas (@UJCuba), la de su nuevo Primer Secretario, Diosvany Acosta Abrahante (@AcostaDiosvany), y otras cuentas relacionadas con esa organización”.
El artículo precisa que “la suspensión ocurrió mientras estos perfiles denunciaban el atentado terrorista contra la embajada de Cuba en Washington y el silencio cómplice del gobierno de los Estados Unidos” al respecto.
La información recuerda, sin embargo, que no se trata de un hecho puntual.
El pasado 18 de mayo de 2018, durante el accidente aéreo ocurrido en La Habana, Twitter bloqueó también la cuenta del sitio Cubadebate. Otro momento significativo de estas acciones tuvo lugar el 11 de septiembre del 2019, cuando se registró “una operación especial de apagón informativo ejecutado por Twitter contra medios de comunicación cubanos, entre ellos la propia web cubana, decenas de periodistas y varias personalidades del país”.
Lo significativo, de acuerdo con la denuncia de la web cubana, es que ninguno de estos medios ha infringido ninguna de las normas de la empresa estadounidense de microblogging. Entre ellas se encuentran la prohibición de "promover el terrorismo, la explotación sexual infantil, la incitación al odio, la promoción del suicidio, la violencia gráfica o sexual o usar las cuentas con propósitos ilegales".
“Las acciones de Twitter – concluye la nota- son lo suficientemente sospechosas y denotan un interés marcado en silenciar selectivamente cuentas cubanas que defienden nuestro proyecto social”.
¿UNA "MILITANCIA DIGITAL?
Este nuevo episodio de censura política realizada por empresas como Twitter o Facebook obliga a reflexionar sobre quienes manifiestan una "fe ciega" en las posibilidades que ofrece para el activismo y la militancia política el sistema científico-tecnológico. Resulta sorprendente que, pese a la evidencia, tantas personas continúen considerando que Internet, y en particular, las Redes Sociales, son “mundos paralelos” donde las fuerzas del poder no intervendrían como en el mundo real. E incluso quienes, cayendo en una suerte de adoración acrítica de la tecnología, llegan a hablar de las potencialidades de una "militancia digital".
Obviamente, no negamos la pertinencia de utilizar al máximo todas las posibilidades que estos medios nos ofrecen, permitiéndonos transmitir nuestros mensajes a un público extraordinariamente superior al que la izquierda revolucionaria podía alcanzar en la "época analógica". Sin embargo, incluso estas posibilidades dejan de utilizarse eficazmente desde el instante en el que se olvida que las plataformas que utilizamos para ello pertenecen al enemigo, que en todo momento tiene la posibilidad de controlar nuestra información o, llegado el momento oportuno, expulsarnos de ellas.
Por otro lado, los procesos de emancipación no se desarrollan solo por estar en disposición de la verdad o de la propuesta política más justa y tener la posibilidad de expresarla en los nuevos medios, por amplia que pueda ser su difusión. Este tipo de actividad nos sigue dejando en la posición de un espectador crítico, pero espectador, que sin organizarse con otros presencialmente no puede constituirse como sujeto político capaz de poner en marcha algún tipo de intervención social. No puede desarrollar el único tipo de influencia, por cierto muy tradicional, que llegado el caso también le permitiría contrarrestar la censura total que puedan imponernos los Dueños de la Red.
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