LA “ALIANZA PARA LA SEGURIDAD DE LA DEMOCRACIA”, ARMA DE GUERRA INFORMATIVA DE LOS ESTADOS OCCIDENTALES
Los medios que destaparon el faude electoral de las primarias demócratas de Iowa, difamados como “agentes del Kremlin"”
Estados Unidos está viviendo una etapa de neo-McCarthismo, en la que todo traspiés en su política exterior, toda disidencia, todo periodismo que destape escándalos y todo movimiento de protesta dentro de sus fronteras, la clase dominante lo achaca a la “inteferencia de Rusia”. Uno de los organismos encargados de diseminar este tipo de propaganda es The Alliance for Securing Democracy (Alianza para la Seguridad de la Democracia).
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
Recientemente, la Alliance for Securing Democracy (en adelante, la Alianza), organismo financiado por Estados Unidos y otros gobiernos europeos, que se dedica a la censura en la Red, ha arremetido contra los periodistas que destaparon -con pruebas fehacientes- el fraude electoral de las primarias demócratas del Estado de Iowa, del que dimos noticia recientemente. Estos periodistas son el equipo del medio The Grayzone y el programa Status Coup del periodista independiente Jordan Chariton, a quienes la Alianza acusa de estar respaldados por el gobierno ruso.
Precisamente, en una serie de reportajes de investigación, The Grayzone ha demostrado el carácter neo-McCarthista de la Alianza, en cuya nómina figura personal ligado a lucha contra-terrorista y la seguridad nacional, y cuya función consiste en diseminar desinformación.
El 10 de febrero la Alianza publicaba que Rusia intenta difundir teorías conspirativas en torno a las primarias demócratas (caucuses) del Estado de Iowa. Y lanzaba su dedo acusador contra medios que reciben financiación del gobierno ruso como Sputnik y tres programas de RT, entre ellos Going Underground, presentado por el periodista británico Afshin Rattansi y el show del cómico Lee Camp, Redacted Tonight, que abre su espacio con la frase: “el show donde los americanos en América que cubren las noticias sobre América son llamados agentes extranjeros” .
El retuiteo que hicieron estos programas del artículo de The Grayzone sobre el fiasco de Iowa encendió las alarmas de los guerreros de la Alianza. Pero da la casualidad de que el millonario pro-israelí Seth Klarman, implicado en la fallida app que causó el desmán en los resultados de la votación de esas primarias, para beneficiar al elegido por el establishment, Pete Buttigieg, también forma parte de la Alianza, dado que es uno de sus mayores donantes. Klarman destaca asimismo por negociar con la deuda buitre que está estrangulando a Puerto Rico.
La Alianza es la principal de una serie de herramientas de guerra informativa que infundieron la histeria pública sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016. El cuadro de mandos del grupo dijo haber rastreado 600 cuentas de Twitter “vinculadas a operaciones de influencia rusa”.
Es difícil conocer la identidad de todas las personas e instituciones que están detrás de la Alianza, ya que su lista de donantes “no incluye a los que no desean revelar su donación caritativa”. Pero, además de los millonarios que la financian, se sabe que recibe dinero de gobiernos occidentales, incluido el Departamento de Estado de los Estados Unidos. La Alianza comparte socios con el German Marshall Fund (GMF en adelante), como indica en su propia página web.
A diferencia de The Grayzone y de Jordan Chariton, el GMF es una entidad con respaldo estatal que sigue fielmente la agenda de los gobiernos que la financian. En el año fiscal de 2019, el GMF recibió dinero de los ministerios de asuntos exteriores de Alemania y Suecia, del Departamento de Estado de EEUU, como se ha dicho; de la USAID (United States Agency for International Development), brazo del gobierno de EE.UU para fomentar cambios de régimen en otros países; y de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, que donó al GMF entre medio millón y un millón de dólares (de nuestro dinero).
Otros donantes del GMF incluyen a la Open Society Foundation del millonario anti-comunista George Soros, la OTAN, algunos gigantes de Internet como Google, el Parlamento Europeo, compañías petroleras como Exxon, multinacionales como Bayer, grandes bancos e industrias de armamentos como Raytheon y Boeing.
Últimamente, la Alianza está dando amplio eco al Estado de Estonia, vasallo de la OTAN, que asegura que Rusia interfiere en su país. Coincide que el ex-presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, forma parte del consejo asesor de la Alianza. Junto a él están, entre otros, Michael Chertoff, ex-jefe del Department of Homeland Security (equivalente al Ministerio del Interior), John Podesta, prominente miembro de la Convención Nacional Demócrata, que, desde su puesto de jefe de la campaña de Hillary Clinton, se las ingenió para dar la cuchillada a Bernie Sanders en 2016; la estrella mediática estadounidense Bill Kristol, de sobra conocido por su ferviente apoyo a la invasión de Irak; el exdirector de la CIA, Michael Morell, que aconsejó la matanza de rusos e iraníes en Siria durante una entrevista televisada; y el obsesivo anti-ruso y ex-embajador de EE.UU en Rusia, Michael McFaul.
Aunque la Alianza publicita su trabajo como un intento de contrarrestar la desinformación de Rusia, parece cada vez más claro que se orienta también a suprimir las informaciones que dentro de EE.UU ponen en cuestión el consenso entre demócratas y republicanos en torno a la política exterior imperialista.
Como ya informara The Grayzone, y también publicamos en este medio, Jamie Fly, miembro del German Marshall Fund y destacado neoconservador, se jactó de haber purgado las cuentas de Facebook de medios alternativos como The Free Thought Project, Anti-Media, y Cop Block. Y prometió que “esto era sólo el principio”.
Ahora la Alianza apunta sus fusiles hacia The Grayzone. Y con su última difamación, esta organización gubernamental hace diana sobre el periodismo independiente.
Fuente:
Alex Rubinstein
https://consortiumnews.com/2020/02/13/state-backed-alliance-for-securing-democracy-smears-the-grayzone/
https://thegrayzone.com/2020/02/13/state-backed-alliance-securing-democracy-smears-grayzone/
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
Recientemente, la Alliance for Securing Democracy (en adelante, la Alianza), organismo financiado por Estados Unidos y otros gobiernos europeos, que se dedica a la censura en la Red, ha arremetido contra los periodistas que destaparon -con pruebas fehacientes- el fraude electoral de las primarias demócratas del Estado de Iowa, del que dimos noticia recientemente. Estos periodistas son el equipo del medio The Grayzone y el programa Status Coup del periodista independiente Jordan Chariton, a quienes la Alianza acusa de estar respaldados por el gobierno ruso.
Precisamente, en una serie de reportajes de investigación, The Grayzone ha demostrado el carácter neo-McCarthista de la Alianza, en cuya nómina figura personal ligado a lucha contra-terrorista y la seguridad nacional, y cuya función consiste en diseminar desinformación.
El 10 de febrero la Alianza publicaba que Rusia intenta difundir teorías conspirativas en torno a las primarias demócratas (caucuses) del Estado de Iowa. Y lanzaba su dedo acusador contra medios que reciben financiación del gobierno ruso como Sputnik y tres programas de RT, entre ellos Going Underground, presentado por el periodista británico Afshin Rattansi y el show del cómico Lee Camp, Redacted Tonight, que abre su espacio con la frase: “el show donde los americanos en América que cubren las noticias sobre América son llamados agentes extranjeros” .
El retuiteo que hicieron estos programas del artículo de The Grayzone sobre el fiasco de Iowa encendió las alarmas de los guerreros de la Alianza. Pero da la casualidad de que el millonario pro-israelí Seth Klarman, implicado en la fallida app que causó el desmán en los resultados de la votación de esas primarias, para beneficiar al elegido por el establishment, Pete Buttigieg, también forma parte de la Alianza, dado que es uno de sus mayores donantes. Klarman destaca asimismo por negociar con la deuda buitre que está estrangulando a Puerto Rico.
La Alianza es la principal de una serie de herramientas de guerra informativa que infundieron la histeria pública sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016. El cuadro de mandos del grupo dijo haber rastreado 600 cuentas de Twitter “vinculadas a operaciones de influencia rusa”.
Es difícil conocer la identidad de todas las personas e instituciones que están detrás de la Alianza, ya que su lista de donantes “no incluye a los que no desean revelar su donación caritativa”. Pero, además de los millonarios que la financian, se sabe que recibe dinero de gobiernos occidentales, incluido el Departamento de Estado de los Estados Unidos. La Alianza comparte socios con el German Marshall Fund (GMF en adelante), como indica en su propia página web.
A diferencia de The Grayzone y de Jordan Chariton, el GMF es una entidad con respaldo estatal que sigue fielmente la agenda de los gobiernos que la financian. En el año fiscal de 2019, el GMF recibió dinero de los ministerios de asuntos exteriores de Alemania y Suecia, del Departamento de Estado de EEUU, como se ha dicho; de la USAID (United States Agency for International Development), brazo del gobierno de EE.UU para fomentar cambios de régimen en otros países; y de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, que donó al GMF entre medio millón y un millón de dólares (de nuestro dinero).
Otros donantes del GMF incluyen a la Open Society Foundation del millonario anti-comunista George Soros, la OTAN, algunos gigantes de Internet como Google, el Parlamento Europeo, compañías petroleras como Exxon, multinacionales como Bayer, grandes bancos e industrias de armamentos como Raytheon y Boeing.
Últimamente, la Alianza está dando amplio eco al Estado de Estonia, vasallo de la OTAN, que asegura que Rusia interfiere en su país. Coincide que el ex-presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, forma parte del consejo asesor de la Alianza. Junto a él están, entre otros, Michael Chertoff, ex-jefe del Department of Homeland Security (equivalente al Ministerio del Interior), John Podesta, prominente miembro de la Convención Nacional Demócrata, que, desde su puesto de jefe de la campaña de Hillary Clinton, se las ingenió para dar la cuchillada a Bernie Sanders en 2016; la estrella mediática estadounidense Bill Kristol, de sobra conocido por su ferviente apoyo a la invasión de Irak; el exdirector de la CIA, Michael Morell, que aconsejó la matanza de rusos e iraníes en Siria durante una entrevista televisada; y el obsesivo anti-ruso y ex-embajador de EE.UU en Rusia, Michael McFaul.
Aunque la Alianza publicita su trabajo como un intento de contrarrestar la desinformación de Rusia, parece cada vez más claro que se orienta también a suprimir las informaciones que dentro de EE.UU ponen en cuestión el consenso entre demócratas y republicanos en torno a la política exterior imperialista.
Como ya informara The Grayzone, y también publicamos en este medio, Jamie Fly, miembro del German Marshall Fund y destacado neoconservador, se jactó de haber purgado las cuentas de Facebook de medios alternativos como The Free Thought Project, Anti-Media, y Cop Block. Y prometió que “esto era sólo el principio”.
Ahora la Alianza apunta sus fusiles hacia The Grayzone. Y con su última difamación, esta organización gubernamental hace diana sobre el periodismo independiente.
Fuente:
Alex Rubinstein
https://consortiumnews.com/2020/02/13/state-backed-alliance-for-securing-democracy-smears-the-grayzone/
https://thegrayzone.com/2020/02/13/state-backed-alliance-securing-democracy-smears-grayzone/
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