
EL EX MINISTRO CATALÁ Y EL EX PRESIDENTE PAULINO RIVERO, DOS ARQUETIPOS DE LAS LLAMADAS PUERTAS GIRATORIAS
"Los políticos españoles son capaces de mear impunemente sobre nuestras cabezas sin sentir la más mínima inquietud"
Parece estar muy de moda una nueva profesión, destinada con exclusividad a políticos en paro. Se trata del cargo en la jerarquía empresarial consignado con el rimbombante nombre de "relaciones institucionales". No es una especialidad que se pueda estudiar en las universidades, ni se imparta en cursos de rápido aprendizaje. Se trata de un título a través del cual los potentados premian a los políticos en retiro para que gestionen sus intereses en el marco de las instituciones del sistema. El exministro de Justicia, Rafael Catalá, "asesora" institucionalmente a una empresa de máquinas tragaperras. Y el ex presidente canario Paulino Rivero es más fino: defiende los intereses de la empresa naviera de Antonio Armas en los intrincados vericuetos de las estructuras oficiales autonómicas (...).
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
La verdad es que a los políticos españoles les importa un carajo lo que de ellos pueda decir u opinar la ciudadanía. Se encuentran ubicados por encima del bien y del mal, tal y como podría estarlo el superhombre de Friedrich Nietzsche. Pero la verdad es que mantienen esa despectiva actitud porque son conscientes de que en este país se puede hacer cualquier cosa sin que la sociedad se atreva a rechistar, sin que ello concite ningún tipo de incontrolada rebelión social que acabe con sus ostensibles privilegios. Justo porque se aperciben de que sus actos no serán castigados con social sanción alguna, son capaces de mear impunemente sobre nuestras cabezas, sin sentir por ello el menor desasosiego.
Rafael Catalá fue nada menos que Ministro de Justicia en el Gobierno de Mariano Rajoy. Apenas un año después de haber abandonado su poltrona ministerial y su escaño, ha sido captado por Codere, una empresa especializada en el sector del juego. Es decir, especialista en Casinos, en apuestas "on line" y en máquinas tragaperras. Como puede constatarse, un negocio muy digno para un ex Ministro de Justicia. Según me dicen, Catalá que se caracteriza por su "acendrada catolicidad", actuará a partir de ahora como colaborador externo y asesor en "relaciones institucionales" de esta ejemplar empresa.
¿Pero sabrán por ventura ustedes en qué consiste esto de las "relaciones institucionales"? Pues se trata nada menos que de una dedicación con mucha enjundia, dada las implicaciones que conlleva. El tal Catalá se dedicará a actuar de intermediario entre la empresa y las instituciones públicas. O sea, que será el hombre que proporcionará la visión empresarial para la que trabaja ante las instituciones públicas, en las que, por cierto, ha aprendido a moverse como pez en el agua. Él será el "personaje respetable" que tendrá como cometido profesional "suavizar cualquier regulación que la empresa considere muy restrictiva para sus intereses".
De paso, he averiguado que el tal Catalá ya trabajó en estos asuntillos relacionados con los Casinos y las suculentas apuestas "on line". Una actividad empresarial ciertamente digna y ejemplar donde las hubiere. Al parecer, ya había desempeñado una función similar para los mismos patrones entre los años 2005-2011, ostentando además el importante cargo de secretario del Consejo Administración de Codere.
PAULINO RIVERO, UN EX PRESIDENTE CANARIO EXPERTO TAMBIÉN EN LA DIFÍCIL MATERIA DE "RELACIONES INSTITUCIONALES"
Pero a los canarios no nos deberían causar sorpresa casos como el del ex ministro Catalá. Paulino Rivero, el inefable ex presidente del Gobierno autónomo canario y ex maestro nacional en la escuela de su pueblo de El Sauzal, es hoy igualmente responsable de "relaciones institucionales" de la Naviera Armas. Paulino estudió magisterio en una época en la que solo se requerían tres años para la obtención del título. Se trata, sin duda de una honorable y abnegada profesión, y aquellos que la ejercen con vocación tienen sobre sus hombros la pesada e importante responsabilidad de participar en la formación de las nuevas generaciones. Pero igualmente hay que decir que en aquella Escuela de Magisterio, de horma enfáticamente franquista, no se impartía ninguna materia que obedeciera a la denominación de "relaciones internacionales".
En realidad, ni el inefable Paulino como maestro, ni el catolicísimo Rafael Catalá como licenciado en Derecho estudiaron jamás una extraña asignatura que respondiera al nombre de "relaciones institucionales". Esa materia no existe. Las empresas han creado expresamente esa función para que los jetas que son expulsados de la actividad política no vean reducidos sus emolumentos anuales. Y, de paso, valiéndose de sus conocimientos sobre las triquiñuelas del aparato institucional, les otorgan la función de defender los intereses empresariales en las instituciones, cobrando de paso viejos favores concedidos.
Me temo, lo confieso, que casos como estos continuarán creciendo y reproduciéndose como champiñones. En los primeros años de la presente década dio la fugaz sensación de que las hemorragias de las "puertas giratorias" iban a ser contenidas. El "efecto torniquete" que tuvieron las movilizaciones callejeras sobre estos trajines en las bambalinas del sistema, ofreció por un momento la sensación de que se habían acabado con ellas para siempre. Vana ilusión. Puro espejismo. Como hacen las cucarachas en verano, los "giratorios" volvieron a salir de las cloacas en cuanto se esfumó la ira popular con la expectativa de las elecciones. Y ahora vuelven a revolotear, exhibiendo orgullosos el supuesto papel "social" que, según ellos, cumplen.
Y se explica. Una vez que han logrado nuevamente atrapar las esperanzas de la sociedad en el saco parlamentario, las cosas han retornado a sus cauces naturales. Todo vuelve nuevamente a estar bajo control. "Como Dios manda"
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
La verdad es que a los políticos españoles les importa un carajo lo que de ellos pueda decir u opinar la ciudadanía. Se encuentran ubicados por encima del bien y del mal, tal y como podría estarlo el superhombre de Friedrich Nietzsche. Pero la verdad es que mantienen esa despectiva actitud porque son conscientes de que en este país se puede hacer cualquier cosa sin que la sociedad se atreva a rechistar, sin que ello concite ningún tipo de incontrolada rebelión social que acabe con sus ostensibles privilegios. Justo porque se aperciben de que sus actos no serán castigados con social sanción alguna, son capaces de mear impunemente sobre nuestras cabezas, sin sentir por ello el menor desasosiego.
Rafael Catalá fue nada menos que Ministro de Justicia en el Gobierno de Mariano Rajoy. Apenas un año después de haber abandonado su poltrona ministerial y su escaño, ha sido captado por Codere, una empresa especializada en el sector del juego. Es decir, especialista en Casinos, en apuestas "on line" y en máquinas tragaperras. Como puede constatarse, un negocio muy digno para un ex Ministro de Justicia. Según me dicen, Catalá que se caracteriza por su "acendrada catolicidad", actuará a partir de ahora como colaborador externo y asesor en "relaciones institucionales" de esta ejemplar empresa.
¿Pero sabrán por ventura ustedes en qué consiste esto de las "relaciones institucionales"? Pues se trata nada menos que de una dedicación con mucha enjundia, dada las implicaciones que conlleva. El tal Catalá se dedicará a actuar de intermediario entre la empresa y las instituciones públicas. O sea, que será el hombre que proporcionará la visión empresarial para la que trabaja ante las instituciones públicas, en las que, por cierto, ha aprendido a moverse como pez en el agua. Él será el "personaje respetable" que tendrá como cometido profesional "suavizar cualquier regulación que la empresa considere muy restrictiva para sus intereses".
De paso, he averiguado que el tal Catalá ya trabajó en estos asuntillos relacionados con los Casinos y las suculentas apuestas "on line". Una actividad empresarial ciertamente digna y ejemplar donde las hubiere. Al parecer, ya había desempeñado una función similar para los mismos patrones entre los años 2005-2011, ostentando además el importante cargo de secretario del Consejo Administración de Codere.
PAULINO RIVERO, UN EX PRESIDENTE CANARIO EXPERTO TAMBIÉN EN LA DIFÍCIL MATERIA DE "RELACIONES INSTITUCIONALES"
Pero a los canarios no nos deberían causar sorpresa casos como el del ex ministro Catalá. Paulino Rivero, el inefable ex presidente del Gobierno autónomo canario y ex maestro nacional en la escuela de su pueblo de El Sauzal, es hoy igualmente responsable de "relaciones institucionales" de la Naviera Armas. Paulino estudió magisterio en una época en la que solo se requerían tres años para la obtención del título. Se trata, sin duda de una honorable y abnegada profesión, y aquellos que la ejercen con vocación tienen sobre sus hombros la pesada e importante responsabilidad de participar en la formación de las nuevas generaciones. Pero igualmente hay que decir que en aquella Escuela de Magisterio, de horma enfáticamente franquista, no se impartía ninguna materia que obedeciera a la denominación de "relaciones internacionales".
En realidad, ni el inefable Paulino como maestro, ni el catolicísimo Rafael Catalá como licenciado en Derecho estudiaron jamás una extraña asignatura que respondiera al nombre de "relaciones institucionales". Esa materia no existe. Las empresas han creado expresamente esa función para que los jetas que son expulsados de la actividad política no vean reducidos sus emolumentos anuales. Y, de paso, valiéndose de sus conocimientos sobre las triquiñuelas del aparato institucional, les otorgan la función de defender los intereses empresariales en las instituciones, cobrando de paso viejos favores concedidos.
Me temo, lo confieso, que casos como estos continuarán creciendo y reproduciéndose como champiñones. En los primeros años de la presente década dio la fugaz sensación de que las hemorragias de las "puertas giratorias" iban a ser contenidas. El "efecto torniquete" que tuvieron las movilizaciones callejeras sobre estos trajines en las bambalinas del sistema, ofreció por un momento la sensación de que se habían acabado con ellas para siempre. Vana ilusión. Puro espejismo. Como hacen las cucarachas en verano, los "giratorios" volvieron a salir de las cloacas en cuanto se esfumó la ira popular con la expectativa de las elecciones. Y ahora vuelven a revolotear, exhibiendo orgullosos el supuesto papel "social" que, según ellos, cumplen.
Y se explica. Una vez que han logrado nuevamente atrapar las esperanzas de la sociedad en el saco parlamentario, las cosas han retornado a sus cauces naturales. Todo vuelve nuevamente a estar bajo control. "Como Dios manda"
amelia hernandez prado | Sábado, 14 de Septiembre de 2019 a las 21:51:49 horas
Que asco ,estamos rodeados de corrupción por todas partes ,a esta gentuza ,hay que darles una patada en el culo,lo peor es que mucha gente piensa que esto no tiene remedio,y por eso no salen a la calle a manifestarse, y de eso se valen toda esta panda de sinverguenzas.
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