
MACROHUELGA DOCENTE EN CHILE: UN LEGADO ENVENENADO DE LA "TRANSICIÓN" PINOCHETISTA
La huelga de docentes a nivel nacional de Chile ha llevado a centenares de miles de personas a las calles
No son muchos los que saben que la actual Constitución chilena fue el resultado de la imposición del dictador Pinochet a sus sucesores. Tal y como ocurriera en España, la llamada "izquierda" socialdemócrata, la democracia cristiana y la derecha pinochetista, llegaron a un acuerdo que ha perpetuado hasta ahora ese legado envenenado. Y como siempre sucede en la historia, ésta suele vengarse de esos acuerdos "contra natura". Aunque no lo parezca, la actual macro huelga de enseñantes y estudiantes chilenos, tiene que ver mucho con ello
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Más de ochenta mil educadores chilenos de la Escuela pública han comenzado huelga indefinida. Su objetivo está muy claro: acabar con el sistema de educación neoliberal, legado de la dictadura pinochetista, en el que se encuentra atrapado el país .
Hace ya seis semanas, que el presidente del Colegio de Profesores de Chile anunció una huelga indefinida, después de que el ejecutivo ultraconservador se cerrara a establecer cualquier tipo de negociaciones con los educadores para acabar con las precarias condiciones de trabajo y aprendizaje en las escuelas públicas del país. El Colegio de Profesores de Chile, que representa a la inmensa mayoría los educadores de las escuelas públicas chilenas, estima que más de ochenta mil maestros se han adherido a la huelga.
Desde entonces, el CPCH de la enseñanza pública ha iniciado una serie acciones movilizadoras que no sólo han empujado a las calles a miles de enseñantes, sino también importantes masas de de estudiantes y trabajadores.
En la medida que aumentan las protestas y un millón de estudiantes continúan sin clases, la envergadura de los acontecimientos parece estar repitiendo la crisis de legitimidad que tuvo lugar en el año 2010, que afectó igualmente al gobierno del ultraconservador de Sebastián Piñera, que entonces gobernaba el país .
Las cuentas pendientes siempre terminan pasando facturas
Como sucede con todas, o casi todas, las crisis políticas que se han producido en Chile, la presente situación encuentra sus raíces en la pasada dictadura militar de Augusto Pinochet. Y es que durante su mandato, la Junta militar pinochetista anuló los avances democráticos logrados por el derrocado gobierno de Salvador Allende.
Posteriormente la "Alianza de centro izquierda", más conocida por "la Concertación", negoció acuerdos con Pinochet que tenían como finalidad hacer que los pilares neoliberales del régimen militar permanecieran intactos durante la "transición a la democracia". Algo muy similar, a lo que años antes sucediera en España. Tanto es así, que cuando la dictadura pinochetista estaba ya liquidada, asesores españoles pertenecientes a la UCD y al PSOE volaron a Chile con la finalidad de impartir "cursos" a los políticos chilenos acerca de "cómo debía hacerse una transición política". De aquellos polvos, claro, los actuales lodos.
Esa es la razón, por la que Chile conserva todavía hoy la Constitución del régimen militar impuesta por el dictador, que no contempla la educación como un derecho. O con más precisión, la Carta constitucional pinochetista hace un explícito llamado para que el Estado sólo asuma un rol subsidiario en la educación, estableciendo un curioso "sistema de vales" que convierte al aparato educativo chileno en una suerte de negocio mercantilizado . Por si ello fuera poco, Pinochet procedió igualmente a la deliberada fragmentación del sistema educativo , al transferir la administración de las escuelas públicas a las municipalidades, corporaciones y operadores privados.
Como consecuencia de todo ello, las condiciones laborales de los docentes dejaron de ser un asunto público, quedando sujetos a una endeble legislación laboral . Los efectos de las "reformas pinochetistas", que permanecen hoy en pleno vigor, están afectando seriamente a los maestros que entran en el período de la jubilación, pues estos no se beneficiarán de un decreto emitido en 1981, que reajustó los salarios públicos en más del 90 por ciento.
Más de cuatro décadas después, cincuenta y ocho mil maestros están esperando todavía el pago de este reajuste, que equivaldría al 30 por ciento de su salario y totalizaría casi $ 14 mil millones de dólares. El pago de esta deuda histórica ocupa el primer lugar en la lista de demandas de los profesores, y también se encuentra en el centro debate político que tiene lugar en Chile . El actual movimiento de enseñantes, surgió casi por completo de una lucha de base. Y ahora posee fuerza suficiente para para estar en condiciones de imponerse en la sociedad chilena
Hay que precisar, no obstante, que de situación a la que se enfrentan los docentes de Chile, no sólo es responsable el actual gobierno del ultraconservador Sebastián Piñera. También lo fue el gobierno de la "socialista" Michelle Bachelet, que no hizo nada para cambiar una legislación que hoy ha puesto "en pie de guerra" a centenares de miles de estudiantes y profesores chilenos.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Más de ochenta mil educadores chilenos de la Escuela pública han comenzado huelga indefinida. Su objetivo está muy claro: acabar con el sistema de educación neoliberal, legado de la dictadura pinochetista, en el que se encuentra atrapado el país .
Hace ya seis semanas, que el presidente del Colegio de Profesores de Chile anunció una huelga indefinida, después de que el ejecutivo ultraconservador se cerrara a establecer cualquier tipo de negociaciones con los educadores para acabar con las precarias condiciones de trabajo y aprendizaje en las escuelas públicas del país. El Colegio de Profesores de Chile, que representa a la inmensa mayoría los educadores de las escuelas públicas chilenas, estima que más de ochenta mil maestros se han adherido a la huelga.
Desde entonces, el CPCH de la enseñanza pública ha iniciado una serie acciones movilizadoras que no sólo han empujado a las calles a miles de enseñantes, sino también importantes masas de de estudiantes y trabajadores.
En la medida que aumentan las protestas y un millón de estudiantes continúan sin clases, la envergadura de los acontecimientos parece estar repitiendo la crisis de legitimidad que tuvo lugar en el año 2010, que afectó igualmente al gobierno del ultraconservador de Sebastián Piñera, que entonces gobernaba el país .
Las cuentas pendientes siempre terminan pasando facturas
Como sucede con todas, o casi todas, las crisis políticas que se han producido en Chile, la presente situación encuentra sus raíces en la pasada dictadura militar de Augusto Pinochet. Y es que durante su mandato, la Junta militar pinochetista anuló los avances democráticos logrados por el derrocado gobierno de Salvador Allende.
Posteriormente la "Alianza de centro izquierda", más conocida por "la Concertación", negoció acuerdos con Pinochet que tenían como finalidad hacer que los pilares neoliberales del régimen militar permanecieran intactos durante la "transición a la democracia". Algo muy similar, a lo que años antes sucediera en España. Tanto es así, que cuando la dictadura pinochetista estaba ya liquidada, asesores españoles pertenecientes a la UCD y al PSOE volaron a Chile con la finalidad de impartir "cursos" a los políticos chilenos acerca de "cómo debía hacerse una transición política". De aquellos polvos, claro, los actuales lodos.
Esa es la razón, por la que Chile conserva todavía hoy la Constitución del régimen militar impuesta por el dictador, que no contempla la educación como un derecho. O con más precisión, la Carta constitucional pinochetista hace un explícito llamado para que el Estado sólo asuma un rol subsidiario en la educación, estableciendo un curioso "sistema de vales" que convierte al aparato educativo chileno en una suerte de negocio mercantilizado . Por si ello fuera poco, Pinochet procedió igualmente a la deliberada fragmentación del sistema educativo , al transferir la administración de las escuelas públicas a las municipalidades, corporaciones y operadores privados.
Como consecuencia de todo ello, las condiciones laborales de los docentes dejaron de ser un asunto público, quedando sujetos a una endeble legislación laboral . Los efectos de las "reformas pinochetistas", que permanecen hoy en pleno vigor, están afectando seriamente a los maestros que entran en el período de la jubilación, pues estos no se beneficiarán de un decreto emitido en 1981, que reajustó los salarios públicos en más del 90 por ciento.
Más de cuatro décadas después, cincuenta y ocho mil maestros están esperando todavía el pago de este reajuste, que equivaldría al 30 por ciento de su salario y totalizaría casi $ 14 mil millones de dólares. El pago de esta deuda histórica ocupa el primer lugar en la lista de demandas de los profesores, y también se encuentra en el centro debate político que tiene lugar en Chile . El actual movimiento de enseñantes, surgió casi por completo de una lucha de base. Y ahora posee fuerza suficiente para para estar en condiciones de imponerse en la sociedad chilena
Hay que precisar, no obstante, que de situación a la que se enfrentan los docentes de Chile, no sólo es responsable el actual gobierno del ultraconservador Sebastián Piñera. También lo fue el gobierno de la "socialista" Michelle Bachelet, que no hizo nada para cambiar una legislación que hoy ha puesto "en pie de guerra" a centenares de miles de estudiantes y profesores chilenos.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.117