
SILICON VALLEY: LA INDUSTRIA DE LA TECNOLOGÍA COMO AGENTE GEO-POLÍTICO
Facebook contrata a una ejecutiva pro-nazi como directora para Ucrania y trasladan empleos e inversiones a Israel
Si hace poco conocíamos las tácticas de censura que aplican las grandes empresas tecnológicas para amordazar las páginas críticas con el establishment político-económico, cada día surgen nuevos datos de que no estamos ante una teoría conspirativa.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Si hace poco desvelábamos las tácticas de censura que aplican los gigantes tecnológicos para amordazar las páginas críticas con el establishment político-económico, cada día surgen nuevos datos de que no estamos ante una teoría conspirativa.
Facebook acaba de nombrar como directora de política pública para Ucrania a Kateryna Kruk, conocida por su participación activa en el golpe de Estado en este país, promovido por Estados Unidos y la OTAN, durante el cual se incorporó como voluntaria al partido fascista Svoboda. La alta ejecutiva es una ultra-nacionalista que llama “terroristas” a todas las fuerzas pro-rusas de Ucrania y se opone a cualquier tipo de negociación con Moscú. El medio The Grayzone sacó a la luz en su día unas declaraciones suyas “agradeciendo” y “bendiciendo” a un muchacho por alistarse en el Batallón Azov, la milicia neo-nazi ucraniana, así como el regocijo con el que recibió la brutal violencia ejercida contra militantes comunistas.
Claro que, antes de aceptar su nuevo puesto en Facebook, la señora Kruk ya había servido en el gobierno pro-nazi de su país como “responsable de redes sociales y comunicaciones internacionales del parlamento de Ucrania”, donde fue “miembro del equipo de comunicaciones estratégicas que trabaja por el desarrollo de la doctrina de seguridad informática de Ucrania”. Por supuesto, no oculta su deseo ferviente de que Ucrania se una a la OTAN y la Unión Europea; de hecho, ya estuvo de consejera política en el Parlamento Europeo, y como investigadora anti-Rusia en un think tank belicista fundado por gobiernos occidentales.
Desde su nuevo cargo en Facebook, Kruk reconoce abiertamente que Ucrania es un campo de batalla clave para la “guerra informativa” contra Rusia, y ha pedido a la OTAN y la UE que tengan un papel más activo en controlar el contenido que circula en los medios. Para ella, la mejor forma de combatir la “propaganda rusa” es con “propaganda pro-UE y pro-OTAN”.
Al contratar a una nacionalista de extrema derecha con experiencia en el gobierno de Ucrania y la UE, Facebook deja clara la posición desde la cual se pone al servicio de estos Estados.
Otras grandes empresas tecnológicas, como Google, Microsoft e Intel están trasladando parte de sus operaciones, inversiones y miles de empleos desde Estados Unidos a Israel, algo que ha pasado prácticamente desapercibido en los medios corporativos e incluso a los políticos del “América primero”. El silencio mediático sobre esta transferencia sorprende, cuando menos, teniendo en cuenta que, en buena medida, es obra de una sola persona, el donante republicano Paul Singer, que ha dado millones de dólares al presidente Donald Trump.
El sector tecnológico de EEUU representa el 7.1 por ciento de su PIB y el 11,6 por ciento del total de empleos del sector privado. Lo más sangrante, sin embargo, es que, mientras se trasladan aspectos cruciales de estos negocios al extranjero y continúan despidiendo a miles de trabajadores estadounidenses, estas empresas tecnológicas siguen recibiendo sustanciosas subvenciones del gobierno de EEUU. Además, están contratando como altos directivos y ejecutivos a miembros de controvertidas corporaciones israelíes -conocidas por haber espiado a ciudadanos, empresas y agencias federales de EEUU- así como a numerosos miembros de la inteligencia militar de Israel.
Según la periodista de investigación Whitney Webb, que ha desvelado este callado movimiento de transferencia, el millonario inversionista Paul Singer financia el think tank neoconservador Instituto de Empresa Americana, la islamófoba y belicista Fundación para la Defensa de las Democracias y la Coalición Judía Republicana. Su proyecto de impulsar el sector tecnológico de Israel a expensas de EEUU se llama Start-Up Nation Central, creado para contrarrestar la influencia del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (Boycott, Divest and Sanctions, BDS), cuyo objetivo es presionar por medios no violentos a Israel para que cumpla con la legalidad internacional en relación a Palestina.
El proyecto Start-Up Nation Central está directamente vinculado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que en años recientes ya mencionó públicamente su “política deliberada” de poner a ex-miembros de las “unidades de inteligencia militar [de Israel] … en empresas con socios nacionales y extranjeros”, para que de este modo les sea casi imposible a las grandes corporaciones y los gobiernos extranjeros boicotear a Israel. Webb ha podido identificar a docenas de estos antiguos miembros de la elite de la inteligencia militar que ahora ocupan altos cargos en Microsoft, Google y Facebook.
Con sus estrechos lazos con Netanyahu y el estadounidense American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), la organización de Singer ha tejido una red de conexiones entre los sectores público y privado tanto en Estados Unidos como en Israel, con el único propósito de hacer de la nación judía una super-potencia tecnológica, en gran medida a expensas de la economía estadounidense y su gobierno, que actualmente dona a Israel 3.200 millones de dólares anuales.
Fuentes:
https://thegrayzone.com/2019/06/04/facebook-public-policy-manager-ukraine-kateryna-kruk/
https://www.mintpressnews.com/neocon-billionaire-paul-singer-driving-outsourcing-us-tech-jobs-israel/259147/
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Si hace poco desvelábamos las tácticas de censura que aplican los gigantes tecnológicos para amordazar las páginas críticas con el establishment político-económico, cada día surgen nuevos datos de que no estamos ante una teoría conspirativa.
Facebook acaba de nombrar como directora de política pública para Ucrania a Kateryna Kruk, conocida por su participación activa en el golpe de Estado en este país, promovido por Estados Unidos y la OTAN, durante el cual se incorporó como voluntaria al partido fascista Svoboda. La alta ejecutiva es una ultra-nacionalista que llama “terroristas” a todas las fuerzas pro-rusas de Ucrania y se opone a cualquier tipo de negociación con Moscú. El medio The Grayzone sacó a la luz en su día unas declaraciones suyas “agradeciendo” y “bendiciendo” a un muchacho por alistarse en el Batallón Azov, la milicia neo-nazi ucraniana, así como el regocijo con el que recibió la brutal violencia ejercida contra militantes comunistas.
Claro que, antes de aceptar su nuevo puesto en Facebook, la señora Kruk ya había servido en el gobierno pro-nazi de su país como “responsable de redes sociales y comunicaciones internacionales del parlamento de Ucrania”, donde fue “miembro del equipo de comunicaciones estratégicas que trabaja por el desarrollo de la doctrina de seguridad informática de Ucrania”. Por supuesto, no oculta su deseo ferviente de que Ucrania se una a la OTAN y la Unión Europea; de hecho, ya estuvo de consejera política en el Parlamento Europeo, y como investigadora anti-Rusia en un think tank belicista fundado por gobiernos occidentales.
Desde su nuevo cargo en Facebook, Kruk reconoce abiertamente que Ucrania es un campo de batalla clave para la “guerra informativa” contra Rusia, y ha pedido a la OTAN y la UE que tengan un papel más activo en controlar el contenido que circula en los medios. Para ella, la mejor forma de combatir la “propaganda rusa” es con “propaganda pro-UE y pro-OTAN”.
Al contratar a una nacionalista de extrema derecha con experiencia en el gobierno de Ucrania y la UE, Facebook deja clara la posición desde la cual se pone al servicio de estos Estados.
Otras grandes empresas tecnológicas, como Google, Microsoft e Intel están trasladando parte de sus operaciones, inversiones y miles de empleos desde Estados Unidos a Israel, algo que ha pasado prácticamente desapercibido en los medios corporativos e incluso a los políticos del “América primero”. El silencio mediático sobre esta transferencia sorprende, cuando menos, teniendo en cuenta que, en buena medida, es obra de una sola persona, el donante republicano Paul Singer, que ha dado millones de dólares al presidente Donald Trump.
El sector tecnológico de EEUU representa el 7.1 por ciento de su PIB y el 11,6 por ciento del total de empleos del sector privado. Lo más sangrante, sin embargo, es que, mientras se trasladan aspectos cruciales de estos negocios al extranjero y continúan despidiendo a miles de trabajadores estadounidenses, estas empresas tecnológicas siguen recibiendo sustanciosas subvenciones del gobierno de EEUU. Además, están contratando como altos directivos y ejecutivos a miembros de controvertidas corporaciones israelíes -conocidas por haber espiado a ciudadanos, empresas y agencias federales de EEUU- así como a numerosos miembros de la inteligencia militar de Israel.
Según la periodista de investigación Whitney Webb, que ha desvelado este callado movimiento de transferencia, el millonario inversionista Paul Singer financia el think tank neoconservador Instituto de Empresa Americana, la islamófoba y belicista Fundación para la Defensa de las Democracias y la Coalición Judía Republicana. Su proyecto de impulsar el sector tecnológico de Israel a expensas de EEUU se llama Start-Up Nation Central, creado para contrarrestar la influencia del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (Boycott, Divest and Sanctions, BDS), cuyo objetivo es presionar por medios no violentos a Israel para que cumpla con la legalidad internacional en relación a Palestina.
El proyecto Start-Up Nation Central está directamente vinculado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que en años recientes ya mencionó públicamente su “política deliberada” de poner a ex-miembros de las “unidades de inteligencia militar [de Israel] … en empresas con socios nacionales y extranjeros”, para que de este modo les sea casi imposible a las grandes corporaciones y los gobiernos extranjeros boicotear a Israel. Webb ha podido identificar a docenas de estos antiguos miembros de la elite de la inteligencia militar que ahora ocupan altos cargos en Microsoft, Google y Facebook.
Con sus estrechos lazos con Netanyahu y el estadounidense American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), la organización de Singer ha tejido una red de conexiones entre los sectores público y privado tanto en Estados Unidos como en Israel, con el único propósito de hacer de la nación judía una super-potencia tecnológica, en gran medida a expensas de la economía estadounidense y su gobierno, que actualmente dona a Israel 3.200 millones de dólares anuales.
Fuentes:
https://thegrayzone.com/2019/06/04/facebook-public-policy-manager-ukraine-kateryna-kruk/
https://www.mintpressnews.com/neocon-billionaire-paul-singer-driving-outsourcing-us-tech-jobs-israel/259147/
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